LECCIÓN No. 9 (regresar
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JESÚS PREDICE SU SUFRIMIENTO
PARA ESTUDIO: Marcos 8:27 al 9:50.
LECTURA DEVOCIONAL: Juan 16:25-33.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Macros 8:31.
PROPÓSITO
Desafiar nuestra creencia en Jesús el Hijo
de Dios y Salvador del mundo, y movernos a tomar su cruz par seguirle.
OCASIÓN
Después del discurso de Jesús sobre
la multitud de las tradiciones de los judíos, cuando enfatizó
la necesidad de una experiencia interna de la salvación, se fue
al norte alrededor de Sidón y Tiro. Sanó a un muchacho
de un espíritu malo y retornó al mar de Galilea, donde sanó
a otros dos. Las multitudes le siguieron por tres días, y
muchos eran sanados. Probablemente por el mismo lugar donde había
alimentado a los 5,000, ahora alimentó a 4,000 utilizando siete
panes y cuatro peces. Por la lentitud en el aprendizaje de sus discípulos
de que Él era el Pan de Vida y la insistencia de los fariseos en
querer ver señales y milagros, hizo que les enseñara la diferencia
entre la levadura de los fariseos y el verdadero significado del evangelio.
De allí se fueron a Cesarea de Filipo, pueblo situado en la frontera
norte de Palestina. Fue allí donde Jesús comenzó
a preparar a los discípulos para los eventos que estaban por venir.
DESARROLLO DE LA LECCIÓN
Había sido como un año antes cuando
Pedro escuchó las palabras de su hermano Andrés, que le dijo:
“Hemos hallado al Mesías”. ¿Sería eso suficiente
para convencerle de que Él era el Cristo que todos esperaban?
El reino visible prometido no había sido establecido todavía,
pero no podían pasar por alto tantos milagros y enseñanzas
maravillosas del Señor.
Jesús trató de ver que de esa fecha
en adelante ellos tuvieran la seguridad de su verdadera identidad, pero
bien comprendido por ellos mismos, no simplemente una enseñanza
que tuvieran que aprender a ciegas. Esta era la oportunidad de establecer
cuánto ellos habían comprendido de Jesús y participarles
de la obra de redención que estaba por concluirse.
I. LA DEIDAD DE CRISTO DECLARADA (Marcos 8:27-30)
En el camino de Cesarea de Filipo fue donde Jesús
presentó a sus discípulos esa pregunta escudriñadora,
para establecer qué concepto tenían ellos de Él.
Esa ciudad estaba al pie del monte Hermón. ¿Quién
decían los hombres que era Jesús? Unos pensaban que
era Juan el Bautista, que había resucitado; otros, Elías
el Profeta, o tal vez Jeremías. Pero Pedro, con una visión
de fe declaró: “Tú eres el Cristo”. Los judíos
esperaban la venida de Cristo así como nosotros esperamos su segunda
venida. Ellos esperaban que viniera para vencer a los enemigos de
su pueblo y establecer un reino Todopoderoso en la tierra. Pero Jesús
sabía que el cumplimiento de sus profecías tendría
que ser a través de sufrimiento. Él como Mesías
tendría que ser un día coronado, pero el camino hacía
ese fin era su propia muerte en la cruz. Nunca antes les había
hablado de la cruz que le esperaba, ni de su resurrección.
Por eso era necesario que ellos estuvieran seguros de su divinidad, para
que no fueran derrotados cuando todo eso llegara a pasar. Era necesario
que supieran claramente que Él era el Cristo prometido. Pero
al mismo tiempo, les fue requerido que no lo contaran a nadie, porque el
tiempo de esta revelación no había llegado para los demás,
y no convenía que la recibieran prematuramente.
PREGUNTAS
-
¿Qué habían visto los discípulos hacer a Jesús?
¿Qué habían visto en su carácter y naturaleza
del reino.
-
¿Con qué fin preguntó Jesús a sus discípulos
quién decían las gentes que era Él, y qué decían
ellos mismos.
II. SALVACIÓN POR SUFRIMIENTO (Marcos 8:31-33)
La muerte de Jesús no iba a suceder porque
el Sanedrín pronunciara su sentencia, ni porque Pilato diera el
permiso para hacerlo. La Biblia nos dice que Él fue obediente
hasta la muerte, y Él mismo puso su vida para volverla a tomar (Filipenses
2:8 y Juan 10:17-18), todo para darnos la salvación. Ahora
Jesús les declaró que era necesario que Él muriera,
y esto le sorprendió tanto a Pedro, que le llamó aparte para
reprenderle. El pobre Pedro no comprendía las cosas espirituales
todavía, y por eso hablaba de esa manera. Sus palabras eran
con un punto de vista humano. ¿Por qué estaría
listo Jesús a entregar su vida para morir, en vez de establecer
su reino en la tierra? Esto Pedro no podía comprender, y al
hablar de esa manera a Jesús le fue tal tentación, que le
reprendió diciendo: “Retírate de mí, Satanás”.
Qué sorprendente, después de haberle ensalzado por su famosa
confesión, ahora aparece identificado como Satanás.
Esto define un gran punto controversial con la iglesia católica.
Ellos dicen que Cristo intentó hacer de Pedro el representante de
Dios en la tierra, y que sobre él fundaría Cristo su Iglesia.
Pero se puede ver bien el error, porque, al mismo tiempo que Jesús
habló del fundamento de su Iglesia, declaró que el infierno
no prevalecería sobre ella... ¿sobre la piedra (Pedro), o
sobre la Roca (Cristo)? Es claro que sobre la Roca, Cristo, porque
pocos momentos después Jesús estaba llamando a Pedro, Satanás.
¿Había prevalecido el infierno sobre él? Es
claro que sí, pero no sobre Cristo. Ahora Cristo le estaba
anunciando la forma cómo Él sería vencedor para siempre,
su muerte en el Calvario para hacer la redención humana.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
-
¿Qué quería Jesús que los discípulos
aprendieran por su reprensión a Pedro?
-
¿Por qué era necesario que Cristo padeciera?
-
¿Cuál es el verdadero fundamento de la Iglesia?
III. NEGACIÓN DE NOSOTROS MISMOS DEMANDADA (Marcos 8:34-37)
Ahora Jesús estaba haciéndoles sentir,
que si su Maestro y Señor iba a sufrir tanto por ellos, era necesario
que todo el que le quisiera seguir también tomara su propia cruz.
¿Cómo podremos tomar su cruz? ¿Será llevando
una cruz en el cuello? No. Dios tiene un plan específico
para cada creyente, y es necesario que cada uno renuncie a sí mismo
y esté listo a obedecer a Dios viviendo la clase de vida que Dios
quiera. Muchas veces ésta es una vida de sufrimiento por su
causa, otras veces puede ser una cruz de rosas. No importa cuál
y cómo sea; lo que interesa es que vivamos la vida que Dios quiere
que vivamos. Cualquiera puede hacer su propia voluntad y llevar el
camino que más le guste. Puede ser un camino de fama, o uno
de mucho dinero, como también un camino de placer. Pero ¿de
qué nos servirá si ganamos todo el mundo y perdemos nuestra
alma? ¿De qué nos podrá servir hacernos amigos
de todos y hacernos parecer a ellos, si eso basta para perder la vida eterna?
Por eso dice que el que la pierde por causa de Cristo y del evangelio la
salvará. Es necesario que hagamos una rendición completa
de nuestra voluntad para que ésta sea guiada por el Espíritu
Santo, no importándonos si se burlan de nosotros. Que no nos
importe si aún otros creyentes nos hacen escarnio por nuestra obediencia
a Dios.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
-
¿En qué consiste la negación completa de uno mismo.
-
¿Por qué no debemos vivir conforme al mundo sino conforme
a Cristo?
REFLEXIÓN
-
La mejor prueba de la deidad de Cristo es nuestra salvación.
-
La Iglesia de Cristo fundada sobre una piedra pequeña sería
fácil de botar, pero es firme y nunca caerá porque ha sido
fundada sobre la Roca.
-
Cuando el hombre confía en sí mismo es bueno en su propia
opinión, pero cuando renunciamos a nosotros mismos y permitimos
que el Espíritu Santo guíe nuestras vidas, somos santos.
ILUSTRACIÓN
“QUÉ MIRA USTED EN JESÚS”
Un Señor encontró una piedra en un río la
cual creyó muy adecuada para tener abierta la puerta de su casa.
Se la llevó, y la puso en función. Una vez pasó
por su casa un experto en minas y descubrió que aquella piedra era
oro; en efecto, la más grande jamás encontrada en toda aquella
región. Para el dueño era sólo una piedra, pero
para el experto era un metal precioso.
Muchos miran en Jesús a un profeta, otros a un gran maestro,
y aún otros simplemente a un hombre. Pero nosotros hemos visto
y estamos ciertos que es nuestro Salvador, el Hijo de Dios encarnado para
hacer la reconciliación del hombre. ¿Qué mira
usted en Jesús?
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