De mucha importancia en la presentación del mensaje es la presentación y aspecto físico del predicador. Una apariencia y postura incorrectas pueden causar tan mala impresión en los oyentes que les haga perder la atención, el interés y aun el provecho del sermón. Por lo tanto bueno será tomar en cuenta algunas indicaciones al respecto.
1. Aspecto Físico:
Antes de todo, preséntese lo más decente
que sea posible en lo que se refiere al vestuario. Debe haberse bañado,
puesto ropa limpia y arreglada. Evite estar despeinado, la solapa
de su saco al revés, su cuello desdoblado, la corbata por un lado,
sus botones descuidados. Procure también que su calzado esté
limpio.
2. Posición en el púlpito
Al predicar, adopte una posición natural,
procurando dominarse de tal modo que no este tieso, por una parte, ni excesivamente
movible por la otra. No esté paseándose constantemente
de un extremo al otro de la plataforma, y al estar firme, evite estar doblando
una o ambas piernas a la vez o canteando los pies como que no quisiera
pararse en las plantas. Jamás mueva el cuerpo sobre los pies
firmes, balanceándose hacia adelante, atrás o hacia los lados
como que fuera péndulo de un reloj de pared.
Aparte de los ademanes necesarios, procure cultivar
el reposo. No se truene los dedos, se limpie las uñas, ni
acaricie uno de los botones de su saco como procurando arrancarlo.
Tampoco se ajuste frecuentemente sus lentes (si los usa). No juegue
con su pañuelo, ni meta sus manos en los bolsillos, ni mucho menos
juegue con objetos que en ellos lleve, como llaves, dinero, etc.
También evite recostarse sobre el púlpito,
y nunca ponga sus manos sobre la cintura dejando sus brazos en forma de
orejas de jarro. No se abroche y desabroche el saco, ni esté
constantemente subiéndose los pantalones, dando la impresión
de que los tiene flojos.
Con un poco de atención a estas cosas,
usted logrará una apariencia y posición correctas y decentes.
CUESTIONARIO