LECCION No. 10  (regresar al índice)

LA NATURALEZA DE LA IGLESIA

PARA ESTUDIO: Efesios 1 - 3.
LECTURA DEVOCIONAL: Efesios 1:3-10.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Efesios 2:13.
 

LECTURAS DIARIAS

LUNES: No es de Este Mundo.  I Juan 4:1-13.
MARTES: En la Iglesia Unos con Cristo.  Colosenses 1:9-23.
MIERCOLES: Una Herencia Preciosa que Guardar.  Hechos 20:17-32.
JUEVES: Tiene que Pasar por Sufrimiento.  Romanos 8:14-28.
VIERNES: Con Fortaleza contra sus Enemigos.  Judas 1:1-2, 17-25.
SABADO: Perpetua.  Efesios 1:3-10.
DOMINGO: Somos el Pueblo de Dios.  Efesios 2:11-22.
 

PROPOSITO

 Ayudarnos a apreciar mejor las abundantes riquezas de la gracia divina dadas a nosotros en su provisión para la iglesia.
 

PARA DISCUSION Y ESTUDIO

1. ¿Fue la iglesia primitiva una institución exclusivamente judaica?  Comente.

2. La muerte expiatoria de Cristo rompió la pared de separación y nos colocó en un plano de igualdad.  ¿Qué se entiende por esta igualdad o en relación a quiénes somos iguales?  Discuta.

3. La palabra católica significa universal.  En tal sentido la naturaleza de la iglesia es universal y por lo tanto católica.  ¿Puede un evangélico ser católico al mismo tiempo y viceversa?  Discuta.
 

EXPOSICION DE LA LECCION

INTRODUCCION

 Hay dos instituciones que fueron divinamente establecidas.  La primera, fue la del matrimonio.  En el jardín del Edén, Dios dijo: "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne" (Génesis 2:24).  Cristo Jesús repitió este verso al darle respuesta a la sarcástica pregunta de los fariseos acerca del matrimonio, y además añadió las siguientes palabras, "por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre (Mateo 19:6).

 La segunda institución fue la iglesia, literalmente de acclesia, que quiere decir: los miembros de la congregación o la asamblea; "los que se apartan" del mundo de pecado (II Corintios 6:17) y se incorporan a la comunidad de los redimidos (Efesios 2:19).  Desde tiempos muy antiguos, la iglesia ha existido como un principio, compuesto de aquellos que creen en Cristo, como Abraham (Gálatas 3:6).  Sin embargo, la inauguración de la institución del Nuevo Testamento data desde el día de Pentecostés, el derramamiento del Espíritu Santo sobre los discípulos que esperaban la promesa.  Desde ese día en adelante el cuerpo de creyentes ha sido llamado iglesia.

 En la lección de hoy consideraremos esta institución tan importante.  Cristo dijo que El sería el que edificaría la iglesia (Mateo 16:18).  Pablo declaró que Cristo había amado la iglesia tan entrañablemente, que se había dado a sí mismo para purificarla y presentarla a sí mimo una iglesia gloriosa que no tuviese mancha ni arruga -ni una imperfección moral (Efesios 5:25-27).  Tratemos pues de entender la naturaleza esencial de la iglesia y nuestro lugar dentro de ella.
 

I.  LA COMPAÑIA DE LOS REDIMIDOS
    (Efesios 2:1-13)

 ¿Para qué se estableció la Iglesia?

1.  "POR TANTO, ACORDAOS" (v. 11)

 Es bueno recordar el pasado de pecado de donde fuimos rescatados y redimidos (Salmos 40:2).  Notemos cómo el apóstol trata de motivar la alabanza dentro de nosotros al pintar el contraste entre lo que éramos antes de conocer a Cristo, y lo que somos ahora después de haber creído en El para salvación.

 Primeramente Pablo nos habla de nuestra naturaleza depravada, "vivimos ... en los deseos de nuestra carne ... éramos por naturaleza hijos de ira".  Los versos 1-3 nos presentan una exposición de esta verdad.  Al vivir en esta condición, dice Pablo que estábamos como muertos bajo los poderes del espíritu que opera en los hijos de desobediencia.  Estos poderes están bajo la supervisión directa de Satanás, quien trata de engañar a todo el mundo (Apocalipsis 12:9).

 Los judíos se vanagloriaban de ser de la circuncisión, por tal razón privilegiados de compartir las bendiciones del antiguo pacto.  Pero por esa razón despreciaban a los gentiles que estaban fuera del pacto -eran incircuncisos.  En este pasaje Pablo se dirige a los gentiles, pero en muchos otros lugares él reconoce que los judíos se encontraban en la misma condición de depravación innata (Romanos 3:9-26).  Ellos también seguían los mismos impulsos de la carne y de la mente, haciéndolos por naturaleza hijos de ira como los gentiles (v. 3).

 En el verso 12 Pablo declara que el hombre es depravado porque no conoce a Cristo, en consecuencia está sin Cristo.  Este es un estado desesperado, "alejados de la ciudadanía de Israel", en otras palabras sin patria, -unos extranjeros.  El apóstol Pablo nos presenta un cuadro muy claro de los delitos y pecados" (vrs. 1, 5).

2.  "PERO AHORA" (v. 13).

 Estas palabras parecen ser un eco de las del verso 4 "Pero Dios, que es rico en misericordia".  Son un contraste de las dos condiciones descritas en este pasaje.  La condición de muerte es completamente transformadas por la inmensurable gracia de Dios mostrada a todos los que verdaderamente forman parte de la iglesia.  Es el principio de una nueva relación en Cristo, "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (II Corintios 5:15).

 El agente que hace posible este cambio es nuestro Señor Jesucristo.  Los efectos de este cambio son vistos al venir a formar parte de la familia de Dios, junto con todas las promesas.  Y la base para esta transformación es la "sangre de Cristo", que nos habla del precio de nuestra redención (I Pedro 1:18-19).

3.  "EN CRISTO JESUS" (c. 13)

 Consideremos la condición que nos concede tan gloriosas bendiciones: La gracia infinita de Dios y nuestra fe en Cristo Jesús.  Nosotros seremos los agentes receptivos de su voluntad, mente y propósitos cuando nos rendimos a la influencia dulce y sublime del Espíritu Santo.  Al unirnos con Cristo, venimos a compartir todo lo que le pertenece (Romanos 8:17).  ¡Qué bendición tan incomprensible!  "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe" (vrs. 8-9).  Bajo el control de Cristo los creyentes obtienen la verdadera libertad y vida plena, "vivos para Dios" (Romanos 6:11).  Cristo mismo declaró, "Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres" (Juan 8:36).
 

II.  LA UNION DE LOS CREYENTES
     (Efesios 2:14-17)

 El pasaje describe la separación de los judíos con los gentiles como una "pared intermediaria de separación".  Esta división había existido a través de los siglos creando una enemistad entre los dos grupos.  Pablo declara que Jesús ha derribado dicha pared de separación.  Además recalca que el hecho que los judíos digan que ellos son los únicos favoritos de Dios es pura presunción.  Pero a la vez, no rechaza la verdad de que Dios usó a la raza judía, por medio de Cristo, para traer la paz a toda la raza humana.  De cualquier manera, Pablo escribe que en Cristo Jesús todas las barreras que dividen a la humanidad consigo mismo, con su prójimo y contra Dios han sido derribadas.  El Pentecostés es un ejemplo primordial de esta verdad.  Cristo es el Príncipe de paz, y en la iglesia todos los hombres son gloriosamente uno (Colosenses 3:10-11; Efesios 3:6; Gálatas 3:28).

2.  "NUEVO HOMBRE" (v. 15)

 El apóstol Pablo explica cómo "la pared" ha sido derribada.  Cristo Jesús vino en la carne.  Su carne no es judía ni gentil, sino humana (Juan 1:40).  "Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado" (Romanos 8:3), El, Cristo, representa a toda la humanidad en su encarnación.  Dios ha hecho de una sola sangre a todos los hombres (Hechos 17:26).  Por eso el Señor es el Salvador de todo el mundo.  Siendo que toda la humanidad es descendiente de un hombre, Adán; pero la nueva raza de redimidos tiene su descendencia en Cristo Jesús, el segundo Adán.

3.  "RECONCILIAR CON DIOS A AMBOS" (v. 16)

 Por medio de su muerte, Jesús hizo posible la paz no sólo entre el hombre y su semejante, sino entre el hombre y Dios.  La palabra "reconciliación" lleva en sí la idea de expiación o redención, en cierto sentido un pago con su sangre como precio por nuestra salvación.  Dios cuidadosamente se capacitó a sí mismo para permanecer justo mientras justificaba al impío (Romanos 3:25-26).  Con la venida del Señor al mundo, y con el propósito con que vino, El mostró que delante de Dios no hay acepción de personas.  Cristo "vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca" (v. 17).
 

III.  CRISTO, EL FUNDAMENTO DE LA IGLESIA
     (Efesios 2:18-20)

 ¿Qué hace a la iglesia singular?

1.  "POR MEDIO DE EL" (v. 18)

 Estas palabras son una indicación de que Jesucristo es indiscutiblemente el fundamento de la institución llamada iglesia.  Ninguna religión del mundo tiene un Salvador Divino con excepción de la fe cristiana.  La religión podrá ser definida como la búsqueda del hombre a Dios, pero el cristianismo podría describirse como la búsqueda de Dios al hombre.  Es importante que recalquemos las siguientes frases relacionadas con Cristo para discernir esta verdad mejor: "sin Cristo" (v. 12); "en Cristo Jesús" (v. 10, 13); "con Cristo" (vrs. 6-7).  Todas las bendiciones de la gracia divina se ofrecen y conceden en y por medio de Cristo a todos lo que son miembros de su cuerpo, es a saber su iglesia.  Pablo enumeró las bendiciones que el creyente recibe cuando Cristo es el Señor de su Vida: el creyente es acercado a Dios (v. 13), se le da vida (vrs. 1-5), es reconciliado con Dios (v. 16), se le concede acceso inmediato a Dios (v. 18), se hace ciudadano del reino (v. 19), miembro de la familia de Dios (v. 19), es una muestra de los poderes creativos de dios (v. 7) y como clímax de todo esto, es la morada de Dios sobre la tierra (v. 22).

2.  "PIEDRA DEL ANGULO" (v. 20)

 Esta figura nos presenta con plena claridad el lugar central de Cristo dentro de la iglesia, El es "la principal piedra del ángulo" del templo de Dios.  Las piedras del fundamento dentro de este cuadro son los "apóstoles y los profetas".  Pero en un sentido estricto, Jesús mismo es el fundamento de la iglesia (Mateo 16:18; I Corintios 3:11).  Cuando Cristo es quitado de nuestra fe y credo, la iglesia deja de existir.  "El es el camino, y la verdad, y la vida; y nadie llega al Padre, sino por él" (Juan 14:6).  "No hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12).

IV.  LA MORADA DE DIOS EN LA TIERRA
     (Efesios 2:18-22)
 
 ¿Cuál es el privilegio esencial de la iglesia?

1.  "MIEMBROS DE LA FAMILIA DE DIOS"
     (v. 19)

 Por medio de la unión con Dios a través de Cristo, los judíos y los gentiles llegan a ser conciudadanos.  La palabra "familia" comunica un concepto más íntimo, miembros de la familia de Dios.  A pesar de las diferencias raciales, sociales, culturales e ideológicas, si estamos dentro de la familia de Dios no habrá diferencia.  ¡Esto es lo importante!

2.  "TODO EL EDIFICIO... VA CRECIENDO"
    (v. 21)

 El apóstol cambia de figura.  La iglesia es llamada, un edificio construido sobre las enseñanzas de los apóstoles y profetas.  Los creyentes son las piedras del edificio en el que cada cual tiene su lugar en la estructura.   Dicho edificio estará en proceso de construcción, por todo el tiempo que dure el período de la gracia.  Ya que muchos creyentes serán añadidos a la iglesia.  Cristo le da la dimensión vital a la estructura, la mantiene unida y la identifica como suya.

3.  "PARA MORADA DE DIOS" v. 22)

 El fin del propósito de Dios de salvar a los hombres, y edificar la iglesia de Cristo Jesús, no es primordialmente de preparar un camino que conduzca a los hombres al cielo.  Esa verdad es esencial y parte del plan de redención: pero Dios ha salvado a los hombres para tener una morada en ellos y entre ellos.

 La morada terrestre de Dios no podría ser de piedras o madera, tiene que ser espiritual; debe ser moralmente santa.  Es el espíritu humano regenerado y santificado, preparado para servir de morada al Maestro (II Timoteo 2:21).  "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?"  (I Corintios 6:19); vea también I Corintios 3:16-17).  ¡Qué privilegio el ser parte de su iglesia, -la iglesia de Cristo!
 

CONCLUSION

 Cuando Pablo escribe a los Efesios para decirles que habían estado lejos, se refiere sin duda a dos posiciones: una, en la que todo hombre pecador, sea judío o gentil, está lejos de Dios, porque el pecado ha alejado al hombre de su Creador.  En segundo lugar, los judíos como pueblo escogido tenían un acceso más fácil, por así decirlo, por medio de los sacrificios que cada día el sacerdote ofrecía por los pecados cometidos.

 Siendo los Efesios, gentiles, estaban lejos en las dos maneras.  Pero, se presenta Cristo, como un Cordero sin mancha ni contaminación para ser ofrecido por el pecado del mundo; y en "este mundo" no sólo se implicaba al pueblo judío, lo que muchas veces sucede como figura del lenguaje, sino a la totalidad de los hombres "Para que todo aquel que en El cree no se pierda mas tenga vida eterna".  El sacrificio de Cristo, su sangre vertida en la cruz del Calvario, nos hace igualmente aceptos y cercanos a Dios tanto a Judíos como a gentiles, pues sin El, ambos estarían perdidos eternamente.

 Hemos sido hechos cercanos.  ¡Qué gran privilegio!  Unos y otros encontramos que el velo de separación ha sido roto.  Por arrepentimiento y fe nos refugiamos en su sangre preciosa y nos limpia de todo pecado aunque estuvimos lejos, ahora estamos tan cerca que el testimonio del Espíritu en nuestros corazones testifica que somos hijos de Dios y que ninguna condenación hay porque estamos en Cristo Jesús y no andamos conforme a la carne sino conforme al Espíritu.  ¿Tiene usted esta experiencia?  Debe probarla si no es así; porque es una realidad.


El término “iglesia,” viene del término griego, “eklesia,”que quiere decir:  los miembros de la congregación o la asamblea.  La palabra iglesia es usada 115 veces por los escritores del Nuevo Testamento, y significa una asamblea o congregación que ha sido apartada por nuestro Señor Jesucristo para ser su pueblo escogido.  La iglesia, entonces, son todas las personas redimidas por Cristo mediante su sacrificio en la Cruz del calvario; sus pecados han sido lavados con la sangre de Cristo, y como resultado gozan de una nueva vida.  Comparten la misma fe y el mismo deseo de ser llenos del Espíritu Santo.