A. LA ESTATUA DE ORO (Daniel 3:1-7)
Daniel le había dicho a Nabucodonosor que él
era la cabeza de oro. A Nabucodonosor se le hinchó la cabeza,
se orgulleció y decidió unificar la religión en su imperio.
Para ello requirió a todo súbdito honrarlo a él y adorar
la estatua de oro, que era de como cien pies de altura y diez pies de anchura.
Este hecho era igual a hacerse a sí mismo el dios oficial del imperio.
Nos parece extraño que el mismo Nabucodonosor, quien había
reconocido al Dios de Daniel como “Dios de dioses” en Daniel 2:47, ahora
esté deificándose a sí mismo. Se cree que unos
veinte años habían pasado entre los eventos de Daniel 2 y los
hechos del capítulo 3. Durante este período, en 598 a.
C., Nabucodonosor había tomado la ciudad de Jerusalén por segunda
vez, y había llevado a muchos cautivos y vasos preciosos del Templo;
y en 587 a.C., él había destruido la ciudad de Jerusalén
y quemado el Templo. El que Dios le permitiera hacer esto, hizo que
Nabucodonosor pensara que su dios era más poderoso que el Dios de
Israel, y que era mejor establecer una sola religión universal.
La “Bestia”, o sea el Anticristo durante la Gran Tribulación, va a
hacerse dios también, edificando una imagen que aun hablará
(Apocalipsis 13:14,15). Así, el tiempo de los gentiles llegará
al colmo con la deificación del hombre.
Para la dedicación de la imagen, fueron ordenados
a presentarse los oficiales de todo el imperio mundial de Babilonia, bajo
amenazas de que la persona que no se postrara y que no adorara la imagen
de Nabucodonosor, fuera echada inmediatamente dentro de un horno de fuego
ardiendo.
La presencia de toda clase de instrumentos de música
ayudaría para conmover las emociones de toda persona a adorar el ídolo,
tal como la música mundana de hoy incita a relajar la vida moral.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
1. ¿Cuál era el mayor pecado de Nabucodonosor?
2. ¿En qué sentido Nabucodonosor se parece
a muchos gobiernos de la actualidad?
B. LOS TRES JÓVENES HEBREOS REHÚSAN ADORAR
AL ÍDOLO (Daniel 3:8-18)
Los versículos 17 y 18 indican que estos tres jóvenes,
compañeros fieles de Daniel, confiaban completamente en la gracia
y poder de Dios (Daniel 1:7). Eran jóvenes de fe, fieles a Jehová,
determinados a adorar solamente al Dios verdadero.
Unos preguntan ¿dónde estaba Daniel en esta
ocasión? No sabemos. Pero sabemos (Daniel 1:8) que el
carácter de Daniel no le permitiría adorar un ídolo.
Se cree que talvez estaba ausente, de viaje, atendiendo asuntos que Nabucodonosor
le había encomendado (Daniel 2:48).
C. PRESERVADOS EN EL HORNO DE FUEGO (Daniel 3:19-28)
Los tres jóvenes se negaron adorar la estatua.
Nabucodonosor se enfureció y los mandó echar al horno de fuego,
calentado siete veces más de lo acostumbrado para asegurar la muerte
de los jóvenes. Cuando cayeron atados en medio del extremo calor
del horno, solamente fueron quemadas sus ataduras. Mas adelante, Nabucodonosor
vio a cuatro varones sueltos paseándose en medio del fuego sin sufrir
ningún daño. Dios había cumplido Su promesa en
Isaías 43:2, que dice: “Cuando pases por el fuego, no te quemarás,
ni la llama arderá en ti”. Y la promesa en Salmo 91:15,16: “Yo estoy
con vosotros todos los días” (Mateo 28:20).
PARA DISCUTIR
¿Cuál era el propósito de Dios al librar a estos tres
jóvenes?
D. OTRA VEZ NABUCODONOSOR RECONOCE A JEHOVÁ (Daniel
3:28-30)
El rey reconoce que Jehová, el Dios de los hebreos,
es omnipotente y que no hay otro que pueda librar como Él. Ahora
los hebreos vuelven a gozar del favor del rey. Es la segunda vez que
han sido condenados a la muerte y la segunda vez que han sido librados milagrosamente
(Daniel 2:17-18). Ahora están adelantados nuevamente en el gobierno
del rey. Esto indica que aunque los justos sufren en manos de los impíos,
el favor de Dios siempre estará con ellos para fortalecerles y librarles
de la muerte.
Esta prueba que pasaron los tres jóvenes, resultó
en bien para todos los judíos en Babilonia. Cuando los siervos
de Dios obedecen, otros también resultan beneficiados. Dios
siempre quiere manifestar su poder a través de quienes le llaman Señor.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
1. ¿Hasta que punto se puede comparar nuestra fe
con la fe de estos tres jóvenes?
2. ¿Obedecemos nosotros a Dios como obedecían
estos tres jóvenes?
E. EL REMANENTE FIEL EN EL TIEMPO DE LA GRAN TRIBULACIÓN
Cuando el Anticristo ponga su imagen en el templo de Jerusalén,
habrá otro tiempo de prueba. Unos judíos rehusarán
adorar la imagen y morirán. Otros estarán guardados milagrosamente
por el gran poder de Jehová sin ser dañados. En todas
las pruebas y tribulaciones, Jesucristo está con nosotros que confiemos
solamente en Él. De manera que vale la pena ser fieles a Dios
en todo.
CONCLUSIÓN
Los Amigos y muchas otras denominaciones creemos en el
Pretribulacionismo, es decir, que no sufriremos los juicios durante la Gran
Tribulación, pues Jesucristo arrebatará a Su Iglesia antes
de que aquélla comience. Otros cristianos creen que la Iglesia sí
pasará la mitad de la Tribulación, y entonces serán
arrebatados. A ellos se les llama los Mediotribulacionistas. Hay una
tercera posición, y es la de los Postribulacionistas, que sostienen
que la IGLESIA pasará toda la tribulación aquí en esta
tierra.
Aunque deseamos que la Iglesia sea llevada antes de la
Tribulación, debemos estar listos si la Iglesia tiene que pasar por
tiempos difíciles aun antes de esos terribles tiempos. Si la Iglesia
tiene que sufrir algún tipo de persecución debemos pedirle
a Dios fortaleza para resistir hasta el final, conservando firme nuestra
fe. Aunque seamos torturados, encarcelados, ejecutados, los cristianos debemos
permanecer fieles a nuestro Salvador y Señor Jesucristo, como lo hicieron
los mártires del cristianismo a través de veinte siglos. Aun
en el día de hoy hay partes del mundo donde ser cristiano significa
mucho sufrimiento, persecución y muerte.
Recordemos a Esteban, a Pablo y a los miles que murieron gozosos y aun cantando.
PARA REFLEXIONAR
1. El diablo siempre obliga a sus víctimas a que
le adoren, y luego les paga mal y los convierte en desperdicio humano.
2. Jehová pide a sus hijos una adoración
voluntaria, santa, pura, en espíritu y en verdad; y luego les colma
con muchas bendiciones y los premia con el reino de los cielos.