LECCIÓN No. 11 (regresar
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PASTOREANDO A LOS CANDIDATOS Y A LOS MISIONEROS.
PARA ESTUDIO: Efesios 4:11-12.
LECTURA DEVOCIONAL: Salmo 130.
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Efesios 4:11.
PROPÓSITO
Reconocer lo importante que es para el misionero recibir ayuda
pastoral de la iglesia que lo envía. .
INTRODUCCIÓN
No debemos olvidar que el misionero es un miembro
de la iglesia a quien Dios ha llamado a esta tarea específica.
Necesita del cuidado pastoral como cualquier miembro de la iglesia local
que no está en el campo misionero. La decisión de seguir
a Cristo, obedecerle incondicionalmente, hacer su voluntad es la que está
impulsando al misionero a irse de su tierra, a un pueblo donde no conoce
la cultura, no habla el idioma, no comen la comida que el misionero acostumbra.
Esta decisión de seguir y obedecer a Cristo es profunda y seria.
Esto provocará en el misionero un desgaste emocional, espiritual,
físico que puede ser peligroso si no le damos la atención
pastoral que necesita, él y su familia. Cristo dijo: “Os envío
como ovejas en medio de lobos”. Entonces el pastoreo de los misioneros
no es un nuevo invento, sino que nace con la responsabilidad misionera
que la iglesia tiene.
El principio que guía la tarea misionera no
debe ser el de las metas, los programas, o los resultados a costa de la
vida y persona del misionero y su familia. El trabajo de hacer misiones
debe entenderse que la persona integral está en el centro del proceso
de la gran comisión a la cual Dios la ha llamado.
Hay que hacer diferencia entre cuidado pastoral y
supervisión de campo y readaptación en el país donde
va a servir de misionero. Ambas cosas son diferentes.
I. ¿QUÉ ES EL CUIDADO PASTORAL?
El cuidado del misionero incluye varios aspectos:
-
Provisión para sus necesidades especiales: espirituales, personal,
familiar y ministerial.
-
Guianza y asesoría en el desarrollo de su ministerio.
-
Comunicación, amistad y compañerismo
-
Visitación y cuidado especial en las crisis de su vida.
-
Motivación y afirmación en su llamado misionero.
-
Respaldo continuo en oración.
II. ¿QUÉ ES LO QUE EL CUIDADO PASTORAL PERSIGUE?
Es ayudar al misionero a manejar adecuadamente las realidades de su
vida diaria, entre las que se puede manejar lo siguiente.
-
Vida espiritual. Su relación personal con Dios, su vida devocional
y la de su familia, luchas espirituales, tentaciones sutiles que le estén
llegando por la naturaleza de su trabajo.
-
Apoyo en el aspecto cultural. El misionero está aprendiendo
un idioma. Está encarnando una cultura nueva a su vida, el
choque de cosmovisión. Todo esto arrojará una crisis
a su vida, donde necesitará apoyo.
-
En las relaciones humanas. Relación con colegas, nacimiento
de niños, disciplina de los hijos y conflictos matrimoniales.
-
Físico. Respecto a la salud. Hay factores nuevos como
la adaptación al clima, la comida que pueden traer trastornos en
la salud.
-
Psicológicos. La estabilidad emocional, la autoestima y manejo
de sus emociones.
-
Ocupacional. Desafió y manejo adecuado de las presiones del
trabajo, administación de su tiempo, metas y objetivos.
-
Crisis. Tiempos especiales donde el obrero necesitará atención
especial, personal e inmediata.
III. LA FALTA DE PASTOREO ES UNA DE LAS PRIMERAS CAUSAS DEL RETORNO
PREMATURO DE LOS MISIONEROS
IV. LA SUPERVISIÓN: OTRA ÁREA QUE INVOLUCRA EL PASTOREO
AL MISIONERO
A. No podemos olvidarnos de los misioneros en el campo. La supervisión
de su trabajo es responsabilidad de la iglesia que envía.
B. El misionero necesita dar un informe confiable a su Iglesia.
Esto es bíblico (Hechos 14). En nuestra época se puede
hacer a través de teléfono, Fax, correo electrónico,
etc.
C. Una buena supervisión traerá mejores posibilidades
de cuidado pastoral. Un misionero sin cuidado pastoral, tendrá
pocas posibilidades de resolver sus problemas personales. Si la iglesia
se mantiene informada, estará más interesada.
D. Una buena supervisión evita un falso trabajo misionero.
Solamente porque el misionero pasó por tantas clases de preparación
no significa que esté libre de la posibilidad de equivocarse.
Algunos llegan al campo, se frustran, no soportan las presiones, persecuciones
y disturbios; se sienten avergonzados y no regresan a su país de
origen, ni quieren conversar de lo que pasó. Esto genera un
falso trabajo misionero que trae por consecuencia frustraciones de las
dos partes: de la Iglesia y del obrero.
E. Una buena supervisión hecha con amor a través de una
visita al campo podría fácilmente traer luz de cualquier
tipo de problema que esté afectando al misionero y darle solución
con la ayuda de Dios.
F. Una buena supervisión promueve la capacitación de la
iglesia en misiones. Cuando la iglesia se da cuenta de las exigencias
del campo misionero es desafiada a una mayor preparación para saber
cómo enfrentar las diferentes situaciones en esta área.
V. LO QUE DEBE HACERSE CON EL MISIONERO AL REGRESAR DEL CAMPO
Algunas iglesias llaman a este tiempo, período de receso.
Si se trata de un período en medio de su ministerio, o sea, cuando
vuelve a su país natal para luego regresar al campo. Este
período se da por los siguientes motivos:
A. DESCANSO. Un misionero necesita descansar, junto a su pueblo,
su cultura y su lengua.
B. RECICLAJE. Tiempo para estudiar algún asunto interesante
para él, o bien procurar un postgrado, lo que es un factor muy importante
para su desarrollo intelectual.
C. DIVULGACIÓN. Este tiempo es una excelente oportunidad
para que el misionero comparta sus necesidades del campo con toda sinceridad
a la iglesia que le apoya.
D. TRATAMIENTO MÉDICO. La iglesia local debe cooperar con
el regreso del misionero, proporcionando habitación, transporte,
atención médica odontológica, descanso y preparando
una agenda para que pueda ir a cada iglesia para hablar de su trabajo misionero.
La iglesia le debe proporcionar descanso emocional y espiritual.
CONCLUSIÓN
Muchos misioneros convencidos de su llamamiento, se han retirado de
las misiones por causa de aquella iglesia que prometió apoyarle,
pero que luego se olvidó de él. Los misioneros, lejos
de su país, familia e iglesia y olvidados por su iglesia, se llenan
de dolor al pensar que no hay nadie que se interese por sus necesidades;
y en consecuencia se sienten abandonados.
El llamado es para el liderazgo de nuestras iglesias
y nuestros pastores. Si hay misioneros que salieron de nuestras iglesias
¿en qué medida y de qué manera les estamos apoyando?
¿Hemos reconocido que ellos como personas y familias urgen de consejo
pastoral?
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