PARA ESTUDIO: Juan 14.
LECTURA DEVOCIONAL: Juan 16:7-15.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Juan 14:6.
LECTURAS DIARIAS
PROPOSITO
Comprender la provisión del Espíritu Santo para
llenar las vidas de los cristianos que se rinden completamente a Dios.
Darnos cuenta de nuestra necesidad y por todo lo que nos da el Espíritu
Santo.
INTRODUCCION
En el aposento alto en Jerusalén, Jesús les había
dado a sus discípulos una gran lección de humildad, cuando
les lavó los pies como un servicio de amor. A Juan le dijo
cómo sería él traicionado por Judas, mientras éste
se fue hacia una noche de tinieblas espirituales. Entonces les dijo
a los demás que la hora de su partida había llegado.
También le advirtió a Pedro de que le iba a negar en la hora
de la prueba. Jesús les suplicó que tuvieran amor los
unos para con los otros, y todos estaban muy inquietos por hacer preguntas.
El les había dicho desde mucho tiempo antes que todas esas cosas
habían de suceder. Les dijo que iba a morir. Eso les
molestaba mucho pero todo eso era porque hasta entonces no entendían
el plan de Dios. Este era más bien el ambiente cuando Jesús
les dio la promesa del otro Consolador, el Espíritu santo de Dios.
EXPOSICION DE LA LECCION
¿Cuáles fueron las preguntas que los discípulos
hicieron a Jesús durante ese tiempo corto de comunión en
el aposento Alto? Pedro le preguntó: "Señor, ¿a
donde vas?" "¿Por qué no te puedo seguir ahora?"
"Mi vida pondré por ti". Tomás le dijo: "No sabemos
a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?"
Felipe dijo: "Señor, muéstranos al Padre y nos basta".
Judas Tadeo, el hermano de Jacobo, le dijo: "Señor, ¿cómo
es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?" Jesús
les contestó sus preguntas, diciendo: "Yo soy el camino, y la verdad,
y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).
Jesús iba al Padre y era el camino hacia él; era la Verdad
del Padre y la vida misma. Después de que Felipe le había
pedido diciendo: "Muéstranos al Padre", Jesús les declaró
que el Consolador que les sería enviado, el Espíritu Santo,
les enseñaría todas esas cosas que ahora no podían
entender. Los hombres nunca encontrarán a Dios mediante sus
propios razonamientos, ni por la naturaleza, ni por filosofías vanas.
El Espíritu Santo, quien ha venido a ser el Consolador, es maestro
e intérprete de todas nuestras preguntas y dudas referente a la
vida cristiana y las escrituras.
I. INCLUIDOS POR LA PRESENCIA DEL ESPIRITU
(Juan 14:15-18)
Vrs. 15-18. Jesús estaba por dejar a sus discípulos, pero no les dejaría como huérfanos. El Espíritu Santo estaba pronto a descender para habitar en su Iglesia y en los corazones de los individuos que se rindieran a él. El Consolador es también Consejero; nos fortalece, nos sostiene y nos ayuda. Es nuestro Abogado. La evidencia de que amar al Señor consiste en guardar sus mandamientos. El Espíritu de consolación descendería sobre aquellos que aman al Señor. A él también se le llama el Espíritu de Verdad, porque vino a revelar, defender e interpretar la Verdad, tal como la vemos en Jesús. Al Espíritu se le llamó "otro Consolador", porque Jesús era "uno", y ahora estaba volviendo al cielo. Por eso el Espíritu sería "otro Consolador", quien vino a morar con nosotros para siempre. ¿Quién hace que el Espíritu llegue a los cristianos? Cristo es nuestro mediador entre Dios y los hombres. Jesús está a la diestra (mano derecha) de Dios intercediendo por nosotros; y el Espíritu está entre nosotros mismos para mostrarnos la voluntad de Dios e interpretar su Palabra. El Espíritu nos explica la naturaleza e importancia de la expiación, nos muestra nuestra necesidad y nos aconseja a recibirla. El nos muestra cómo mantenernos en comunión con Dios. Así permanecerá el Espíritu entre nosotros hasta el fin. Pero no podemos participar de sus beneficios, a menos que nos despojemos de nosotros mismos y le permitamos penetrar en nuestra vida incondicionalmente. Aquellos que no conocen al Señor están muy lejos de recibir la plenitud de su Espíritu, pues no comprenden las cosas espirituales; sus corazones todavía están llenos de deseos impuros y corruptos. Pero cuando hemos sido limpiados de nuestros pecados y nacido en ese nuevo nacimiento espiritual, podemos recibir también la plenitud del Espíritu Santo y experimentar su fruto en nuestra vida (Gálatas 5:22-26).
Cuando usted recibe a Cristo en su corazón, participa del
Espíritu; pero cuando le rinde por completo su vida, él penetra
plenamente en usted y le guía a una vida de santidad y amor perfecto.
PREGUNTA
1. ¿Podemos recibir el Espíritu Santo si no amamos a Cristo?
2. ¿Será necesario la obediencia para recibir el Espíritu?
3. ¿Qué hace el Espíritu Santo en nosotros?
II. ANIMADOS POR LA MANIFESTACION DIVINA
(Juan 14:19-21)
Vrs. 19-21. Muchas veces Jesús y los escritores
del Nuevo Testamento hacen referencia a la resurrección como una
prueba del día venidero cuando todos los creyentes en Cristo seremos
levantados a vida eterna con él. Porque Jesús está
sentado a la diestra del Padre intercediendo por nosotros, es que podemos
tener victoria en nuestra vida. Cuando él se levantara de
entre los muertos, los discípulos sentirían mayor seguridad
de que ciertamente él era uno con el Padre. Por la obra de
su Espíritu, Cristo siempre moraría en sus corazones. Si
uno le conoce y obedece sus mandamientos es señal de que le ama
y le ha recibido como Salvador de su alma; lo mismo sería en el
sentido contrario. Fue poco después de la resurrección
de Cristo que el Espíritu Santo descendió sobre aquellos
fieles creyentes que le esperaban en oración. La presencia
del Espíritu era la prueba más grande de la resurrección
del Señor. Ese día hubo muchas manifestaciones de la
presencia del Espíritu, y así ha sido a través de
los años. Recibieron poder, paz, gozo amor, consuelo, victoria
en la tentación, poder para testificar y ánimo aun para morir
para que su palabra fue proclamada. Todo esto fue además de
algunas manifestaciones físicas que se hicieron necesarios a causa
de las condiciones locales del pueblo reunido. ¿Acaso no es
algo muy indispensable ser cristianos llenos del Espíritu Santo?
PREGUNTAS
1. ¿Cómo está presente Jesús en el mundo de hoy?
2. ¿Cuál es la base para una comunión estrecha con Dios (Juan 14:21).
3. ¿Cómo se manifiesta Dios a nosotros?
III. UN ANDAR DE SANTIDAD POR EL ESPIRITU
(Juan 14:22-24)
Vrs. 22-24. Judas el hermano de Jacobo (Lucas 6:16) no pudo
entender el significado espiritual de las palabras de Cristo. El
pensó que la manifestación de Cristo sería de una
apariencia corporal en gloria delante de todo el mundo, para juzgar a todas
las naciones y establecer el reino de los judíos en aquel mismo
tiempo. Jesús le explicó que aunque los discípulos
le amaran, el resto del mundo no. Por eso, en su gracia y poder,
únicamente se revelaría a los suyos. El gozo de la
presencia de Dios en el corazón de los seguidores de Cristo es una
relación personal e individual, y consiste en la obediencia a su
palabra. Con todo su corazón debe desear hacer la voluntad
de Dios. Una vida llena del Espíritu Santo también
es una que brota de amor sincero. Hay deleite en caminar en sus sendas;
hay paz al morar en él; hay seguridad cuando el Señor hace
de nuestra vida su templo para habitar.
PREGUNTAS
1. ¿Puede tener el Espíritu santo uno que no ha recibido a Cristo en su vida?
2. ¿En qué sentido vive el Espíritu Santo en nosotros?
3. ¿Con qué autoridad prometió Jesús
enviar el Espíritu Santo?
IV. ILUMINACION POR SU ESPIRITU
(Juan 14:25-26)
Vrs. 25-26. El Espíritu Santo nos ha sido dado como
Maestro. Podemos entender muy bien por qué razón los
discípulos no sabían cómo conocer la voluntad de Dios.
Además, los Evangelios no fueron escritos conforme los eventos iban
sucediendo. Ellos tenían el Antiguo testamento, pero no conocían
nada del Nuevo, pues no existía. Este surgió cuando
el Espíritu Santo les trajo a sus memorias todos los eventos y enseñanzas
para que las escribieran en los libros que ahora conocemos. Jesús
les estaba prometiendo ahora que el Espíritu Santo les traería
todo eso a sus memorias. Si el Espíritu no hubiera sido enviado,
no tendríamos las historias tan completas que tenemos en los evangelios.
Mas bien tendríamos tal vez algunos libros con ideas vagas y contradictorias
entre sí. Pero lo que ilumina el Espíritu es siempre
perfecto, y podemos confiar en su palabra.
PREGUNTAS
1. ¿Quién es el Consolador?
2. ¿Cuál es el valor de la presencia del Consolador?
3. ¿Quién permanece trayendo a nuestra mente los pasajes de las Escrituras que son más adecuadas a los casos particulares que estamos afrontando?
4. ¿Quién nos da promesas adecuadas cuando estamos
atravesando alguna prueba física o espiritual?
PENSAMIENTOS DE LA LECCION
1. La paz reina cuando el Espíritu Santo entra en el corazón.
2. Gozo es el resultado de obedecer a Dios.
3. Nada puede quitar el gozo del cristiano, sino el pecado.
ILUSTRACION
TU SABRAS DONDE ESTOY
Un anciano predicador estaba gravemente enfermo. El doctor le dijo que podría vivir sólo unos pocos días más. Su hijo era también predicador en un pueblecito que se encontraba a unos 400 kilómetros de distancia. Pronto lo mandaron llamar, porque su padre parecía que iba a morir. El llegó pronto y pasó día y noche a lado de la cama de su padre. Se llegó el sábado y no se veía ninguna esperanza. Pero él le dio una mirada a su hijo, y le dijo: "Vete a predicarle a tu congregación mañana, hijo. Si yo no estoy aquí cuando vuelvas, tú sabrás dónde estoy".
-W. Herschel Ford.
SUGERENCIAS PARA EL MAESTRO
PREPARACION
Use una vez más el cuadro de la última cena porque
nos da la ocasión de la lección. Prepare pizarrón
y marcador o yeso si su pizarrón es para yeso.
PRIMERAS PALABRAS
¿Quién es la mejor ayuda para una persona que está
tratando de ser cristiana? Seguramente mencionarán varias
personas; pero usted debe enfatizar la ayuda del Espíritu Santo,
el Consolador que es más importante. Jesús nos muestra
esto en la lección de hoy.
LECTURA BIBLICA
Léala de manera antifonal.
DESARROLLO DE LA LECCION
Prepare la clase para que busquen en las Escrituras las mejores
respuestas a las preguntas que se dan adelante. Puede escribirlas
en el pizarrón. Deje que cada alumno lo haga separado, o que
lo hagan en grupos.
1. ¿Cómo podemos mostrar nuestro amor a Cristo? (Juan 14:15,21,24).
2. ¿Quién es el Consolador, y qué hace él por nosotros? (Juan 14:16-18, 26).
3. ¿Qué ayuda disfruta el cristiano, que no lo disfruta
el inconverso? (Juan 14:19-23).
CONCLUSION
Dios, en su Plan de Salvación, nos provee un Ayudador
y Consolador. ¿Lo ha recibido usted?