LECCIÓN 37 (regresar
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LA ACTITUD DEL PREDICADOR EN EL PÚLPITO
Mucho del éxito del mensaje depende de la
actitud que el predicador presente al estar frente a su auditorio.
Hay algunas actitudes incorrectas e inconvenientes que será bueno
apuntar para evitarlas.
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Una actitud pretenciosa. Se puede manifestar por gestos y
por expresiones o palabras con los cuales se dé la impresión
de que uno es demasiado capaz para el oficio que está ejerciendo.
Si usa un lenguaje o expresiones que bien sabe son incomprensibles a su
auditorio, muestra con ello una actitud pretenciosa.
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Una actitud de superioridad. Si usted comienza diciendo que
espera que sus oyentes puedan entender el “difícil” asunto que va
a tratar, les hará sentirse inferiores a usted y seguramente no
le oirán con gusto.
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Una actitud indiferente. Esta se muestra muchas veces por
no levantar jamás su rostro para mirar a su auditorio, como si sólo
predicara para sí mismo.
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Una actitud egoísta. Se puede ver cuando el predicador
hace demasiadas alusiones a propia persona, a sus éxitos, a su educación,
etc.
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Una actitud descuidada. No comience pidiendo disculpas por
la pobreza de su sermón que va a predicar, o comenzando a hablar
de generalidades de poca importancia. El descuido en su preparación
saltará a la vista y el auditorio nunca excusa al predicador descuidado.
CUESTIONARIO
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¿Cómo se manifiesta una actitud pretenciosa?
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¿Qué actitud hace a los oyentes sentirse “inferiores” al
predicador? ¿Qué resulta de eso?
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¿Cómo se expresa una actitud indiferente?
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Al hablar uno mucho de su propia persona, de sus éxitos y de su
educación, está demostrando la actitud
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¿Cómo se comienza generalmente cuando hay actitud descuidada?
APRENDIENDO NUEVAS PALABRAS
Pretencioso
Superioridad
Actitud
Generalidades
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