LECCIÓN No. 5 (regresar
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ENSEÑANZAS ACERCA DEL REINO
PARA ESTUDIO: Marcos 4:1-34.
LECTURA DEVOCIONAL: Lucas 8:4-15.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Marcos 4:30-32.
PROPÓSITO
Darnos cuenta de nuestro deber de preparar el alma,
sembrar la semilla y regar la planta; luego, confiar en Dios para que Él
nos haga producir fruto en abundancia.
OCASIÓN
Fue desde un barco anclado en el mar de Galilea,
que Jesús les hablaba en parábolas. Alguien ha dicho
que parábola es una historia terrenal con significado celestial.
Literalmente, quiere decir “colocar a la par”, una ilustración o
comparación en la cual una narración se coloca a la par de
otra para ilustrarla. La parábola imparte la verdad a aquellos
que están listos para recibirla, pero, a la vez, la esconde de las
mentes de aquellos que no están preparados para recibirla.
A todos nos gustan las historias, pero éstas eran de naturaleza
moral y quebrantaban el alma.
EXPOSICIÓN DE LA LECCIÓN
Ahora sí, la oposición al Señor
estaba convirtiéndose en algo más definido y hostil.
En su casa en Capernaum se le opusieron porque les declaró tener
autoridad de perdonar pecados y sanar enfermedades. En casa de Leví
le criticaron por comer con pecadores. También le censuraron
por quebrantar el sábado. Ora vez en Capernaum le acusaron
de hacer milagros por el poder de Satanás. Los fariseos, escribas
y otros grupos iban endureciendo más sus corazones contra Jesús
y planeaban matarle. Fue ante estas circunstancias que Él
comenzó a usar parábolas para enseñarles de manera
que entendieran y no entendieran a la vez. De esta manera sus discípulos
le entendían, mientras que los incrédulos no. Y así
es precisamente en nuestros días, hay muchos que tienen ojos y no
ven, tienen oídos y no entienden; porque a pesar de oír el
mensaje, siempre permanecen en su ignorancia.
I. COMPARTIENDO LA LUZ DE LA VERDAD (Marcos 2:21-22)
La palabra de Dios es luz. No es propio colocar
la luz debajo de una palangana para que no se vea. Un almud es una
medida con capacidad de 264.17 galones, y ya podemos imaginarnos encendiendo
una luz y colocándola debajo de ese recipiente, o colocándola
debajo de la cama. Al ponerla debajo del almud, no sólo dejará
de alumbrar, sino que también se apagará porque el oxígeno
se acabará rápidamente. Y así también
puede suceder con nosotros. La luz que Cristo nos ha dado debe brillar
para todos. Si la escondemos, no sólo dejará de brillar,
sino que también la podremos perder. Cristo mismo es la luz
del mundo y nos muestra todos los misterios de la salvación.
Y todo lo que nos ha revelado, debemos también nosotros enseñarlo
a los demás.
II. ESCUCHANDO LA PALABRA DEL EVANGELIO (Marcos 4:23-25)
¿Tiene usted oídos para oír?
Pues, oiga. Esto nos dice que debemos tener cuidado de oír
siempre la voz de Dios y estar listos a obedecerla. Si recibimos
la verdad, podremos abrir las puertas para recibir más. La
actitud con que escuchamos determina los resultados que oímos.
Cuando escuchamos maliciosamente, no logramos ningún provecho, sino
sólo descontento. Pero si escuchamos deseando aprender más
de Él, aprenderemos. Esto podemos aplicarlo y muy bien a los
mensajes que escuchamos del pastor o encargado de la iglesia. Cuando
estamos sentidos con el predicador y no queremos escuchar la Palabra que
Dios ha puesto en su corazón para nosotros, pues, es natural, no
aprenderemos nada, sino que más bien nos sentiremos disgutados con
cualquier cosa que él diga; pero cuando estamos deseosos de aprender
lo que el Señor quiere, no nos importa por boca de quien nos lo
diga. Es por eso que dice que el que no tiene, aún lo que
tiene le será quitado. Si nosotros tenemos un buen espíritu
y somos receptivos a la voz de Dios, recibiremos grandes bendiciones; pero
si preferimos vivir una vida raquítica espiritualmente, nos será
cortada la vida eterna.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
-
¿Ha escuchado usted la voz de Dios alguna vez a través de
algún hermano y se ha negado a obedecerla?
-
¿Qué podemos esperar si hemos sido exhortados por algo inconveniente
y rehusamos humillarnos para obedecer?
-
¿Por qué se le da más al que tiene, y al que no tiene
se le quita lo poco que posee?
III. LLEVANDO MUCHO FRUTO (Marcos 4:26-29)
Cómo crece una planta en la naturaleza es
todavía un misterio que los hombres no pueden explicar. Uno
siembra la semilla después de preparar la tierra. Esta es
muy pequeña, pero una vez está sembrada nace y crece.
Pero, en efecto, casi no hay nada que nosotros podamos hacer para hacerla
crecer y producir. Es necesaria la intervención de la lluvia
y el sol, lo mismo que de los alimentos naturales de la tierra. Esta
es una magnífica figura de la vida cristiana. Se siembra en
el corazón y se riega, pero es Dios quien da el crecimiento, hasta
que produce mucho fruto para el engrandecimiento del reino de Dios.
Nosotros podemos ser sembradores de la semilla del evangelio y cultivar
la planta, pero tenemos que esperar que Dios de los resultados en las almas
de los hombres, para ir a meter la hoz y cosecharles para Cristo.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
-
Lea Isaías 55:11-13 y vea la certeza del crecimiento y siega de
la semilla de la Palabra de Dios. Su Palabra nunca regresará
vacía.
-
¿Cuáles son las condiciones del crecimiento en la iglesia
de hoy? ¿Qué está haciendo usted para promover
este crecimiento?
IV. CRECIENDO PARA BENDICIÓN DEL MUNDO (Marcos 4:30-32)
Aunque el cristianismo haya tenido el más
pequeño principio, o aunque una iglesia haya comenzado tan sólo
en una familia, bajo el control y ayuda del Espíritu Santo ha crecido
mucho y seguirá creciendo. La semilla de mostaza es muy pequeña,
sin embargo, produce una planta más grande que todas las del jardín,
casi como un árbol grande, al grado de que las aves hacen sobre
él sus nidos. La vida de cada cristiano debe ser como la de
una de estas semillas, que aunque empiece muy pequeña, vaya creciendo
con mucha rapidez, hasta llegar a ser grande. La iglesia también,
tiene que irse propagando cada día; que la luz que hay en nosotros
se propague para que muchos otros también puedan alcanzar la salvación
en Cristo. ¿No es éste un gran reto para que nosotros
salgamos a anunciar su Palabra?
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
-
Lea II Timoteo 4:2 y I Pedro 2:21, y evalúe el método de
Jesús al enseñar por parábolas. Cree usted que
si Jesús hubiera hablado más claramente muchos hubieran sido
forzados a hacer sus decisiones antes de estar preparados para ello?
-
¿Cómo podríamos nosotros usar el método de
enseñanza que usó Jesús para ayudar a otros a comprender
mejor el significado del evangelio?
-
¿Está usted y su iglesia colaborando en la campaña
de extensión?
REFLEXIONES
-
Los corazones de los hombres arderán dentro de sí mismos
cuando alguien abra las Escrituras (Lucas 24:32).
-
No deje que su ministerio confunda la gente, sino más bien que la
ilumine.
-
Los que tienen oídos para oír y ojos para ver son aquellos
que después de escuchar la voz de Dios no endurecen sus corazones,
sino que están prestos a obedecerle.
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