LECCIÓN No. 12 (regresar
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LA TENTACIÓN DE JESÚS
PARA ESTUDIAR: Mateo 4:1-11; Marcos 1:12-13; Lucas 4:1-13.
ASÍ VIVIÓ JESUCRISTO. Página 30 (últimas
líneas) – 34.
PARA HACER
NIVEL A
Debemos considerar la tentación de
Jesús en dos niveles: lo que es semejante a las tentaciones que
nosotros los hombres sufrimos y lo que era muy especial y único
para el Señor Jesús como el Mesías.
-
Después de los cuarenta días, ¿qué sufría
Jesús? ¿Por qué sería esto importante
con relación a la primera tentación?
-
¿Qué ve usted en esto que puede servir de advertencia para
nosotros?
-
¿Qué puede representar el pan de esta tentación para
nosotros?
-
¿Cómo respondió Jesús a esta primera tentación?
(Expréselo en sus propias palabras). ¿Qué significa
esto para nosotros?
-
¿Tenía poder Jesús para hacer pan de las piedras?
¿Puede usted o cualquier hombre hacer pan de las piedras?
Si Jesús hubiera hecho pan de las piedras, ¿hubiera vivido
y sufrido como viven y sufren los hombres? Entonces, ¿cuál
hubiera sido el resultado si Jesús hubiera cedido a esta tentación?
(Piense bien).
-
Seguidamente el orden de Mateo. ¿Qué dijo Satanás
en la segunda tentación, la de lanzarse del pináculo del
templo, para hacerla más fuerte? ¿De dónde sacó
sus palabras? (Sus propias palabras).
-
¿Cuál sería el propósito de insinuarle a lanzarse
del templo, o qué podría ganar Jesús por hacer eso?
-
¿Cómo respondió Jesús?
-
Lanzarse así del templo pareciera ser una demostración de
fe muy grande en Dios. Pero lea con cuidado el trasfondo de la respuesta
de Jesús en Deuteronomio 6:16 y Éxodo 17:1-7. ¿Qué
muestra mayor fe: Ponerse en peligro a propósito para ver
si Dios responde y salva, o confiar que ciertamente Dios cuidará
y salvará en tiempo de verdadero peligro? ¿Le agrada
a Dios lo primero?
-
(Vea la pregunta No. 7 y su respuesta). ¿Será permanente
lo que se gana por hacer lo que dijo Satanás? ¿Por
qué?
-
¿A que tentaciones nuestro se asemeja esta segunda tentación?
(Vea Mateo 6:1 y 23:5a).
-
La tercera es menos sutil. ¿Qué ofreció Satanás
a Jesús y con qué condición? ¿Cómo
le respondió Jesús?
-
¿Quién es el verdadero dueño del mundo con todos sus
reinos? ¿Quién los domina ahora como el “Príncipe
de este mundo”? Entonces, ¿qué quería ganar
Satanás con esta tentación? (Piense bien).
-
¿A qué tentaciones nuestra es semejante esta tercera?
-
¿Fue ésta la única ocasión en que Jesús
fue tentado por Satanás? (Véase Lucas 4:13b).
NIVEL B
-
¿Quién llevó o impulsó a Jesús al desierto
para ser tentado? ¿Nos lleva él a nosotros a la tentación?
Entonces, ¿sería la tentación de Jesús solamente
la que sufrimos nosotros aunque más severa o tendría un propósito
más profundo y único para Jesús?
-
Repase la pregunta No. 5. Si Jesús hubiera cedido a la primera
tentación con el resultado indicado, ¿Hubiera podido cumplir
con su misión de salvar al mundo? Entonces, ¿cuál
fue el propósito sutil de Satanás con la primera tentación?
-
¿Por qué medio iba Jesús a recobrar el dominio completo
del mundo? (Piense bien). ¿Qué le ofreció
Satanás en la tercera tentación? ¿Por cuál
medio?
¿Qué podría
haber evitado Jesús si hubiera aceptado la oferta de Satanás?
Entonces, ¿qué le ofrecía Satanás a Jesús?
Pero entonces, ¿quién hubiera tenido el verdadero dominio?
En esas condiciones, ¿hubiera sido
Jesús verdaderamente el Salvador? ¿Qué hubiera
pasado con el plan de redención? ¿Cuál hubiera
sido el resultado en cuanto al destino del hombre?
-
En resumen, ¿cuál fue el propósito de Satanás
en la tentación?
PARA MEDITAR
-
¿Hay relación entre el desánimo y la fuerza de la
tentación? ¿Será el desánimo una táctica
del diablo?
-
¿Qué arma usó Jesús para repeler al diablo?
¿Qué debemos aprender de esto?
-
¿Es permanente o duradera la lealtad ganada por hacer lo espectacular?
-
Medite en el hecho de que el primer Adán fracasó cediendo
a la tentación en el huerto; pero Jesús, como el segundo
Adán, venció a Satanás.
NOTA ADICIONAL:
Era necesario que Jesús tuviera un encuentro frente a frente
con Satanás antes de empezar su ministerio. Tuvo que vencerle
en el principio antes de poder llamar a los hombres a seguirle. Quería
llamar a los hombres a seguirle como vencedor.
Esta batalla con Satanás no fue sólo un simulacro.
Si no fuera una batalla verdadera y dura, la victoria sería vacía
y falsa. En los días de su vida en la tierra, Jesús
pudo haber desobedecido al Padre. Pero rechazó las tentaciones
firmemente a causa de su lealtad al Padre, su amor al Padre y su amor para
con el hombre.
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