LECCIÓN 11  (regresar al índice)

EL TEMA DEL MENSAJE
  1. Es de mucha importancia tener un tema que uno conoce bien.  El predicador que procura predicar sobre un tema que él mismo no entiende tendrá un fracaso.
  2. Se debe escoger un tema que la congregación entenderá.  Siempre debemos procurar predicar al nivel de nuestros oyentes, usando palabras que ellos entienden, y sobre un tema que ellos podrán apreciar.
  3. El tema debe ser de valor espiritual.  Se puede desarrollar otros temas interesantes como de la historia, la ciencia u otros asuntos.  Pero eso no es predicar a Cristo ni la Biblia.  Debemos predicar sobre las cosas que edifiquen a nuestros oyentes en su vida espiritual, tal como las grandes doctrinas y la aplicación práctica de éstas a la vida diaria.
  4. El tema debe coincidir con el blanco u objetivo del mensaje.  No debemos predicar sólo por predicar.  Toda predicación debe tener como fin conmover a los oyentes y estimularles a alguna acción espiritual.
  5. No escoja un tema que no esté de acuerdo con su propia experiencia.  Si uno no está viviendo santamente, no debe predicar de la santidad.  No se puede predicar de la victoria completa si uno mismo vive en derrota.
  6. El tema debe ser apropiado al tiempo, al lugar y a los oyentes.  No es apropiado predicar mensaje evangelístico a un grupo de creyentes, ni es aconsejable predicar sobre el crecimiento en la vida cristiana a un auditorio de inconversos.
CUESTIONARIO
    1. ¿Por qué es de mucha importancia conocer bien el tema? 


    2. ¿Qué entiende usted por un mensaje de valor espiritual? 


    3. ¿Qué debe ser el fin de toda predicación? 


    4. ¿Qué es predicar de acuerdo con la experiencia? 


    5. Explique por qué es importante que el tema sea apropiado al tiempo, lugar y oyentes. 


APRENDIENDO NUEVAS PALABRAS

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