LECCION No. 11  (regresar al índice)
 

EL PELIGRO DEL SECULARISMO

PARA ESTUDIO: Génesis 25:19-28:9; 36:1-8; Hebreos 12:15a-17.
LECTURA DEVOCIONAL: I Juan 2:12-17.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Hebreos 12:15,16.

LECTURAS DIARIAS

LUNES: La Necesidad de la Paz. Hebreos 12:12-17.
MARTES: Los Cristianos y el Mundo. I Juan 2:12-17.
MIERCOLES: La Nueva Luz. I Juan 2:2:7-11.
JUEVES: Incredulidad. Romanos 9:1-5.
VIERNES: La Promesa de Dios. Romanos 9:6-13.
SABADO: La Conducta Cristiana. Romanos 13:11-14.
DOMINGO: El Respeto por el Amor. Romanos 14:1-4.
 

PARA DISCUSION Y ESTUDIO

1.  ¿Qué cuidado debemos tener de guardar nuestra experiencia como la primogenitura de Dios?  Explique.
2.  ¿No es cierto que cuando el cristiano cae en una transgresión, generalmente tiene toda la sensación de no haber valorado la salvación que tenía?  Discuta.
3.  ¿Qué entendemos por el peligro del secularismo?  Explique.
 

PROPOSITO DE LA LECCION

 Ayudarnos a que nos demos cuenta de las causas del secularismo y además recalcar la importancia de mantener un sentido cristiano de los valores en nuestro día.
 

EXPOSICION DE LA LECCION

INTRODUCCION

 La Biblia ha sido llamada "el libro de cuadros de la redención".  En sus páginas se encuentran descripciones singulares del pueblo de Dios.  En la lección de hoy consideraremos el cuadro de Esaú, a quien el libro de los Hebreos lo describe como un profano (12:16).

 Esaú era el hermano gemelo de Jacob, y ambos eran nietos de Abraham y los hijos de Isaac y Rebeca.  La historia de Esaú se compone de cuatro segmentos principales: (1) su insensatez al venderle su primogenitura a Jacob por un guisado de lentejas (25:27-34); (2) su matrimonio con las paganas heteas (26:34-35); (3) su fracaso en recuperar la bendición patriarcal un poco antes de la muerte de su padre (27:30-40); y (4) la renovación de su relación hermanable con su hermano Jacob (33:1-17).  La lección de hoy está interesada primordialmente con la venta de la primogenitura y las implicaciones de esta transacción tan trágica.
 

I.  EL NACIMIENTO DE LOS DOS GEMELOS
    (Génesis 25:19-23)

 ¿En qué forma está el lugar de Israel y el nacimiento de estos gemelos incluidos en el propósito de Dios?

1.  "ORO ISAAC A JEHOVA" (v. 21)

 Después de 20 años de esperar, Isaac y Rebeca llegaron a ser los orgullosos padres de los gemelos Esaú y Jacob.  En la misma forma que otras mujeres hebreas famosas como Sara, Raquel y Ana, Rebeca no tuvo familia sino hasta en su ancianidad.  Isaac por supuesto que se preocupaba por la esterilidad de su esposa, así como se había preocupado su padre, oró fervientemente por un heredero y Jehová lo escuchó (v. 21).  El nacimiento de Esaú y Jacob fue un acontecimiento milagroso como lo había sido su propio nacimiento (17:15-21).  La historia del pueblo del pacto está llena de intervenciones divinas en favor.

2.  "DOS NACIONES HAY EN TU SENO"

 "Y dos pueblos serán divididos desde tus extrañas; el un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá al menor".

 La rivalidad de estos dos hermanos era más que una mera predicción.  La tensión entre dos naciones es prefigurada por medio de la lucha paternal de aquellos gemelos, la nación israelita (los hijos de Jacob) y los edomitas (descendientes de Esaú).  Esta lucha racial sigue hasta hoy en el Medio Oriente.  El lugar de Israel en los planes de Dios y en la historia de la humanidad no se debe a un accidente de lugar o tiempo, sino es asunto del plan divino.  El mayor de los gemelos, Esaú, serviría al menor, Jacob (Israel).

3.  EL NACIMIENTO DE LOS GEMELOS (vrs. 24-26)

 Cuando los gemelos nacieron, su apariencia física era muy diferente: el mayor era "pelirrojo" (del hebreo admoni, una derivación del otro nombre Esaú, Edom, v. 30).  También era muy velludo, y fue precisamente debido a esa característica física que le pusieron por nombre Esaú.  A la hora del nacimiento, Jacob nació agarrado del calcañar de su hermano, por eso le pusieron por nombre Jacob, que quiere decir "el que se agarra del calcañar" o "el que suplanta".  Más tarde Jacob revelaría la naturaleza de su nombre al comprar con engaños la primogenitura de Esaú (vrs. 29-34).
 

III.  EL INFORTUNIO DEL FAVORITISMO
      (Génesis 25:27-28)

 ¿En qué sentido Isaac y Rebeca contribuyeron a la tensión existente entre sus dos hijos?

1.  "Y CRECIERON LOS NIÑOS" (v. 27)

 Al ir creciendo los gemelos aquellos, su diferencia en otros aspectos se hizo más marcada.  Sus temperamentos eran opuestos.  Sus aspiraciones llevaban diferentes direcciones.  Por supuesto que hasta cierto punto esto está bien ya que Dios no espera que todos seamos idénticos en nuestra disposición, o profesión.  Esaú se tornó en un hombre que le gustaba la vida al aire libre, un cazador aventurero.  Jacob decidió ser un pastor de ovejas, que vivía en tiendas y le gustaba cuidar su manada.

2.  FAVORITISMO PATERNAL (v. 28)

 Con toda seguridad que Isaac y Rebeca no tomaron la acción deliberada de que ellos tomarían el curso para que sus hijos crecieran con serias diferencias entre sí.  Pero su favoritismo hizo precisamente eso.  Isaac favorecía a Esaú por varias razones.  Primero, a Isaac le gustaba la carne que Esaú cazaba.  Segundo, que parecía que al irse haciendo viejo, la fortaleza de su hijo Esaú le daba cierta seguridad y protección.

 Rebeca por el contrario amaba a Jacob.  Ella era una mujer fuerte, segura de sí misma, que vio en el contemplativo y calmado Jacob, el vivo retrato del esposo a quien tanto amaba.  Desafortunadamente su favoritismo la llevó a los extremos.  Ella estaba tan celosamente interesada en el futuro de Jacob, que se propuso a idear un plan sin escrúpulos para que éste tuviera ventajas sobre su hermano mayor.  Pudo haber sido motivada por la palabra del Señor de que "El mayor servirá al menor" (v. 23).  Pero su problema fue que ella estaba muy preocupada en tomar el asunto en sus propias manos.  En lugar de poner el futuro en las manos de Dios.  Los buenos motivos no justifican las acciones equivocadas.  Los fines no justifican los medios.
 

III.  LA VENTA DE LA PRIMOGENITURA
      (Génesis 25:29-34)

 ¿En qué sentido la venta de la primogenitura revela el carácter de Esaú?

1.  "DAME DE COMER" (v. 30)

 En una ocasión Esaú regresó de una expedición de cacería, y estaba cansado y hambriento.  Jacob, quien era un buen cocinero, acababa de preparar un potaje.  Pero en lugar de invitar a su hermano a comer, Jacob le ofreció de aquel "guiso rojo", a cambio de su primogenitura.  El sabía "que la primogenitura podía transferirse a un hermano menor por medio de un acuerdo" (BBC).  Esaú estaba hambriento y eso es que un buen apetito es señal de buena salud.  Todos los deseos humanos deben considerarse con estimación y reverencia; fueron dados por Dios.  No tiene nada de malo en sí mismo.  Lo malo entra cuando no se usan correctamente.  La sed es normal, pero no necesita ser saciada por medio de bebidas alcohólicas.  El hecho es que todos los apetitos humanos deben ser nuestros siervos no nuestros tiranos.

2.  "VENDEME" (v. 31)

 Jacob le hizo una proposición ridícula a su hermano.  Y es que él quería los derechos que le pertenecía al hijo mayor.  Su deseo de la bendición patriarcal no estaban equivocados en sí mismos.  Lo equivocado estaba en la forma que él los quería conseguir.  Tomó ventaja del hambre de su hermano y obtuvo lo deseado, por el precio de una sola comida.  La primogenitura consistía de bendiciones materiales y espirituales, el derecho legal del padre dentro de la posición que tenía en la tribu (27:29), una porción doble de los bienes del padre (Deuteronomio 21:15-17), y un lugar de líder para llevar adelante la herencia espiritual de su pueblo (12:1-3,7).

3.  "MENOSPRECIO LA PRIMOGENITURA" (v. 34)

 Esaú era un secularista.  El estaba interesado con los asuntos puramente físicos y materiales.  Descuidadamente hizo a un lado las bendiciones espirituales.  "Y él comió y bebió, y se fue.  Así, menospreció Esaú la primogenitura" (v. 34).  "Cuando habitualmente se le ha dado lugar a los apetitos, llegará el momento que su dominio será tan imperioso en nosotros que seremos insensibles, no podremos responder a ninguna otra demanda" (Richard S. Taylor).

 Pero cada uno de nosotros no debemos estar contentos con expresar palabras de condenación para Esaú; sino que su ejemplo nos recuerde que diariamente hay personas que hacen a un lado los valores morales por un momento de placer en el pecado.  Dejemos que el cuadro de Esaú nos sirva de amonestación para guardarnos en la vida de santidad.
 

IV.  EL ARDID PARA OBTENER LA PRIMOGENITURA
     (Génesis 27-28:9)

 ¿Cuáles fueron las consecuencias de aquel acto fraudalento para asegurarse la primogenitura?

1.  "CUANDO ISAAC ENVEJECIO" (27:1)

 En el capítulo 27 encontramos que cuando Isaac envejeció, sus ojos se oscurecieron, y comprendió que sus días estaban contados, así que planeó en darle a Esaú las bendiciones patriarcales.  Evidentemente él no estaba consciente de las diferencias que se habían suscitado entre sus dos hijos (25:29-34).  Así mientras Esaú salía de la casa, su madre Rebeca planeaba el ardid para conseguir la bendición para Jacob (27:5-17).  "En la hora de la crisis ... ella se hizo pedazos moralmente.  Todo su ingenio, y su habilidad para tomar decisiones rápidas y establecer un curso de acción se paralizaron por el temor, temor de que su hijo favorito no fuera reconocido propiamente" (BBC).  Su plan siniestro tuvo éxito.  La bendición que le pertenecía a Esaú fue conferida a Jacob (27:18-29).

2.  "LEVANTATE, VE" (28:2)

 Rebeca comprendió inmediatamente que el hijo a quien tanto amaba, tenía que salir de su hogar.  Bajo la excusa de que su hijo no debía casarse con una de las hijas de Het, las cuales eran cananitas paganas (27:41), ella hizo todos los arreglos para que su hijo se fuera a Padam-aram.  En esta forma Jacob salió de su hogar con la bendición paterna (28:1-5).  El pensaba estar fuera por un corto tiempo (27:44).  Pero los anticipados "días", se tornaron 20 años.  Rebeca nunca volvió a ver a su hijo favorito.  Ella y Jacob habían tenido éxito con su estratagema, pero el precio que tuvieron que pagar fue muy elevado.
 

V.  EL ALTO COSTO DEL SECULARISMO
    (Génesis 12:15-17)

 ¿En qué sentido el secularismo es lo opuesto al camino de la santidad?

1.  "UN PROFANO" (v. 16)

 El escritor a los Hebreos llama a Esaú "profano", pero no en el sentido de que él era un maldiciente común, sino en el sentido de que había tomado las cosas de valor espiritual muy a la ligera.  Su amor por las cosas terrenales le hizo perder su sensibilidad espiritual.  Su interés por el secularismo le hizo preferir las cosas del tiempo, en lugar de las eternas.  El siguió el camino opuesto de la persona que busca "Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" (Hebreos 12:14).

2.  "NO HUBO OPORTUNIDAD PARA EL ARREPENTIMIENTO" (v. 7)

 Este versículo nos presenta una amonestación del alto costo de la vida materialista.  No es un error superficial el rechazar los privilegios espirituales que son nuestros.  Por el otro lado el escritor sagrado no está diciendo que aquellos que siguen los pasos de Esaú no podrán encontrar perdón de sus pecados y conocer el gozo eterno de la salvación.  Sino que, él nos está recordando que hay algunas cosas que las lágrimas del arrepentimiento no pueden hacer.  Hay ciertas consecuencias del pecado que no se pueden revocar.  Leamos la amonestación bíblica: "Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.  Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas" (Hebreos 12:16-17).
 

CONCLUSION

 Esaú es más que el tipo común de la intemperancia; es el prototipo del hombre que pone todo su afán e intereses tergiversando los valores: aquel que nada le importa sino satisfacer su necesidad o lo que él crea es en el momento, su capricho y, nada más.  Lo del futuro, sea suyo o el de aquellos que dependen de él, no les preocupa.

 La primogenitura era un privilegio tremendo y honorable hasta no muchos siglos atrás.  El mayor era heredero del título más alto de la familia, del trono, cuando se trataba de reyes, las mayores posesiones, el nombre, etc.  Pero en Esaú, además de todo esto, involucraba la promesa mesiánica, el jefe de una familia religiosa, un pueblo especial y santo; pero, nada importó.  El fanfarrón de Esaú prefirió el plato de lentejas.

 La secta de sus descendientes espirituales y morales es inmensa.  Hay un momento en las vidas de todos, cuando tendremos ante nosotros "nuestro plato de lentejas"; cuando estará ante nuestra mesa algo para desviarnos del "camino de la santidad", algo para satisfacernos en el momento y que procurará desviarnos de los valores eternos.  Una mala elección arruinó para siempre a Esaú.  Una mala elección puede arruinar lo mejor que Dios tiene para nosotros en el futuro.

 Todos podemos pensar en jóvenes a quienes Dios llamó a su ministerio.  Prometían mucho y sin duda hubieran sido grandes para el Señor; pero en un día comenzaron a apetecer "el guisado" de algún otro.  Comenzaron gustando y saboreando, hasta que lo material les hizo perder la visión; y si lograron "sus lentejas", quizá nunca llegaron a vislumbrar lo que Dios tenía para ellos.  ¡Qué ninguno sea como Esaú!  Mas bien seamos como Moisés que desechó lo material mirando a la remuneración.
 
 

     Esaú era un secularista.  ÉL estaba interesado en satisfacer los deseos físicos y materiales.  Descuidadamente hizo a un lado las bendiciones espirituales y por un simple plato de comida vendió su primogenitura.  “Y él comió y bebió, y se fue.  Así, menospreció Esaú la primogenitura.”  “Cuando habitualmente se le ha dado lugar a los apetitos, llegará el momento que su dominio será tan imperioso en nosotros que seremos insensibles, no podremos responder a ninguna otra demanda” (Richard S. Taylor).

     Nosotros no debemos estar contentos con expresar palabras de condenación para Esaú; sino que su ejemplo nos recuerde que diariamente hay personas que hacen a un lado la vida cristiana por un momento de placer en el pecado.  Dejemos que el cuadro de Esaú nos sirva de amonestación para guardarnos en la vida de santidad.  El escritor sagrado nos advierte que hay consecuencias del pecado que no se pueden solucionar ni con lágrimas.  Por eso, constantemente debemos procurar vivir en santidad.