PARA ESTUDIO: Isaías 11:5; 61:1-4; Mateo 4:1-25; 9:35-38; Hechos 2:22-36.
LECTURA DEVOCIONAL: Isaías 11:1-9.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Mateo 4:17.
 

LECTURA DEVOCIONAL

LUNES: Jesús Principia su Ministerio. Mateo 4:12-25.
MARTES: Características del Ministerio de Jesús.
        Isaías 61:1-4; Mateo 9:35-38.
MIERCOLES: Misión de los Doce. Mateo 10:5-15.
JUEVES: Instrucciones para la Obra. Mateo 10:16-23.
VIERNES: Condiciones del Discipulado. Mateo 10:26-39.
SABADO: Señor y Cristo. Hechos 2:22-36.
DOMINGO: La Profecía del Mesías. Isaías 11:1-9.
 

PARA DISCUSION Y ESTUDIO

1.  ¿Por qué Cristo no acudió a rescatar a Juan de la cárcel?  Comente.
2.  ¿Cuáles son los requisitos para entrar al reino de los cielos?  Discuta.
3.  Discuta los diferentes métodos que usó el Señor para traer las almas dentro de su reino.
4.  ¿Qué vio Jesús en las multitudes a tal grado que sintió compasión hacia ellas?  ¿Tiene Cristo todavía compasión para las multitudes del siglo veinte?  discuta.
 

PROPOSITO DE LA LECCION

 Recalcar el lugar del arrepentimiento en la salvación del hombre.
 

EXPOSICION DE LA LECCION

INTRODUCCION

 La palabra "arrepentimiento" es una palabra muy familiar dentro del lenguaje común y religioso.  Y tal vez se ha hecho tan familiar que ha perdido su sentido de urgencia, o su lugar de prioridad.  Mucha de la predicación, hasta en algunos de los círculos evangélicos, casi ignora por completo la doctrina del arrepentimiento y hablan sólo de "aceptar a Cristo".  No tenemos ninguna duda que algunos son salvos cuando responden a la invitación de venir "tal y como están".  Pero la verdad permanece que en algún lugar en el proceso de aceptar a Cristo como Salvador debe entrar el elemento del arrepentimiento, alejarse del pecado y regresar a Dios.  Cristo Jesús inició su ministerio declarando, "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado" (Mateo 4:17).  La lección de hoy nos da una buena oportunidad de mirar una vez más el arrepentimiento a la luz de la predicación y enseñanzas de Cristo.

 Mateo 4.12-25 es el pasaje introductorio al famoso Sermón del Monte, que está compuesto de los capítulos 5, 6, y 7.  Estos versos nos dan una descripción de la clase de gente que rodeó a Cristo al principio de su ministerio.  ¿Nos hemos imaginado a las audiencias de Cristo como lo más selecto de la sociedad?  Si así ha estado pensando, sería bueno que echara un vistazo a las multitudes que seguían al Señor en los primeros días de su ministerio en Galilea.
 

I.  EVENTOS INESPERADOS
    (Mateo 4:12)

 ¿Qué actitud normalmente usted esperaría de Jesús hacia Juan en una hora de necesidad?

1.  "JUAN EL BAUTISTA ESTABA PRESO"

 En esta parte nos enfrentamos con un cambio inesperado de eventos.  El hecho es que tenemos una serie de eventos llenos de emoción.  Primero, la alegrísima hora espiritual del bautismo en el Jordán.  Después, los agotadores cuarenta días en el horno de la tentación.  Ahora para empeorar la situación, se recibe la noticia que Juan esta preso.  ¡La dificultad había venido doble!  Cuando nos sintamos desanimados al pasar por la prueba, pensemos en los traumáticos eventos que le sucedieron al Señor al principio de su ministerio.  Sintamos su compasión, él anduvo por la senda que nosotros vamos.

 Mateo describe el encarcelamiento de Juan como una mera casualidad, "Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso".  Marcos también lo escribe en tonos similares (1:14).  Pero Lucas parece capturar con un discernimiento más profundo, la amargura de la realidad de lo que estaba pasando, "Entonces Herodes el Tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho, sobre todas ellas, añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel" (3:19-20).

 La noticia ha de haber entristecido grandemente al Maestro.  Juan era primeramente un pariente cercano de Jesús, pero más que eso, había sido el precursor oficial del Mesías.  Y el caso era que el aprisionamiento de Juan había sido causado por su temeraria predicación del arrepentimiento.  Todos estos factores se han de haber combinado para poner una presión tremenda sobre el Señor Jesús.  ¿No creen que lo menos que hubiera podido hacer era ir a visitarlo?  Cristo mismo aprobó la idea de ir a visitar a los que estaban en prisión (Mateo 25:36; Lucas 4:18).  ¿Por qué entonces el Señor salió de Judea y se dirigió a Galilea después que supo la noticia que Juan estaba preso?

 La Biblia no parece darnos ni la más mínima respuesta a todas estas preguntas.  Pero nosotros podemos asumir que el Señor tenía razones válidas.  Primero, si el Señor hubiera intervenido, tal vez se hubiera interpretado como favoritismo, ya que las prisiones en tiempo de Herodes estaban llenas de personas que habían sido sometidas a prisión inocentemente y no tenían recursos para recibir justicia.  Jesús no podía hacer por Juan lo que no había determinado hacer por otros.
 

2.  "VOLVIO A GALILEA"

 Tal vez las propias palabras del Maestro nos dan la razón de su partida a Galilea.  Para él, el camino de la cruz siempre tenía prioridad.  A los que recalcaban actividades humanitarias, él les diría más tarde, "Deja que los muertos entierren a sus  muertos; y tú vé, y anuncia el reino de Dios" (Lucas 9:57-62).  La hora de lanzar su ministerio público había llegado, y Jesús no permitiría que nada, ni aun el triste aprisionamiento de Juan lo desviara.   Los millones de personas presas en las prisiones de Satanás le eran una carga más pesada que la solitaria prisión de Juan en la cárcel de Herodes.
 

II.  CAMBIO DE DOMICILIO
     (Mateo 4:13-16)

 ¿Por qué Jesús no restableció su centro de actividades en Nazaret?
 

1.  "Y DEJANDO A NAZARET" (v. 13)

 Mateo escribe esta decisión con un sentido de finalidad, como diciendo, "Nazaret, tú tuviste tu oportunidad".  Ahora su dominio estaría en Capernaum.  El Dr. Ralp Earle nos da la siguiente consideración, "La decisión de escoger Capernaum como su centro de actividades, había sido sabia.  Nazaret era una pequeña y oscura villa remontada entre los montes.  Sus habitantes eran cerrados de mente, y tal vez no hubieran aceptado su ministerio, según deducimos por la forma como lo trataron cuando visitó su casa tiempo más tarde" (Lucas 4:16-30).

 Capernaum era una ciudad llena de actividad comercial, y estaba situada a la orilla del lago como a 20 millas de Nazaret.  Se encontraba en el cruce de la ruta de las caravanas que iban de Damasco a Egipto.  El Maestro sabía que de los pescadores podría sacar unos buenos discípulos, ¡Y en verdad lo fueron!
 

III.  VERDADES ANTIGUAS: SIEMPRE NUEVAS

 ¿Qué significado le dio el Señor a la doctrina del arrepentimiento?

1.  "DESDE ENTONCES"

 Las palabras, "Desde entonces", marcan o apuntan el bosquejo básico del evangelio de Mateo.  Esta expresión aparece aquí al principio del ministerio de la predicación de Jesús; también aparece en 16:21, que fue cuando principió a ascender las gradas o escalones que lo conducirían al calvario.

 En este verso encontramos primeramente el método de Cristo, "comenzó Jesús a predicar".  La predicación había sido el medio divino aprobado para alcanzar a la gente; no eran los consejos, las negociaciones o las discusiones, sino la predicación.  Segundo, el mensaje de Cristo era el "arrepentimiento".  Este es el énfasis de la lección de hoy.  El mensaje del Maestro no era artificioso sino sencillo y directo.  "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado".
 

2.  EL SIGNIFICADO DEL ARREPENTIMIENTO

 Miremos con cuidado el significado más profundo del arrepentimiento.  Juan Wesley escribió: "Por arrepentimiento yo quiero decir la convicción del pecado que produce deseos sinceros y resoluciones de enmendarse".  Adam Clarke bosqueja el significado del arrepentimiento en la siguiente forma: primero, la impartición de una medida de sabiduría divina, que hace al hombre sabio y accesible para salvación; segundo, su mente, propósito e inclinaciones son cambiados; y tercero, como consecuencia se tiene un cambio de conducta".  El mismo Clarke declara que la palabra "arrepentimiento" viene de la palabra griega "después" e "insensatez".   Esto da una indicación que la vida del pecador era una de insensatez y locura.  El verdadero penitente experimenta el dolor que lo hace olvidarse del pecado, no sólo por el hecho de que lo estaba arruinando, sino básicamente porque es ofensivo a Dios.

 En el Antiguo Testamento hay dos palabras que se usan para denotar arrepentimiento.  La primera significa "acongojarse", "afligirse" o "condolerse".  Esta es la palabra usada en la Biblia cuando dice que Dios se arrepintió (Génesis 6:6; Jonás 3:10).  Esta palabra no lleva la connotación de un sentimiento de culpa.  Sencillamente significa una congoja muy profunda, un dolor agudo de corazón.  La segunda palabra significa "volver" o "regresar".  Y siempre se usa en relación con las personas.  Lleva la connotación de una culpa personal y recalca un cambio radical en la actitud de uno hacia Dios y hacia el pecado (Deuteronomio 4:30; Nehemías 1:9).

 En el Nuevo Testamento se mencionan tres elementos como parte del arrepentimiento verdadero.  Primero, el elemento intelectual, en el cual un pecador cambia su mente.  Percibe que las demandas divinas son razonables; y ve al pecado como una fuerza realmente destructora (Salmos 51:3).  Segundo, el elemento emocional, el factor sentimental.  El resultado es una congoja que resulta del cambio moral, aunque no sólo el dolor que produce remordimiento (II Corintios 7:9-10).  Tercero, el elemento volitivo, en el que la voluntad entra en acción.  La palabra arrepentimiento en el Antiguo Testamento recalca la voluntad más que el intelecto y las emociones.  El hombre es concebido como un ser o agente moral libre.  Libre de escoger la dirección que quiere seguir, él está capacitado para dominar sus propósitos y resolver sus decisiones (Jeremías 25:25; Marcos 1:15).

 El Dr. H. Wiley considera el arrepentimiento en la forma siguiente: Primero, presupone la condición pecaminosa del hombre; segundo, es el resultado de la obra de gracia del Espíritu Santo sobre las almas de los hombres; y tercero, finalmente es un acto del pecador mismo como respuesta a la convicción e invitación del Espíritu Santo.

 En ninguna parte de la Biblia se habla del arrepentimiento como el fundamento básico para la salvación.  La fe solamente es la que trae la salvación a nuestras almas y corazones.  Pero el arrepentimiento es la condición básica y esencial para la obra de la fe.  Arrepentimiento podríamos decir es como el fundamento donde se edifica la redención, pero la fe es como la estructura de la misma.
 

IV.  LAS GRANDES MULTITUDES
     (Mateo 4:23-25)

 ¿Qué nos dice lo variado de las multitudes acerca del poder atrayente de Jesús?

"Y LE SIGUIO MUCHA GENTE" (v. 25)

 Hágase usted mismo un favor y lea los versículos comprendidos en Mateo 4:23-5:3, y se dará cuenta de lo variado de la multitud que seguía a Cristo para escuchar sus prédicas.  Sus oyentes venían de las ciudades, de los pueblos; venían gentiles y judíos, hasta de partes tan lejanas como Siria, "del otro lado del Jordán" (vrs. 24-25).  Entre esta multitud se encontraban los que tenían dolencias, los afligidos, los lunáticos y paralíticos.  El interés primordial de muchas de estas gentes era la sanidad del cuerpo, y sin duda que muchos venían como espectadores.  Pero Cristo Jesús recibió a esta variada multitud con una bienvenida (5:3-12).
 

V.  LOS OBREROS SON POCOS
    (Mateo 9:35-38)

 ¿Cuál fue la reacción del Señor hacia las masas necesitadas espiritualmente?
 

1.  "Y SANANDO" (v. 35)

 El ministerio nunca se deterioró en la indiferencia.  Siempre que había voces necesitadas, había resultados radicales (v. 35).  Cristo Jesús sanó a muchas personas, pero nunca su ministerio de sanidad fue un fin en sí mismo.  El usó la sanidad como un empuje espiritual.  Su ministerio de sanidad produjo una gran cantidad de seguidores, y un profundo interés espiritual.
 

2.  "TUVO COMPASION DE ELLAS" (v. 36)

 "Tuvo" no es la palabra causal que se usa para muchas cosas; esta palabra se usa en el griego en el libro de Mateo intercambiable con "movido" y "conmovido" (Mateo 9:36; 14:14; 18:27; 21:10).  El significado literal significa una preocupación violenta acompañada de un profundo malestar físico.  ¿Qué le causó esta compasión?  Jesús vio a las multitudes "como ovejas que no tienen pastor".  Sin duda que hay una referencia a la dirección dada por los pastores fariseos.  Para el Buen Pastor, una irresponsabilidad de tal naturaleza era imperdonable.
 

3.  "ROGAD, PUES" (v. 38)

 Aquí encontramos la prerrogativa divina de llamar a la gente para su servicio; y nuestra tarea es que ellos obedezcan al llamado.  Todo cristiano tiene una responsabilidad doble.  Primero, estar dispuesto a ir si es llamado; y segundo, mantener una atmósfera de oración en la iglesia, y en la casa para hacer más fácil la respuesta de aquellos que son llamados a realizar una tarea específica.
 

CONCLUSION

 El mensaje del arrepentimiento en lo que concierne a los seres humanos es la base de la doctrina del Nuevo Testamento.  Se objetará que también estaba en el Antiguo Testamento, y es verdad; pero en el mensaje de Juan el Bautista, en el de Jesús y en el apostólico resalta con una claridad y orden más evidente.  El mismo Señor les ordenó que debían predicarlo cuando iban a comenzar su ministerio.

 "Hemos denunciado a todos, judíos y gentiles, dijo Pablo, que están bajo del pecado".  "Porque no hay justo ni aun uno".  Y Juan escribe: "Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a él mentiroso".  Allí está la razón por la cual debemos arrepentirnos y predicar el arrepentimiento.

 Nos dicen que debemos predicar sobre el amor de Dios y es la gran verdad; pero es el amor divino el que nos exhorta al arrepentimiento; pues, aunque Dios es amor, también es fuego consumidor y todavía hay un infierno para los que mueren sin arrepentimiento.  "Habiendo disimulado Dios los tiempos de nuestra ignorancia, ahora denuncia a todos los hombres, en todos los lugares, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el que ha de juzgar al mundo con justicia".  Y es parte del amor de Dios que se manifieste al pecador la verdad en cuanto a un futuro sin él.

 El reino de los cielos se ha acercado al mundo.  El último rincón de la tierra, donde haya un ser humano, tiene acceso a él por medio de Cristo; pero la condición impuesta al hombre es y sigue siendo: Arrepentíos.  Nada más y nada menos debe ser la consigna nuestra.  El corazón humano no ha cambiado ni tampoco el mensaje divino.  Podríamos lograr multitudes por medio de un evangelio social, pero si no anunciamos el arrepentimiento con sus resultados, enviaremos a todos a la perdición.
 

ILUSTRACION

 Un pastor visitaba a una anciana que era miembra de su congregación.  Dicha anciana había estado inválida durante mucho tiempo.

   -Lamento mucho haber llegado a esta hora, -le dijo-, pero he tenido que recorrer todo el pueblo antes de venir.
   -Yo también, señor pastor, acabo de recorrer todo el pueblo.
   -¿Cómo es posible?  Usted no puede moverse de la cama.
   -¡Ha! -contestó la viejita-, mi alma no está atada a la cama, y así todos los días recorro el pueblo con mis oraciones sin moverme de aquí.

                                  -Tribuna Evangélica.