PARA ESTUDIO: Juan 12 a 13.
LECTURA DEVOCIONAL: Filipenses 2:1-11.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Lucas 22:27.
LECTURAS DIARIAS
Lunes: Juan 12:1-8.
Martes: Juan 12:20-28.
Miércoles: Juan 12:44-50.
Jueves: Juan 13:1-11.
Viernes: Juan 13:12-20.
Sábado: Mateo 18:1-5.
Domingo: Filipenses 2:1-11.
PROPOSITO
Llegar a conocer el gozo que nos trae el vivir para otros y servir
no de manera egoísta, sino mostrando el amor de Cristo.
INTRODUCCION
Ciertamente el Hijo de Dios fue glorificado en la resurrección
de Lázaro, pero al mismo tiempo, las nubes del odio de los judíos
iba creciendo. La hora de su muerte se acercaba con gran velocidad,
pero todavía no había llegado, faltaba un poquito.
Ahora Jesús ya no caminaba abiertamente, sino que se fue al desierto,
a un pueblecito llamado Efraín, que estaba al norte de Jerusalén.
Jesús llegó de nuevo a Betania el sábado en la noche
antes de su entrada triunfal a Jerusalén, y fue allí donde
María le esperaba; le derramó sobre sus pies un ungüento
muy costoso, y se los secó con su cabello. Con esto le dio
aliento para lo que le esperaba, aunque Judas se sentía celoso de
tal actitud. La próxima mañana fue su entrada triunfal,
donde recibió muchas exclamaciones. La entrada triunfal fue
el cumplimiento de lo que se había profetizado antes (Zacarías
9:9). En esta entrada Jesús hizo su último lamento
por el mundo. El sabía bien el sufrimiento que estaba a las
puertas, pero no estaba pidiendo que le fuera quitado. Sabía
que sólo una vez tendría que ser su pasión, muerte
y resurrección, las cuales eran esenciales para la salvación
de la raza humana. Los capítulos 13 a 17 nos lleva al último
día antes de la crucifixión. Era tiempo de la cena
de pascua, y es aquí donde se nos habla del Señor del cielo
y de la tierra tomando parte como un sirviente, lo cual hizo para darnos
un ejemplo de humildad.
EXPOSICION DE LA LECCION
¿Qué otro ejemplo mejor de humildad podemos tener
que éste en el cual Jesús se ciñó con su toalla
y lavó los pies de sus discípulos? Sólo fue
a unas pocas horas antes de ser colgado en la cruz para completar la obra
de nuestra redención. Los judíos por lo regular hacían
que sus sirvientes les lavaran los pies antes de comer; era la tarea del
esclavo más inferior de todos. El Señor se colocó
en el nivel más bajo posible, mientras sus discípulos habían
estado discutiendo quien sería el mayor en el reino que sería
establecido. No debemos olvidar que los caminos transitados por los
apóstoles eran de tierra, y sólo usaban sandalias ligeras;
de modo que era de esperarse que sus pies han de haber estado demasiados
sucios. La tarea más humillante y más sucia es la que
hizo el Señor Jesús para demostrarnos que nuestra vida no
debe ser orgullosa y arrogante, sino de humildad.
I. AMOR COMPLETO EN CRISTO EL SALVADOR
(Juan 13:1-3)
Vrs. 1-3. Antes de terminar la cena de pascua, cuando todavía
estaban reclinados en la mesa, Jesús se preparó para acercarse
más a sus discípulos, más de lo que había estado
anteriormente. El les amaba, y así lo hizo hasta el último
momento, pues eran muy suyos. También él sabía
que Judas estaba para traicionarlo. Algunos creen que es posible
que Jesús haya comenzado con Judas a lavarle los pies; aunque él
y algunos otros estuvieran ya en planes de entregarlo, Jesús sabía
que estaba próximo a entregar su vida por su pueblo, en el cual
también estaba Judas. Es lamentable que Judas no haya aprovechado
los efectos del amor de Cristo. Jesús sabía de dónde
había venido, hacia dónde se dirigiría muy pronto
y en dónde permanecería para siempre. Sabía
que pronto se convertiría en sacrificio por el pecado. Para
él la muerte sería un viaje hacia su hogar celestial.
PREGUNTAS
1. ¿Cómo pudo Jesús tener poco amor hacia sí mismo al presentarse frente a la muerte?
2. ¿Le faltó a Jesús el amor por sus discípulos en algún momento?
3. ¿Podemos nosotros tener su misma actitud en la hora
de la muerte?
II. HUMILDAD DE AMOR EN CRISTO EL SIERVO
(Juan 13:4-11)
Vrs. 4-5. Comúnmente se preparaba un recipiente grande para lavarle los pies a las personas que hubieran estado en contacto con el polvo después de un viaje. Jesús se levantó de la cena, se quitó su túnica y otras prendas de vestir, y se cubrió con una toalla para hacer esta humilde tarea. Es seguro que al mismo tiempo este acto fue acompañado de mucha amabilidad, lo cual ha de haber llenado de remordimiento a Judas. También esto debe recordarnos a nosotros que la verdadera humildad siempre va acompañada de bondad. ¿Hasta dónde estamos listos a llegar para ganar a un alma para Cristo? Jesús se humilló a sí mismo por nosotros.
Juan 13:6-11. Pedro siempre había visto la humildad
del Señor, pero nunca como esta vez. Tanto él como
sus compañeros debían aprender esta nueva lección
que el Señor les estaba dando. Primero era necesario que Pedro
se sometiera a la voluntad de Jesús. Luego, cuando él
comenzó a recibir un poquito de luz al respecto, por su carácter
bastante impulsivo, estuvo presto a pedir a Jesús que no sólo
le lavara los pies, sino que lo bañara por completo. La intención
de Pedro era buena, y lo hizo con ignorancia y sinceridad, pero se estaba
yendo muy lejos del propósito de Jesús en una nueva enseñanza
de humildad. De seguro todos se habían bañado antes
de salir de viaje, pero en el camino se les había empolvado los
pies, y de hecho debían ser lavados. Esta era una ilustración
práctica que Jesús estuvo listo a aprovechar. Lavarles los
pies o sea la parte que tenían más sucia, era cosa humillante.
¿Cuál era la verdadera lección que Jesús les
quería enseñar?
PREGUNTAS
1. ¿Haríamos nosotros la tarea de un sirviente en nuestro último día de vida?
2. ¿Sería nuestra reacción tal como la de Pedro?
3. ¿Somos suficientemente humildes como lo demostró Jesús?
4. ¿Quién de los discípulos no estaba limpio?
¿Quiso decir Jesús que uno de sus discípulos no se
había bañado?
III. EJEMPLO DE CRISTO EL SOBERANO
(Jun 13:12-15)
Vrs. 12-15. Los discípulos le habían llamado Maestro y Señor en reconocimiento de su deidad. También habían tenido una contienda entre sí acerca de quién sería el mayor en el reino de los cielos; esto les hizo recibir una reprensión gentil de Jesús. Así como él, siendo Señor y Maestro, se había humillado al grado de lavarles los pies sucios a ellos; también todos sus seguidores, inclusive nosotros, debemos experimentar esa clase de amor que brota en humildad. Jesús a la vez estaba tratando de enseñarles acerca de la pureza interna. No era necesario lavarles otra cosa más que los pies, porque eran los que estaban sucios, mientras que las almas de los discípulos estaban en pureza, con excepción de Judas. Cuando un discípulo de Cristo experimenta esa pureza de vida, también debe estar listo a llegar a cualquier extremo humillante, si éste culmina para gloria de Cristo y la salvación de las almas. Cuando todos en la iglesia tratan de ocupar el puesto más importante, hay conflictos. Hacerse persona más distinguida, más santa, más bonita, más preparada, mejor vestida, más adinerada y mejor remunerada en la iglesia o en el mundo es una actitud egoísta. Todos aparecemos en un mismo plano delante de Dios, juzgados de acuerdo con nuestros frutos visibles de nuestra vida. La humillación por parte nuestra resulta en enaltecimiento de nosotros delante de Dios. Dios aborrece la soberbia, el orgullo y la vanidad; sin embargo, ama a un corazón puro, humilde y sincero.
Debemos notar que en Juan 13:14-15, Jesús está enfatizando
el hecho de que aun los "grandes" deben dar frutos de la humildad y de
amor. La idea no es simplemente un acto de lavarle los pies limpios
a otros; pues en la actualidad, las iglesias que practican el lavamiento
de pies como un rito, lo anuncian, dejando tiempo para que cada uno lleve
sus pies de una vez limpios para la ceremonia. En ese caso, dijo
Jesús que los que están limpios no necesitan de tal cosa.
La idea de Jesús era algo mucho más profundo que el establecimiento
de un rito. Su plan era que los cristianos nos humillemos en verdad
a un grado semejante al del sirviente que hace las tareas más indeseables.
Una persona puede aun enorgullecerse de sus actos públicos de humildad.
Pero el plan de Jesús para nosotros es la humildad del corazón
lo cual resultará en la eliminación de todo interés
egoísta, al recibir sencillez de espíritu.
PREGUNTAS
1. ¿Tenemos interés nosotros en dar un buen ejemplo, así como Jesús siempre lo hizo?
2. ¿Siento yo que mi posición es muy alta como para hacer las tareas de la gente común? ¿Me siento degradado cuando no me rinden los honores que merezco?
3. ¿Espera Jesús que nos lavemos los pies unos a
otros en forma material, o que demostremos en nuestra vida diaria un corazón
manso y humilde tal como él lo hizo?
PENSAMIENTOS DE LA LECCION
1. La ocupación más humilde puede tener la disciplina adecuada para ocupar un lugar muy alto en los cielos.
2. La verdadera humildad consiste en vaciarnos del "yo", para ser llenados del Espíritu de Cristo.
3. La humildad consiste en aceptar el lugar que Dios nos ha dado.
4. El que no sabe doblar sus rodillas en oración humilde,
jamás será grande.
ILUSTRACION
EL HOMBRECITO DEL SACO DESTEÑIDO
Era una noche triste y fría. Un hombrecito con su
saco desteñido y un sombrero roto se acercó a una estación
del ferrocarril. En realidad él era un hombre rico, y deseaba
ayudar a los necesitados. Llegaba a esa estación dos o tres
veces por semana para encontrar a los que necesitaban de su ayuda.
Pero se vestía de esa manera con el fin de sentirse más cerca
de los pobres. esa noche, un soldado estaba sentado en la banca,
todo despreciado e infeliz. El hombre se le acercó y le dijo:
-¿Cuál es su problema?
El soldado le respondió:
-¿A usted qué le importa?
-Bien -dijo el hombre-, yo sólo pensé que
le podría ayudar.
-Nadie me puede ayudar -respondió el soldado.
El hombrecito le volvió a decir:
-De todos modos, dime cuál es tu problema.
El soldado le dijo:
-Yo tengo permiso para diez días. Iba en
camino a mi casa. Mis padres y hermanos me esperan; pero alguien
me robó el pasaje y la billetera. Ahora no tengo dinero suficiente
ni siquiera para regresar al campamento; y para decirle la verdad me siento
hasta desesperado por la casa.
El hombrecito le condujo a la ventanilla y le compró un
pasaje de ida y vuelta; le puso un poco de dinero en la mano y le dio su
tarjeta comercial. Dos semanas más tarde, el hombrecito recibió
una carta del soldado devolviéndole el dinero. En su carta
decía:
-Pasé el mejor de mis tiempos. Desde ahora
en adelante yo pensaré de Jesús como un hombrecito de saco
desteñido y sombrero roto.
¿Cuál es la imagen de Cristo que nosotros damos en nuestra vida diaria?
-W. Herschel Ford.
SUGERENCIAS PARA EL MAESTRO
PREPARACION
Consiga cuadros de la última cena de pascua, especialmente
uno en la cual Jesús le esté lavando los pies a los discípulos.
PRIMERAS PALABRAS
Escoja uno de los casos que daremos adelante y pídale
a su grupo que se formen una opinión al respecto. Luego examine
y compare esas opiniones con las escrituras.
LECTURA BIBLICA
Todos juntos lean Juan 13:1-5. Luego lean los versículos
6 al 15 a manera de diálogo, usando un narrador, Pedro y Jesús.
DESARROLLO DE LA LECCION
Cuénteles la historia de Jesús lavándoles
los pies a sus discípulos. Para lograr el significado de la
historia, use las siguientes preguntas:
1. ¿Por qué cree usted que Jesús estaba consciente de su misión?
2. ¿Por qué debía aprender Pedro?
3. ¿Por qué hizo esto Jesús a sus discípulos?
4. ¿Fue Judas el que escogió su propio destino? ¿Por qué?
5. ¿Cómo nos demuestra esto el amor de Jesús?
6. ¿Nos enseña esta escritura la ordenanza del lavamiento de pies?
7. ¿En qué se diferencia la ceremonia actual de lavamiento de pies con el acto de humildad enseñado por Jesús?
8. ¿Cuáles son las cualidades importantes del líder cristiano?
Analice los siguientes casos con el fin de aplicarles las enseñanzas de las Escrituras.
1. La hermana Marcela es presidenta de la Sociedad Femenil y desempeña su responsabilidad muy bien. Pero como tiene mucho que hacer, ella piensa que no deben ponerla en el comité social para servir el almuerzo. ¿Debería hacerlo? (Vea Hechos 6:1-7).
2. Don Tomás es el agente de una aseguradora en su distrito. Pero él busca sólo a los clientes ricos porque esas pólizas le dan mayor ganancia. ¿Será correcto eso? (Vea Eclesiastés 5:10).
3. La señorita Alicia ha sido secretaria privada del presidente de una gran corporación en la ciudad capital. Pero a causa de una enfermedad de sus padres ha tenido que volverse a su casa en un pequeño pueblo. El único trabajo disponible allí para ella es el de mesera de un comedor. ¿Debería aceptarlo? (Vea II Tesalonicenses 3:10).
4. Alberto tiene una voz bella y bien entrenada. Muchas veces actúa como solista en las mejores presentaciones de la ciudad, pero no le gusta cantar en el coro de la iglesia porque los demás allí casi no pueden cantar. (Será buena esta actitud? (Vea Mateo 7:3).
5. Al hermano Bonifacio le acaban de subir su posición en la compañía donde trabaja, pero su esposa piensa que ahora deben comprar una mejor casa y un mejor carro para que sea apropiado a su nueva posición económica. ¿Será bueno que lo hagan? (Vea I Pedro 3:1-4).
6. La señorita Ventura es la más arreglada entre
todas las demás de la iglesia, y siempre está lista a actuar
cuando se presenta un gran programa en la iglesia, pero jamás se
asoma cuando se trata de una limpieza general del templo. ¿Será
este el modelo para los siervos de Dios? (Vea Lucas 14:7-11).
CONCLUSION
Para concluir, cuénteles la ilustración "El hombrecito
del Saco desteñido" que dimos en la lección.