LECCIÓN No. 10  (regresar al índice)

LAS FIESTAS
(Continuación)

PARA ESTUDIO: Levítico 23:15-44.
LECTURA DEVOCIONAL: Juan 7:2, 37-39.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Juan 7:37.

A.  FIESTA DE LAS SEMANAS

     La Fiesta de Semanas es la que se conoce en el Nuevo Testamento como Pentecostés.  Esta palabra viene del griego, y quiere decir “quincuagésimo”, porque se celebraba cincuenta días después del día de ofrecer la gavilla de las primicias.  Se calculaba contando siete semanas y el día después, o sea, el primer día de la semana.  Era día de santa convocación.  Las primicias era el primer fruto de la cosecha de cebada.  La Fiesta de las Semanas marcaba el principio de la cosecha de trigo o el fin de esta cosecha.  Unos comentarios dicen que esta fiesta se celebraba el final de la cosecha de trigo, pero Éxodo 34:22 da a entender que era en el principio de la cosecha.

     En la Fiesta de las Semanas tenían que ofrecer dos panes de flor de harina, cocidos con levadura.  Se presentaban con siete corderos, un becerro y dos carneros ofrecidos en holocausto, un sacrificio de expiación y dos de paz.  Los panes se mecían delante del Señor.  Estos panes eran como las primicias de esta cosecha del trigo.  También servían para hacerles recordar que todo lo que tenían venía de Dios.

     El Espíritu Santo descendió en el Día de Pentecostés, y así nació la Iglesia.  Los primeros convertidos eran como los panes, primicias de la cosecha, en este caso la cosecha de almas.

     Notemos que los panes que se ofrecían en la celebración de esta fiesta tenían levadura.  Muchos creen que esto representa el hecho que en la Iglesia hay algo de pecado.  Otros creen que representa la presentación de la vida ordinaria a Dios.  Añaden, estos intérpretes, que los panes que comían diariamente tenían levadura, y que la levadura aquí simbolizaba lo que tenían y hacían por costumbre.  Si esta interpretación es correcta, es un lugar en que la levadura no representa el mal o el pecado.  El asunto es que la iglesia es como un hospital donde se encuentran muchos enfermos espirituales en proceso de sanidad.

     También se ofrecían en aquel día sacrificios por el pecado, holocaustos y sacrificios de paz.  Aunque haya pecado en la Iglesia, hay sacrificio para quitar ese pecado.  De modo que nosotros podemos servir a Dios libre de todo pecado y con el corazón limpio.  El Espíritu Santo nos fue dado para quemar la raíz del mal.


B.  EL DÍA DE LAS TROMPETAS

     El Día de Trompetas daba principio al mes séptimo o el mes sagrado.  Tenían santa convocación el primer día del mes, y era celebrada al son de las trompetas.  Era un día de alegría.  Marcaba el principio del año civil como distinto del año religioso.  Todavía los judíos lo celebran hoy con el nombre de “Rosh Hashanah”.  Es posible que las trompetas que tocaban en ese tiempo no eran de metal, sino de “cuerno de carnero”.  Muchos lo consideran como símbolo de la predicación del evangelio, como con la voz de una trompeta anunciando las buenas nuevas.  También es posible que simbolice el sonido de la trompeta que sonará cuando regrese nuestro Señor, cuando todos los muertos en Cristo se levantarán y la Iglesia será arrebatada.


C.  EL DÍA DE EXPIACIÓN

     Ya se ha estudiado el significado de este día.  Era el día más solemne del año.  Tenían que guardarlo como un día de reposo, absteniéndose de todo trabajo.  Todos tenían que afligir sus almas en ese día bajo pena de ser expulsados del pueblo.  (Algunos comentaristas entienden que esto incluía también ayuno.  Si es así, es el único ayuno ordenado en la ley de Moisés).  Esto significaba el arrepentimiento, sin el cual no hay salvación.  En ese día se ofrecían los sacrificios para expiar los pecados del pueblo, pero no tenían ningún provecho para aquel que no se arrepentía.  El sacrificio de Cristo no cubre a los que no se afligen, ni se arrepienten.  Algunos ven en esta fiesta, un simbolismo que habla de un evento futuro para el pueblo de Israel.  En este sentido, el Día de Expiación posiblemente simboliza el tiempo cuando Israel se lamentará por haber rechazado a su Mesías, y lo aceptará arrepentido (Zacarías 12:10; 13:1).


D.  LA FIESTA DE LOS TABERNÁCULOS

     Era una fiesta de alegría.  Se celebraba también con esta fiesta el fin del año de la siembra y cosecha.  Era una fiesta de acción de gracias por las cosechas ya completadas.  Se celebraba La Fiesta de los Tabernáculos durante ocho días con ofrendas encendidas, comenzando con el quince del mes séptimo y terminando el veintidós (el octavo día) con santa convocación.  (Este era el postrer gran día de la fiesta –Juan 3:37).  El primero y octavo día también eran como sábados —días de reposo.  Tenían que hacerse cabañas (o tabernáculos) de ramos de árboles y palmeras y salir de sus casas y morar en ellas por los siete días.  Con eso conmemoraban sus días en el desierto, después de la salida de Egipto cuando Dios les hizo habitar en cabañas o tiendas, y los sostuvo con pan del cielo.  Para nosotros significa que somos peregrinos en esta tierra y que viajamos hacia una patria mejor: la patria celestial.

     Notemos que para las fiestas de las trompetas y la fiesta de los tabernáculos, todavía no ha habido eventos en el tiempo del Nuevo Pacto que corresponden a ellas como en el caso de las otras cinco.  Posiblemente la fiesta de Trompetas significa el regreso del Señor para recoger a sus redimidos y reinar en la tierra.  La Fiesta de los Tabernáculos puede simbolizar el tiempo de alegría cuando todas las naciones serán los reinos de nuestro Señor Jesucristo (véase Apocalipsis 11:15).  Dicho tiempo será el milenio cuando Israel estará restaurado, y juntamente con las naciones gentiles será gobernado por Cristo (véase Romanos 11:25 en adelante).


E.  TRES FIESTAS NO MANDADAS POR DIOS QUE LOS ISRAELITAS CELEBRABAN DESPUÉS

1.  La Fiesta de Purim (Ester 9).  Era un día alegre.  Conmemoraba el rescate de los judíos de las manos de Amán y su complot.  La celebraban el día 13 del mes 12, Adar (En nuestro calendario sería Febrero a Marzo).

2.  La Fiesta de Hánukka o Fiesta de la Dedicación o Luces (Juan 10:22).  Conmemoraba el rescate o recuperación del templo por Judas Macabeo en el año 164 a. C. después del sacrilegio cometido por Antíoco Epífanes.  (I Macc. 4:52s.; véase Juan 10:22).  Ésta se celebraba, y se celebra hasta el día de hoy el 25 del mes Quisleu (en nuestro calendario es Noviembre a Diciembre).  Esta corresponde, más o menos, a nuestra celebración de Navidad.

3.  Tish B'Av (9 de Av [Ab] –nuestro Julio-Agosto).  Era un día de luto y ayuno conmemorando la destrucción de Jerusalén por los Romanos en el año 70 d. C.


CONCLUSIÓN

      En el día de hoy, el tiempo del nuevo pacto, no se requiere que guardemos estos días especiales.  Eran días que conmemoraban eventos especiales y significativos para la nación de Israel.  Sin embargo, tienen significados para la Iglesia porque señalan también eventos en la vida de Cristo, nuestro Redentor; también señalan eventos del provenir para los cristianos.  Algunos cristianos celebran algunas de estas fiestas por su relación con los eventos en la vida de Cristo.  Esto se permite, y puede ser saludable para la iglesia, siempre y cuando no los adopten como requisitos para la salvación.

     ¿Cuáles son los días especiales que los cristianos celebran, y cómo podemos celebrarlos mejor para recordar la vida y obra de Cristo?  ¿Habrá días religiosos cuyas formas de celebrarlas deberíamos de cambiarlas?  ¿Habrá días en los cuales la persona cristiana no puede participar con buena conciencia?  ¿Cuál es el valor de celebrar los días que conmemoran eventos especiales en la vida de Jesucristo?