LECCIÓN No. 2 (regresar
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AMÓS EL VOCERO DE DIOS
PARA ESTUDIO: Amós 1:1 y cap. 7.
LECTURA DEVOCIONAL: Mateo 5:38-48.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Amós 3:8b.
PROPÓSITO
Darnos cuenta de que la razón por la cual muchos rechazan la
verdad es porque ésta revela el pecado del hombre, trayéndole
convicción de que la buena relación con Dios y la vida recta
delante de los hombres son el resultado del conocimiento apropiado de Dios
y su Palabra.
OCASIÓN
La palabra “Amós” se dice que significa “uno
que soporta la carga”. Ahora Oseas era el profeta de amor, y su mensaje
siempre era de volverse a Dios porque Él nos ama. Pero Amós
los exhortaba a volverse a Dios porque adelante habría un juicio
si no lo hacían. Él era un producto de su época
y también la representaba muy bien. Se crió junto al
desierto, como a 20 kms. de Jerusalén. Vivió en una
edad de oro con relación a la prosperidad de Israel, pero al mismo
tiempo había muy poca vida religiosa y sabiduría espiritual.
Tecoa estaba situada en un sector sin vegetación; sólo se
veía el horizonte entre los bordos ligeros de una gran planicie.
Amós era pastor de ovejas especiales, que aunque tenían una
apariencia fea, eran muy apreciadas a causa de su lana muy fina.
Mientras vigilaba sus ovejas, también cuidaba las higueras que crecían
silvestres en aquella región, las cuales eran parte del alimento
diario de las gentes muy pobres. Su casa estaba en Judá, pero
su llamamiento fue para ir a profetizar en Israel, a Betel que era donde
estaba el santuario más importante. Sus profecías tomaron
lugar en los días de Uzías rey de Judá y de Jeroboam
II rey de Israel, dos años antes del terremoto. Parece que
ese terremoto fue también acompañado de un eclipse total
del sol (Amós 8:9), lo cual creen los astrónomos que tuvo
lugar el 15 de junio del año 763 a. C. Esto nos deja claro
que él predicó como en el año 760 a. C.
DESARROLLO DE LA LECCIÓN
Una plomada de albañil es la prueba por medio
de la cual se puede establecer si un edificio ha sido construido en su
posición vertical, que es necesaria para que permanezca en pie.
Es así también cómo Dios colocó la plomada
en medio de su pueblo Israel. Él, como Maestro de obra estuvo
al lado del muro de Jerusalén con la plomada en la mano. Al
leer en Isaías 28:17 nos damos cuenta que la plomada que Dios utilizó
en esta ocasión fue la justicia y la rectitud, y aún la usa
en nuestros días para juzgar a los niveles espirituales y acciones
de los suyos. Siempre cuando la plomada revela que una pared no está
suficientemente vertical, ésta debe botarse: es así como
el juicio también debía venir sobre Israel por no estar suficientemente
de acuerdo con la línea de la plomada que es la Palabra de Dios.
Jehová es un Dios de justicia, y toda adoración que no fuera
sincera se convertiría en insulto hacia Él. También
debía haber justicia de hombre a hombre, pues los requisitos de
Dios siempre tocan el todo del hombre, y éstos son siempre morales.
Una verdadera religión puede ser experimentada guardando sus mandamientos.
“La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es
ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones,
y guardarse sin mancha del mundo” (Santiago 1:17). El hecho de que
su pueblo había llegado a estar bajo un pacto con Dios lo hacía
más responsable; de modo que el juicio habría de venir.
¡Qué terrible será para una persona, sociedad o nación
llegar al momento de no querer volverse a Dios, y tan sólo esperar
los resultados que nos demuestran esta lección de la plomada!
I. VOZ DEL MENSAJERO DE DIOS (Amós 1:1)
Vs. 1. El lugar de nacimiento, su ocupación,
el tiempo y la nación a la cual Amós fue llamado para profetizar
se dan claramente en el principio de este mensaje. Muy bien describe
lo seco del lugar donde estaba situada Tecoa, como 20 kilómetros
al sur de Jerusalén y tan sólo 10 kms. al sur de Belén.
El terreno era demasiado seco y arenoso como para ser utilizable.
Mencionar que Amós lo había visto era algo de bastante influencia,
porque el profeta había de ver todas las cosas de este mundo para
mirar esta visión de aquello que la nación debía escuchar,
y con especialidad Jeroboam. Este Jeroboam II, el hijo de Joás,
condujo el país al tal grado de poder y prestigio como no se había
conocido desde los días de Salomón. Se había
sentado en el trono ya por 41 años, tiempo durante el cual las fronteras
de la tierra se habían extendido hasta cubrir una enorme área
por el aumento en sus relaciones comerciales, y, como consecuencia el debilitamiento
de Asiria y Egipto. La bonanza había crecido enormemente pero,
al mismo tiempo, se había desarrollado la corrupción y la
inmoralidad, acompañadas de los pecados más groseros, y las
malas prácticas sociales e idolátricas eran evidentes.
PARA DISCUTIR
Estudie las referencias a los hechos acerca de Amós que se dan
en la lección (Amós 1:1-2; 7:13-15) y muestre cómo
es que Amós era de un carácter hacia fuera, un misionero
tal, que salió para ayudar a un país que no era el suyo propio.
¿Se podrá justificar el hecho de que Amós predicara
en Israel?
II. VISIÓN DE LA PLOMADA (Amós 7:7-9)
Vss. 7-9. Amós reveló claramente
en una serie de cinco visiones el pecado de Israel y su juicio que estaba
por venir: Las langostas devoradoras (7:1-3); el fuego consumidor (7:4-6),
la plomada (7:7-11); la canasta de frutas muy maduras (cap. 8); y el Señor
en el altar(9:1-10). Es así como se presentó la figura
del juicio delante de aquellos que escuchaban a este predicador de justicia.
¿Y sería esto todo? ¡No! Porque también
les fue revelada la misericordia de Dios: que así como Dios habría
de traerles juicio, también les ofrecía misericordia para
que escaparan como resultado del arrepentimiento. El muro torcido
de Jerusalén no podía permanecer en pie al pasarle la prueba
de la verdad. La ley siempre era buena, y al mismo tiempo tenía
misericordia en la promesa de que al fin habría un retorno a Dios.
Ellos pensaban que por ser el pueblo de Dios no serían castigados.
Pero, si se hace caso omiso de una advertencia, no se pueden esperar otras
cosas más que castigo. Los lugares altos llegaron a ser santuarios
donde se adoraban las deidades paganas, con una adoración mezclada
con lo que ellos pretendían ser el verdadero Dios. El Señor
era muchas veces adorado tal como los paganos lo hacían a los ídolos
cananeos. Al poner la plomada, la destrucción subsiguiente
vendría a terminar hasta con los santuarios. Así también
el rey y su familia tendrían que participar de esa condenación
por ser el responsable de tal descenso moral y religioso. La destrucción
se llevaría a cabo por medio de un poder extranjero, el de Asiria.
Samaria, la capital de Israel fue derrotada en el año 722 a. C.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
-
Lea las dos visiones en Amós 7:1-6 y la de la plomada, y se dará
cuenta de cómo esta tercera es más amplia que las primeras
dos.
-
¿Cómo podemos conocer los requisitos de Dios para nuestra
iglesia? ¿En qué sentido no estamos totalmente de acuerdo
con la plomada de Dios?
-
¿En qué áreas no estamos nosotros viviendo de acuerdo
con la plomada de Dios en lo individual, ni ayudando para que otros lo
estén? ¿Cómo podremos cambiar estos defectos?
III. VÍCTIMA DE LAS ACUSACIONES DEL SACERDOTE (Amós 7:10-13)
Vss. 10-13. Un hombre desconocido, simple
pastor de ovejas, pero valiente predicador, fue el que se enfrentó
con el sacerdote de Betel, que era el representante de la religión
de Israel en esa época.
Amós tuvo que afrontar falsedades, amenazas
y varios males más, pero todo con gran valentía. Él
conocía a Dios, y oír su voz era más importante que
su propia seguridad física. Ojalá Dios nos permita
ser más así a nosotros también. ¿Era
cierto que Amós estaba conspirando en contra del rey? ¡No!
Su voz fue aquella de uno que vigila la integridad de la Palabra de Dios
y de las almas de los hombres. Así como los discípulos
en los primeros días de la era cristiana, él no se preocupaba
por su propia vida, sino que sintió que era mejor declarar todo
el consejo de Dios. Amós no dijo que Jeroboam iba a morir
a espada, pero si predijo la cautividad para toda su casa, y en una generación
de la cual sería toda la nación quien iría a ser cautivada
(Amós 5:27; 6:7). La palabra “vidente” se usaba a veces para
denotar a un profeta, pero especialmente era la designación de algo
inferior, muchas veces un adivino que predecía los eventos futuros.
Pero en aquel tiempo todos los verdaderos profetas eran tanto predicadores
del futuro como expositores actuales de la Palabra. Es probable que
el sacerdote Amasías usó esa palabra en forma despectiva.
Pero su verdadero punto consistía en acusar a Amós de ser
un asalariado, pues sus palabras fueron: “Vete, huye a tierra de Judá,
y come allá tu pan, y profetiza allá”. Claramente le
estaba diciendo que era mejor que se fuera a buscar empleo en otra parte
y así ganar el pan de sus hijos de otra manera. Pero Amós
no era un asalariado, ni tampoco era un profeta de profesión, sino
que estando dedicado a sus actividades comunes. Dios lo envió
a profetizar. Tan pronto como él comenzó a proclamar
todos los pecados de Israel, ellos se ensordecieron y endurecieron sus
corazones, después de haber convertido a Betel en santuario del
rey y no de Jehová. Pero la condenación próxima
del sacerdote fue declarada sin ningún temor (7:17): él moriría
en tierra extranjera, a su esposa la convertirían forzosamente en
una prostituta, sus hijos también morirían en tierra extraña
y los israelitas serían una vez más llevados al cautiverio.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
-
¿Se parecía Israel a las visiones que vio Amós?
-
¿Cómo podremos conocer los niveles de Dios para nosotros?
-
¿Es nuestra nación un muro bien construido en el cual se
puede colocar la plomada en forma satisfactoria?
-
¿En qué áreas necesitamos reparar o reconstruir nuestra
nación, nuestra iglesia, nuestras propias vidas?
-
¿Recibe la iglesia de hoy la corrección de sus profetas o
ministros?
IV. DEFENSA DEL LLAMAMIENTO DEL PROFETA (Amós 7:14-15)
Vss. 14-15. Amós defendió claramente
su llamamiento de Dios, no como un miembro de la escuela de los profetas,
sino como uno que vivía muy cerca de la naturaleza y en forma agradable
a Dios. Y así vio la mano de Dios que lo llamaba a proclamar
en contra de todos los pecados de Israel. Él estaba ocupado
en sus actividades diarias, cuando Dios le ordenó que fuera.
Sólo había una razón para que Amós profetizara
en Israel (a pesar de ser de Judea): Que lo había llamado.
Y los eventos que siguieron a su ministerio lo confirmaron, porque conforme
el Señor habló por su medio cada palabra fue cumplida.
Dios necesita quienes proclamen su justicia en nuestros días.
¿Dónde están? No muchos entendidos, ni muchos
poderosos, ni muchos nobles han sido llamados (I Corintios 1:26).
Dios puede obrar mediante una vida consagrada y dedicada, si ésta
se ha abandonado completamente en sus manos y voluntad. Dios puede
usar a la persona que esté dispuesta a seguir todos los pasos de
preparación (espiritual, intelectual y física) necesarios
para hacer su voluntad. No es la capacidad humana la que se cuenta
en primer lugar, sino la obra y llamamiento que el Espíritu Santo
ha efectuado en nuestros corazones.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
-
¿Qué hizo a Amós ser un magnífico mensajero
de Dios?
-
¿Cuáles son las cualidades que debe tener un buen mensajero
de Dios para nuestros días?
-
¿Cuántos cree usted que han sido realmente llamados para
ser mensajeros de Dios en la fecha actual?
-
¿Cómo puede conocer usted con toda certidumbre el llamamiento
de Dios?
REFLEXIÓN
-
A los cristianos de hoy no se les paga porque sean buenos, sino que son
llamados para ser mensajeros.
-
Cada cristiano debe tener la convicción y propósito de vivir
diariamente de acuerdo con la luz de la Palabra. Esta virtud no se
hereda, sino que se recibe mediante la oración, estudio, devoción
y una vida que corresponde a lo que se predica.
-
Todo privilegio implica una responsabilidad. Cada individuo o nación
está ligada a vivir de acuerdo con la luz y conocimiento que ha
recibido; si no lo hace, debe venirle juicio.
-
No se atreva a decir que Dios ya no nos habla hoy. Él siempre
está hablando a los corazones; ya sea con una voz muy silenciosa
o como la de un trueno. Usted puede oírlo siempre que así
lo quiera.
ILUSTRACIÓN
Las paredes de una nueva iglesia en la ciudad de
Luho, China estaban siendo construidas en 1922, bajo la dirección
del señor Carson Cox. Una mañana, el director de la
obra fue a ver cómo progresaba el trabajo. La nueva sección
la habían comenzado bien, pero conforme el día fue avanzando,
los ladrillos fueron siendo puestos en forma más descuidada, de
modo que ya no estaban de acuerdo con la línea de la plomada.
Luego el director de la obra, de un solo golpe, echó al suelo toda
la pared fresca. Los albañiles lo miraron con rostros de ira
y le preguntaron.
--¿Por qué ha hecho eso?
--Porque no lo han construido como deben –Les respondió.
--Pero... si hemos puesto todos los ladrillos con cemento,
¿no es cierto?
--Sí, pero la pared no está derecha, y así
no podrá resistir las presiones del tiempo. Debe estar derecha
con la plomada; es necesario que esté vertical.
Aquel trabajo malo tuvo que ser hecho todo de nuevo.
¿Qué hubiera sido si el maestro de obra no se hubiera dado
cuenta de aquel error a tiempo, o si hubiera dejado que continuaran el
trabajo a pesar de aquella parte mala?
Nosotros somos templos del Espíritu Santo,
y las paredes de este templo deben ser rectas delante de Dios para poder
permanecer en pie.
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