LECCION No. 7  (regresar al índice)

LA LEY Y LA GRACIA

PARA ESTUDIO: Hechos 15:1-35; Gálatas 2.
LECTURA DEVOCIONAL: Romanos 10:4-13.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Gálatas 2:16.
 

LECTURAS DIARIAS

LUNES:  El Evangelio no es del Hombre.  Gálatas 1:10-24.
MARTES: Que la Gracia sea Gracia.  Romanos 11:1-6.
MIERCOLES: La fe y las Obras.  Gálatas 3:1-9.
JUEVES: Las limitaciones de la Ley.  Romanos 8:1-8.
VIERNES: La Gracia Ofrecida. Tito 2:11-15.
SABADO: Justificados por la Gracia.  Tito 3:3-8.
DOMINGO: Salvación a todo el que cree.  Romanos 10:4-13.
 

PROPOSITO

 Ayudarnos a entender con más claridad que la justificación se realiza sólo por la fe en Cristo.
 

PARA DISCUSION Y ESTUDIO

1. ¿Por qué razón opinó la iglesia que no era necesaria la circuncisión?  Comente.

2. ¿Hay diferencia entre la ley y la gracia?  Comente.

3. ¿Puede eliminarse una de las dos?  Discuta.

4. ¿Puede lograrse la salvación cumpliendo estrictamente la ley?  Discuta.
 

EXPOSICION DE LA LECCION

INTRODUCCION

 Cuando Pablo y Bernabé, que predicaban el sencillo mensaje del evangelio de Cristo se encontraron con el desafío de los judaizantes, que proclamaban la circuncisión, los dos predicadores no perdieron la oportunidad de poner las cosas en su lugar y con toda claridad.  Pablo y Bernabé veían la trampa satánica si se le daba cabida a la justificación del pecado a través de las buenas obras, es decir, el sistema externo de conducta ética.

 Aquellos dos hombres no se pusieron a pensar en su seguridad personal o en la reputación de sus nombres, al considerar este asunto tan vital.  Tal vez este era el más grande desafío que la iglesia había sufrido hasta entonces.  Era peor que la persecución y el sufrimiento de los creyentes.  Este desafío le quería asestar un golpe al mero corazón del evangelio, pues hacía que la muerte de Cristo fuera innecesaria.  Era un asunto de vida y muerte para el futuro total de la iglesia cristiana.  Pablo fue rápido en discernir las implicaciones del asunto; nosotros debemos estar agradecidos por la habilidad con que trató el problema.  Pedro se portó vacilante cuando consideraron el asunto en Antioquía (Gálatas 2:11), aunque él sabía la verdad (Hechos 11:17; 15:8-9).

 Es precisamente con este problema, con el que nos enfrentamos en esta lección.  El incidente se desarrollo en dos de las ciudades e iglesias más importantes de aquel tiempo, Antioquía y Jerusalén.  Los que tomaron parte en la disputa, fueron aquellos que el Señor mismo había escogido para que fueran los líderes de su "causa".  El problema se levantó en la iglesia de Antioquía, pero fue resuelto en el concilio de creyentes de la iglesia de Jerusalén.

 El asunto fue resuelto en aquel tiempo en su forma práctica y doctrinal, sin embargo, el problema parece levantarse de vez en cuando en todas las edades.  El asunto debe resolverse en cada generación e individualmente, ya que tenemos la alternativa de aceptar a Cristo como la expiación para nuestra justificación o no.  Si nuestra justificación no es recibida a través de guardar la fe en Cristo, entonces su muerte fue en vano (Gálatas 2:21).

 Pablo dice, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado" (Gálatas 2:16b).  Fue por esta verdad que los ancianos y los apóstoles se reunieron en Jerusalén para poner el claro situación.
 

I.  UN PROBLEMA MUY SERIO
    (Hechos 15:1-3)

 ¿Cuál fue el motivo para celebrar el concilio en Jerusalén?
 

1.  "ALGUNOS VENIAN DE JUDEA"

 La iglesia de Antioquía había tenido gran éxito entre los gentiles bajo el ministerio de Bernabé y Pablo, y otros líderes.  El Espíritu santo los había usado para su gloria.  Entonces "algunos que venían de Judea", con un concepto diferente del evangelio, desafiaron el mensaje de los líderes de Antioquía.  Lucas fue muy generoso al no dar los nombres de este grupo de Judea, pero la Escritura dice con claridad que eran miembros de la secta de los fariseos" (v. 5).  Pablo le llama a este grupo "falsos hermanos" (Gálatas 2:4).  Estos "hermanos" creían que Cristo era la vid verdadera, el Mesías y Salvador, pero también sostenían el punto de vista de que los gentiles que creían en Cristo debían hacerse también judíos.  Debían circuncidarse de acuerdo a las costumbres de Moisés, tal y como los hacían los prosélitos del judaísmo.  Por tal razón estos hermanos servían a dos señores.  El hecho es que ponían a Moisés en un nivel más elevado que el de Cristo en su plan de salvación.

2.  "CONTIENDA NO PEQUEÑA" (v. 2)

 Cuando estos falsos hermanos llegaron a Antioquía, traían el pretexto falso de que los habían enviado los apóstoles que estaban en Jerusalén (vea Hechos 15:24); Gálatas 2:4).  Por lo visto, aquellos nombres se vistieron con pieles de ovejas para enseñar su doctrina a una manada que no les pertenecía.  Vicent dice, "Que aquellos hombres no sólo eran inventores del error, sino que lo andaban inculcando".

 El asunto era peligroso y el debate fue muy serio.  La posición de los judaizantes era: la imposibilidad de salvación para los gentiles fuera del judaísmo.  Para Pablo y Bernabé implicaba que aquello era la propagación de la religión judía sin incluir a los gentiles.  Los requisitos demandados por los judaizantes realmente hacía a Cristo inferior que Moisés, poniendo la ley sobre la gracia, por consecuencia, "Por demás murió Cristo" (Gálatas 2:21).

3.  "QUE SUBIESEN ... A JERUSALEN"

 "Siendo que el asunto concerniente a la circuncisión se suponía haberse originado con los apóstoles en la madre iglesia de Jerusalén, era entonces lógico que el caso se discutiera en dicho lugar" (BBC).  Aquella era la demanda de los judaizantes.  Entonces Pablo y Bernabé y otros, fueron a Jerusalén.  Pablo se llevó consigo a Tito, un griego incircunciso.  El apóstol escribiría que él había ido a Jerusalén no por la sujeción de los falsos hermanos, sino por "revelación" (Gálatas 2:2,5).

 Este parece ser el tercer viaje de Pablo a Jerusalén después de su conversión.  La primera visita fue alrededor de 37 o 38 D.C., cuando llevó la ofrenda de los que padecían hambre (Hechos 11:29-30), y ahora ésta, "pasados catorce años" (Gálatas 2:1).

 Aquel viaje era hecho con el propósito de defender la verdad; ni Pablo ni Bernabé se desanimaron por un instante, sino que dondequiera testificaron de la obra de Dios entre los gentiles.  Su testimonio trajo "gran gozo a todos los hermanos" (v. 3) en Fenicia y Samaria.
 

II.  UN GRAN DEBATE
     (Hechos 15:4-6)

 ¿Cómo consideró la iglesia aquel asunto?

1.  "RECIBIDOS POR LA IGLESIA" (v. 4).

 Cuando Pablo y sus acompañantes llegaron a Jerusalén, fueron recibidos con "una cordial bienvenida" por el grupo de creyentes.  El hecho que Pablo y sus acompañantes hayan recibido tan amable bienvenida y tan honrosa despedida de Antioquía, es solamente una indicación de reproche para los "falsos hermanos".

2.  "REFIRIERON TODAS LAS COSAS"

 "Parece que el informe inicial fue presentado delante del grupo por los apóstoles (Gálatas 2:2), antes de abrirse la sesión del concilio" (BBC).  Ellos declararon, literalmente "en cada detalle" (BBC), lo "que Dios había hecho con ellos".  Como en Hechos 14:17, los apóstoles tuvieron mucho cuidado de recalcar que su tarea entre los gentiles era la obra de Dios, usándolos a ellos como instrumento.

 Está bien que los hombres reciban crédito por lo que hacen si ese es su deseo, pero cuidado con querer recibir el honor de algo que claramente muestra que es la obra de Dios.  La vanagloria personal en la obra del Señor, provoca un choque con el poder del Espíritu Santo.

3.  "LA SECTA DE LOS FARISEOS"

 Después que Pablo y Bernabé terminaron de dar su informe inicial, los judaizantes sintieron la urgencia de dar a conocer su punto de vista.  "Se levantaron" para desafiar el concepto de la inclusión de los gentiles dentro de la iglesia insistiendo, "Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés".  "Ellos insistían en la necesidad de la circuncisión porque de esa manera hacían al hombre deudor de la ley" (Clarke).  Pero Pablo y Bernabé no podían aceptar tal enseñanza.  Por tal razón el asunto fue presentado para discusión y debate.

4.  LOS APOSTOLES Y LOS ANCIANOS

 Después de haber considerado la situación dentro de un círculo pequeño, el problema fue presentado a toda la congregación (v. 12, 22), proponiendo que los ancianos y apóstoles decidieran en el procedimiento que se seguiría para dar a conocer su decisión.  Las palabras de instrucción vinieron de parte de los apóstoles, ancianos y los hermanos (v. 23).

 La gran discusión había sido hecha pública por los "falsos hermanos", y ahora se disputaba con mucha seriedad este asunto tan vital, el cual se dio a conocer dentro de toda la iglesia.  El problema de "la ley contra la gracia" debió haberse arreglado desde aquella época, pero parece que este asunto es perpetuo dentro de la iglesia de Jesucristo.  La alternativa sigue en pie para el creyente; o se escoge la justificación por medio de las buenas obras, y la santificación como resultado de un mejoramiento personal progresivo, o se acepta la provisión divina por medio de la sangre expiatoria de Jesús el Hijo de Dios (Hechos 5:1; Romanos 5:1; Hebreos 13:12).
 

III.  PROCLAMANDO LA VERDAD
     (Hechos 15:7-29)

 ¿Cuál fue la solución del problema?
 

1.  "PEDRO SE LEVANTO Y LES DIJO"

 Después de mucha discusión, Pedro se levantó y habló en favor de la inclusión de los gentiles sin tener que someterse al rito de la circuncisión (v. 7)  "Esta es la última mención que se hace de Pedro en el libro de los Hechos, y es una mención digna de encomio" (J. F. y B,).  Después le siguieron Pablo y Bernabé con su testimonio.  Finalmente Santiago, el hermano de nuestro Señor y pastor de la iglesia de Jerusalén, presentó una declaración concreta (vrs. 13-22).  La conclusión de su declaración tenía un propósito doble: Primero, los gentiles que se habían entregado a Dios, no debían ser molestados por los judaizantes.  El trabajo entre los gentiles seguiría de acuerdo a la dirección de Dios.  Como los gentiles habían recibido el Espíritu santo, no había ninguna razón para insistir en las buenas obras para justificación y santificación; por la fe se agradaría a Dios.  Segundo, declaró que este procedimiento no afectaría a la comunidad judía, ya que en cada ciudad y comunidad había sinagogas donde se enseñaba la ley de Moisés cada sábado (vrs. 19-21).

2.  "ESCRIBIR POR CONDUCTO DE ELLOS" (v. 23)

 La conclusión definitiva del concilio era escribir una carta dirigida a los gentiles.  En esta se declaraba que no habría otras cargas impuestas sobre ellos, aparte de la separación completa de la idolatría (vrs. 28-29).  Toda la iglesia avaló la carta y la envió por medio de sus dos representantes oficiales, Judas y Silas.  En la carta se encuentra una seria reprensión contra los falsos hermanos.  Santiago implica que ellos eran impostores, y que reclamaban credenciales que ni se les había dado (v. 24).  Pablo y Bernabé fueron reivindicados al triunfar la verdad, y la falsedad del grupo contrario fue silenciada por algún tiempo.

3.  "SE REGOCIJARON" (v. 3)

 Cuando Pablo y sus acompañantes regresaron a Antioquía, una gran multitud se reunió para escuchar la lectura de la carta.  "Cuando la carta fue leída, les trajo gran tranquilidad y gozo a todos" (Nolie).  El judaísmo legalista no podría dar el consuelo y esperanza que Cristo da.  La sombra no podía sustituir la sustancia; Cristo Jesús era toda su esperanza y gozo.

IV.  FORMULANDO LA FE
     (Gálatas 2:15-21)

 ¿En que forma Pablo implementó la decisión del concilio de Jerusalén?

1.  "JUSTIFICADOS POR LA FE" (vrs. 15-16).

 Esta sección es una declaración doctrinal de la decisión práctica que se tomó en el concilio de Jerusalén.  Pablo recalcó que los gentiles habían recibido el Espíritu Santo por medio de una fe sencilla (Gálatas 3:2-3).  Pedro testificó que los gentiles habían recibido el Espíritu Santo, quien les había purificado sus corazones sin hacer diferencias (Hechos 15:8-9).  Pablo ve como un absurdo el insistir que los gentiles sea forzados a someterse a la costumbre judía cuando es evidente que ya han sido objetos de los beneficios de la gracia sin haberse sometido a los ritos judaicos.  El hecho es que Pablo insiste que el hacer un requerimiento de tal naturaleza, es como repudiar el sacrificio de Cristo, haciéndolo ministro del pecado y de la ley (v. 17).  Pero el ministerio de Cristo es el de la gracia.  Las formas falsas y verdaderas de la justificación son claramente presentadas en el verso 16.

 El énfasis de Martín Lutero en este pasaje merece nuestra atención cuidadosa.  Aunque la ley y las buenas obras tienen su función y lugar dentro de la economía cristiana, nunca pueden ser los medios de justificación delante de Dios.  Somos justificados por la fe en Cristo solamente.  Debemos añadir que el mismo principio se aplica en la obtención del crecimiento en gracia y la experiencia de la entera santificación (Hechos 15:8-9; 26:18; II Tesalonicenses 2:13).

2.  "CON CRISTO ESTOY JUNTAMENTE CRUCIFICADO"

 Pablo no sólo declara la posición doctrinal cristiana, sino que presenta con claridad su testimonio personal de la gracia; una defensa temeraria pero humilde de su fe.  Notemos las expresiones paradójicas de su testimonio: él está muerto, y sin embargo, vive; pero no de sí mismo, sino porque Cristo vive en él.  Su vida ahora está marcada con el Señor de la vida para hacer su voluntad.  Los dos viven y actúan como una sola persona.  La medida del rendimiento de Pablo establece la medida de su amor hacia el Salvador.  También la medida del amor de Pablo hacia su Señor es revelada en su entendimiento que él tenía del amor del Salvador hacia él, "el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí" (v. 20).  Pero Cristo no solamente amó a Pablo, Pedro y los apóstoles, sino que nos ama con la misma intensidad y ternura.
 

CONCLUSION

 Según Gálatas 2:16, el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo.  Unos de los puntos más fuertes del judaísmo era la ley.  Aun muchos de los cristianos convertidos del judaismo, pretendían que los gentiles que aceptaban a Cristo, guardaran la ley de Moisés, es decir, si se quiere, una previa conversión al sistema del Antiguo Testamento.  Ellos se llamaban a sí mismos hijos de Abraham, hijos de la promesa, pero sin recordar, que la ley llegó a sus antepasados a través de Moisés, más de cuatrocientos años más tarde.

 Pablo aclara perfectamente diciendo que "la ley fue nuestro ayo para llevarnos a Cristo".  Bien: ¿qué hace la ley?  Nos hace conocer el pecado; como todos hemos pecado, la ley nos acusa y nos pone a todos bajo maldición; pero no salva porque ningún hombre pudo cumplir la ley.  Además, dice que es maldito el que no cumpliere con todas las cosas que están en este libro: La ley.

 Pero ¿qué hace la ley por nosotros?  Nos muestra nuestra condición y nos señala a Cristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.  Entonces no podemos volver a ella, pues al hacerlo abandonamos el verdadero sacrificio por el pecado.  Es decir que por la fe en Cristo, obtenemos el perdón y la limpieza de todas aquellas cosas que por la ley no pudimos ser justificados.  La ley, sería como un espejo que con fidelidad nos muestra nuestra verdadera situación y al mismo tiempo nos deja ver a Cristo, único remedio para salir de ella.

 No sólo en los días paulinos apareció esta herejía; de cuando en cuando hallamos los que quieren que retrocedamos a la ley.  Recordemos lo que dice Pablo: que si somos justificados por la ley en vano murió Cristo y que El nos redimió de la ley.  Pero dice Romanos: ¿Pecáremos porque no estamos bajo la ley sino bajo la gracia?  En ninguna manera.



El hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo.  “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).  Las obras sólo son una demostración de que el individuo ha alcanzado la salvación.