LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Rut caps. 1-4.
LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE INICIAR LA CLASE: Mateo 1:1-17.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: Rut 2:12.
PROPÓSITO DE LA LECCIÓN
Enseñar cómo una joven gentil que se acogió al amparo del Dios de Israel, tuvo la bendición de ser incluida en el linaje del Señor Jesucristo.
A. EL DESCANSO DE RUT (cap. 3)
Vs. 2-4. Sería la noche cuando Booz aventaría el trigo –separar el grano de la paja. Rut debería bañarse, perfumarse, vestirse en forma presentable y esperar hasta que Booz hubiera comido y se hubiera acostado. El siguiente paso sería llegar hasta su lecho, descubrir sus pies y acostarse allí.
Vs. 5-6. Aquí se muestra la total sumisión de Rut a la dirección de Noemí. El trato recibido de Booz y sus expresiones acerca del arreglo providencial de Dios, cap. 2:11-12, dieron confianza a Rut para reclamar, para ella y su suegra, las provisiones a las que tenían derecho. Fielmente cumplió con todas las instrucciones. En esta historia Rut emprendió dos misiones, la primera por su propia iniciativa y la segunda por iniciativa de Noemí. En ambas aprovechó las misericordiosas provisiones de la Ley mosaica que había adoptado. La primera, la provisión de la “rebusca” para los pobres durante la siega, Deut. 24:19-21; y la segunda, la ley del levirato.
Esta ley del levirato se detalla en Deut. 25:5,6: “Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco. Y el primogénito que ella diere a luz sucederá en el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de éste no sea borrado de Israel”.
Para entender la historia en Rut es conveniente mencionar también Lev. 25:25: “Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión, entonces su pariente más próximo vendrá y rescatará lo que su hermano hubiere vendido”.
Estas dos leyes se aplicaban en el caso de la viuda Noemí. Según Pearlman, Elimelec, por causa de la pobreza, había perdido su propiedad. De acuerdo con la Ley mosaica, la propiedad podría ser redimida por un pariente del dueño anterior. Booz, pariente de Elimelec, tenía este derecho. La otra ley demandaba que si un hombre moría sin hijos, que su cuñado debería casarse con la viuda. Con el tiempo la costumbre llegó a establecer que si no había cuñado, que el pariente más cercano debía hacerlo y levantar simiente al muerto. Noemí podía pedir ambas cosas a Booz, pero ella pasó sus derechos a Rut, quien fue enviada a Booz para que por el acto simbólico de yacer a sus pies demandara el derecho debido a su difunto esposo. Booz, aunque gustosamente deseaba casarse con ella, le recordó que había un pariente más cercano que él, quien debía tener prioridad en este derecho.
Cuando Booz se dio cuenta de que alguien estaba a sus pies y que era Rut la moabita, quien le pidió extender su manto sobre ella, comprendió que ella demandaba el cumplimiento de sus obligaciones para comprar la propiedad de Elimelec y para levantar familia para su difunto esposo Mahlón, vs. 8-9.
Vs. 10-11. La reacción de Booz fue de nuevo un hermoso reconocimiento a las cualidades de Rut: la bendijo por apegarse a la Ley en vez de buscar a un esposo joven y le expresó también que haría todo lo que ella le pidiera: “pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa”. El pasaje deja entrever que sin ninguna vacilación Booz sentía ya una admiración por esta mujer, y estaba listo a cumplir sus obligaciones legales, con la seguridad de que Rut era una mujer ya respetada en la comunidad por todos.
V. 12. Sin embargo, aunque apreciaba a Rut, era un hombre apegado a la Ley; él sabía y declaró sinceramente que había alguien que era pariente más cercano y tenía derechos antes que él. Esta es otra faceta de la nobleza de un hombre que debe servir de ejemplo para los novios de hoy, quienes no deben guiarse apresuradamente sólo por las aparentes circunstancias y buenas oportunidades, sino deben esperar por mayores pruebas y confirmación de parte de Dios. Cuando un noviazgo es guiado por el sabio plan y la provisión de Dios, no debe haber prisas indebidas, sino reposo, confianza y seguridad por parte de los novios.
V. 13. Booz prometió cumplir su obligación y dijo solemnemente: “si él no quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová”.
Vs. 14-17. Booz le aconsejó que descansara a sus pies aquella noche. De madrugada, y también por consejo de él, Rut se levantó y se fue para evitar un escándalo. Tras recibir un buen obsequio de cebada en su manto, regresó a dar las nuevas a Noemí.
V. 18. La anciana aseguró a Rut que aquel noble varón era tan responsable, que ese mismo día, sin demora, iría a resolver todo el asunto.
Vs. 2-6. Booz se cuidó también de tener a diez ancianos de la ciudad para que actuaran como testigos. Declaró a su pariente el asunto que deseaba resolver, a lo cual éste respondió muy resuelto: “Yo redimiré”. Pero cuando Booz le declaró la segunda parte de sus obligaciones: “debes tomar también a Rut la moabita, mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión”, el pariente se rehusó. Su excusa fue: “no sea que dañe mi heredad”. ¿Qué quiso decir con ello?
Talvez, como otros en Belén, atribuía la muerte de Elimelec y de sus hijos a la ida a Moab y haberse casado éstos con extranjeras.
Vs. 7-8. Era costumbre dar un zapato a otra persona como símbolo de que cedía a ésta los derechos de posesión. El zapato simbolizaba lo que alguien realmente poseía, disfrutaba y movía a voluntad hacia donde deseaba. El entregarlo a otro era ceder el derecho de que alguien gozaba para que otro lo disfrutara. Así, el pariente dio el zapato a Booz, cediéndole todos sus derechos.
Vs. 9-10. Booz adquirió el derecho de poseer todo lo que había sido de los tres difuntos, ante testigos. Además, adquirió el derecho de casarse con Rut, de levantar familia al difunto esposo de ésta y conservar así su memoria entre su pueblo.
V. 11-13. Los ancianos quedaron satisfechos por la transacción hecha, dieron su aprobación y también su bendición a la beneficiaria de todo: la moabita que se había refugiado bajo las alas de Jehová Dios de Israel. Le desearon que fuera como Raquel y Lea, esposas de Jacob y madres de las tribus de Israel. A Booz lo bendijeron deseándole que fuera ilustre y de renombre en Belén, Efrata.
Sí que fueron ilustres Booz y Rut. C.I. Scofield dice que Rut es un tipo de la Iglesia, como la esposa gentil de Cristo, quien es el betlemita capaz de redimir a la dulce mujer gentil que se acogió bajo las alas del Dios de Israel, y fue rescatada para ser elevada a la calidad de esposa. Booz y Rut son dignos ancestros en el linaje a través del cual Jesús vino a este mundo.
Vs. 14-16. En su vejez Noemí se gozó con un bebé pariente al que sirvió de aya. Este niño, llamado Obed, fue el abuelo de David. Y de nuevo las mujeres de Belén exaltaron el amor y el valor que Rut tenía para Noemí, diciéndole: “tu nuera, que te ama... es de más valor para ti que siete hijos”.
Vs. 18-22. Aquí se presenta la genealogía del Rey David, con lo cual concluye este breve pero hermoso Libro de Rut.
En la Biblia de Referencia Thompson dice que Rut, una gentil, se convirtió en uno de los antepasados de Cristo: