QUE HAY DESPUÉS DE LA MUERTE FÍSICA
LECTURA DEVOCIONAL: Lucas 16:19-31.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Daniel 12:2.
LECTURAS DIARIAS
LUNES: Lucas 16:19-231,
MARTES: II Corintios 5:6-8
MIÉRCOLES: Apocalipsis 20:11-15,
JUEVES: Apocalipsis 21.
VIERNES: Apocalipsis 22.
SÁBADO: I Corintios 11:31-32
DOMINGO: I Corintios 3:11-15
PROPÓSITO
Presentar qué hay para el ser humano después que su cuerpo
material muere: vida eterna o condenación eterna.
EL ESTADO DEL ALMA ENTRE LA MUERTE FÍSICA Y LA RESURRECCIÓN
Entre la muerte del cuerpo físico y la resurrección, el alma de los salvos se halla consciente y en la presencia de Dios.
Mateo 22:31, "Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que fue dicho por Dios, cuando dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos".
1. Esa era la convicción de Pablo:
Filipenses 1:23, "Teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es mucho mejor".
2. Al ladrón en la cruz que creyó en Él, Jesucristo le dijo que ese mismo día estaría con Él en el paraíso:
Lucas 23:42, "Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso".
3. Los salvos van a un lugar de descanso; los no salvos van a un lugar de tormento. En ambos casos el alma está consciente y tiene memoria. La historia de Lucas 16, no es una parábola, porque se menciona el nombre de uno de los personajes. En las parábolas nunca se mencionan nombres propios.
Lucas 16:22-25, "Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama".
II Corintios 5:6,8, "... sabiendo que entre tanto que estamos en el
cuerpo, estamos ausentes del Señor... pero confiamos, y más
quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor".
EL CIELO
Aquí nos referimos al cielo como el lugar donde mora Dios, el lugar anhelado por los humanos para tener el descanso eterno.
1. El cielo es la morada de Dios.
Mateo 6:9, "Padre nuestro que estás en los cielos".
Mateo 5:34, "No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios".
Efesios 4:10, "El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo".
Lucas 24:51, "... se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo".
Hechos 7:56, "... veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre".
Marcos 1:10; Lucas 3,21, "... vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él".
2. El cielo es el lugar de todas las bendiciones para los salvos:
Mateo 5:12, "... vuestro galardón es grande en los cielos".
Mateo 19:21, "... tendrás tesoro en el cielo".
Lucas 10:20, "... vuestros nombres están escritos en los cielos".
Lucas 12:33, "... haceos... tesoro en los cielos que no se agote".
Lucas 15:17, "... habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente".
Filipenses 3:20, "... mas nuestra ciudadanía está en los cielos".
Juan 14:2, "En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis".
3. La Nueva Jerusalén descenderá del cielo:
Apocalipsis 21:2, "Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios". (Lea todo el capítulo 21).
4. En el cielo, los humanos serán como los ángeles de Dios:
Mateo 22:39, "Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo".
Lucas 26:35, "Porque no pueden ya más morir, pues son iguales
a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección".
(Lea también Marcos 12:25).
EL HADES: EL PARAÍSO Y EL LUGAR DE TORMENTO
1. EL HADES ANTES DE LA ASCENSIÓN DE CRISTO
Los pasajes donde aparece la palabra hacen claro que el Hades estaba dividido anteriormente en dos partes, el lugar donde se hallaban los salvos, y el lugar donde estaban los no salvos. A la primera se le llamaba "el Paraíso" o "Seno de Abraham". Ambos nombres vienen del Talmud, pero fueron adoptadas por Cristo en Lucas 16:22; 23:43.
Los muertos que eran salvos estaban con Abraham; estaban conscientes y eran consolados, Lucas 16:25. El ladrón que creyó a estaría con Cristo ese mismo día en el Paraíso. Los perdidos estaban separados de los salvos por "una gran sima", (Lucas 16:26). El representante de los perdidos que se hallan hoy en el Hades es el rico de Lucas 16. Él estaba vivo, consciente, en el pleno ejercicio de sus facultades, memoria, etc., y en tormentos.
2. EL HADES DESDE LA ASCENSIÓN DE CRISTO
En la Biblia no se halla ninguna indicación de que haya habido algún cambio en cuanto a la condición de los no salvos que están en el lugar de tormentos. En el juicio del Gran Trono Blanco, (Apocalipsis 20:11, el Hades los entregará, serán juzgados, y lanzados al lago de fuego. Apocalipsis 20:13, "Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras".
3. Sí ocurrió un cambio en el Paraíso. Pablo fue llevado allí:
I Corintios 12:14, "Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.
4. Se cree que en Efesios se indica cuándo ocurrió este cambio:
Efesios 4:8-10, "Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó
cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres. Y eso de que subió,
¿qué es, sino que también había descendido
primeramente a las partes más bajas de la tierra?", es decir, a
la división del Hades llamada Paraíso. Durante la presente
era de la iglesia, los salvos que han muerto están "ausentes del
cuerpo, y presentes al Señor". Los muertos perdidos están
en el Hades, y los salvos, "presentes al Señor", (Job 19:26, 27;
I Corintios 15:52).
EL CASTIGO ETERNO
La doctrina del infierno de fuego se enseña en el Nuevo Testamento. No es un lugar donde los perdidos son aniquilados y desaparecen para siempre; es un lugar de tormento eterno, sin fin.
1. Jesucristo se refirió a él muchas veces:
Mateo 5:22, "... quedará expuesto al infierno de fuego".
Mateo 5:29, "... y no que todo tu cuerpo sea echado en el infierno".
Mateo 10:28, "... que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno".
Mateo 18:9, "... teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego".
Mateo 23:15, "... le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros".
Mateo 23:33, "¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?"
Mateo 25:46, "E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna
2. Inmediatamente después de morir, los no salvos van al tormento.
Lucas 16:23-25, "Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos... estoy atormentado en esta llama... y tú atormentado".
Los que niegan que el alma está consciente entre la muerte física y la resurrección, afirman que el pasaje de Lucas 16 es una parábola. Pero en las parábolas nunca se mencionan nombres propios. Esta es una historia que menciona al mendigo Lázaro.
3. Es el lugar de castigo para los ángeles que pecaron.
II Pedro 2:4. "... arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad".
4. Es el castigo de los de Sodoma y Gomorra:
Judas 7, "... sufriendo el castigo del fuego eterno.
5. Es un castigo eterno, sin fin:
Marcos 9:44, "... donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga".
Lucas 3:17, "... y quemará la paja en fuego que nunca se apagará".
6. Un lugar de llanto y de terror:
Mateo 8:12; 13:42; 22:13; 24:51, "... allí será el lloro y el crujir de dientes".
7. Además del tormento actual, los no salvos sufrirán la muerte segunda: el lago de fuego, que fue preparado para el diablo y sus ángeles.
Mateo 25:41, "Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles".
Apocalipsis 20:5-6 "Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos".
Apocalipsis 20:19, "Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos".
Apocalipsis 20:14, "Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda".
Apocalipsis 21:8, "en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda".
J. I. Packer (en Christianity Today, enero, 86), dice que las Sagradas Escrituras afirman estas tres verdades:
1. La realidad del infierno como un estado de eterno castigo destructivo, en el cual la retribución judicial de Dios para el pecado se experimenta directamente.
2. La certeza del infierno para todos quienes lo escogen por rechazar a Jesucristo y su ofrecimiento de vida eterna.
3. La justicia del infierno como un adecuado castigo divino sobre la humanidad por sus hechos crueles y fuera de la ley.
Los católicos creen que los no salvos irán a un purgatorio donde sufrirán por un tiempo para pagar por sus pecados; y que las oraciones de los vivos los sacarán de allá, para pasar al cielo. La Biblia dice que los muertos que no fueron salvos ya están en tormentos, y que no pueden cambiar su situación.
Lucas 16:26, "los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no
pueden, ni de allá pasar acá".
LOS JUICIOS
En la Biblia se mencionan varios juicios:
a. El juicio de los pecados del creyente en la cruz de Cristo: Los pecados de los creyentes ya fueron juzgados en la persona de Cristo. Al aceptarlo a El se nos adjudica su justicia.
II Corintios 5:21, "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él". (Lea también I Pedro 3:16).
b. El juicio de sí mismo por el creyente:
El cristiano debe juzgarse a sí mismo constantemente antes de participar en los distintos ministerios y privilegios dentro del cuerpo de Cristo: la Iglesia. Si participa indignamente puede ser juzgado por Dios; pero si él mismo se corrige, evita ser castigado. Es uno de los deberes de la vida de santidad. I Corintios 11:31-32 dice: "Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo".
c. El juicio de las obras del creyente:
Este juicio se llevará a cabo en la venida del Señor.
II Corintios 5:10 dice: "Porque es necesario que todos comparezcamos
ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que
haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo" I Corintios
3:11-15 afirma: "Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está
puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare
oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada
uno se hará manifiesta; porque el día la declarará,
pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál
sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que
sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se
quemare, él sufrirá perdida, si bien él mismo será
salvo, aunque así como por fuego".
d. El juicio de las naciones al retornar Cristo en gloria:
Cristo juzgará a las naciones que sobrevivan a la gran guerra
de Armagedón, con la cual culminará la Gran Tribulación.
Mateo 25:31-32, "Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos
los santos ángeles con Él, entonces se sentará en
su trono de gloria, y serán reunidas delante de El todas las naciones;
y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas
de los cabritos".
e. El juicio de Israel al retornar Cristo para determinar quiénes recibirán la bendición del Reino Milenial:
Ezequiel 20:31, 38, "Os haré pasar bajo la vara, y os haré entrar en los vínculos del pacto; y apartaré de entre vosotros a los rebeldes, y a los que se rebelaron contra mí; de las tierras de sus peregrinaciones los sacaré, mas a la tierra de Israel no entrarán; y sabréis que yo soy Jehová".
f. El juicio de los ángeles después del milenio:
Judas 6, "Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día".
g. El juicio de los muertos impíos:
Este juicio será el último de la historia del mundo presente.
Apocalipsis 20:11-15, "Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado
en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún
lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños,
de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto,
el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas
que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó
los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron
los muertos que había en ellos: y fueron juzgados cada uno según
sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta
es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro
de la vida fue lanzado al lago de fuego".