PARA ESTUDIO: Juan 7 - 9.
LECTURA DEVOCIONAL: II Corintios 4:1-6.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Juan 8:12.
LECTURAS DIARIAS
PROPOSITO
Tratar de caminar en la luz de la Palabra y voluntad de Dios,
y darnos cuenta que las bendiciones morales y espirituales son un resultado
de la luz que Cristo nos da.
INTRODUCCION
En el evangelio según San Juan se registran siete señales
de Jesús. 1) Transformación del agua en vino (Juan
2:1-11). Sanidad del hijo de un noble (Juan 4:46-51). 3) Sanidad
del paralítico de Betesda (Juan 5:1-47). 4) Alimentación
de los 5000 (Juan 6:1-14). 5) Cuando Jesús caminó sobre
las aguas (Juan 6:15-21). 6) Sanidad del ciego (Juan 9:1-41).
7) La resurrección de Lázaro (Juan 11:1-57). Es el
sexto de estos milagros que nos hace ver a Jesús como la Luz del
mundo. Primero había enseñado y sanado en Capernaum,
en camino hacia Sidón y tiro. Luego regresó al área
del Mar de Galilea en donde alimentó a los 4000, tal como lo encontramos
en Mateo y Marcos. También hizo una visita breve a Jerusalén
durante la fiesta de los tabernáculos, y fue cuando pronunció
sus palabras sublimes: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba"
(Juan 7:37). Después de perdonar a la mujer que había
sido tomada en adulterio y acusada por los fariseos delante de él,
Jesús se declaró a sí mismo por primera vez como la
luz del mundo. Luego predicó varios mensajes en relación
a la Verdad, su muerte, el hecho de ser uno con el Padre y otros. Estas
palabras fueron las que despertaron odio y atentados de muerte. Mientras
los judíos le acusaban de blasfemias, entramos a los eventos del
capítulo 9 con la sanidad del ciego de nacimiento. Esto ocurrió
en la segunda mitad del tercer año de su ministerio (29 D. C.).
Esto resultó en la más grande oposición bien organizada.
EXPOSICION DE LA LECCION
En el Antiguo Testamento, Dios le dijo a Moisés que le dijera a su pueblo oprimido que "YO SOY" lo había enviado a ellos para libertarlos y conducirlos a la tierra que desde mucho antes había prometido darles (Exodo 3:14). Con este título que Dios dio a Moisés de sí mismo, le estaba prometiendo su presencia constante en toda la tarea que tenía por delante. En muchas oportunidades, Dios había demostrado que era el mismo "ayer, hoy y por los siglos".
En el Evangelio de Juan encontramos mencionado siete veces "YO SOY", y cada una prueba la deidad de Cristo. Se nos da su naturaleza divina para aumentar nuestra confianza en él. Jesús dijo:
1. YO SOY el Pan de Vida (Juan 6:35).
2. YO SOY la luz del mundo (Juan 8:12).
3. antes que Abraham fuera, YO SOY (Juan 8:58).
4. YO SOY el Buen Pastor (Juan 10:11);
5. YO SOY la Resurrección y la Vida (Juan 11:25).
6. YO SOY el Camino, la Verdad y la Vida (Juan 14:6).
7. YO SOY la Vid Verdadera (Juan 15:1).
Nosotros pensamos de Jesús como la luz, la luz de la vida.
"Si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión";
pero si andamos en tinieblas, ¿entonces qué? Naturalmente
estamos muertos espiritualmente.
I. EL PODER DEL SEÑOR REVELADO EN SUS OBRAS
(Juan 9:1-7)
Vrs. 1-5. Después de salir del templo en donde los judíos le iban a apedrear, Jesús seguramente se dirigió al Monte de los Olivos a orar. El día siguiente, sábado, encontró a un hombre que había nacido ciego, sentado pidiendo limosna. Había una creencia entre los fariseos y otros grupos, que las almas de los hombres a veces eran enviados a otros cuerpos para castigarlos por algún pecado cometido. Pero Jesús les hizo ver claramente que la ceguera de este hombre no era consecuencia de algún pecado cometido por él ni por otra persona. Aclaró que Dios por este medio quería conducir a este hombre a la salvación de su alma; y también para que fuera de provecho espiritual para todos, y proclamar la gloria de Dios. Las marcas en su cuerpo eran resultado de pecados en su alma. En la actualidad también hay algunos grupos extremistas que afirman que cuando una persona se enferma, es señal de que ha cometido pecado o que la enfermedad es resultado de estar poseído de demonios. Esta idea es falsa, porque no está de acuerdo con las Escrituras. Dios declaró, por ejemplo, que Job era hombre perfecto y recto (Job 1:1,8); sin embargo, fue azotado por una terrible enfermedad de sarna. Mientras padecía su enfermedad, pronunció muchas palabras; Sin embargo, la Biblia afirma que "en todo esto Job no pecó" (v. 10). Todos sabemos que la enfermedad es un producto del "pecado" en general, pero no necesariamente por los "pecados" en particular. Dios tiene muchos propósitos para cada suceso de nuestra vida; y eso es precisamente lo que Jesús les explicó en esta ocasión. Dios quería mostrar el poder y la gloria de su Hijo por medio de este ciego de nacimiento, y al mismo tiempo, alcanzar el alma de este pobre hombre. La sanidad de este ciego sirvió como una ilustración para enseñarles a todos que Jesús es la luz del Mundo. Además, hizo sobresalir la necesidad de cada uno de andar en esa luz.
Juan 9:6-7. Cuando Dios hace una obra, la hace según
su voluntad. No sabemos por qué hizo lodo con saliva para
ponerlo en los ojos del ciego y sanarle. Los judíos pensaban
que había cierta virtud sanadora en la saliva, pero el hecho de
mezclarla con lodo restaría toda posibilidad del milagro. Muchas
veces Dios usa medios que hacen que las cosas parezcan más difíciles
con el fin de mostrar su poder. En este caso, el hecho de mezclar
saliva con tierra y colocarla en los ojos del ciego, haría más
notable el milagro. En cuanto al ciego, el lodo en sus ojos no podría
hacer otra cosa que aumentar su fe. Bien sabemos que los seres humanos
tienen la tendencia a creer cuando ven algo físico o cuando lo sienten,
que cuando no ven nada. Naamán el leproso en un principio
rehusó seguir lo prescrito por el profeta Eliseo para su sanidad,
porque a él le parecía extremadamente ilógico e improbable;
pero finalmente se rindió y obedeció, obteniendo los resultados
grandes que todos ya conocemos (II Reyes 5). El estanque de Siloé
a donde el ciego se tuvo que ir a lavar, se encontraba al extremo sur del
acueducto que Ezequías había construido para llevar agua
a la ciudad de Jerusalén (II Reyes 20:20). Siloé significa
"enviado". El ciego, al ser enviado al estanque de Siloé,
creyó, obedeció, y regresó viendo. Dios siempre
nos da la oportunidad de obedecerle, no importando cómo sean sus
instrucciones, simples, o difíciles. Lo importante es que
él obra maravillosamente en nosotros.
PREGUNTAS
1. ¿Por qué nació ciego este hombre?
2. ¿Por qué le sanó Jesús? (Juan 9:3).
3. ¿Puede Dios obrar en nosotros sin obediencia? (Juan
9:7).
II. LA FE DEL CIEGO REVELADA EN SU ADORACION FIEL
(Juan 9:35-38)
Vrs. 35-38. El ciego que ahora veía estaba evidentemente
listo para que Jesús se le revelara. Seguramente él
no sabía que era Jesús quien hablaba con él; pues
al sanarle no pudo verle, porque el abrió los ojos hasta después
que fue al estanque a lavarse. Sin duda lo vio y no lo reconoció.
Tan pronto como Jesús se le reveló quien era, le adoró,
lo cual era prueba de su fe en él. Aunque no le conocía
físicamente ya le había recibido en su corazón.
Su salvación hizo desatar una persecución contra él,
y aun su padre estaba siendo interrogado por esta causa. El que había
sido ciego, valientemente testificó de Cristo delante de los del
senado. Notemos sus declaraciones: "Una cosa sé, que habiendo
yo sido ciego, ahora veo", (Juan 9:25); "Si éste no viniera de Dios,
nada podría hacer" (v. 33). Los judíos, ciegamente
estaban dispuestos a no creer, al grado que le echaron fuera para que no
siguiera hablando. Esto es precisamente lo que hacen algunos que
se llaman cristianos en nuestros días. Les han enseñando
a ser tan fieles a las doctrinas de su religión, que ciegamente
rehúsan oír las palabras sabias que Dios les envía
por medio de sus siervos, sólo por defender una doctrina.
Esta es ceguera espiritual. Ante rechazos, como los que estaba siendo
objeto este hombre que había sido ciego, Jesús sintió
que necesitaba ánimo y un contacto más completo con su Salvador.
Por eso lo buscó para fortalecerle. ¿Qué podía
hacer aquella pequeña persecución cuando él había
sido tocado por el gran médico del cuerpo y del alma.
PREGUNTAS
1. ¿Sería este milagro el resultado de la fe personal del ciego?
2. ¿Somos agradecidos con Dios cuando recibimos algo de él, así como este hombre?
3. ¿Somos prontos a creer así como él lo
hizo?
III. LA CULPA DE SUS ACUSADORES REVELADA EN SU IRA MALICIOSA
(Juan 9:39-41)
Los fariseos eran orgullosos y confiaban en su propia opinión.
Ellos se vanagloriaban de que miraban, pero su visión espiritual
era más obscura que la ceguera física de aquel hombre que
había sido sanado. La incredulidad hizo que su ceguera espiritual
fuera peor. El hecho de considerarse justos a sí mismos les
traía mayor responsabilidad y mayor condenación. Tal
vez hubieran sido más receptivos, si nunca hubieran tenido conocimiento
de la verdad. Pero ellos no tenían excusa, porque ellos mismos
estaban declarando o pretendiendo que tenían toda la luz necesaria.
Si hubieran estado conscientes de su ceguera espiritual, hubieran dejado
penetrar en sus vidas la luz que es Cristo; pero ellos en forma deliberada
cerraron sus ojos para no ver y sus oídos para no oír.
Por eso eran responsables de sus pecados. La luz les fue quitada
porque abusaron de la misericordia de Dios. ¿Acaso no es ésta
la razón por la que se les cerró las puertas del evangelio
a los judíos, y para que las mismas se les abriera a los gentiles?
PREGUNTAS
1. ¿Qué es peor, la ceguera física o la ceguera espiritual? ¿En qué sentido?
2. ¿Cree usted que Jesús acusó a los fariseos de ser ciegos?
3. ¿Cómo se puede curar la ceguera espiritual?
4. ¿Está usted siempre listo a recibir la luz que
Dios le da para su vida espiritual diaria? ¿La obedece?
PENSAMIENTOS DE LA LECCION
1. La hora del juicio y de la muerte abrirá los ojos de muchos que han rechazado la luz en esta vida; pero entonces será tarde.
2. Lo que sucedió ese día no fue la excomunión del ciego por los dirigentes religiosos, sino que este hombre en comunión con Cristo excomulgó a la religión organizada y formalista.
3. Cristo todavía resplandece y aun con una luz más brillante que en los días de su estancia corporal en esta tierra. Ahora tiene miles reflectores, en vez de doce. Miles de corazones resplandecen con la luz de la palabra de Cristo.
C. H. Spurgeon.
ILUSTRACION
UNA COSA SE
Supongamos que hoy en el culto aparece una persona extraña que se pone de pie y dice:
"Hermanos, yo he venido para unirme con ustedes. Conozco el Nuevo Testamento en Griego; también he leído mucho en latín y entiendo la Vulgata. si ustedes gustan, ahora les puedo recitar el primer capítulo de Marcos en Griego o el segundo capítulo de Exodo en Hebreo. También desde mi juventud he dedicado mucho tiempo para estudiar las ciencias naturales. Soy maestro de retórica y puedo razonar en forma lógica".
Supongamos que siguió diciendo todo lo que conocía acerca de negocios y sus muchas habilidades, y que después de todo eso continuará diciendo:
"Tengo mucho conocimiento teológico; he leído los escritos de los padres de la iglesia; he estudiado bien a San Agustín y podría hablar de todos los grandes tomos escritos en tiempos antiguos. También estoy bien familiarizado con todos los escritores del tiempo de la reforma y he estudiado a los puritanos completamente con toda su historia. Yo puedo mostrarles todas las diferencias entre los más grandes maestros de la reforma".
Después de contarnos todo eso, lo primero que haría yo es preguntarle asuntos como estos:
¿Se sintió usted alguna vez pecador? ¿Sintió usted que Cristo es un Salvador precioso, y ha puesto su confianza en él? Todo lo que usted ha aprendido es magnífico en su lugar; jamás despreciaría yo tales conocimientos, y quisiera que todos fuéramos bien preparados. Pero toda la sabiduría humana junta no puede ser comparada con el hecho de que "una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo" (Juan 9:25).
-Carlos H. Spurgeon.
SUGERENCIAS PARA EL MAESTRO
PREPARACION
Consiga, para mostrar, un cuadro de Jesús sanando al ciego.
Prepare el salón de clase de manera que pueda quedar bastante obscuro,
si es posible.
PRIMERAS PALABRAS
Mantenga las puertas cerradas, si se puede, antes de empezar
la clase, de modo que el cuarto parezca por lo menos algo oscuro.
Al estar listo para principiar, abra las puertas o encienda las luces,
para que todos puedan apreciar el valor de la Luz. La lección
de hoy nos muestra cómo Cristo da luz a aquellos que son ciegos
espirituales de nacimiento y por voluntad.
LECTURA BIBLICA
Lea a manera de diálogo, usando un narrador, un discípulo,
el ciego y un fariseo.
DESARROLLO DE LA LECCION
Para descubrir las verdades de esta lección, responda
a las siguientes preguntas:
1. ¿Son las enfermedades físicas un resultado del pecado en general, o de los pecados cometidos individualmente por la persona enferma?
2. ¿A qué se comparó Jesús? ¿Por qué?
3. ¿De qué manera sanó Jesús al ciego? ¿Qué más hizo por el ciego después de darle la vista física?
4. ¿En qué sentido eran ciegos los fariseos?
Ahora lean los pasos siguientes y determinen qué personas son ciegas espiritualmente y qué puede hacer la luz de Cristo por ellas. (Se da nombres supuestos).
1. Los de la familia Alvarado han sido miembros de la Iglesia por muchos años, pero asisten sólo al culto devocional los domingos.
2. Alberto jamás siente tener dinero suficiente para dar sus diezmos u ofrenda a la iglesia.
3. La señora de González asiste a la iglesia con toda regularidad, pero nunca toma parte activa en ella porque es muy tímida.
4. Don Carlos es un magnífico comerciante y lleno de éxito en sus negocios, pero nunca tiene tiempo suficiente para colaborar en la iglesia.
5. Julieta no quiere ser parte de las masas, por eso no tiene interés en la iglesia?
6. Guillermo quiere ser parte de las masas, por eso no tiene interés en la iglesia.
7. Juana no entiende por qué no le cae bien a los demás
en la iglesia; pero ella siempre está diciendo las peores cosas
acerca de los demás.
CONCLUSION
Es mejor no seguir siendo ciegos espirituales, porque Cristo
ha venido para ser la luz del mundo.