PARA ESTUDIO: Génesis 27 - 28; 44; Juan 15:12-14.
LECTURA DEVOCIONAL: Juan 10:7-18.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Juan 15:13.

LECTURAS DIARIAS

LUNES: Jesús, el Pastor. Juan 10:1-6.
MARTES: El Buen Pastor. Juan 10:7-18.
MIERCOLES: La Vida del Creyente. Juan 15:1-11.
JUEVES: El Mandamiento del Amor. Juan 15:12-17.
VIERNES: El Amor en el Mundo. Juan 15:18-27.
SABADO: Dios con Nosotros. Juan 16:1-11.
DOMINGO: Promesas para el Futuro. Juan 16:16-24.
 

PARA DISCUSION Y ESTUDIO

1.  ¿Por qué decimos que el amor de Cristo es el amor más grande que existe en el mundo?  Explique.
2.  ¿Está ampliamente convencido de que Jesús murió por cada uno de nosotros?  Discuta.
3.  ¿Es posible conocer las doctrinas cristianas al dedillo y al mismo tiempo desconocer a su fundador? (Cristo).  Discuta.
 

PROPOSITO DE LA LECCION

 Descubrir en el ejemplo de Judá el valor tan significativo del amor que incluye el yo.
 

EXPOSICION DE LA LECCION

INTRODUCCION

 Con la lección de hoy concluimos la serie de "Estudios en el Génesis.  Nuestro interés estará concentrado alrededor de la vida de Judá, incidentes que ocurrieron antes de la emigración de Jacob a Egipto.

 Judá era el cuarto hijo de Lea y Jacob (29:35).  De él se originó la tribu de Judá, la cual fue una de las tribus más importantes en la historia del pueblo hebreo.  De esta tribu salieron Booz, Isaí, David y eventualmente Jesús (Mateo 1:3-16; Lucas 3:23-32).  Cuando la nación de Israel se dividió, el reino del sur fue llamado Reino de Judá.  Nuestro estudio enfoca específicamente su atención en dos incidentes primordiales en la vida de Judá, el hijo de Jacob.  Primero, él fue el que le salvó la vida a José proponiendo que fuera vendido a los ismaelitas en lugar de que lo mataran (37:26-28).  Segundo, cuando surgió la proposición de que Benjamín fuera detenido en Egipto, Judá suplicó apasionadamente por su hermano, y ofreció tomar su lugar, permaneciendo como prisionero en la tierra de Faraón (44:33-34).
 

I.  JUDA LE SALVA LA VIDA A JOSE
    (Génesis 37:)

1.  "EL HIJO FAVORITO" (vrs. 1-11)

 Con el capítulo 37 nos encontramos con una de las historias más amadas y conocidas de toda la Biblia, la historia de las dificultades y triunfos de José.  El capítulo principia con una explicación del odio que sus hermanos le tenían.  El era el hijo favorito de Jacob, y este favoritismo fue expresado cuando su padre le regaló una túnica de diversos colores (v. 3).  Por esa razón, cuando José les contó acerca de sus sueños, sus hermanos se antagonizaron más con él (vrs. 5-11).  Cuando Jacob envió a José a buscar a sus hermanos quienes cuidaban sus ovejas, éste los encontró en Dotán.  Pero cuando ellos lo vieron venir su enojo alcanzó el punto de ebullición y tramaron matarlo (vrs. 12:20).

2.  EL PLAN DE RUBEN (vrs. 21-24)

 Perturbado por los deseos siniestros de sus hermanos, Rubén se propuso salvar a José.  El les hizo la siguiente proposición a sus hermanos.  "No derraméis sangre; echadlo en esta cisterna que está en el desierto, y no pongáis mano en él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver a su padre" (v. 22).  Las cisternas, eran depósitos subterráneos donde se guardaba agua.  Estos depósitos tenían una entrada o boca muy estrecha.  Si alguien era metido en uno de estos depósitos, le era casi imposible escapar a menos que alguien le ayudara desde afuera.  Aunque el plan de Rubén no tuvo éxito del todo, por lo menos le salvó la vida por el momento.  Sus hermanos le quitaron su túnica y luego lo metieron a la cisterna vacía (vrs. 23-24).

3.  EL PLAN DE JUDA (vrs. 25-28)

 Mientras que los hermanos estaban sentados comiendo pan cerca de la cisterna, vieron pasar una caravana de ismaelitas.  Dotán estaba situada en la ruta comercial que venía de Galad, pasaba por la planicie de  Jezreel (Esdraelón) y se dirigía a Egipto.  Judá tuvo una idea.  En la misma forma que Rubén, Judá estaba tratando de encontrar la forma de salvar la vida de su hermano, por medio de un plan que todos sus hermanos aceptarían.  Les sugirió a sus hermanos que vendieran a José a los mercaderes ismaelitas que pasaban por allí.

 Después de todo vender a su hermano en esclavitud no era tan malo como matarlo.  Además había algo de ganancia en aquella idea.  "¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte?" (v. 26).  Todos los hermanos estuvieron de acuerdo y José fue vendido por "veinte piezas de planta" (v. 28).  Este es uno de los varios incidentes paralelos en la vida de José y Jesús.  Siglos más tarde Cristo Jesús sería vendido por un precio, sólo que en el caso de Cristo fueron 30 monedas de plata (Mateo 26:15).

4.  (EL DOLOR DE PADRE (vrs. 29-39)

 Rubén estaba ausente cuando José fue vendido a los ismaelitas.  Así que cuando "volvió a la cisterna, y no halló a José dentro, razgó sus vestidos.  Y volvió a sus hermanos, y dijo: "El joven no aparece; y yo ¿a dónde iré yo?  (vrs. 29-30).  El había tenido la intención de rescatar a su hermano, para que pudiera regresar al hogar con su padre (vrs. 21-22).  Ahora estaba frustrado en su noble propósito.

 Un pecado conduce a otro pecado.  Los hermanos no titubearon en vender a José, como tampoco tenían la intención de que el padre supiera la verdad.  Pero para poder ocultar aquella horrenda acción tuvieron que engañar y mentirle a Jacob su padre.  La cosa fue fácil, empaparon su túnica de colores en la sangre de un cabrito, y luego se la enseñaron al angustiado padre (v. 32).  Jacob sacó la conclusión que ellos habían previsto "alguna mala bestia lo devoró".  Nada trae más dolor al padre que pierde a uno de sus hijos por medio del infortunio; y en este caso era el hijo favorito.
 

II.  BENJAMIN EN PELIGRO
     (Génesis 44:1-17)

 ¿Por qué José mostró un interés especial hacia su hermano Benjamín?

1.  JOSE EN EGIPTO

 Entre lo que sucedió en el capítulo 37:25-28 y el capítulo 44, la vida de José está llena de emoción y dramatismo, muchas cosas sucedieron en la vida de aquel joven.  José tenía unos 17 años cuando fue vendido a los mercaderes ismaelitas (37:2).  Al llegar a Egipto, fue vendido a Potifar, oficial de Faraón (30:1-6).  Pero cuando rechazó las indignas sugestiones de la esposa de Potifar, José tuvo que pasar 13 años en una prisión egipcia (39:1-41;36).

 Cuando José tenía unos 30 años, fue hecho primer ministro de Egipto (41:37-45).  Y su primera tarea fue hacer los preparativos para los siete años de hambre que se vendrían sobre aquella tierra (41:46-57).  El hambre alcanzó a la tierra de Canaán y esa fue la razón por las dos visitas tan significativas de sus hermanos a la tierra de Egipto en busca de alimentos.  La primera visita se menciona en 42:1-38 y la segunda visita en 43:1-45:24.  El incidente que se menciona en el capítulo 44 ocurrió durante la segunda visita.

2.  BENJAMIN EN EGIPTO

 Al final de la primera visita de los hijos de Jacob a Egipto, Simeón fue retenido como rehén, y José insistió que debían regresar con Benjamín como prueba de que no eran espías.  Jacob no estaba de acuerdo con que Benjamín fuera a Egipto.  Pero por el otro lado se encontraba el problema de dejar a su familia morir de hambre.  Así que Jacob dejó ir a Benjamín a Egipto encargándolo a Judá, quien prometió hacerse personalmente responsable de su seguridad (43:8-9).  En el segundo viaje, José les hizo una fiesta especial a sus hermanos, además de mostrar un interés especial hacia Benjamín (43:15-34).

3.  "PONDRAS MI COPA" (44:2)

 Después de la fiesta, José instruyó a sus siervos a que llenaran los costales de los cananitas con granos, y luego que les regresaran su dinero dentro de ellos (vea también 42:25), y luego que pusieran la copa de plata (con la que solía adivinar, v. 5) en el saco de Benjamín.  Todos los preparativos indicaban que estaban listos para su regreso a Canaán.  Al día siguiente, tan pronto hubo algo de luz, aquellos hermanos cananitas fueron puestos en camino (v.3).  Pero al poco tiempo la caravana fue detenida, y aquellos hermanos fueron acusados de robarse la copa de plata.  Ellos defendieron su integridad y declararon que si la copa era encontrada en alguno de los costales, el dueño del costal moriría, y el resto de ellos permanecerían en Egipto como esclavos.  Por supuesto que tal proposición era innecesaria, ya que fueron informados que el culpable sería detenido en Egipto como esclavo (v. 10).

4.  "EN EL COSTAL DE BENJAMIN" (v. 12)

 De acuerdo al plan de José, la copa de plata fue encontrada en el costal de Benjamín.  El resto de sus hermanos se sorprendieron y se llenaron de temor.  Comprendieron que la pérdida de Benjamín provocaría la muerte de su anciano padre.  Parece que Judá asumió inmediatamente el liderismo entre el grupo y se dirigió con sus hermanos a la casa de José (v. 14).  Allí él y sus hermanos se ofrecieron como esclavos (v. 16).  Pero José solamente pidió que Benjamín permaneciera en Egipto.  Benjamín era su hermano, tenían la misma madre, ambos eran hijos de Raquel, la esposa favorita de su padre.  El resto de los del grupo eran libres de regresar con entera libertad a su hogar en Canaán (v. 17).
 

III.  JUDA INTERCEDE POR BENJAMIN
      (Génesis 44:18-34)

 ¿En qué se basaba la súplica de Judá por la vida y libertad de Benjamín?

1.  "JUDA SE ACERCO A EL" (v. 18)

 Judá sintió que no podía salir de Egipto sin su hermano Benjamín.  Por eso abrió su corazón en favor de su hermano y del bienestar de su anciano padre.  Sin reconocer a José como su hermano, Judá le contó la tristeza que había sufrido su padre como resultado de lo que había pasado a su hijo favorito, José, de quien se pensaba estaba muerto (vrs. 27-28).  El quitarle a su padre a Benjamín sin duda que sería aumentar la carga de dolor y apresurar la muerte del anciano patriarca (vrs. 29-31).

2.  YO TOMO SU LUGAR (v. 33)

 Judá le había salvado la vida a José antes de persuadir a sus hermanos de que lo vendieran como esclavo; ahora él mismo se ofrece como esclavo con la condición de que su hermano Benjamín pudiera regresar al hogar.  ¿Qué otra cosa podría hacer? Judá era en verdad una persona cambiada.  Ya no era inconsiderado con el bienestar de su padre o el futuro de su hermano.  No era un sentimentalista, sin embargo era sensitivo a las relaciones y valores que un día en el pasado los había hecho a un lado.  "La buena voluntad del hermano mayor", dice Kyle M. Yates "de ser un substituto por Benjamín lo hace una alma de grandes dimensiones.  El se ofreció a sí mismo como siervo, y luego suplicó que Benjamín y sus hermanos fueran enviados a su hogar para que le trajeran felicidad al anciano padre.  Este fue el clímax del trato que Dios tuvo con Judá.  El Señor había hecho de él un campeón espiritual para representarlo como uno que llevaría adelante el plan divino" (Comentario Bíblico Wicliffe).

3.  UNA PREGUNTA QUE PERTURBA (V. 34)

 "¿Cómo volveré yo a mi padre sin el joven?"  Esta es una pregunta que perturba.  Revelaba en verdad un interés profundo por su hermano Benjamín.  Su pregunta encuentra eco en el corazón de muchos hoy en día.  Padres cristianos procuran la salvación de sus hijos.  Maestros de escuela dominical se sienten responsables por aquellos que han sido puestos en sus manos.  Los pastores están buscando la forma de alcanzar el corazón de los jóvenes con el mensaje que transforma; además se preparan para presentar el mensaje a los cristianos para edificarlos en su crecimiento.  Todo cristiano debe estar interesado en ayudar a rescatar a los que no conocen al Padre celestial.

4.  EL DESENLACE

 La elocuencia de Judá convenció a su hermano José, de que sus hermanos ya no eran aquellos hombres de endurecido corazón que lo habían vendido a la esclavitud.  Los años pasados en Egipto no habían destruido el amor que José tenía hacia sus hermanos.  Así que el impulso del amor subió como la marea del mar.  José no pudo aguantar más el mantener su identidad en secreto.  Y les dijo a sus siervos que lo dejaran solo con sus hermanos.  Los egipcios no podían entender a su primer ministro, que escena, las lágrimas y el gozo.  Nadie necesitaba saber lo que sus hermanos habían hecho en el pasado, que hora tan memorable de reconciliación (45:1-5).
 

IV.  NO HAY AMOR MAS GRANDE
    (Juan 15:12-14)

 ¿Qué nos dice la cruz acerca del valor incalculable del amor?

1.  "NADIE TIENE MAYOR AMOR QUE ESTE" (v. 13)

 No hay prueba mayor del amor hacia otros, que el sacrificio de uno mismo por ellos.  Judá es un ejemplo del Antiguo Testamento del amor que se sacrifica a sí mismo.  Su disposición de tomar el lugar de su hermano Benjamín revela el amor que le tenía a su hermano menor y también a su anciano padre.  Cristo Jesús es el ejemplo del Nuevo Testamento, el ejemplo perfecto del amor que excluye al yo.

 El amor de esta naturaleza, debe ser característica de todos los hijos de Dios.  El apóstol Juan nos amonesta con las siguientes palabras: "En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestra vida por los hermanos" (I Juan 3:16).  Belén y el Calvario nos dicen con claridad el precio que Jesucristo pagó por nuestra redención.  El amor siempre es muy costoso.  Cristo se dio a sí mismo en lugar de salvarse a sí mismo.  El amor cristiano no es un sentimentalismo superficial; es un principio fuerte de acción.  En la misma forma que el de Judá de nuestra lección, y como el Cristo del Calvario, el amor debe estar listo a pagar el precio que sea necesario con tal de salvar a otros.  ¡Eso es lo que Cristo nos ayuda a hacer!
 

CONCLUSION

 No importa cuánto haya sido antes la maldad de los hijos de Jacob, ahora Judá demuestra un amor inmenso hacia su padre y hermano menor.  ¡Lo que puede hacer el amor!  Antes, el odio, la envidia, hicieron vender al hermano como esclavo; ahora el amor, hace que este hombre esté dispuesto a ser él, esclavo para dejar en libertad a su hermano.  Y así Cristo nos amó y se dio a sí mismo para ocupar nuestro lugar como sacrificio expiatorio.

 Este mundo está sediento de amor.  El odio, la envidia, la maledicencia, todo lo llenan.  Sólo el amor de Dios trae paz y felicidad verdadera y ese amor se derrama en el corazón de sus hijos cuando deveras le pertenecen.  Si amamos a Dios, amamos también a los hermanos; la verdad es que amamos a todos.  El verdadero amor no hace diferencias de razas, culturas y poderes. El amor es parejo y quizá se manifieste más cuando se derrame sobre aquellos que tienen mayor necesidad.

 El amor se da; busca la ocasión para prodigarse.  Ama a Dios y ama a sus hijos y también a quienes no lo son.  La iglesia cristiana tiene una tremenda necesidad de demostrar la necesidad del amor.  No quiero decir que no se hagan actos filantrópicos; pero hay una terrible carencia de amor.  El mundo que nos contempla no lo ve.  Objetivamente, no se ven sus manifestaciones.  Nadie diría de los creyentes de hoy: "Mirad cómo se aman", si hay hasta guerra religiosas y sectarias.

 Oremos que Dios ponga en nosotros ese amor del cual nos habla I de Corintios 13; o al menos que tengamos tales sentimientos y actitudes con los demás como quisiéramos que las tuvieran con nosotros si estuviéramos en su lugar.