LECCION No. 7  (regresar al índice)
 

EL ORGULLO Y LA ARROGANCIA


PARA ESTUDIO: Génesis 11:1-9; Salmos 10:4; Lucas 12:13-21.
LECTURA DEVOCIONAL: Isaías 14:3-15.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Proverbios 16:18

LECTURAS DIARIAS

LUNES: Un Orgullo Insensato.  Lucas 12:13-21.
MARTES: Orgullo y Castigo.  Amós 6:88-14.
MIERCOLES: El Orgullo de un Rey.  Isaías 14:13-15.
JUEVES: El Corazón de un Hombre.  Marcos 7:14-23.
VIERNES: Viviendo Bajo de Dios.  Mateo 5:1-10.
SABADO: Reconcíliate con tu Hermano.  Mateo 5:21-26.
DOMINGO: Oponiéndose al Orgullo.  Mateo 5:38-48.
 

PARA DISCUSION

1.  ¿Qué se entiende por altivez de espíritu?  Explique.
2.  ¿Cómo trata Dios la altivez y la soberbia?
3.  Defina la humildad.  ¿Hay alguna relación entre la falta de recursos económicos y la humildad?
 

PROPOSITO DE LA LECCION

 Ayudarnos a ver el engañoso poder de la arrogancia, la falsa seguridad del orgullo y lo inútil del esfuerzo humano fuera de Dios.
 

EXPOSICION DE LA LECCION

INTRODUCCION

 En la lección de hoy consideraremos la última historia sacada de entre los primeros capítulos del Génesis, en los que se nos ha presentado lo pecaminoso de la humanidad.  En cierto sentido, la historia de la torre de Babel es el clímax de esta serie.

 La historia de Babel nos recuerda que el poder del pecado es engañoso ya que destruye y divide todas las relaciones de vida.  El pecado nunca trae unidad y armonía a los pueblos o las naciones.  En su lugar levanta "los muros de Berlín", y las cortinas de hierro o de Bambú".

 En esta lección de hoy veremos el juicio divino cayendo sobre los edificadores de Babel en forma de confusión de lenguas y en su dispersión a diferentes partes de la tierra.  Creando por medio de las diferentes lenguas, barreras y hostilidades de toda clase.  Babel subraya las palabras de Salomón: "Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu" (Proverbios 16:188).  La historia de la torre de Babel recalca con toda claridad el vacío y futilidad de una vida separada de Dios.
 

I.  LA EDIFICACION DE LA TORRE
    (Génesis 11:1-4)

 ¿Cuáles fueron los motivos para edificar la torre?

1.  "HALLARON UNA LLANURA" (v. 2)

 El domingo pasado dejamos a Noé y a sus descendientes en las montañas de Ararat.  Allí ellos desarrollaron un lenguaje común que los unió como un pueblo (v. 1).  Pero en la lección de hoy nos encontramos con que aquellos que vivieron después del diluvio, se emigraron hacia el oriente, dirigiéndose a los fértiles campos de Sinar, o a los valles de Mesopotamia, área comprendida entre los ríos Tigris y Eufrates.  Estos dos ríos le daban una riqueza y fertilidad sin igual a los valles inmediatos y a sus riberas.  Esta área es considerada como la cuna de la civilización.  Allí fue precisamente el lugar donde más tarde se levantó el imperio babilónico.

 La planicie de Sinar ofrecía posibilidades de prosperidad para el desarrollo de una cultura y civilización.  Por mucho tiempo los descendientes de Noé se dedicaron a desarrollar las artes y la artesanía hasta llegar a ser un pueblo próspero.  Sin embargo, la tragedia llegó a los valles de Sinar, la prosperidad de aquel pueblo, los hizo tomar aventuras que eran contrarias a la voluntad de Dios.  Y como resultado sufrieron el juicio divino.  Que su ejemplo nos sirva de amonestación en estos días de tanta afluencia económica.  En lujo, la comodidad y la prosperidad pueden tener efectos corrosivos en nuestra vida moral y espiritual.

2.  "HAGAMOS LADRILLOS" (v. 3)

 En el valle de Mesopotamia la piedra y la madera no se encontraban en abundancia.  Pero los descendientes de Noé eran ingeniosos.  Todos se pusieron de acuerdo en hacer ladrillo cocido para su gran proyecto de construcción.  No tenían mezcla, pero en su lugar usaron asfalto, elemento que se encontraba en abundancia en Mesopotamia.  La gente que tiene un incentivo definido siempre encuentra la forma de alcanzar sus propósitos.

3.  "EDIFIQUEMOS" (v. 4)

 Los descendientes de Noé, no sólo poseían una inteligencia clara, sino que además eran ambiciosos.  Ellos dijeron: "Vamos, edifiquemos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo".  Tenían la intención de construir una ciudad y algo así como un rascacielo.  Mucho tiempo después, algunas de las ciudades amuralladas del valle de Mesopotamia edificaron torres conocidas como ziggurat (pináculo o torre), con un templo dedicado a la deidad de la ciudad.  La torre de Babel muy bien pudo haberse parecido a la pirámide ziggurat que más tarde se construyó en Babilonia.  Esta ziggurat tenía aproximadamente unos cien metros de altura y tenía siete pisos o niveles.

 La descripción de la torre de Babel como, "una torre, cuya cúspide llegue al cielo" puede ser considerada como una hipérbole (compare Deuteronomio 1:28); 9:1-6).  Pero la historia en su totalidad recalca un aire de desafío contra Dios.  Aquella gente había planeado la torre de Babel, pero no había incluido a Dios en sus plantes.  Tenían sus ambiciones y aspiraciones personales.  Por consecuencia la torre de Babel es un símbolo del orgullo y arrogancia del hombre.  Sería bueno que examináramos nuestra vida para ver como estamos en la actualidad.

4.  SU PROPOSITO (v. 4)

 Los propósitos de aquel proyecto están bien claros.  Primero, ellos deseaban fama, "hagámonos un nombre".  Aquí se encuentra el pecado del orgullo y la suficiencia personal.  Sus esfuerzos buscaban la gloria de ellos y no la de Dios.  Aquella aventura tenía un énfasis humanista en lugar de un esfuerzo en favor de Dios.  Lee Hines escribió: "Esta es la primera evidencia que se nos menciona, en la cual la disposición del hombre intenta hacer a un lado los planes de Dios, por medio de la exclusiva suficiencia personal" (Wesleyan Bible Commentary).

 Segundo, aquel pueblo del valle buscó la seguridad por medio de la unidad.  Pero una unidad sin Dios.  Aquel plan de obtener seguridad por medio de la centralización ha sido descrito como "la primera organización que intentó excluir a Dios y a la religión de su sistema".  El plan divino para la diversidad de las razas se encuentra en Génesis 10, y es un recuento de lo que sucedió después del incidente de la torre de Babel.

 Cuando el hombre se olvida de Dios que lo hizo, los dioses hechos por la mano del hombre principian a aparecer.  Pueden tomar diferentes formas, pero su aparición es inevitable.  Par los descendientes de Noé fue una torre en el valle de Sinar.  Para el hombre moderno puede ser la reliquia del avance tecnológico, o el conocimiento académico, o la seguridad material.
 

II.  LA CONFUSION DE LENGUAS
     (Génesis 11:5-7)
 
1.  "DESCENDIO JEHOVA PARA VER" (v. 5)

 En el verso 5 vemos que Dios mismo descendió para evaluar el proyecto que se estaba llevando a cabo en el valle de Sinar.  Dios no podía ser indiferente a lo que estaba sucediendo.  En la misma forma que un padre terrenal se preocupa por las actitudes y las acciones de sus hijos, así el Padre celestial se interesa por los caminos donde sus hijos andan.  Sus evaluaciones no están sujetas a las limitaciones humanas.  Son penetrantes e infalibles, ya sea de la gente que vivió en Sinar o la gente que deambula por las calles céntricas de nuestras ciudades modernas.

 Nada escapa a la mirada penetrante de nuestro Padre celestial.  "El ve los expedientes de nuestro diario vivir, y los archivos de nuestra vida para ver cómo estamos edificando la torre de la vida; él visita la casa del campesino, y el hogar palaciego con el propósito de ver cómo están construidos sus fundamentos; él mira en los edificios de nuestra fortuna, para ver si nuestras ganancias han sido honestas.  Se espera que nosotros construyamos nuestra vida sobre cimientos verdaderos, y de acuerdo a un plan justo.  Porque tenemos que meditar en la verdad indispensable, que Dios descenderá para ver nuestra obra, y de que no hay ninguna posibilidad de esconder de él ninguna imperfección en el plan, ni ninguna deficiencia en el servicio" (Joseph Parker).

2.  "CONFUNDAMOS ... LENGUA" (v. 7)

 En la misma forma que el diluvio fue el castigo para los antediluvianos, la confusión de las lenguas fue el juicio para castigar el orgullo y la rebelión de los postdiluvianos.  Dios no destruyó violentamente la torre, porque el pecado de aquella gente no estaba en la torre, sino en el orgullo que llenaba sus corazones.  Dios simplemente introdujo un elemento de confusión por medio de la diversidad de las lenguas, y los elaborados planes de los descendientes de Noé se fueron por los suelos.  Todos nuestros esfuerzos serán en vano si creemos que nuestra aspiración y trabajo nos darán el éxito fuera de la voluntad de Dios para nuestras vidas.
 

III.  LA GENTE ES ESPARCIDA
      (Génesis 11:8-9)

 ¿En qué sentido el Pentecostés es lo contrario de lo que sucedió con Babel?

1.  "DEJARON DE EDIFICAR" (v. 8)

 Es castigo de Dios tuvo un desenlace doble.  Primero, que hubo confusión de lenguas.  Segundo, por medio de este juicio "la sociedad impía fue diseminada en segmentos" (BBC).  Como resultado de esta confusión, el proyecto fue abandonado, y la ciudad del valle de Sinar fue llamada Babel.  Para los babilonios esa palabra quería decir "la puerta de Dios".  Pero para los hebreos significó confusión.

2.  "DESDE ALLI LOS ESPARCIO" (v. 9)

 El segundo alcance del juicio divino fue que la gente fue esparcida.  Y esto había sido precisamente lo que ellos habían tratado de evitar.  Pero su propia arrogancia hizo que el techo de su casa cayera sobre sus cabezas.  Los planes del hombre rebelde fueron frustrados.  Los propósitos de Dios para el hombre tenían que llevarse a cabo.  "Los hijos de los hombres fueron finalmente esparcidos, y nunca volvieron a estar juntos, ni nunca lo estarán, sino hasta el gran día, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, y todas las naciones se reúnan alrededor de él, Mateo 25:31-32" (Mathew Henry).
 

IV.  EL CAMINO DE LA INSENSATEZ
     (Lucas 12:13-21)

 ¿En qué sentido el rico insensato nos recuerda a la gente que construyó la torre de Babel?

1.  "MIRAD, Y GUARDAOS" (v. 15)

 En este pasaje del Nuevo Testamento tenemos una historia que es paralela a las enseñanzas básicas de la narración de la construcción de la torre de Babel.  En la introducción (vrs. 13-15) de la historia del rico insensato, Cristo rehusaba ser el árbitro de una disputa familiar.  En su lugar él amonestó de los peligros de poner la confianza en la seguridad material.  Cristo dijo: "Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee" (v. 15).  Luego el Señor procedió a ilustrar esta verdad por medio de la historia del rico insensato que se puso a hacer planes sin tomar en cuenta a Dios.  El resultado fue que toda su seguridad fue aniquilada, así como les sucedió a los descendientes de Noé cuando sus lenguas fueron confundidas y la construcción de la torre fue abandonada.

 El mismo egoísmo e interés personal en las cosas materiales que se vio en los descendientes de Noé, fue exhibido por aquel rico campesino.  En los versos 17-19 sobresale el "yo".  Los planes que había hecho aquel rico eran para beneficiarse él mismo, y sólo él.  No hay ninguna referencia a la consideración de ninguna otra persona o Dios en los planes para su vida.  Un campesino sabio siempre planea para el futuro, pero en sus planes no debe olvidarse de Dios, otros, y su propia alma.  El interés primordial de los habitantes de aquella ciudad del valle de Sinar descansaba en su propia seguridad; por eso planearon la construcción de la torre de Babel.  La pasión dominante de aquel rico insensato fue la seguridad material; por eso planeó derribar sus graneros y edificar unos más grandes.

3.  "PERO DIOS LE DIJO" (v. 20)

 El clímax de la historia de este rico hacendado, es de que en medio de su prosperidad y riqueza, Dios lo llama a rendir cuentas.  "Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?  Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios".  Charles L. Childers dice: "Dios les llama insensatos y necios a los hombres que pasan todo su tiempo e interés en conseguir los tesoros de este mundo, y se olvidan completamente de sus almas,  No hay nadie tan insensato que viva para el tiempo y se olvide de la eternidad, que viva para sí y se olvide de Dios" (BBC).
 

CONCLUSION

 El hombre sin Dios, es soberbio por su naturaleza pecadora; lo peor, es que nada tiene que sea de sí.  Todo lo ha recibido, porque "todo don perfecto viene de lo alto, del Padre de las Luces"; sin embargo, por cualquier cosa se siente superior: su posición, su dinero, su estirpe, su raza, inteligencia y muchas veces, aun por lo que no tendría que ser así y que siempre o casi siempre es causa de su ruina.

 Antes, el hombre quiso "hacerse un nombre", algo que hiciera imperecedero su recuerdo; hoy, el hombre quiere y sigue "Procurándose un nombre"; antes quiso hacerse una torre y creyó que así lo lograría; hoy, llega a otros mundos y casi por lo general se olvida que Dios puso todo bajo sus manos y que si algo hace se lo debe a él.

  Lo más triste, cuando la soberbia queda en el corazón del creyente o cuando éste, después de haber sido santificado, vuelve a darle lugar.  Aun una persona "de iglesia" puede anidar soberbia: de posición, sectaria, de capacidad, etc.  El éxito ha mareado a más de uno.  En los momentos en que éste sonríe, el peligro acecha.  Me temo que más de un avivamiento perdió su efecto, porque la soberbia se metió sigilosamente en aquellos que debían humillarse más y más.

 La Biblia nos relata de un rey, que habiendo recibido muchas bendiciones de Dios, se enalteció hasta querer ofrecer sacrificios que sólo correspondían a los hijos de Aarón por ordenanza del mismo Dios.  Cuando se le indicó que estaba cometiendo un error, él dio orden de prender al sacerdote que lo exhortaba y su mano quedó leprosa.  Si recibimos bendiciones, si logramos éxito, recordemos que sólo somos canales inmerecedores y humillémonos ante la mano buena y poderosa de nuestro Dios.
 

Los “Amigos” debemos ejercer la fe, emprender grandes cosas para Dios, vivir felices testificando de la provisión divina.  También debemos ser mejores cada día por el estudio de las Escrituras, por la llenura del Espíritu Santo, por la esperanza del retorno de Cristo, por la fe en la resurrección y el Reino Milenial, y por mil razones más.  Debemos procurar el crecimiento de nuestra denominación, confiando en las muchas promesas de Dios en Su Palabra, depender del Señor y de Su voluntad, pero sin caer en el orgullo y la arrogancia.