LA ESPERANZA DEL CRISTIANO
PARA ESTUDIO: Apocalipsis 21:1 - 22:1-5.
LECTURA DEVOCIONAL: I Pedro 5:6-11.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Apocalipsis 21:3
LECTURAS DIARIAS
LUNES: El Libro de Victoria. Apocalipsis 1:1-16.
MARTES: Santo Es el Señor. Apocalipsis 4:1-11.
MIERCOLES: Los Santos que han Triunfado. Apocalipsis 7:9-17.
JUEVES: Una Herencia de Conquistadores. Apocalipsis 21:1-7.
VIERNES: La Ciudad de Dios. Apocalipsis 21:9-21.
SABADO: La Gloria de la Ciudad. Apocalipsis 21:22 - 22:1-5.
DOMINGO: Exaltado por Dios. I Pedro 5:6-11.
PROPOSITO
Ayudarnos a entender la bendición de la esperanza cristiana.
PARA DISCUSION Y ESTUDIO
1. El apóstol Pablo dice que si nosotros sólo esperáramos en Cristo y no estuviéramos seguros de su resurrección, seríamos los más dignos de conmiseración de los hombres. Comente.
2. ¿Cuál es el requisito básico que debemos poseer para poder entrar al cielo? Discuta.
3. Los niños pequeños que mueren ¿van al cielo o eso es sólo una creencia popular sin fundamento bíblico? Discuta.
4. Un pecador corrompido que se arrepiente en el último momento
antes de morir ¿va al cielo? Discuta.
EXPOSICION DE LA LECCION
INTRODUCCION
La lección final en "La Historia de Dios y su Pueblo", está dedicada a considerar la meta y destino final del pueblo de Dios. Cristo le prometió a todos los creyentes la esperanza de gozar la vida eterna delante de la presencia inmediata de Dios y de su compañerismo.
Dios le ha prometido a su pueblo la victoria final sobre los enemigos de su alma. El pueblo del "pacto" en su peregrinaje sobre la tierra puede ser asediado por la tentación y persecución, hasta la muerte, por causa de la fe en Cristo Jesús. Pero grabada dentro del corazón de cada creyente se encuentra la seguridad básica de la victoria final, que tiene su fundamento en la resurrección de Cristo de entre los muertos (Romanos 8:11; I Pedro 1:3). Esta esperanza es el ancla segura y firme del alma (Hebreos 6:19).
El libro de Apocalipsis nos presenta una descripción del trato de Dios con la raza humana en el juicio final con sus recompensas y castigos. Contiene firmes palabras de aliento para todos los que se mantienen fieles en medio de las tormentas de la vida, con sus ojos puestos en el blanco (Hebreos 12:2). En los últimos capítulos del libro, se nos presenta un panorama de la nueva era de justicia. Una perspectiva de las bendiciones y esperanzas que le esperan a todos los redimidos.
I. UNA NUEVA CREACION
(Apocalipsis 21:1-2)
¿Cuál es la gran expectación de la comunidad de los redimidos?
1. "UN CIELO NUEVO Y UNA TIERRA NUEVA"
Las palabras de este pasaje indican claramente que el mundo presente será cambiado drásticamente, aunque no sabemos con exactitud cómo. La palabra "nuevo" de este pasaje no es "neos", lo que ha sido creado recientemente, sino "kainos" que quiere decir lo que ha sido renovado. Así que el "nuevo" cielo y la "nueva" tierra poseerán una nueva cualidad y un nuevo aspecto, habiendo pasado lo primero.
El primer cielo y la primera tierra pasaron. Las escenas de la experiencia humana de menor cuantía como el sufrimiento, el dolor, la muerte, todo eso ha pasado y una nueva condición permanece. Un vislumbre de esta gloriosa realidad tenemos en nuestra conversión. Pablo dice: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (II Corintios 5:17). Nuestra santificación, o el haber sido "sellados con el Espíritu Santo de la promesa", en un sentido más profundo es "las arras de nuestra herencia" que se menciona aquí como la descripción de un cielo nuevo y una tierra nueva (Efesios 1:13-14).
El pasaje que tenemos bajo consideración es básicamente una descripción del bendito estado futuro que le espera al pueblo de Dios. Pero también es un cuadro de la experiencia actual e interna del creyente, libre del pecado por medio de la expiación de Jesucristo.
El cielo es un lugar verdadero, ya que Juan lo vio (v. 1), y el mismo Jesús habló de ir a preparar un "lugar" para nosotros. Sin embargo es importante que nosotros no cometamos el error de pintar un cuadro de un reino tan bendito en términos meramente humanos. Ese mundo es espiritual y perfecto, mientras que el mundo en que vivimos es temporal e imperfecto.
En la descripción tan interesante que nos da Juan esa condición futura, se encuentra la declaración, "y el mar ya no existía más". Aquí el "mar", lo mismo que en 13:1 y 17:1, 15 se usa para describir la inquietud y tribulación de la raza humana. El Dr. Ralph Earle sugiere que para Juan el mar representa terror, separación y muerte (BBC). En esa era de paz y justicia (II Pedro 3:13), la problemática inquietud de la humanidad no existirá jamás. Por el otro lado, fuerzas gloriosas estarán obrando para mantener la paz y armonía en todo.
2. "LA SANTA CIUDAD, LA NUEVA JERUSALEN"
La "nueva Jerusalén" es presentada bajo la figura de un lugar de habitación. Es la ciudad ideal de Dios, de la cual Jerusalén sobre la tierra es la mejor comparación que Juan pudo encontrar. Pero la ciudad de Dios es perfecta en sí misma.
También se describe como "una esposa ataviada". La esposa de Cristo" está compuesta por todos aquellos benditos ciudadanos de la nueva Jerusalén. El hecho es que los habitantes de la ciudad son la nueva Jerusalén. Nosotros debemos entender con claridad que la ciudad es realmente el pueblo de dios, y el pueblo de Dios es la ciudad que desciende de los cielos. Notemos los versos 9b y 10, "Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios".
Consideraremos las características de la nueva Jerusalén. La "esposa" se describe como santa. Apocalipsis 21:8 recalca este punto al presentar un contraste del destino de los malvados. El mismo apóstol que escribe acerca de la paz y descanso del cielo también escribe acerca de las realidades del infierno con su lago de fuego y azufre.
También se describe la esposa como nueva, en otras palabras renovada o recreada en Cristo Jesús (II Corintios 5:17), junto con el nuevo mundo en el que Dios mora. La esposa es espiritual, pues desciende de los cielos. Está unida con su Señor, el Señor Jesucristo para siempre por medio de un matrimonio celestial (19:7-9). Además la "esposa" es hermosa, está ataviada para su marido. Esta figura de la "esposa de Cristo" también ha sido descrita en los escritos de Pablo (Efesios 5:25-27), y se ha prefigurado hermosamente en la profecía de Oseas.
La nueva Jerusalén es entonces en realidad la iglesia triunfante,
santos de todas las edades que han sido redimidos por medio de la preciosa
sangre de Cristo. La santa Jerusalén (21:10) es la misma que
"la esposa" del Cordero, así como también los santos de Dios.
II. BENDITA CONSUMACION
(Apocalipsis 21:3-7)
¿Cuál es el anhelo de las almas redimidas acerca de su relación con Dios?
1. "OI UNA GRAN VOZ" (v. 3)
Lo que Juan ve ahora en la isla de Patmos no es una visión insignificante. "Porque el tiempo está cerca" (22:10). Nos encontramos en el clímax de las edades. Aquel evento es anunciado apropiadamente con "una gran voz" para que todo el universo pudiera oír y entender su significado. Este caso es muy similar del de Juan el Bautista introduciendo a Jesús, y de quien se dijo que era una "Voz del que clama en el desierto" (Mateo 3:3). Nosotros mismos hemos oído esta "voz" en el curso de la lectura del libro de Apocalipsis (vea 10:3).
2. "EL TABERNACULO DE DIOS" (v. 3).
La palabra "tabernáculo" es la misma palabra que se usa para describir la encarnación de nuestro Señor, "Dios con nosotros". En el sentido más completo "Dios está morando entre los hombres", en las vidas de los creyentes por medio de la obra del Espíritu Santo. Lo que había sido imposible para los judíos, por el concepto que tenían de Dios, ahora es una gloriosa realidad. Dios mora con su pueblo y su pueblo con El. "El propósito final es que todos los redimidos vivan para siempre delante de la presencia de su Creador" (BBC). ¡Qué privilegio!
"Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos la reveló a nosotros por el Espíritu" (I Corintios 2:9-10a). "Y ellos serán su pueblo", comunica la verdad de un pueblo sacado de muchas naciones, tanto judíos como gentiles (BBC).
3. "LAS PRIMERAS COSAS"
Las bendiciones de la ciudad eterna de Dios deben ser entendidas de acuerdo a las cosas que no tenemos en el cielo y tierra presentes. Primeramente nos encontramos con que no habrá muerte. Pues fue destruida, "fue lanzada en el lago de fuego" (Apocalipsis 20:14). Toda la tristeza, las lágrimas, el dolor se acabarán. No habrá lugar para ellas, porque "las primeras cosas pasaron". Dios ha sacado todos los males del presente mundo, reemplazándolos con lo contrario, lo santo, lo puro y lo justo. La vida será ofrecida gratuitamente (v. 6). Los hombres compartirán de la herencia de Cristo (v. 7).
Dios mismo es el que habla todas estas cosas (v. 5), haciendo
que todos los eventos aquí descritos tengan un significado más
valioso.
III. LA GLORIA Y HONOR DE LA CIUDAD
(Apocalipsis 21:22-27)
¿Cómo se describe a la santa ciudad?
1. "UN LUGAR DE ADORACION (v. 22)
Después de describir la parte exterior de la ciudad con minucioso detalle (vrs. 11-12), Juan principia a describir la parte interior de la ciudad. Dominando la vida cívica y religiosa de la antigua Jerusalén, se encontraba el Templo. Así también en la nueva Jerusalén, el Templo se menciona con preeminencia. Pero en este caso el Templo no es externo a Dios; es Dios mismo y el Cordero. Este Templo no es el resultado del trabajo e imaginación del hombre. Dios mismo es nuestro lugar de adoración.
2. ES LUZ (v. 23)
"El Cordero es su lumbrera". En realidad no hay necesidad de luz, ya que Dios mismo es luz (I Juan 1:5). Su gloria es la luz, la salud e inspiración de la ciudad. El Shekinah del Antiguo Testamento, la nube y la columna de fuego, hablaba proféticamente de este nuevo día. Isaías escribió: "Y creará Jehová sobre toda la morada del monte de Sion, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá un dosel" (Isaías 4:5).
3. SUS HABITACIONES (v. 24)
Como allí no habrá noche, todo el tiempo será de día. Por tal razón no habrá necesidad de cerrar las puertas. Allí no habrá pecado ni maldad para siempre. Los redimidos morarán continuamente en ese estado celestial sin temor ni duda. Es en verdad un tremendo contraste cuando consideramos las limitaciones de nuestra condición humana. El universo pertenece al creyente. Es el estado máximo de libertad.
4. "LA HONRA DE LAS NACIONES (v. 26)
Así como una sola vela o lámpara da una luz muy tenue, pero la combinación de muchas, da gran luz, el innumerable grupo de redimidos que entrarán a la santa ciudad tendrán su participación al irradiar la luz de Cristo. La gloria de los reinos terrenales y reyes que han sido redimidos, serán absorbido por esta gloria más excelente (II Corintios 3:9-11).
5. PUREZA (v. 27)
Solamente todo lo que es bueno, puro y glorioso entrará
en la ciudad. Lo malo no podrá traspasar sus puertas: el engaño,
la falsedad, la abominación y la perversidad serán excluidas
completamente. La visión del fin de las cosas es consistente
en lo moral con el tono o patrón que encontramos a través
de las Escrituras; la moralidad ética y la santidad se encuentran
en el corazón de las gracias benditas del evangelio. El hecho
es que en el último análisis, el Señor está
interesado con el asunto de carácter moral en la vida de sus seguidores
y de toda la humanidad. Solamente aquellos que "tengan" su nombre
escrito en el libro de la vida del cordero" podrán entrar en la
santa ciudad.
IV. LA ETERNIDAD
(Apocalipsis 22:5)
¿Cuál es el fin hacia dónde se dirige la historia?
1. DIA POR TODA LA ETERNIDAD
La historia llegará a la consumación de su fin. Habiendo principiado en el Edén en el árbol de la vida", ahora termina el fin de las edades en la nueva era en el mismo árbol de la vida (22:2). La suma de los frutos de todo lo que ha pasado, aquí se nos presenta en la forma de tres grandes proposiciones. Primero, siendo que el Cordero, el Señor Dios está presente, ya no habrá noche jamás. Tampoco habrá necesidad de luces exteriores de ninguna naturaleza, pues Dios es luz (21:23). En él no hay tinieblas o maldad de ninguna naturaleza (I Juan 1:5).
2. VIDA ETERNA
En segundo lugar, en El hay vida eterna. Esta recompensa para todos los santos no debe entenderse estrictamente en términos de tiempo, sino más bien en términos de calidad. La vida eterna es la vida de Dios dada a los creyentes (Juan 17:2-3). Es vida bajo condiciones divinas. Es concedida en el momento que se recibe el nuevo nacimiento (Juan 3:16). El creyente ha pasado de muerte a vida (Juan 5:24). Aquellos que viven la vida que Dios les ha dado vivirán para siempre. ¿Quiénes no van a querer vivir para siempre la clase de vida que el todopoderoso, todo sabio, y amante Padre celestial provee?
3. VICTORIA ETERNA
Tercera y última proposición, en El habrá una victoria eterna. Los santos reinarán para siempre. Nada los podrá esclavizar o vencer. Estarán para siempre con su Padre celestial en la santa ciudad, sirviendo al amantísimo Señor y Dios. ¡Qué gloriosa esperanza nos espera!
"Así que este es el fin de la doctrina de la revelación,
una felicidad eterna para todos los fieles. Los caminos misteriosos
de la providencia son clarificados, y todas las cosas descansan en un sábado
(día de reposo) eterno, un estado completo de paz perfecta y felicidad,
reservada para todos los que sean firmes y fieles hasta el fin" (Wesley,
notas Explanatorias).
CONCLUSION
La promesa del futuro es la gran esperanza del cristiano verdadero. Por eso servimos a Dios; esperamos un día morar con Aquel que amamos y servimos de corazón. Esta fue la esperanza de los profetas del Antiguo Testamento, el consuelo y sostén de los mártires y cristianos del Nuevo Testamento. Ya sabemos que en este mundo de pecado tendremos que sufrir tribulaciones; unos más, otros, menos; pero a cada uno le pesan más las propias y muchas veces nos sentimos tentados a magnificar nuestras pruebas y tristezas.
Mientras estamos en esta peregrinación, en el valle de lágrimas del cual ninguno escapamos, nos sostienen las preciosas promesas del Señor, pues sabemos que encierran la realidad. El Espíritu Consolador nos alienta por medio de ellas y las hace nuestras. Pero sabemos, que un día, se habrán acabado los días de nuestro llanto. Quizá hay muchas lágrimas que sólo ruedan en el alma; el dolor y la angustia de las ingratitudes y las traiciones, de las desilusiones y desengaños, todo habrá terminado porque Dios limpiará toda lágrima de nuestros ojos.
Dios morará con su pueblo. Como quiso hacerlo antes de la caída. ¿Quién se acordará entonces de todas las persecuciones, las injurias, las envidias, los rencores, los sufrimientos físicos y morales? Aun como siervos de Dios tenemos muchas pruebas y desilusiones; pero, ¡cuán glorioso será vivir con Aquel que dijo que "no es injusto para olvidarse de nuestro trabajo de amor"! Allá esta nuestra esperanza; aquí no hay mucho para alentarnos muchas veces; pero sí, podemos sostenernos como viendo al Invisible que la morada con El será realidad.
DÍA GLORIOSO
1. Día glorioso será para todos
los redimidos por Cristo Jesús. Que preparados muy fieles le esperan cuando vendrá en las nubes de luz. CORO: Viene Jesús viene Jesús.
2. Las profecías cumpliéndose están,
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3. La iglesia pura que quiere Jesús.
Limpia muy limpia le debe esperar; pues es la esposa bendita de Él que con su sangre la vino a comprar. 4. Nada en el mundo podrá comparar,
--Bernadino Ramirez.
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