LECCION No. 9  (regresar al índice)

EL NUEVO PACTO

PARA ESTUDIO: Hebreos 8:1 - 10:1-18.
LECTURA DEVOCIONAL: I Juan 5:1-5.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Hebreos 8:10.
 

LECTURAS DIARIAS

LUNES: El Pacto en el Antiguo Testamento. Deuteronomio 5:1; 7:6-11.
MARTES: El Pacto Roto.  Oseas 11:1-9.
MIERCOLES: Anunciando el Nuevo Pacto.  Isaías 55:1-13.
JUEVES: El Pacto Nuestra Esperanza.  Efesios 2:1-10.
VIERNES: El Pueblo del Nuevo Pacto.  I Pedro 2:4-10.
SABADO: Términos del Nuevo Testamento.  Hebreos 2:1-10.
DOMINGO: El Testamento de Amor.  I Juan 5:1-5.
 

PROPOSITO

 Ayudarnos a entender con más claridad las bases sobre las cuales, la iglesia, el verdadero pueblo de Dios, se ha establecido.
 

PARA DISCUSION Y ESTUDIO

1. ¿Qué quiere decir la palabra pacto?  Comente.

2. ¿Ha cumplido Dios siempre sus promesas?  Comente.

3. ¿Cómo se sentirá Dios cuando ve que no cumplimos lo que prometemos en momentos de apuro?  Discuta.

4. ¿Le gustará a alguien que no le cumplan lo prometido?  Discuta.

5. ¿Qué entiende por el nuevo pacto del cuál aquí se habla?
 

EXPOSICION

INTRODUCCION

 Durante esta semana exploraremos algo de lo que Dios le ha dicho a su pueblo bajo el "nuevo pacto", fundado por Jesucristo.  La palabra de Dios establece lo que su pueblo debe ser, y lo que debe hacer en el mundo.  La última lección considera la victoria al final de la Iglesia.

 A. B. Davidson define el pacto, "como un acuerdo entre dos interesados, que se comprometen entre ellos mismos bajo ciertas condiciones con el propósito de lograr los mismos objetivos.  Un pacto pudo ser llevado a cabo entre dos interesados del mismo nivel  o entre interesados en el que uno es superior al otro".

 También Davidson recalca que la santificación, un cambio en la naturaleza moral, es el medio por el cual se realiza la relación del pacto entre el hombre y Dios.  Dicha santificación no es la consagración que seguido se menciona en relación con las cosas inanimadas.  La santificación de las personas involucra la purificación del corazón realizada por el derramamiento de sangre, siendo el acto supremo y final la expiación de Cristo.

 Dios ha establecido dos pactos sucesivos con su pueblo; el primero en el Sinaí, el cual no era adecuado sino preparatorio; el segundo fue completo y superior realizado en el calvario, éste es adecuado y eterno.  En el primero se ofrecían sacrificios de animales que no podían quitar el pecado ni limpiar la conciencia (Hechos 10:4; 9:22, 13-14).  En el segundo, Cristo se ofreció como sacrificio, sacrificio perfecto, con resultados y beneficios perfectos.

 La relación del pacto entre Dios y el individuo se establece por medio del ministerio del Espíritu Santo quien trae a los hombres a Cristo (Juan 16:7-14).  El ministerio de Cristo es guiar a los hombres al seno del compañerismo y amor de Dios (Juan 15:6).  El ministerio de Cristo tiene su fundamento y validez en su divinidad y obediencia a la cruz, y en su sacrificio por nosotros (Hebreos 5:8-9).  Su ministerio fue llevado a cabo en el verdadero santuario en los cielos desde donde El pone las más ricas bendiciones al alcance de la humanidad (8:2, 10-12).  Cristo ha sido establecido por Dios, como el mediador oficial del nuevo pacto.

I.  EL MINISTERIO DEL PACTO
    (Hebreos 8:6)

 ¿En qué forma Cristo participa del nuevo pacto?

1.  EL AGENTE DEL PACTO

 El verso 6 presenta un punto de transición de Cristo como el Mediador del nuevo pacto "por virtud de su naturaleza doble" (Wiley).  "Ahora" debe entenderse no como que implica "tiempo" sino como "esta es la consumación" (Goodspeed).

 La razón de haber escrito la epístola a los Hebreos, fue la de recalcar lo inadecuado del pacto antiguo y mostrar la necesidad de un segundo.  También fue escrito para mostrar las bases sobre las cuales este nuevo pacto ha sido "establecido".

 En los primeros capítulos de la epístola se declara que Cristo es el Hijo de Dios (1:8), por lo tanto superior a los ángeles (1:8).  Sin embargo, El voluntariamente se hizo menor que los ángeles a través de la encarnación (2:7), para poder identificarse con el hombre (2:16; 3:1).  Después que se prueba que Jesús es superior en todo, se hace la proposición del nuevo pacto.  Cristo Jesús es declarado "mediador" del mismo, al ser designado por Dios Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec, el orden eterno, y confirmado con su propia sangre (capítulo 7).

2.  UN MEJOR PACTO

 Como sumo sacerdote, Jesús tiene un santuario (v. 2) en los cielos, en el que lleva a cabo los oficios de intercesión y mediación.  Su tarea es doble, "ministro del santuario" y "mediador entre Dios y los hombres" (vea I Timoteo 2:5).

 En el verso 6 se comparan los fundadores de los dos pactos.  Cristo Jesús es el Hijo de Dios; por lo tanto su ministerio es superior a Moisés, su pacto es más excelente, "establecido sobre mejores promesas" (vea versos 10-12).

 "El punto de la superioridad del segundo pacto descansa en el hecho de que lleva a cabo las promesas propuestas, cosa que el primero no logró hacerlo" (A. B. Davidson).  Cuando más profundo logremos un discernimiento de su obra en los cielos, nuestra esperanza de la obra de perfección dentro de nosotros será más grande" (Murray).
 

II.  LA DEBILIDAD DEL ANTIGUO PACTO
     (Hebreos 8:7-9).

 ¿Por qué se tuvo que reemplazar el pacto antiguo?

1.  "SI AQUEL PRIMERO" (v. 7)

 El primer pacto era bueno (romanos 7:12) en el sentido que guiaría al segundo, en otras palabras era como un maestro.  Pero este pacto tenía una falta básica, no proveía la fuerza dinámica de la obediencia.  Adam Clarke dice que no contenía en sí mismo la provisión para el perdón y la pureza; no garantizaba la vida eterna.  La sangre de los animales del sacrificio no podía quitar el pecado (10:4).  Pablo lo pone en la forma siguiente: "Por lo que era imposible para le ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu".  Comparando los méritos relativos de ambos pactos encontramos: que el primero falló porque había sido establecido sobre imposiciones externas de la ley.  Revelaba la necesidad de un Salvador.  El nuevo pacto obtuvo el triunfo porque estaba fundado sobre las promesas divinas de gracia.

2.  "PORQUE REPRENDIENDOLOS (v. 8).

 Aquí la referencia se hace al pueblo de Israel.  El escritor no tan sólo menciona la debilidad del pacto mismo sino también el fracaso de los que lo habían firmado.  Cuando el primer pacto fue establecido, Israel había dicho, "Todo lo que Jehová ha dicho, haremos" (Exodo 19:8).  Más tarde dicho compromiso fue ratificado con sangre para hacerlo válido (Exodo 24:6-7); Hebreos 9:18-22).  Pero Israel no cumplió con su responsabilidad, pues muchas veces rompió su compromiso por causa de la incredulidad.

 Rendall dice, "La verdadera causa del fracaso del pueblo de Israel estaba en el carácter de la gente y no en la ley, la cual era santa, justa y buena".  Al pueblo le faltaba el poder que los capacitaría para obedecer.

3.  "ME DESENTENDI DE ELLOS" (v. 9)

 Dios hizo a un lado a Israel por su desobediencia.  Como lo haría un esposo con su esposa infiel.  Oseas en su profecía, presenta un cuadro gráfico de la situación, tomado de su propia experiencia doméstica.  Jehová está buscando a un pueblo que le pueda llamar suyo, un pueblo que le sirva y adore con sinceridad.  Escuchemos la voz de Dios por medio del profeta Oseas, "Pero he aquí yo la traeré al desierto, y hablaré a su corazón (2:14).

 Pero el continuo fracaso de Israel en ser fiel a Dios, al ir tras dioses extraños, hizo que Jehová se apartara de él.  El Señor le llama pueblo adúltero (4:12; 6:10).  Dios se entristeció sobremanera, permitió que su "esposa" fuera al cautiverio para ver si lograba ganar otra vez su fidelidad.  "Y allí cantará como en  los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto" (2:15).  La parábola se completa cuando el amor divino la busca, la encuentra, la redime y la considera como fiel, para que Israel pueda regresar con su "marido" y viva con él para siempre (2:16).  Esta figura está relacionada con la figura de Cristo con su iglesia (Efesios 5:25-27).
 

III.  LA PROMESA DE UN NUEVO PACTO
      (Hebreos 8:8-10)

 ¿Cómo revela Dios su plan de redención?

1.  "HE AQUI VIENEN DIAS" (v. 9).

 La expresión "He aquí vienen días", es "la fórmula frecuente para introducir una profecía mesiánica" (J. F. & B.).  El pacto antiguo, era el escenario preparatorio por medio del cual se recibirían las promesas celestiales con la venida del Mesías.  Con su pacto podría en verdad quitar el pecado y restaurar a la lejana adúltera.  El autor de los Hebreos cita al profeta Jeremías en este pasaje y a la vez recalca que las palabras del profeta son las palabras de Dios mismo.

2.  "CON LA CASA DE ISRAEL" (v. 10)

 El nuevo pacto fue hecho con todo Israel, la familia de los hijos de Jacob (v. 8).  ¡Qué gloriosa es la misericordia de Dios!  Israel había vacilado en su fe y pecado, sin embargo, Dios se acerca con sus promesas: "Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos" (Malaquías 3:6).  Por el otro lado, también Dios dice, "A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades" (Amós 3:2).  El castigo tenía el propósito de traer el arrepentimiento, si era posible.

 Pero las promesas divinas también son para los gentiles.  Todos aquellos que como Abraham, creen con fidelidad y obedecía a Dios, forman parte del Israel verdadero, "Que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham (Gálatas 3:7), "que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo por medio del evangelio" (Efesios 3:6).  Las bendiciones son para usted y para mí.
 

IV.  LAS BENDICIONES DEL NUEVO PACTO
     (Hebreos 8:10-12)

 ¿En qué formas ha cumplido Dios con su pacto?

1.  "PONDRE ... LAS ESCRIBIRE"

 El nuevo pacto no estaría escrito en tablas de piedra, sino en el corazón, en la pare más profunda de la personalidad del hombre.  La "mente" se refiere a la capacidad intelectual del hombre, mientras que el "corazón" se refiere primordialmente a la voluntad (F. B. Meyer).  Sin embargo, debemos reconocer que el autor del libro a los Hebreos en ocasiones intercambia ambos términos (vea v. 10; 10:16, BBC):

 El nuevo pacto es adecuado porque efectúa un cambio moral en la personalidad por medio de una operación divina.  Esta experiencia no es otra cosa sino la gracia santificadora y purificadora que limpia el corazón de todo pecado.

2.  "Y SERE A ELLOS POR DIOS" (v. 10)

 El nuevo pacto no solamente provee una experiencia interna de poder, haciendo posible que nuestras acciones y decisiones morales sean aceptables, sino que provee una experiencia personal con Dios.  "Esta es la nobleza y grandeza del corazón del hombre, que su corazón es capaz de tener compañerismo con Dios, un corazón tan grande que nada que no sea Dios lo puede satisfacer" (Murray).

 También vemos en este pasaje la condescendencia de Dios, que El está listo a tener compañerismo con sus criaturas, elevar al hombre al grandioso privilegio de tener compañerismo con El.  Esta es la corona de este nuevo pacto.

3.  CONOCE AL SEÑOR" (v. 11)

 Este verso presenta con claridad que Dios no tiene preferencia en la dispensación de sus bendiciones.  Todos, desde el más humilde creyente, hasta el santo más maduro conocen a Dios.  La educación formal y la posición eclesiástica no son parte de los requisitos para experimentar y conocer la gracia salvadora y santificadora.

 Bajo la antigua dispensación los sacerdotes tenían que ser consultados, pero bajo la nueva, Cristo está en el corazón de la persona a la cual el Espíritu Santo da su dirección (Juan 14:16-17).  Ninguno enseñará", es una negación que recalca el hecho que nadie enseñará a nadie.  El hombre no puede enseñar lo que solamente el Espíritu Santo puede impartir.

4.  "SERE PROPICIO" (v. 12)

 Ahora el apóstol nos vuelve a traer a la bendición inicial del pacto, el perdón de los pecados.  "Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades", lo cual habla de la amnistía divina hacia los pecados de los que son perdonados.

 El sacrificio de Cristo es suficiente para la redención de todos.  Todos los que creen no tienen que temer al castigo.  En las palabras "pecados" e "iniquidades se representan todos los males contra la naturaleza y la ley de Dios" (Clarke).

 El ser "propicio" significa ser "misericordioso", -"mostrar misericordia sobre las bases de la pena que un substituto ha ofrecido" (Wiley).

 Como recapitulación, el Dr. Richard Taylor ve cuatro provisiones concedidas por la expiación en estos versículos: Primero, Santificación, porque en el corazón y mente mora el Espíritu Santo.  Segundo, Adopción, "ellos me serán a mí por pueblo".  Tercero, regeneración "porque todos me conocerán".  Finalmente, justificación, "nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades".

 El antiguo pacto (v. 3).  No necesariamente significa antiguo o viejo en tiempo.  Dios lo ha declarado viejo porque ha perdido su utilidad: "está próximo a desaparecer".  El hecho es que desapareció con la destrucción del sistema del Templo en el año 70 d. C. con la invasión de los tomamos bajo Tito y la destrucción de Jerusalén (BBC).  El Nuevo pacto ha estado en efecto desde el evento del Calvario y el Pentecostés.  Todos los que se acercan a sus provisiones y beneficios conocerán su realidad.
 

CONCLUSION

 Cuando Dios dio la ley a Moisés, la escribió en tablas de piedra.  Su dedo grabó las palabras del pacto más santo que los seres humanos jamás podrían concebir.  Pero, el hombre tenía y tiene un corazón inclinado al mal y a pesar del temor que se apodera de él en las cercanas del Sinaí, a pesar de los rayos y truenos que sacudieron al monte y las comarcas cercanías, apenas superado ésto, desafió al Altísimo quebrantando sus leyes en la manera más profana.  Por la misericordia de Dios no fueron consumidos.

 Es que la ley no estaba dentro del hombre para inspirarle y mover sus pensamientos y acciones.  Sólo algo que saliera del ser, que formara parte de sí, podría hacer en el hombre el deseo de andar en esa ley.  Por eso, la promesa divina, no de escribirlas ya en las tablas externas de piedra, sino en las mismas del corazón del hombre.  Lo que el ser humano es adentro, así es.  Cada uno de nosotros, vive en realidad de una vida interior que se manifiesta exteriormente en las miles de particularidades de la vida.  Esto no es sólo un principio divino y bíblico, sino aún probado por la psicología moderna.

 El hombre, por la ley, obedecería a Dios (y no lo hizo) por compulsión de algo externo hacia adentro; en el pacto prometido, al estar escribo en el corazón el hombre obedecería por que quería hacerlo.  Ahora por el mero sacrificio de Cristo, el hombre obedecería por la ley del amor inundando el corazón.  Es la experiencia real.


Dios ha establecido dos pactos sucesivos con su pueblo.  El antiguo, en el Sinaí, el cual era preparatorio.  El nuevo fue completo y superior realizado en el calvario.  En el primero se ofrecían sacrificios de animales que no podían quitar el pecado ni limpiar la conciencia.  En el segundo, Cristo se ofreció como sacrificio perfecto, con resultados beneficiosos perfectos y eternos.