LECCIÓN 2  (regresar al índice)

EL SUEÑO DE NABUCODONOSOR
(Primera Parte)

PASAJE PARA ESTUDIO: Daniel 2:1-13.
LECTURA DEVOCIONAL: Isaías 44:1-8.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Amós 3:7.


PROPÓSITO

    Mostrar que ningún hombre ni ningún otro ser puede revelar el futuro desconocido, sino solamente Jehová.

SUGERENCIA PARA EL MAESTRO: Escriba el siguiente bosquejo en el pizarrón.

BOSQUEJO

I.    PERTURBACIÓN DE ESPÍRITU DE NABUCODONOSOR (2:1-3)
A.    SUEÑOS PERTURBADORES (V. 1)
B.    CONVOCATORIA DE LOS EXPERTOS EN EL FUTURO (VS. 2-3)
II.    INCAPACIDAD Y ANSIEDAD DE LOS EXPERTOS (2:4-5a, 7-11)
A.    PIDEN DETALLES DEL SUEÑO (Vs. 4-5)
B.    PIDEN LOS DETALLES POR SEGUNDA VEZ (V. 7)
C.    DESCONFIANZA EN LOS EXPERTOS (Vs. 8, 9)
D.    LOS SABIOS DECLARAN SU INCAPACIDAD (Vs. 10-11)
III.    SENTENCIA CONTRA LOS SABIOS MUNDANOS (2:5-6, 12-13)
A.    AMENAZA PREVIA (Vs. 5-6)
B.    SENTENCIA OFICIAL (Vs. 12-13)



IDEA CENTRAL

      Nabucodonosor tuvo un sueño que le provocó una preocupación.  Por eso inmediatamente convocó a los sabios de Babilonia para que le dijeran el sueño y la interpretación del mismo.  Los sabios al no poder lograr que Nabucodonosor les contara el sueño, admitieron que eran incapaces de saberlo.  En represalia el rey decidió matar a los sabios de Babilomnia.  Fue entonces cuando Daniel, confiando totalmente en Dios se presentó ante el rey.  Así Daniel le dijo al rey el sueño y su significado.


INTRODUCCIÓN

    En esta lección sobresalen dos asuntos importantes.  Primero, el hecho de que es Dios el que dirige la historia.  Él quiso depositar el dominio mundial en las manos de un rey déspota con el propósito de disciplinar a Su pueblo Israel.  En este sentido, aunque Nabucodonosor se vanagloriaba de su poderío, indudablemente gobernaba porque Dios así se lo permitía.

    En segundo lugar, se resalta la capacidad limitada del ser humano para encarar y explicar algunos aspectos de la vida.  El que se considera capaz se ve obligado a admitir que no lo es.  Dichosos los seres humanos que han reconocido que, separados de Dios, nada pueden hacer.

I.    PERTURBACIÓN DE ESPÍRITU DE NABUCODONOSOR (2:1-3)

A.    SUEÑOS PERTURBADORES (V. 1)

“En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se perturbó su espíritu, y se le fue el sueño”

Nabucodonosor estaba en el esplendor de su juventud.  Era el segundo año de su reinado.  Recientemente había heredado el trono del imperio.  Su poder y dominio crecían con asombrosa rapidez.  Además, por su atrevido plan de edificación en las ciudades de su tierra, lograba el entusiasta apoyo de los líderes religiosos y de la población en general.

Es muy probable que en este tiempo Nabucodonosor se detuvo a meditar sobre qué sería de su vida y de su reino.  No cabe duda de que Dios le empezó a hablar y lo hizo por medio de sueños.  Eran sueños que él no podía comprender, pero le imponían profundas inquietudes en su alma.  Tal preocupación lo hizo enfermar de insomnio.  Aunque no se dice por cuánto tiempo, pero es probable que su situación debió ser desesperante y por un tiempo prolongado.  Por lo mismo decidió buscar ayuda.

PARA DISCUTIR

1.    ¿En qué forma estaba tratando Dios con Nabucodonosor?

2.    ¿Por qué trató Dios de esa manera con Nabucodonosor?


B.    CONVOCATORIA DE LOS EXPERTOS EN EL FUTURO (VS. 2-3)

“Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey.  Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber el sueño”.

Tan urgente llegó a ser para el rey el asunto de sus interrogantes, que tomó las medidas más extremas para contestarlas.  Primero, convocó a un grupo de expertos en ciencias ocultas, y les expuso sus problemas.  “Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber el sueño” (2: 3).  En ese tiempo los “magos” eran los expertos en artes ocultas; los “caldeos”, supuestamente tenían acceso a un conocimiento sobrenatural por el estudio de los astros; los “encantadores” eran manipuladores de poderes sobrenaturales por medio de encantamientos.  Los caldeos eran jefes de una casta sacerdotal de la sociedad babilónica.  Aparentaban saber todo acerca del futuro, pero pronto tuvieron que admitir que sólo eran engañadores.

El rey convocó a variadas autoridades en materia espiritual.  Quería ayuda rápida, sin importar de quién viniera.  Al igual que Nabucodonosor, muchas personas, en medio de su desesperación, buscan ayuda de cualquier fuente: del pastor, del sacerdote católico, de los curanderos, del médico, del brujo, etc.  Es decir, quieren una solución inmediata del que les conteste primero.  Nosotros los cristianos no debemos caer en este error; en nuestras angustias sólo debemos esperar en Dios.  Sólo nuestro Dios tiene la solución de nuestros problemas.

PARA DISCUTIR

1.    ¿Cuál fue el error de Nabucodonosor?

2.    Leas Isaías 26:3-4, y responda las siguientes preguntas:
a.    ¿Cómo viven los que piensan constantemente en Dios?
b.    ¿En qué medida debemos confiar sólo en Dios?
c.    ¿Cómo debemos actuar cuando tenemos un problema difícil?
II.    INCAPACIDAD Y ANSIEDAD DE LOS EXPERTOS (2:4-5a, 7-11)

A.    PIDEN DETALLES DEL SUEÑO (Vs. 4-5)

“Entonces hablaron los caldeos al rey en lengua aramea: Rey, para siempre vive; di el sueño a tus siervos, y te mostraremos la interpretación.  Respondió el rey y dijo a los caldeos: El asunto lo olvidé; si no me mostráis el sueño y su interpretación, seréis hechos pedazos, y vuestras casas serán convertidas en muladares”.

Los caldeos, los más respetados del grupo, tomaron la palabra en nombre de los demás.  El asunto parecía sumamente fácil, si se trataba de interpretar el sueño.  Para cada uno de ellos hubiera sido un gran placer inventar una interpretación que aliviara la penosa situación del rey.  Por eso se apresuraron a pedir los detalles del sueño.  Sin embargo, Nabucodonosor, no les contó el sueño.  Les dijo que lo había olvidado.  No obstante, exigía que se le mostrara la interpretación.

PARA DISCUTIR

1.    ¿Por qué los adivinos no pueden saber el futuro?

2.    ¿Por qué los cristianos no deben estar jugando con las prácticas de adivinaciones?


B.    PIDEN LOS DETALLES POR SEGUNDA VEZ (V. 7)

“Respondieron por segunda vez, y dijeron: Diga el rey el sueño a sus siervos, y le mostraremos la interpretación”.

No cabe duda de que estos sabios estaban ahora en un gran problema, sin poderlo solucionar.  Al recibir una amenaza de muerte, no encontraron otra opción que pedir otra vez al rey que les contara los detalles del sueño, a pesar de que Nabucodonosor les había dicho que no recordaba el sueño.

C.    DESCONFIANZA EN LOS EXPERTOS (Vs. 8, 9)

“El rey respondió y dijo: Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis dilaciones, porque veis que el asunto se me ha ido.  Si no me mostráis el sueño, una sola sentencia hay para vosotros. Ciertamente preparáis respuesta mentirosa y perversa que decir delante de mí, entre tanto que pasa el tiempo.  Decidme, pues, el sueño, para que yo sepa que me podéis dar su interpretación”.

Algunos intérpretes bíblicos aseguran que el rey realmente no había olvidado el sueño, sino que estaba probando la capacidad de sus expertos.  Si éstos no eran capaces de declararle lo que había soñado, tampoco podían darle una verdadera interpretación.  El asunto era preocupante para el rey, a tal grado, que sólo quería saber la verdad, y no una interpretación mentirosa.  El rey sospechaba que sus sabios preparaban una respuesta que lo confundiría más.  Por eso no les dijo el sueño y decidió matarlos.

D.    LOS SABIOS DECLARAN SU INCAPACIDAD (Vs. 10-11)

“Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo.  Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne”.

Según parece, desde ese tiempo ha habido sabios que pretenden darle una explicación a todo.  Como los científicos de hoy que todo lo explican aduciendo causas naturales.  Pero hay momentos en que Dios hace bajar a los orgullosos de la supuesta altura en que se encuentran.  Este fue el caso de estos sabios.  Tuvieron que admitir que este asunto no tenía explicación de parte de ningún hombre.  Los sabios de Babilonia se quejaron de que ningún rey anterior había pedido semejante cosa, algo imposible para ellos.  Pero la verdad es que ni todos los dioses juntos podían hacerlo porque no son nada, sino producto de la imaginación de los que se niegan a creer en el Dios vivo y verdadero.  Allí estaban los servidores de los dioses falsos, hundidos en un problema que no podían resolver.

Solamente el Dios verdadero, el Dios de la Biblia, es capaz de conocer todos los secretos y revelarlos cuando Él quiere.  Nadie más puede revelar secretos ni conocer el futuro.


PARA DISCUTIR

Lea Deuteronomio 18:8-13, y explique por qué los cristianos no deben confiar en adivinos.


III.    SENTENCIA CONTRA LOS SABIOS MUNDANOS (2:5-6, 12-13)

A.    AMENAZA PREVIA (Vs. 5-6)

En esta sección, preso de angustia, el rey ofrece un doble castigo a sus sabios si no le declaran e interpretan el sueño.  “Ser hechos pedazos” probablemente se refiere a ser atados de las cuatro extremidades y ser tirados por caballos simultáneamente.  El castigo no se limitaba únicamente a la ejecución del individuo, sino también a la profanación de sus hogares.  Sus casas serían convertidas en “muladares”, o sea, en letrinas públicas.

    Por el contrario, si los sabios solucionaban el problema del rey, tendrían “dones, favores y gran honra” (v. 6).  Por supuesto, esto no provocaba ningún entusiasmo en ellos, porque lo que se les pedía les era imposible.

PARA DISCUTIR

Lea Isaías 44:24-25, y explique cuál es el trato que Dios les da a los adivinos, o personas que pretenden saber el futuro.


B.    SENTENCIA OFICIAL (Vs. 12-13)

“Por esto el rey con ira y con gran enojo mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia.  Y se publicó el edicto de que los sabios fueran llevados a la muerte; y buscaron a Daniel y a sus compañeros para matarlos”.

Esta es la tercera vez que habla Nabucodonosor en este capítulo.  Se nota que, a causa de las excusas que daban sus sabios por su incapacidad, su preocupación culminó en una explosión de ira contra ellos.  Así que definitivamente los mandó a ejecutar.  Tal orden ya no era sólo una amenaza, sino una sentencia definitiva que se emitió a través de un edicto.  El edicto comprometía a toda la gente a entregar a todos los que estaban en la lista, para ser ejecutados.

El hecho de que el edicto se publicara apresuradamente (v. 15) debió causar gran conmoción en la ciudad, porque sin duda no eran pocos los que se consideraban “sabios”.

Muchos eran inocentes.  Sin duda iban a morir sin saber por qué razón.  Esto demuestra un claro ejemplo del peligro que representa el poder público cuando se centra en una sola persona.  Esto es el caso de Nabucodonosor.  Él era el único que decidía.  Era un hombre caprichoso y cruel.

Daniel y sus compañeros se enteraron de que también estaban en la lista de los sentenciados a muerte, sin que hubiera razón alguna.  Estaban sentenciados a morir por el simple hecho de que otros “sabios” no podían resolver el problema del rey.  A ellos y a muchos más no se les iba a dar la oportunidad de tratar de salvar sus vidas.  Es claro que Daniel y sus compañeros nunca fueron consultados por el rey, tal vez por no ser considerados unos expertos en materia de adivinación.

Sin duda la ira del rey se manifestó primeramente con los que lo habían irritado directamente.  Es probable que no meditó bien la orden que dio.  Los sabios no eran sólo los que estaban representados por el grupo al que convocó.  De haberse ejecutado el edicto que emitió habría provocado un daño irreparable en su propio imperio.

No cabe duda de que detrás de todo esto estaba el Dios viviente y poderoso, moviendo algunas cosas según Sus propósitos.  Dios le estaba mostrando a la cabeza de los reinos del mundo de ese tiempo, que sólo Él dirige el desarrollo de la historia y es el único que lo puede revelar verdaderamente.

CONCLUSIÓN

1.    Debe alegrarnos el hecho de que nuestro Dios tiene control de la historia.

2.    Dios controla al mundo, y todo está en sus manos.

3.    Todo el que se deposita en las manos de Dios, está seguro.

4.    Sólo Dios puede dar respuestas satisfactorias a nuestras preguntas.

5.    Sólo Dios puede suplir verdaderamente nuestras necesidades.

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