Esta parte del mensaje es muy importante, porque
debemos hacer el sermón práctico. Hay unos que hacen
la aplicación práctica después de cada punto, pero
parece natural que hay una aplicación práctica al fin del
mensaje. Por tanto, si uno hace aplicación práctica
después de cada punto, sería bueno siempre dejar algo que
decir al fin del sermón.
La aplicación puede ser una de varias clases:
1. Instrucción.
Si el tema es la necesidad del estudio de la Biblia,
en la aplicación sería bueno decir cómo pueden estudiarla
con provecho. A veces el predicador despide a su congregación
convencida y deseosa, pero ignorando la manera de satisfacer su deseo.
2. Persuasión.
No es suficiente que los hombres sean convencidos,
sino es necesario que lo sientan. Los hombres, por lo general, no
dejan el pecado porque lo deben dejar. Tienen que sentir la culpabilidad
del pecado antes que lo dejen. En otras palabras, tienen que ser
persuadidos de que es a su propio interés eterno dejarlo.
Tenemos que persuadir a los hombres. Por tanto necesitamos
considerar las emociones y los hechos. La voluntad no obra
independiente de las emociones; obra movida por ellas. La razón
no gobierna a muchos hombres. Sus hechos dependen de sus emociones.
Necesitamos estudiar este punto para conocer cómo las emociones
pueden impulsar acción.
Necesitamos dar atención especial a los motivos que guían
a los hombres a accionar. Podemos definir estos motivos como las
necesidades espirituales, intelectuales, morales y materiales. El
predicador tratará especialmente de las fases espirituales y eternas
en estos motivos para guiar a los hombres a acción.
CUESTIONARIO