INTRODUCCIÓN
El primer año del reinado de Darío de Media
fue del año 538 a 537 a.C. En ese tiempo Daniel era el principal
de tres gobernadores nombrados por Darío (Daniel 6:2,3). Probablemente
ya había tenido su experiencia en el foso de los leones. Daniel
estudió la profecía de Jeremías 25:11-13 y entendió
que ya era el tiempo que Dios había anunciado a Jeremías, cuando
los israelitas regresarían de Babilonia a Jerusalén en.
En el año 536 a.C., Ciro, el Persa, dejó ir de Babilonia a
todos los judíos que querían regresar para reedificar el Templo
en Jerusalén, setenta años después de 606 a.C. cuando
Daniel había sido llevado cautivo de Jerusalén por Nabucodonosor,
juntamente con otros jóvenes del linaje real. Daniel se dedicaba
a orar para que se cumpliera la profecía.
I. LA LUCHA DE DANIEL
Daniel 9:3-19 nos permite ver algo de cómo luchaba
Daniel en sus oraciones descritas en Daniel 6:10. Daniel amaba a su
pueblo, tomó los pecados de ellos sobre sí mismo y los confesó
a Dios, pidiendo Su misericordia y perdón. Dios lo oyó,
y pronto llegó el ángel Gabriel, el mensajero de Dios a Israel,
con la contestación (Daniel 8:16).
II. LAS SETENTA SEMANAS (Daniel 9:20-27)
A. CUMPLIMIENTO DEL PRIMER PERÍODO
Las "setenta semanas" del versículo 24 se entienden
al estudiar Levítico 25:8, donde está explicado que una semana
representa siete años. Así, setenta semanas representan
cuatrocientos noventa años (70 X 7 = 490). Las 70 semanas están
divididas en tres períodos: 7 semanas (49 años) desde que el
rey Artajerjes de Persia emitió el decreto en el mes de Nisán
(abril) de 445 a.C. (Nehemías 2:1, 5-8), para restaurar y edificar
la ciudad de Jerusalén. Los capítulos 4 - 6 del libro
de Nehemías ilustran cómo se cumplió la profecía
de que se volvería a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
B. SEGUNDO PERÍODO
Daniel 9:25 señala que después del primer
período de siete semanas (7), habría otro período de
sesenta y dos semanas (62) hasta el Mesías Príncipe, o sean
434 años hasta la venida de Cristo como Mesías de Israel.
Siete semanas más 62 semanas son 69 semanas, o 483, años que
tenían que transcurrir desde la salida de la palabra para restaurar
y edificar Jerusalén, hasta el Mesías Príncipe.
Como el decreto de Artajerjes para reedificar la ciudad de Jerusalén
fue dado en abril de 445 a.C., los estudiantes bíblicos han determinado
que 483 con 360 días por año según la usanza judía,
dan como resultado 173,880 días hasta el Mesías Príncipe
(Cristo). Se sorprenden de que esto los lleva al Domingo de Ramos, cuando
Cristo entró triunfalmente en Jerusalén como el Mesías
(Mateo 21:4-5; Zacarías 9:9). Cristo, el Mesías, fue
rechazado, y cinco días después de Su “entrada triunfal” se
le quitó la vida, "más no por sí" (vs. 26).
En el versículo 26 también se anuncia que
"un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario".
Esto sucedió en 70 d.C. bajo el mando del general Tito de Roma.
C. TERCER PERÍODO
Hasta aquí hemos visto 7 semanas más 62
semanas que suman 69 semanas. Pero la visión del v. 24 es de
setenta semanas. Falta una semana más. Hay un lapso entre
la semana 69 y la semana 70, que ha durado ya más de dos mil años.
En este período se están cumpliendo los misterios anunciados
por Cristo en Mateo 13 y 16:18, y las cosas desconocidas por los antiguos
profetas, según I Pedro 1:10-12 y Efesios 3:1-10, en cuanto a la formación
de la Iglesia, la Novia de Cristo, en esta dispensación de la gracia.
Daniel 9:27 habla de la septuagésima semana (70),
que es otro período de 7 años, y también de un
príncipe, el cuerno pequeño de Daniel 7, el Anticristo. Este
gobernante hará un pacto con los judíos y muchos de ellos lo
aclamarán como el Mesías, edificarán Su Tercer Templo
y restaurarán los sacrificios antiguos en ese nuevo Templo en Jerusalén.
Pero, después de tres años y medio (la mitad de la semana),
el Anticristo romperá su pacto con los judíos y pondrá
fin a la adoración de Jehová en el Templo, demandando que todos
adoren la imagen de él -el Anticristo- como está profetizado
en Apocalipsis 13.
La Segunda Venida de Cristo a la tierra pondrá
fin a la semana setenta de Daniel. En Apocalipsis 19:20 se describe
el fin del Anticristo, o sea, lo que está determinado se derramará
sobre el desolador (v. 27b).
PREGUNTA
¿En qué sentido la Iglesia cristiana se beneficia con la segunda
Venida de Cristo?
Hay que aclarar que el tiempo cuando reine el Anticristo
será el tiempo de angustia para Jacob, o sea, para la nación
de Israel (Jeremías 30:7). Ciertamente, durante ese tiempo llamado
la Gran Tribulación, las naciones gentiles que han rechazado a Cristo
van a ser castigadas también. Pero, a la Iglesia de Cristo,
a nosotros que confiamos solamente en Jesucristo para nuestra salvación,
Él nos exhorta así en Lucas 21:36: "Velad, pues, en todo tiempo
orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas
que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre".
Vea también I Tesalonicenses 5:9 y Apocalipsis 3:10. Así
es que la esperanza bienaventurada de Tito 2:13, que nosotros los creyentes
en Cristo Jesús aguardamos, es el Arrebatamiento de la Iglesia.
PREGUNTA
¿En qué manera debemos estar velando para que no seamos sorprendidos
cuando Cristo venga?
MENSAJE PARA NOSOTROS AHORA
I Tesalonicenses 4:16 y 17, nos asegura que seremos
arrebatados para que nos reunamos con Cristo en vez de quedarnos aquí
bajo el dominio del Anticristo durante la Gran Tribulación.
Daniel ignoraba todo esto, porque él vivió quinientos años
antes de Cristo quien nos reveló unos de los misterios en Mateo 13.
San Pablo habla del misterio en Romanos 11:25.
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CONCLUSIÓN
En este momento se están haciendo pactos y tratados
entre Israel y los palestinos, intentando llegar a un acuerdo para convivir
en el pequeño territorio que han compartido durante el último
siglo. En cualquier momento surgirá un líder, el Anticristo,
que arreglará el largo conflicto. Entonces, estará a punto
de comenzar la última semana de la serie de 70 semanas anunciadas
por Daniel.
Si los cristianos veremos tal arreglo y seremos arrebatados
por Cristo poco después; o si seremos raptados antes del arreglo y
éste tendrá lugar cuando ya estemos en el cielo, no lo sabemos
exactamente. Pero sí podemos asegurar que nos acercamos a la semana
70, y debemos estar orando y velando, porque nuestra redención está
ya cerca.