LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Jueces cap. 3.
LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE INICIAR LA CLASE: Hechos 13:16-23.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: Hechos 13:20.
PROPÓSITO DE LA LECCIÓN
Mostrar la paciencia y la misericordia de Dios cuando su pueblo se arrepiente y clama a Él por ayuda.
A. INTRODUCCIÓN
El bosquejo usado para descubrir cada episodio es:
Las imágenes de Asera o Astarté (en plural Astarot), eran pilares de madera, que substituían formalmente al árbol sagrado representando el elemento femenino en la depravada religión de Canaán.
V. 8-11. Los israelitas fueron dominados por Cusan-risataim, rey de Mesopotamia, que entonces era el territorio que abarcaba el este de la actual Siria y el norte del actual Irak, la región entre los ríos Tigris y Éufrates. El libertador fue Otoniel hijo de Cenaz y sobrino de Caleb, quien estaba asociado con la tribu de Judá. El poder del Espíritu de Jehová vino sobre él y venció al opresor, dándole a Israel un período de paz por unos cuarenta años, que puede bien ser un número redondo indicando un período largo de tiempo.
V. 13. ¿Quiénes eran esos pueblos vecinos
que Eglón guió en contra de Israel?
Moab, al este del Mar Muerto, se había convertido en un reino
unos 50 años antes de la llegada de los israelitas a la Tierra Prometida,
al igual que Amón, al noroeste de Moab. (Sus territorios son
hoy parte del reino de Jordania, ver mapa).
Los moabitas eran descendientes de Moab, el hijo del incesto de Lot con su hija mayor; y los amonitas, descendientes de Ben-ammi, el hijo del incesto de Lot con su hija menor Génesis 19:31-38.
Amalec era un pueblo nómada asociado con los edomitas, los descendientes de Edom (Esaú), que habitaban al sur de Judá y del Mar Muerto (ver mapa). Los amalecitas posiblemente eran los más enconados enemigos de Israel, al que habían atacado durante su peregrinación por el desierto, Ex. 17:8-16.
Así pues, Moab, Amón y Amalec cruzaron el Jordán y tomaron Jericó.
Vs. 15-16. El libertador esta vez fue Aod, descendiente de Gera, de la tribu de Benjamín. Los israelitas usaron la estratagema de enviarle a Eglón un presente, mientras Aod preparó un puñal de un codo de largo (unos 45 cm.), de dos filos.
Vs. 17-22. El presente fue entregado y los emisarios israelitas retornaron. Pero Aod, después de pasar los ídolos, que posiblemente marcaban los límites del territorio dominado por el enemigo, regresó para darle a Eglón un supuesto mensaje secreto de Dios. Para escucharlo, el rey despidió a sus siervos y a su corte. Ya solos, se le acercó Aod a Eglón, quien se puso de pie para oír el mensaje. Aod acuchilló a Eglón sorpresivamente y lo mató, la descripción de lo cual es muy grotesca.
Vs. 23-27. Los siervos pensaban: “Sin duda él cubre sus pies en la sala de verano”, eufemismo que significaba que talvez hacía sus necesidades fisiológicas en privado. Al hallar al rey muerto hubo una gran confusión, y, mientras tanto, Aod logró escapar, pasó de nuevo por los ídolos y se puso a salvo. Aprovechando el desconcierto, Aod tocó el cuerno para llamar a los israelitas a la guerra y éstos derrotaron a los invasores. No escapó ninguno de los diez mil guerreros enemigos.
El Dr. James M. Gray se pregunta: “¿Fue un acto de venganza personal, o un fervor patriótico y religioso? ¿Es tal hecho aprobado en las Escrituras? Frank Boyd dice: “Está registrado, pero no necesariamente aprobado”. “Un distinguido comentarista llama justamente la atención al hecho de que hay una sombra opacando la carrera oficial de este hombre. Su nombre no es exaltado en Israel, ni se dice que el Espíritu del Señor vino sobre él, ni que juzgó a Israel. Estas omisiones pueden ser sin significado, pero ¿no son notorias? Se ha afirmado que aunque su causa era pura, lo mismo no puede decirse de otro asesinato similar en la historia”.
V. 31. La historia del juez Samgar hijo de Anat, es muy corta, se relata en un solo versículo. No se dice antes que los israelitas hayan pecado, ni se menciona una opresión filistea, ni su duración, ni cuántos años reposó la tierra después de la victoria de Samgar. Este se menciona en el Canto de Débora (cap. 5:6), y es muy probable que su hazaña aislada haya tenido lugar mientras Aod aún vivía. Su arma fue una aguijada o aguijón, utilizado para hacer caminar a los bueyes. El hecho de que Aod haya fabricado su propio cuchillo, que Samgar haya utilizada una aguijada y Sansón (más adelante) haya empleado una quijada de asno como arma, puede indicar que los filisteos ya estaban aplicando su política con los pueblos súbditos de no permitirles ni armas ni instrumentos de metal (I Sam. 13:19-22).