LECCION No. 13    (regresar al índice)
 

VICTORIA SOBRE EL PECADO Y LA MUERTE


PARA ESTUDIO: Job 14; Mateo 28; I Corintios 15.
LECTURA DEVOCIONAL: Salmo 110.
TEXTO PARA MEMORIZAR: I Corintios 15:20.

LECTURAS DIARIAS

LUNES: No Está Aquí. Mateo 28:1-10.
MARTES: Una Gran Luz. Isaías 9:1-7.
MIERCOLES: Resucitó. I Corintios 15:1-8,12-20.
JUEVES: El Ultimo Enemigo. I Corintios 15:21-28.
VIERNES: Resucitó en Gloria. I Corintios 15:35-50.
SABADO: De Eternidad a Eternidad. Salmos 103:1,5,11-18.
DOMINGO: El Señor. Salmo 110.
 

PARA DISCUSION Y ESTUDIO

1.  ¿Con qué evento derrotó Cristo Jesús a la muerte y el pecado?  Discuta.
2.  ¿Quién levantó a Cristo de la tumba?  Comente.
3.  ¿Por qué razón el ángel del Señor removió la piedra del sepulcro?  Discuta.
4.  ¿Fue la Gran Comisión dada solamente a los primeros discípulos del Maestro?  Discuta.
 

PROPOSITO DE LA LECCION

 Inspirar nuestros corazones al pensar juntos acerca de la esperanza que tenemos por medio de la Resurrección de Cristo.
 

EXPOSICION DE LA LECCION

INTRODUCCION

 La Encarnación y la Resurrección son dos milagros de la Biblia.  Si nosotros llegamos a creer estos dos milagros en tal forma que se posesionen de nuestra vida, entonces nunca pondremos en tela de duda el elemento milagroso de la Biblia o de la vida cristiana.  Las Escrituras los tienen bien documentados.

 La Encarnación.  Juan dice gráficamente "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad" (Juan 1:14).  Luego como si esta descripción no hubiera sido suficiente, él escribió lo siguiente en su Primera Epístola como un testimonio adicional, "Lo que era ... lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida" (Juan 1:1).  Y otra vez vuelve Juan a escribir, "Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos " (I Juan 1:3).  Lucas por supuesto también escribe detalladamente la tierna historia de la Encarnación (Lucas 1:26-37).

 La resurrección.  La Biblia es igualmente cuidadosa en documentar por medio de testimonios este milagro tan majestuoso.  Mateo menciona dos apariciones de la Resurrección, la primera a las mujeres la mañana del día de Resurrección (Mateo 28:-10); (vea también Lucas 24:9-11), y la segunda, más tarde a los once discípulos en un monte de Galilea (Mateo 28:16-20); vea Marcos 16:15-18).

 Marcos relata cuatro distintas apariciones, la primera, a María Magdalena (Marcos 16:9-11; vea también Juan 20:11-18), la segunda, a los discípulos que iban camino a Emaús (Marcos 16:12-13; vea Lucas 24:13-23), tercera, los once cuando estaban comiendo (Marcos 16:14; vea Lucas 24:36-38; Juan 20:19-25), y cuarta, a los discípulos en el monte de los Olivos cuando el Señor ascendió (Marcos 16:19-20; vea Lucas 24:50-53; Hechos 1:9-12).

 Lucas escribe elaboradamente en tres de estos incidentes en su evangelio.  Describe con deleite la aparición de Jesús a los dos discípulos que iban camino a Emaús la tarde del domingo de Resurrección.  También escribe de la aparición del Maestro en el Aposento alto la noche del domingo de Resurrección, y luego más tarde en el monte de los Olivos en el día de la ascensión.

 Juan ha escrito algunas de las apariciones que fueron dadas por Marcos y Lucas.  Sin embargo, en adición él menciona otros incidentes no mencionados por el resto de los evangelistas.  Estas dos apariciones fueron: 1) A Tomás y los otros discípulos (Juan 20:26-31; vea también I Corintios 15:5).  2) A los siete discípulos en la orilla del Mar de Galilea (Juan 21:1-23).

 Como si la prueba presentada por los escritores de los evangelios no fuera suficiente, Pablo añade su testimonio a la historia de la Resurrección.  Al escribirle a los corintios, él menciona otras apariciones no mencionadas por los escritores de los evangelios.  Menciona la aparición de Jesús a más de 500 personas a un tiempo (I Corintios 15:6).  Muchos de esos testigos todavía estaban vivos cuando Pablo menciona de la aparición de Jesús a Jacobo (I Corintios 15:17).  Y Pablo termina con las siguientes palabras llenas de emoción "Y al último de todos ... me apareció a mí" (I Corintios 15:8).  Aquel encuentro sobrecogedor sucedido en el camino a Damasco parecía ser el argumento conclusivo.  Pablo era en verdad un firme creyente de la resurrección.
 

I.  EL VISITANTE ANGELICO
    (Mateo 28:1-7)

 ¿Qué nos enseña este evento en cuanto al ministerio de los ángeles?

1.  "MARIA MAGDALENA Y LA OTRA MARIA"
     (v. 1)

 Era muy de mañana cuando las dos mujeres vinieron al sepulcro.  Mateo menciona a las dos Marías; Juan sólo menciona a María Magdalena, aunque realmente no encontramos ninguna contradicción.  Juan tenía la intención de recalcar la visita de María Magdalena en primer lugar, pero la verdad importante de este incidente es que aquellas mujeres habían venido de mañana a traer perfumes y ungüentos, y a llorar la pérdida de su amado Maestro (Lucas 24:1).

 Mateo también es el único que menciona el terremoto.  Cuando el terremoto cumplió su tarea ordenada por Dios, "un ángel del Señor" removió la piedra y se sentó sobre ella.  Esta era una prueba que la autoridad divina excedía a la de Roma.

 Mateo es muy meticuloso en describir al ángel para que no quede ni una duda de su origen divino.  "Su aspecto era como un relámpago y su vestido blanco como la nieve" (vea Mateo 17:2).  Los guardas romanos se desmayaron ante su presencia.  La palabra ángel en lenguaje bíblico significa mensajero, por eso Mateo quiere cercionar a sus lectores que aquel no era un ordinario mensajero terrestre.

2.  "NO TEMAIS" (v. 5)

 El ángel que causó tanto temor a los soldados romanos (v. 4), se dirigió con profunda bondad hacia las mujeres.  Qué palabras tan consoladoras les dirigió el ángel, "No temáis", y luego prosiguió "yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado".  Es alentador el saber que todos los que buscan a Cristo pueden experimentar la liberación de los tormentosos temores de la vida.

3.  "VENID, VED EL LUGAR" (v. 6)

 Dios no quiere que basemos nuestra fe en las palabras del ángel que muestra una tumba vacía.  ¡No!  Cuando las mujeres salieron del sepulcro, tenían la certeza de que Cristo había resucitado.  Aquella mañana ellas recibieron el encargo de ir y contar al grupo de apóstoles lo que habían visto: ¡Jesús ha resucitado!
 

II.  EL CRISTO RESUCITADO
     (Mateo 28:8-10)

 ¿Cómo explicamos el hecho de que Jesús se les haya aparecido primero a las mujeres y no a los apóstoles?

1.  "CON TEMOR Y GRAN GOZO" (v. 8)

 Mateo es el único que menciona el encuentro de las dos Marías con el Maestro mientras ellas iban presurosas por el camino (v. 9).  Cristo Jesús se manifiesta con frecuencia a la gente que anda presurosa haciendo su voluntad.  Un escritor ha dicho que el temor que aquellas mujeres experimentaron, produce una reverencia que hace siervos útiles, y no el temor paralizante que produce esclavitud.

 El saludo de Cristo a las mujeres fue ¡"Salve"!  En el griego este saludo se usa con la connotación de "Alégrense, estén contentos".  ¡Qué momento tan emocionante, aquellas mujeres habían venido a llorar a su desaparecido Maestro y a embalsamarlo, pero ahora gozosamente corren a anunciar su resurrección.

2.  "DAD LAS NUEVAS A MIS HERMANOS"
    (v. 10)

 El mensaje de Cristo era idéntico que al que les había dado el ángel.  Ellas debían decirle a los discípulos que lo esperaran en Galilea.  Aquí el Maestro usó la tiernísima palabra "hermanos".  Esta es la primera vez que el Señor la usó en relación con los discípulos.  El Señor pudo haberles echado en cara su cobardía, sin embargo, los llamó hermanos.  ¡Qué misericordioso es el Señor con todos nosotros!
 

III.  LA REUNION EN GALILEA
      (Mateo 28:16-17)

 ¿Qué razones podrían darse para tener aquella reunión en Galilea?

 Las direcciones del Maestro relacionadas con la gran aparición pública en Galilea, no niegan las apariciones anteriores en Judea y Jerusalén (Lucas 24:13-35, 36-48; Juan 20:19-25).  Galilea se encontraba a tres días de camino de Jerusalén.  Era probable que el Señor escogiera aquel lugar para alejar a los once de las carreras y bullicio de Jerusalén.  Los once necesitaban una atmósfera reposada para poder dar atención a asuntos de tanta importancia.  Tal vez allí encontrarían el clima espiritual que ellos necesitaban para renovar su condición espiritual y moral.

2.  "PERO ALGUNOS DUDABAN" (v. 17)

 Parece extraño que algunos de aquellos hombres todavía tuvieran batallas espirituales de tal naturaleza.  Parece que además de Tomás que tenía dudas, muchos otros también las tenían, aunque no sabemos sus nombres.  Es probable que esta reunión es la que se menciona en I Corintios 15:6, en la que estuvieron presentes 500 hermanos.  Tal vez algunos de los que tenían dudas eran de este grupo numeroso.  También es posible que Mateo nos esté diciendo las cosas exactamente como eran, dándonos un comentario honesto del problema que tenían algunos de los discípulos en creer a primera vista el hecho de la Resurrección.  Alguien ha sugerido que tal vez la razón de sus dudas se basaba en que las apariciones de Jesús habían sido esporádicas.  Parece que el caso de sus apariciones se sucedían de acuerdo a su voluntad.
 

IV.  LA GRAN COMISION
     (Mateo 28:18-20)

 ¿Qué poderes tenía ahora el Señor que no había manifestado antes?

1.  "JESUS SE ACERCO" (v. 18)

 Ahora el Señor venía al monte, un lugar familiar en Galilea.  No hay ningún lugar en la Biblia que nos diga a que monte se refiere.  Pudo haber sido el mismo donde ellos habían escuchado el Sermón del Monte.  El mensaje de Cristo para los discípulos es muy significativo.  La gran Comisión es en realidad un pasaje clave en todo el evangelio de Mateo.

2.  "POR TANTO ID" (v. 19)

 ¿Por qué debían los discípulos aceptar esta comisión?  ¿Por qué tenían que ir primero?

 Primero, porque todo el poder ahora era dado al Cristo Resucitado.  1) El tenía el poder para enviar al Espíritu Santo sobre los discípulos obedientes.  2) Poder para darles la gloriosa resurrección  a todos sus seguidores.  3) Poder para ayudarles en el ministerio de la conversión de los pecadores y santificación de los creyentes.  Aquél que decía "Por tanto id", también tenía autoridad para decir "Recibiréis poder " (Hechos 1:8).

 Segundo, el Señor dijo "Por tanto id", porque las naciones necesitaban el mensaje que los discípulos poseían.  Las palabras "a todas las naciones", expresan una tarea evangelística, implicaba que harían discípulos en todas partes, sin tomar en cuenta el color, la raza, o la condición social.  La palabra "enseñándoles", hace referencia a la instrucción que se debe recibir en la vida cristiana.

 Tercero, el Cristo resucitado dijo "por tanto id", porque todos los hombres necesitan la salvación.  "A los convertidos había que llenarlos del conocimiento del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".

3.  "Y HE AQUI YO ESTOY CON VOSOTROS" (v. 20)

 Literalmente Cristo dijo "He aquí yo estoy con vosotros todos los días".  El Señor sabía que la vida cristiana tiene que ser vivida diariamente.

 En una asoleada montaña en la antigua Galilea, Jesús le dio a sus discípulos la Gran Comisión.  Más tarde, en el Aposento Alto, en el día de Pentecostés, el Espíritu Santo descendió con su poder para capacitarlos, y capacitarnos.  Todos los cristianos tenemos nuestra tarea, "por tanto id"; se nos ha provisto de un equipo adecuado, el poder del Espíritu Santo.  ¡Dediquémonos a la tarea del Maestro!
 

CONCLUSION

 Satanás se sentía victorioso; los enemigos de Cristo, gozosos; habían derrotado a su adversario más tremendo: el Cristo.  Parecía que las tinieblas se habían enseñoreado sobre la tierra.  Los demonios se habían entronizado sobre ella; los pocos discípulos se sentían desorientados y no entendían; pero, como él lo dijera, rompiéronse los sellos de la tumba; sin duda los soldados de la guardia se espantaron y cayeron de pavor; la piedra se movía y alguien salía de adentro libre de las ataduras: Cristo había resucitado de los muertos.

 Pablo dice a los Corintios, que como El, todos vamos a resucitar.  Por las enseñanzas del Nuevo Testamento parece que habrá dos resurrecciones: primero la de aquellos que durmieron en Cristo, sucederá en el rapto de la iglesia.  El es el primero de los que durmieron en esta dispensación evangélica que resucitó de los muertos; pues leemos que muchos santos de la antigüedad también sean levantados de la tumba.  El Cristo resucitado también levantará a los suyos que se fueron durante las edades; esa es nuestra mayor gloria y recompensa.

 Pero también resucitarán los impíos; ellos lo harán al final para condenación eterna.  Nadie escapará; el mar y la tierra darán sus muertos y cada uno tendrá que hacer frente al juicio final.  Es sumamente glorioso para nosotros pensar en este Cristo resucitado para nuestra justificación.  El vive; le serviremos de corazón; nos sostiene y anima y nos hace sentir que está con nosotros en las buenas y en las malas, todos los días hasta el fin.  Nadie necesita estar en esa segunda resurrección y es nuestro mayor privilegio anunciarlo para su gloria.
 

ILUSTRACION

 Juliano el Apóstata fue emperador de Roma durante cuatro años.  Ya se había establecido bastante el cristianismo, pero él se propuso restaurar el paganismo en el imperio.  Un día de batalla se burló de un soldado por su fe en Cristo diciéndole: "¿Qué está haciendo tu amigo Jesús hoy?"  Como él no creía en la resurrección su opinión era que Jesús estaba todavía en la tumba.

 Pero el soldado cristiano le contestó: "Yo no sé lo que está haciendo Cristo hoy; pero como él fue carpintero, posiblemente haya hecho a un lado su trabajo de construir mansiones para sus fieles, para construirle un ataúd a usted".  Ese mismo día Juliano fue herido en la batalla en que fue derrotado su ejército.  Según una tradición, se dice que cuando yacía herido en el campo de batalla antes de morir, tomó en su mano un poco de tierra y la arrojó hacia el cielo gritando: "Venciste, Galileo".  Reconoció que Jesús había triunfado.

 No solamente venceremos por medio de Cristo.  Hacemos "más que vencer".  No hay duda de la gran victoria que obtendremos en la lucha.

                                -Colección de Ilustraciones.
 
 

¿Por qué debían los discípulos aceptar esta comisión?

Primero, porque todo el poder era dado al Cristo Resucitado.  1)  Él tenía el poder para enviar al Espíritu Santo sobre los discípulos obedientes.  2) Poder para darles la gloriosa resurrección a todos sus seguidores.  3) Poder para ayudarles en el ministerio de la conversión de los pecadores y santificación de los creyentes.  Aquél que decía «por tanto, id», también tenía autoridad para decir «Recibiréis poder» (Hechos 1:8).

Segundo, el Señor dijo «por tanto, id», porque las naciones necesitaban el mensaje que los discípulos poseían.  Las palabras «a todas las naciones», expresan una tarea evangelística.  Implicaba que harían discípulos en todas partes, sin tomar en cuenta el color, la raza, o la condición social.  La palabra «enseñándoles», hace referencia a la instrucción que se debe recibir en la vida cristiana.

Tercero, el Cristo resucitado dijo «por tanto, id», porque todos los hombres necesitan la salvación.  A los convertidos había que llenarlos del conocimiento del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.