PARA ESTUDIO: Romanos 15:20.
LECTURA DEVOCIONAL: Salmo 15.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Romanos 15:20.
PROPÓSITO
Conocer algunas características de la vida del apóstol Pablo, las cuales deberían ser parte de nuestra vida cristiana. Estas a la vez se constituyen en estrategias misioneras para nuestra iglesia.
INTRODUCCIÓN
Lo que el apóstol Pablo tenía en abundancia era consagración. Si el cristiano consagrara su vida a Dios, si le obedeciera y dependiera absolutamente de Él, podría ser usado de la misma manera que el apóstol Pablo.
En Romanos 15:20 encontramos tres características de la vida del apóstol Pablo, las cuales podrían ser elementos indispensables para nuestra vida espiritual: Compromiso, coordinación y cooperación.
B. El apóstol Pablo era un hombre comprometido con Dios, y éstas afirmaciones lo demuestran: “Soy deudor” (Romanos 1:14). En I Corintios 9:16 dice: “Ay de mí si no anuncio el evangelio”. En Filipenses 1:21 dice: “Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia”. Por medio de todas estas expresiones nos damos cuenta del profundo compromiso del apóstol con Dios y su obra.
Cuando El apóstol Pablo tuvo su encuentro personal con Cristo en la entrada de la ciudad de Damasco, su vida fue transformada, y conoció la verdadera y única solución. Allí él habló con Jesucristo llamándole Señor. Si Cristo es Señor, nosotros somos sus siervos; y si somos sus siervos, le debemos obedecer.
C. Muchas veces decimos que Cristo dirige nuestra vida, pero hacemos sólo nuestra voluntad. Somos egoístas y queremos hacer sólo aquello que nos agrada a nosotros; trazamos nuestros propios planes, vivimos una vida pobre de oración, no nos profundizamos en la Palabra de Dios. Aún con todo eso decimos que Cristo es nuestro Señor. No predicamos el evangelio, no le damos testimonio a las personas que nos rodean y decimos que Cristo es nuestro Señor. Eso no debe ser así.
D. El apóstol Pablo tenía un deber. Predicaba el evangelio aunque le costara. Esta es la orden del Señor y la solución para la humanidad.
A. En Mateo 28:18-20, donde Cristo da la gran comisión a sus discípulos, dice que debemos hacer discípulos en todas las naciones.
B. Tenemos que captar la visión de Dios. La Palabra de Dios dice que tenemos la mente de Cristo y que su Espíritu Santo mora en nosotros. Por lo tanto si Dios está en verdad dirigiendo nuestra vida, tendremos naturalmente la misma visión que Él tiene del mundo.
De acuerdo a unas estadísticas recientes, hay en el mundo aproximadamente ocho o nueve mil pueblos no evangelizados, esparcidos en países musulmanes, budistas y otros.
C. A veces tenemos dificultad para comprender todo esto, ya que vemos las cosas desde el punto de vista del mundo que nos rodea. Vivimos en un país donde hay libertad de religión. Tenemos iglesias, programas de radio y televisión donde se predica de Cristo. Esto nos hace creer que todos ya oyeron el evangelio; sin embargo, cuando vemos las estadísticas nos damos cuenta que todavía hay grupos humanos que nunca han conocido el evangelio de Cristo.
D. Mateo 24:14, “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. La Palabra de Dios es clara: El fin vendrá después que el evangelio sea predicado a todas las naciones. Es nuestro deber y privilegio participar con Dios en esa obra grandiosa de llevar su Palabra por todo el mundo.
E. Es hora que la iglesia comience a concentrar sus esfuerzos en la predicación del evangelio a los pueblos no evangelizados. La estrategia misionera consiste en llevar el evangelio a todas las culturas. Puede ser local o internacional.
¿Cuál es nuestra visión como Iglesia Evangélica “Amigos”? Nuestra visión será siempre llevar el mensaje de Cristo a las personas perdidas, sin caer en el error de hacer prosélitos entre las denominaciones hermanas. Esto no significa, de ninguna manera, que no debemos predicar el evangelio en lugares donde ya existen iglesias; tantas más iglesias haya, mejor es para extender el reino de Dios. Sin embargo, es necesario predicar con prioridad en aquellos lugares donde no hay presencia de ninguna denominación.
Debemos seguir siendo testigos en los departamentos, municipios, aldeas, y lugares poblados de nuestro país, y a la vez tengamos un programa misionero donde cada creyente tenga la oportunidad de participar en la evangelización del mundo.