PARA ESTUDIO: Marcos 4:35 a 6:6.
LECTURA DEVOCIONAL: Salmo 103:1-14.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Marcos 4:41.

PROPÓSITO

    Descubrir las muchas formas en que podemos disfrutar del poder de Dios, si sinceramente ponemos nuestra confianza.

    Jesús había estado predicando todo el día en el mar de Galilea usando un barco en vez de plataforma.  Ahora estaba cansado, y el barco se encontraba en alta mar calmado y de noche.  Pero ese lago, o mar como se le llama, es notable por sus tormentas repentinas y violentas.  Jesús y sus discípulos fueron víctimas de una de esas tormentas, después de que habían despedido a la multitud atravesaban el mar.

EXPOSICIÓN DE LA LECCIÓN

    Cristo es vencedor sobre todas las fuerzas de la naturaleza, sobre los demonios, sobre la enfermedad y aun sobre la muerte.  En el incidente del mar embravecido hubo muchos testigos, sorprendidos porque hasta la tormenta y los vientos le obedecían.  En las tormentas de nuestras vidas también podemos estar seguros que Él tiene toda autoridad para tranquilizarlas y rescatarnos del abismo.  Tiene poder de librarnos de las fuerzas naturales de la tierra, catástrofes de toda naturaleza, y también de cualquier clase de azote a nuestros cuerpos o espíritus.

    Jesús estaba muy cansado físicamente de tanta actividad durante ese día, cuando había ministrado a tanta gente necesitada.  Ahora, como es natural pensar, se encontraba durmiendo en la popa del barco, o sea, en la parte posterior.  Pero la tormenta comenzó, y era tan fuerte que estaba a punto de hundir el barco.  Los discípulos estaban aterrorizados, y es así como le despertaron con reclamos por su abandono aparente de ellos.  Pero, ¿estaría abandonándoles de verdad?  Tan pronto como despertó, reprendió las aguas y a los vientos, y todo quedó en calma. También aprovechó la oportunidad para exhortar a sus discípulos a tener fe.  ¿Cómo era eso que le tenían a la par, y no podían confiar en Él?  Eso también sucede muchas veces con nosotros, que nos dejamos llegar hasta el borde de un problema y no acudimos al Señor por su ayuda, a pesar de que le tenemos cerca.  Debemos tener siempre presente que Él está cerca, listo a ayudarnos con su poder.

PREGUNTAS PARA DISCUTIR

1. ¿Por qué Jesús se acostó a dormir sabiendo lo que iba a suceder?
2. ¿A qué se debía la falta de fe en los discípulos?
3. ¿Cuántos discípulos habría en el barco?

    Después de esto también Jesús tuvo otra demostración de su poder sanando al endemoniado gadareno, al este del río Jordán, y esto era tan fácil para Jesús como la calmada del mar.  Muchos milagros estaban por delante, pues luego llegó a Él Jairo, quien le buscaba porque su hija estaba a punto de morir, y decidió ir a su casa para levantarla.  Pero yendo en el camino, cuando la multitud le apretaba, una mujer que tenía doce años de padecer por un flujo de sangre, creyó en Jesús y tocó su manto creyendo que eso sería suficiente para recibir la sanidad de su enfermedad.  En efecto así fue, pero Jesús trató de investigar delante de todos quién le había tocado, no porque no supiera, ni para reclamarle nada, sino para que todos tomaran ejemplo de la fe de esa mujer.  Ella había buscado ayuda médica en muchas oportunidades, y sólo había gastado todo su dinero.  Pero esta vez echó su confianza en Jesús y quedó sana de su cuerpo y alma.  Y mientras esto ¿qué sucedió en la casa de Jairo?  Su hija murió, y a todos les parecieron perdidas sus esperanzas.  Pero no fue así porque Jesús siempre llegó y le levantó.

PREGUNTAS PARA DISCUTIR

1. ¿Por qué hizo Jesús como si no sabía quién le había tocado?
2. ¿Iba poca o mucha gente detrás de Jesús?
3. ¿En qué consistió la fe de esa mujer?

    Es importante notar que la fe es esencial para que Dios obre en nosotros.  Por eso le dice Jesús: “Tu fe te ha hecho salva”.  Y ella alcanzó no sólo sanidad de su cuerpo, sino también salvación; y eso era suficiente para que ella se fuera en paz.  Si nosotros tenemos fe para alcanzar un toque directo con Jesús, ese contacto nos hará libres de nuestro azote.  Pero es indispensable que creamos que Él tiene poder para hacer toda clase de milagro en nuestras vidas materiales y espirituales.

PREGUNTAS PARA DISCUTIR

1. ¿Qué es fe?  Vea Hebreos 11:1.
2. ¿Cuánta fe es necesaria para que Dios nos responda?

1. Dios muchas veces tarda para respondernos, pero nunca olvida.
2. Fe al tanto de un granito de mostaza es suficiente para que Dios nos responda al grado de remover montañas.  Lo importante es que usemos la fe que tengamos aunque sea poca.

“EL ROSTRO DE MI PILOTO”

    Una vez un barco fue atrapado por una tormenta cerca de una costa rocosa, que amenazaba con llevar a la destrucción a la embarcación con todos sus tripulantes.  Ante todo ese terror, un hombre temeroso, se acercó al cuarto del piloto, y le vio deteniendo el timón moviéndolo gentilmente.  Cuando el piloto vio al hombre sonrió infundiéndole confianza.  pronto el pasajero salió del cuarto y corrió contándole a todos: “He visto a mi piloto, y él sonríe “.  La sonrisa del piloto indicaba que él tenía seguridad en lo que estaba haciendo, y que no naufragarían.

    Así también cuando ponemos nuestra mirada en Jesús y le dejamos ser el piloto de nuestra vida, podemos tener confianza.