LECCIÓN No. 11 (regresar
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LA AUTORIDAD DE JESUCRISTO
PARA ESTUDIO: Marcos 11 – 12.
LECTURA DEVOCIONAL: Isaías 11:1-9.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Mateo 28:18.
PROPÓSITO
Mostrar que no hay conflicto entre los deberes civiles
y religiosos; que uno debe conocer los preceptos de Cristo para una vida
santa y ser buen ciudadano.
OCASIÓN
Ya todos esos eventos en Galilea y en Perea se quedaban
para la historia; ahora Jesús ya estaba en camino a Jerusalén
para ser juzgado y crucificado. Sanó al ciego Bartimeo en
Jericó y llegó hasta Betfagé y Betania. Allí
sus discípulos le llevaron el pollino para hacer su entrada triunfal
a Jerusalén, en la cual las multitudes gritaban: “¡Hosanna!”
El lunes por la mañana fue el incidente de la higuera seca y la
purificación del templo. El martes de esa semana de pasión
estuvo lleno de parábolas y controversias. Parece que Jesús
esas noches las estaba pasando en Betania y los días en Jerusalén.
Ya se acercaba el momento de su prueba, cuando le tenemos con las experiencias
de esta lección.
DESARROLLO DE LA LECCIÓN
¿Hay, o no hay conflicto entre las leyes
civiles y preceptos de Dios? Necesitamos dar una respuesta muy sabia
a esta pregunta. Los “Amigos” primitivos afirmaban que mientras los
gobiernos se basaban en la Palabra de Dios, había que obedecerlos;
pero si llegaban al grado de forzar las conciencias de los hombres por
hacer algo que es contrario a la voluntad de Dios, en esos casos había
que obedecer a Dios antes que a los hombres. Creo que ésa
es la mejor posición que un cristino puede tomar. Al mismo
tiempo el creyentes no debe participar en la política de ningún
país, porque ésta siempre trae disensiones, pleitos y muchas
otras clases de problemas, morales. Pero sí debemos respetar
las leyes y ser buenos ciudadanos, siempre que esto no comprometa nuestra
fe. De modo que el creyente sí debe pagar sus impuestos, votar
y respetar las leyes del país, pero nada más.
I. LA AUTORIDAD DE JESÚS DEMOSTRADA (Marcos 11:27-33)
Cuando Jesús entró una vez más
por la mañana en Jerusalén y se dirigió al templo,
estuvieron prestos los principales sacerdotes y escribas a interrogarle
sobre su autoridad. Ya no sabían cómo detener su mensaje,
y pensaron que ésa sería la única forma: Porque según
ellos tenían la única autoridad. Habían visto
y oído todas las aclamaciones que las multitudes le hicieron a Jesús,
y ellos se sentían celosos por eso. De modo que fue maliciosamente
que le preguntaron con qué autoridad hacía todo eso.
Pero podemos ver la gran sabiduría de Dios manifestada en su respuesta.
Jesús les respondió con otra pregunta, una difícil
de responder: El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres?
Si decían que de los hombres (que era lo que deseaban decir), la
multitud se les vendría encima; y si decían que del cielo,
siempre saldrían perdiendo, porque les habían creído.
De modo que prefirieron no responder, y así terminó ese asunto.
A Jesús nada le costaba decirles cuál era la fuente de su
autoridad, pero de nada serviría, sólo les alborotaría
más, porque Él conocía la malicia de la pregunta.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
-
Al decir los judíos que no sabían de dónde era el
bautismo de Juan, ¿qué querían decir en realidad?
-
¿Habrá entre nosotros alguna duda acerca de la autoridad
de Jesús? ¿Qué efecto podría tener eso?
II. LEALTAD DE JESÚS A LA AUTORIDAD CIVIL DECLARADA (Macros 12:13-17)
Al no poder alcanzar a Jesús con su malicia,
los sacerdotes y escribas le enviaron unos fariseos y herodianos para ver
cómo le podrían tomar en palabra, o buscar algún pretexto
para acusarle. Los herodianos no eran ni grupo religioso ni político,
sino simplemente judíos que estaban de acuerdo con el gobierno de
Herodes y, por lo mismo, de Roma. Estos dos grupos siempre estaban
en pugna mutua, pero esta vez se juntaron con el propósito común
de asechar a Jesús. Le preguntaron si era correcto pagar los
impuestos, para ver si decía que no, y entonces podrían acusarle
antes el gobierno romano de rebelión; y si decía que sí
había que pagar los impuestos, esperaban que la gente se volviera
contra Él por favorecer al imperio romano. Pero nuevamente
vemos la sabiduría de Dios, al decirles: “Dad a César lo
que es de César, y a Dios lo que es de Dios”. ¿Qué
cosa podría haber más justa que ésta? Indicó
que debíamos dar a cada uno lo que le pertenece.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
-
¿Cuál debe ser la posición de la Iglesia cristiana
en relación a los poderes civiles?
-
¿Por qué razones los cristianos deben permanecer fuera de
toda política?
-
¿Por qué deben pagar sus impuestos al gobierno todos los
creyentes? ¿Quiénes deben ser los más exactos
en pagarlos?
REFLEXIÓN
-
Los hombres del mundo confían en autoridades humanas, pero nosotros
confiamos en el Autor de toda autoridad.
-
Así como todos estamos obligados a entregar a César lo que
es suyo, también debemos entregar a Dios lo que le pertenece.
ILUSTRACIÓN
Los hombres del mundo siempre tienen alguna forma
de defraudar al estado, mintiendo en el valor de sus ganancias o posesiones.
Las casas son valoradas por varios miles menos de lo que cuestan, las ventas
de tiendas y almacenes son reportados pocas, la mercadería la importan
por contrabando. Pero el cristiano sabe que debe “dar a César
lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”.
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