LECCION No. 11
UN CONFLICTO RESUELTO


PARA ESTUDIO: Josué 22:10-34.
LECTURA DEVOCIONAL: Mateo 5:21-26.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Mateo 5:24.
 

LECTURAS DIARIAS

LUNES: Deuteronomio 28:15-68.
MARTES: Josué 22:1-9.
MIERCOLES: Josué 22:10-34.
JUEVES: Deuteronomio 28:15-68.
VIERNES: Deuteronomio 30.
SABADO: Deuteronomio 31:24-29.
DOMINGO: Deuteronomio 31:30; 32:1-47.
 

PROPOSITO

 Comprender: 1) Las razones por el mal entendimiento entre los dos grupos.  2) Los pasos para lograr el buen entendimiento y la reconciliación.  3) Algunas implicaciones para nosotros.
 

INTRODUCCION

 Las tribus de Rubén, Gad y la medio tribu de Manasés pedían permiso a Moisés de recibir por herencia la tierra al otro lado, es decir, al este del río Jordán (Números 32).  Moisés se la concedió bajo la condición de que los hombres capaces para la guerra ayudaran en la conquista de Canaán al otro lado del río.  Josué les repitió la misma condición (Josué 1:12-18).

 En los versículos que preceden al pasaje de estudio para hoy (22:1-9), Josué les felicitó por haber cumplido muy bien su tarea de ayudar en la conquista.  Les dio permiso de volver a sus familiares y a sus tierras.  Les exhortó a amar a Jehová y a obedecer sus mandamientos.
 

 DESARROLLO DE LA LECCION
 

I.  EL ALTAR "AJENO"
    (Josué 22:10-12)
 

A.  LA EDIFICACION DE UN ALTAR GRANDE

 Las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés se despidieron de los demás de su pueblo en Canaán.  Al llegar al río jordán, meditaban en la grandeza y el poder de Jehová en su ayuda divina en dar a Israel la Tierra Prometida y en su propio compromiso de seguirle fielmente.  Para conmemorar su gratitud y compromiso hacia él, "edificaron" un altar de grande apariencia" (22:10).  Su motivo parece ser bueno.
 

B.  EL ENOJO DE LAS OTRAS TRIBUS

 Luego las tribus de Canaán se dieron cuenta de dicho altar.  Se molestaron mucho y se enojaron tanto que se juntaron para pelear contra su propia gente (22:12).  ¿Por qué?  Tenían sus razones.  Edificar un altar a un dios además de Jehová era idolatría.  Bien sabían que Jehová aborrecía esto.  También consideraban la construcción de un altar así como una amenaza a su seguridad nacional.
 

II.  EL COMITE DE FINEES
     (Josué 22:13-20)
 

A.  EL PERSONAL DEL COMITE

 El personal de este comité estaba formado por Finees quien era hijo del sacerdote, y un miembro principal de cada uno de las diez tribus en Canaán.  Representaban a la asamblea general (22:13-15).  Su misión era la de investigar la construcción del altar, sus motivos, consecuencias posibles, etc.  Observemos aquí a favor de las tribus de Canaán que no subieron a pelear así no más.  Investigaron el asunto antes.  Cuando alguien o algunos hacen algo que nos parece ser un mal que nos molesta, ¿escuchamos su historia antes de hacer una conclusión?
 

B.  LLEGARON A LOS DE LAS DOS TRIBUS

 Llegaron a los de las dos tribus y media tribu de Manasés para entrevistarles.  Pero ya tenían algunas preocupaciones.  Es decir ya daban por sentado algunas cosas sin averiguar su veracidad.  Por ejemplo, pensaban que el altar representaba rebelión contra Jehová y un rechazo deliberado de él (22:16-19).  Pensaban también que significaba rebelión abierta contra las tribus de Canaán (vs. 19).
 

C.  FINEES, EL PORTAVOZ

 Finees, el portavoz de las 10 tribus hizo recordar a las dos y media tribu de dos episodios desastrosos en su historia (22:17,20).  Primero fue la mortandad en Peor.  Israel practicaba la fornicación con las moabitas y después la idolatría con sus dioses (Números 25:1-9).  24,000 israelitas murieron en aquel día.  La otra referencia fue acerca del pecado de Acán que ya hemos estudiado.  Treinta y seis hombres murieron como resultado de ese pecado.  Ambos eventos tuvieron lugar hacía no muchos días.  Eran bien frescos en las mentes de todos todavía.  El motivo puro de Finees aquí es advertirles de las consecuencias posibles para todas las doce tribus de Israel debido a este supuesto pecado.
 

D.  OFRECIERON UNA SALIDA AL PROBLEMA

 Es evidente que Finees y sus compañeros no solamente vinieron a regañarles, sino también para ayudarles a hallar una solución por el supuesto pecado.  Fines pensaba que la tierra de las dos y media tribu ya era inmunda (22:19).  Les invitaban a pasar al lado occidental del río para tomar su herencia allí y habitar entre las demás tribus.  Les ofrecían algo de su propia herencia.  Esta oferta grande mostraba su sinceridad en rectificar la situación.  Hermanos, de cierto hay veces cuando encontramos a hermanos en pecado o equivocándose.  Quien esto escribe ha observado que a veces la tendencia en tales casos es de disciplinar o castigar, etc., pero hay un paso más allá que es la restauración del tal hermano, o sea, estipular las medidas por las cuales puede recuperarse o rectificar la situación.  No es suficiente sólo estipularlas.  Si hay amor habrá deseo de velar para hacer lo posible para el beneficio del hermano.  Pablo nos dice en Gálatas 6:1 que debemos "restaurarle con espíritu de mansedumbre"... (porque) no sea que tú también seas tentado".
 

III.  UNA ACLARACION ABIERTA E INOCENTE
      (Josué 22:21-29)

 Siguen los puntos principales de su defensa:

1) Dios sabía que sus motivos eran puros (vss. 22-23).

2) Pedían que no recibieran misericordia si se hubieran rebelado contra Jehová (vs. 23).

3) El altar fue construido para protección basada en el temor de un mal entendimiento entre generaciones futuras de los dos lados del río Jordán (vs. 24).

4) Entendían muy bien que el único altar verdadero a Jehová estaba actualmente en Silo en Canaán (22:29; véase también Josué 18:1).

5) El altar fue edificado como testimonio entre los grupos (22:28).
 

IV.  RECONCILIACION
     (Josué 22:30-34)

 Los de Finees respondieron en una manera muy favorable a la aclaración de las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés acerca del altar.  Discernían la presencia del Señor porque nadie había actuado infielmente contra él (22:33).  Volvieron a sus hogares alabando al Señor, sin hacer ninguna mención de hacer guerra contra sus hermanos al otro lado del río (vs. 33).
 

V.  CONCLUSION

 Este incidente nos sirve como un buen modelo de cómo resolver conflictos entre personas o grupos cristianos.  las tribus del occidente se enojaron en gran parte por motivo de celo santo sobre el asunto del altar y estaban listos a hacer guerra por ello.  Sin embargo, primero inquirieron y escucharon al otro lado.  Al escucharlo bien, se daban cuenta que no percibieron correctamente el asunto.  Los dos lados se reconciliaron y se regocijaron.  Además el asunto fue olvidado y no hubo resentimiento.  Sigue una lista de claves de este ejemplo para el cuerpo de Cristo en su ministerio de ser "pacificador" o "hacedores de paz" entre hombres:
1) No sacrificar sus convicciones si son bien basadas en la palabra de Dios.

2) Si una parte del grupo quiere hacer un proyecto grande (Ejemplo, el altar), debe buscar primero el apoyo y debe ser bien visto por todo el grupo.  Esto no hicieron las dos tribus y media.

3) Al darse cuenta del conflicto, ambos lados deben escucharse bien.

4) Siempre mantener en mente la búsqueda de una solución aceptable para ambos lados.

5) Dar gracias a Dios y alabarle a él, quien es la fuente de la solución.