LECCION No. 13
¿POR QUIEN ORO JESUS?

PARA ESTUDIO: Juan 17.
LECTURA DEVOCIONAL: I Timoteo 2:1-8.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Juan 17:22.
 

LECTURAS DIARIAS

Lunes: Juan 17:1-10.
Martes: Juan 17:11-19.
Miércoles: Juan 17:20-26.
Jueves: Efesios 4:1-8.
Viernes: I Corintios 3:1-7.
Sábado: I Corintios 3:10-17.
Domingo: I Timoteo 2:1-8.
 

PROPOSITO

 Aprender lecciones de la oración sacerdotal de Cristo que nos ayuden para saber cómo orar por otros; conocer cuál es el amor que debe mover toda oración.
 

INTRODUCCION

 La obra del Señor en la tierra estaba prácticamente terminada.  Ya había pasado la última cena de pascua.  El ya había lavado los pies de los discípulos.  Había abierto completamente su corazón a ellos.  Ya había terminado su misión en la tierra.  Sin embargo, su obra más grande todavía se encontraba por delante: el ser levantado de la tierra sobre la cruz.  Ahora le vemos teniendo comunión con su Padre de manera que los discípulos pudieran escucharle.  Entonces se nos dice (Juan 18:1 que fue con sus discípulos al Huerto del Getsemaní.

  Los otros Evangelios nos dicen que él tomó a tres de sus discípulos y que se apartó de ellos para orar.  "Si es posible pase de mí esta copa... mas no como yo quiera, sino como Tú". Nosotros creemos que él no estaba tratando de evadir la muerte sobre la cruz, porque para eso había venido al mundo; tenía que completar la voluntad del Padre en el gran plan de la redención.  El se encontraba orando y pidiendo que no le fuera a sorprender una muerte prematura en el huerto, antes de ir a la cruz.  Un ángel vino y le consoló allí.  Parece que la oración por sus discípulos, era por ellos y por nosotros; mientras que su oración en el huerto fue su última súplica al Padre antes de completar la obra de redención.
 

EXPOSICION DE LA LECCION

 ¿Cómo podemos hacer un comentario acerca de esta oración, si la oración del Señor es por sí mismo?  Sabemos que no tenía mucho que pedir para sí mismo, excepto que el Padre fuera glorificado en el Hijo con la gloria que tenía desde la eternidad.  Su obra en a tierra casi estaba terminada.  En la oración que hizo por sí mismo manifestó la grandeza de su corazón.  Martín Lutero decía "Esta es una oración en la cual el Señor descubre para el Padre y para nosotros, las profundidades de su corazón y a la vez derrama sus tesoros.  Un comentarista también dice que una oración especial es el resultado de una disposición especial.  Su vida era una vida de oración.  El principiaba y terminaba cada día precisamente con oración; él principiaba a orar por la mañana mucho antes que amaneciera.  A veces pasaba toda la noche en oración.  Cuando las madres le traían sus niños, él ponía sus manos sobre ellos y oraba.  El escogió a los doce apóstoles después de orar toda una noche.  Después de un día de mucho trabajo, se iba al desierto.  El se encontraba orando cuando el Espíritu descendió sobre él en su bautismo .  El estaba orando en el momento de la transfiguración sobre el monte.  El que enseñó a orar a la Iglesia y que le dejó tal oración como ésta, oraba bastante.  Cuando dirigió esta oración registrada en Juan 17 él agonizó pensando en aquellos por quienes estaba orando.  Nosotros debemos entrar al santuario de la oración allí en su presencia, a suplicar la iluminación del Espíritu, mientras meditamos en esta oración que el apóstol Juan nos registra.  Ojalá que esta oración nos mueva a andar con Dios y serle más obedientes que nunca.
 

I.  LA GLORIA DEL PADRE Y EL HIJO
    (Juan 17:1)

 v. 1.  por las edades estuvieron esperando la venida del Señor Jesús.  El vino y terminó su obra sobre la tierra.  Ahora había venido la hora crítica, era el objetivo de su venida; así él haría posible nuestra salvación.  Esta hora decidiría el destino de la humanidad, según fuera la reacción de éstas al significado de esta hora.  Primeramente el Señor oró por la gloria del Padre.  Antes de la eternidad, Jesús había dado toda la gloria a Dios; cuando el mundo fue hecho, se convirtió en nuestro Salvador.  Ahora al estar terminada la obra de nuestra redención, una vez más se encuentra glorificando al Padre.  Algunos le habían reconocido como el Mesías.  Esto fue porque él había dado pruebas amplias de ser aquel que fue predicho por los profetas y los ángeles.  Asimismo él también era el salvador de mundo gentil.  Ahora, al morir oró manifestando el eterno propósito de Dios en amor, justicia y santidad.  Sí, aún en esta hora cuando se encontraba listo a ofrendar su vida para hacer la voluntad del Padre y reconciliar al mundo con Dios, el glorificó al Padre.
 

PARA MEDITACION

 Lea Juan 17:1-5 y piense en lo que significa la vida eterna y cuáles son las condiciones para conocer y experimentar esta vida.
 

II.  LA PRESERVACION DE LOS DISCIPULOS DEL SEÑOR
     (Juan 17:6-10)

 Vrs. 6-10.  Mientras Jesús oraba por sus discípulos, meditemos también en lo que había hecho por ellos.  Les había revelado al Padre.  A Dios se le conocía un poco por la obra de su creación, y mucho más por las revelaciones dadas a Moisés.  Pero la manifestación completa de Dios vino solamente en Cristo.  Ahora tocaba a los apóstoles la propagación de esta revelación a través de sus predicaciones y escritos para todo el mundo.  Aunque los judíos como nación rechazaron a Jesús, de entre ellos salieron los discípulos para recibir la gracia que les permitía ser heraldos de las Buenas Nuevas.  Ellos le habían aceptado como Cristo, el amado Hijo de dios.

 Jesús les impartió las mejores enseñanzas acerca de Dios y el plan de salvación.  Ellos habían reconocido a Cristo como el Mesías y el Salvador, y habían aceptado sus doctrinas como divinas.  Más adelantes (Juan 17:20), Jesús oró por todo el mundo. Ahora se encontraba orando por estos mensajeros de Dios para que ellos pudieran estar preparados, dotados de poder y santificados por la verdad para que pudieran ser guardados del mal, aún estando en el mundo.  El oró para que ellos tuvieran gozo en ser mensajeros del Señor de la gloria.

 Cristo habló de las cosas que sucederían como si ya eran una realidad; es decir, la glorificación del nombre de Dios por el ministerio de estos apóstoles.  Estos hombres, según Juan 17:17-18, deberían ser separados, dedicados a Dios para su gloria.  También debían ser santos y puros, ejemplos de justicia y santidad, para aquellos a quienes proclamarían la salvación de Dios.  ¿Es usted discípulo de Dios?  Esta oración también es por usted.  ¿Está el Señor siendo glorificado en su vida?
 

PARA SU MEDITACION

 Lea Juan 17:6-19. Descubra cuál es la palabra y la doctrina que el Señor desea que los discípulos experimentaran y la compartieran con otros.  ¿Cuál debe ser la fuente de su gozo?  ¿En qué sentido se encontraba Cristo santificándose a sí mismo? (vr. 19 y Hebreos 9:11-13).
 

III.  UNIDAD DE LA IGLESIA POR EL AMOR DIVINO
      (Juan 17:20-24)

 Vrs. 20-24.  Esta oración del Señor atraviesa las edades y llega a todo creyente en el Señor Jesús.  Mientras él oraba, el clamor de su corazón era que ellos pudieron tener la mayor de todas las bendiciones: unidad, paz, amor y gloria eterna.  La oración fue contestada literalmente en la iglesia primitiva, donde todos eran de "un corazón y un alma" (Hechos 4:32).  ¿Por qué no tenemos este ambiente ahora?  No hemos seguido el ejemplo de Cristo.  No hemos declarado toda la verdad de Dios.  No hemos practicado toda la verdad divina.  Debemos hacer algo más.  ¿En qué manera podemos tener más unidad en la Iglesia?  ¿Cómo podemos obtener lo que el Señor tiene para nosotros?  ¿Qué debemos hacer para lograr que el mundo crea en Cristo?  Es la unidad del Padre con el Hijo; la perfección de su amor en el corazón humano; el mirar hacia la gloria de Dios y el permanecer en su presencia para siempre.  Es lo que nos nueve a vivir con gozo y victoria, preocupados por la salvación de otros y listos a ser usados por él.  Esto nos hace uno en Cristo, y contesta la oración por nuestra unidad.
 

PARA SU MEDITACION

 Lea nuevamente Juan 17:20-26, y ore para que cada uno de nosotros podamos conocer la gloria de su presencia ahora; para que podamos estar listos a gozarnos en su presencia en el cielo.  Ore para que todos podamos ser contagiados por la carga del corazón de Dios por la salvación de otros.  Oremos para que su amor reine en nuestros corazones hasta que su oración sea contestada en nuestra vida, y que a través de nosotros, también lo sea en otros con quienes hagamos contacto para su gloria.
 

PENSAMIENTOS DE LA LECCION

1.  El hijo de Dios no tiene lugar donde descansar, excepto en el amor de su Señor y Salvador.  Recuerde que él oró por usted antes que usted naciera (Juan 17:20).

2.  Nosotros no podemos mirar al Libro de la Vida para ver si nuestros nombres están escritos allí; sin embargo, podemos ver la Palabra de Dios y decir honestamente que hemos recibido a Cristo, y estamos descansando en sus promesas y en su fidelidad.  Así tenemos la evidencia de nuestra relación con Dios.

3.  El pueblo de Cristo constituye el templo donde Dios muestra su gloria para la tierra.  Por eso dice él: "Yo soy glorificado en ellos".

                                            -Marcus Rainsford.
 

4.  Cuando Cristo vea en nuestras oraciones una respuesta a su oración, él quedará satisfecho (Isaías 53:11).  ¿Está él satisfecho con la vida suya y la mía?
 

 ILUSTRACIONES
¿PESA O NO LA CRUZ?

 En una ocasión se estaba representando la pasión de Cristo.  Al terminar el drama un oyente pidió ser fotografiado con la cruz que había representado a la de Cristo; pero cuando le dijeron que la tomara no pudo levantarla.  Entonces le dijo al hermano que había representado a Cristo con la cruz en el drama:
   -Hermano, ciertamente es muy pesada.
   -Sí -dijo el actor-, yo no puedo representar al Señor con una cruz que no pese.  Ciertamente necesitamos estar identificados con él.
 

LA ORACION DE CRISTO POR USTED, DEBE SER LA SUYA POR OTROS

 Un niño fue convertido al Señor y añoraba la salvación de su tío, pero no era permitido en su familia que se le hablara a sus mayores sin que ellos le hablaran primero.  Un día su tío le dijo:

   -Hijo, ¿por qué está tan gastado tu pantalón de las rodillas?
El niño contestó:
   -Tío, las rodillas de mi pantalón se han gastado de orar por usted.  Cuánto deseo que Dios le haga cristiano.

 El tío quedó tan conmovido que en pocos minutos estaba arrodillado clamando a Dios por su salvación.
 
 

 SUGERENCIAS PARA EL MAESTRO

PREPARACION
 Use un cuadro donde está Jesús orando.  Distribuya preguntas para la discusión.
 

LECTURA BIBLICA
 Pida a un miembro de la clase que lea la oración del Señor.  Si hay tiempo, que lea todo el capítulo.
 

DESARROLLO DE LA LECCION
 Que la clase piense de acuerdo a las Escrituras, respuestas adecuadas para las preguntas siguientes:

1.  ¿Cómo podría el Señor ser glorificado en morir?

2.  ¿En qué forma había Cristo manifestado a Dios a sus discípulos?

3.  ¿Qué ayudó a los discípulos para entender que Cristo era el Hijo de Dios enviado del cielo?

4.  ¿Por quién estaba orando Cristo en Juan 17:9?  ¿Cómo puede él ser glorificado en nosotros?

5.  ¿Por quiénes estaba Cristo orando en Juan 17:20?

6.  ¿Cómo puede el mundo creer en Cristo? (Juan 17:21,23).

7.  ¿En qué sentido nos ha dado el Señor de su gloria?

8.  ¿Qué pidió Jesús para sus discípulos? (Juan 17:24).

 Use las preguntas siguientes para discusiones en grupo, y que informen después.
 

LA VIDA DE ORACION DE UN CRISTIANO

1.  Haga una lista de personas por las cuales deberíamos orar.  Explique por qué ha sido incluida cada persona.

2.  ¿Es necesario tener un lugar y un tiempo asignado para orar?  ¿Por qué?  ¿Cuándo?  ¿Dónde?  ¿Cómo puede mantenerse una vida cristiana adecuada?

3.  ¿Qué clases de oraciones hay?  Acción de gracias, de peticiones, de alabanza, de intercesión, etc.  ¿Cuándo debemos usar cada una de estas clases?

4.  ¿Cuáles no son en realidad oraciones?

5.  Use algunas otras ideas para tener una vida efectiva de oración?
 

CONCLUSION
 Termine con un tiempo de oración silenciosa, pidiendo a cada persona que examine su vida privada  de oración.  Algunos pueden sentirse guiados a orar recio, y está bien que lo hagan.