LECCIÓN No. 4 (regresar
al índice)
DIOS DEMANDA RELACIONES JUSTAS
(Templanza)
PARA ESTUDIO: Amós 3-6.
LECTURA DEVOCIONAL: Amós 6:1-8.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Amós 5:14.
PROPÓSITO
Reconocer que todas las relaciones de la vida afectan también
nuestro andar con Dios, y que ninguna nación puede permanecer firme
por mucho tiempo, a menos que ande bien delante de Dios, que tenga buenas
actitudes y sea correcta en su trato para con otros. Para una vida
recta Dios requiere pureza del cuerpo, alma y espíritu.
OCASIÓN
Amós era un profeta de Judá, el reino
del sur, con mensajes para Israel, que era el reino del norte. Esto
tomó lugar durante el reino de Uzías en Judá y Jeroboam
II en Israel (786 – 746 a. C.). El reino de Jeroboam había
sido uno de éxito material y político. Israel era muy
próspero, cómodo y creciente en su influencia sobre las naciones
que lo rodeaban. Las naciones vencidas deseaban derrotarlo, pero
fue Israel el que las derrotó a las otras. Pero, a la vez,
Israel se había sumergido en su idolatría en inmoralidad.
Se había llenado de injusticia, opresión, adulterio, borracheras,
crueldad para con los pobres e indiferencia para con Dios y corrupción
en todo nivel de justicia. Ya habían sido enviados los profetas
Elías, Eliseo y Jonás, pero había sido en vano.
La nación se apresuraba a su ruina. En un último esfuerzo
por que se volviera a Él, Dios les envió a Amós y
Oseas.
DESARROLLO DE LA LECCIÓN
Después de pronunciar los juicios formales
contra las naciones y contra Israel y Judá, Amós permaneció
dando sus mensajes de amenazas y destrucción. Parecía
que su mensaje hablaba sólo de juicio y no del amor de Dios, como
si ya no existía más esperanza, porque Israel se había
olvidado completamente de Dios. En el capítulo cuatro, sus
mujeres son incluidas con las de otras naciones a causa de su lujuria y
vanidad. A pesar de las muchas amonestaciones y pruebas ya experimentadas
(hambre, pestilencias, terremotos, etc.); no se volvían a Dios.
¿Acaso no es ésa la condición de la raza humano hoy?
El problema de Israel tenía dos aspectos, su relación santa
con Dios y la relación justa con los hombres. Así es
también en nuestros días. Los hombre se han alejado
de Dios (aun muchos de los que pretenden ser seguidores de Cristo) y no
quieren vivir rectamente para con sus semejantes. Esto puede remediarse
únicamente volviéndose a Dios para vivir en obediencia completa
a su Palabra.
I. PERVERSIÓN DE LA JUSTICIA EN UNA VIDA DESENFRENADA (Amós
5:12-13)
Vss. 12-13. La gente no andaba rectamente
para con los hombres ni para con Dios. No importa cuánto hacían
los líderes para esconder el pecado, pero para Dios todo estaba
descubierto. Los hombres que estaban en posiciones de justicia en
el Estado pervertían sus oficios para satisfacer sus propios fines
e intereses. Los pobres, por ejemplo, nunca podían lograr
justicia porque no tenían dinero para dar sobornos, mientras que
los ricos siempre lograban las sentencias a su favor porque practicaban
el cohecho, pagando cuanto les pidiera el juez, no importándoles
cuán culpables fueran. Cuando algo malo sucedía, las
gentes mejor se quedaban sin decir palabra, porque si se seguía
juicio contra el malhechor, el resultado podría tornarse contra
el acusador, a menos que éste pagara fuertes sumas de dinero.
II. PROMESA DE VIDA PARA LOS RECTOS (Amós 5:14-15)
Vss. 14-15. La promesa de Amós 5–15
era: “Buscad lo bueno... para que viváis”. Buscar a Dios siempre
sería buscar lo bueno. Los israelitas estaban saturados de
la idea de que pertenecían al pueblo escogido de Dios y, que por
lo mismo, nada malo podría sucederles. Pero habían
de reconocer que Dios estaría con ellos solamente si se arrepentían,
si corregían todos los males del país, y si limpiaban sus
vidas completamente, pues el Señor jamás habitaría
con gente malvada. El requisito no era sólo buscar lo bueno,
sino también desechar lo malo. ¿Existe en nuestros
días ese mal de que el pecado se haya hecho tan común que
ya no nos ofende ni lo rechazamos? ¿Está el pueblo
de Dios apartándose de su Palabra y del Evangelio primitivo de Cristo?
Una nación así tendrá que ser destruida, a menos que
todos se vuelvan a Dios. Israel continuaba celebrando las fiestas
judías, ayunos y demás ritos de la ley solamente por guardar
sus tradiciones. Sus himnos no sonaban como música en los
oídos de Dios. Dios quería ver más bien justicia
y obediencia a su Palabra, que todas esas formas religiosas. En la
actualidad también, ésta ha sido una de las trampas más
eficaces del enemigo. Ha llegado a entretener a las masas cristianas
y evangélicas en puramente formalismo ritual y la manera material
de las ordenanzas, con el fin de alejarlos de las experiencias espirituales
y puras que esas formas representan. El Evangelio de Cristo no consiste
en los símbolos que practiquemos, sino en la realidad de justicia,
gozo, paz y amor. La promesa de vida es para aquellos que poseemos
esas experiencias espirituales de las cuales las ordenanzas antiguas fueron
sólo símbolos.
III. PREVISIÓN DE DESASTRE POR UNA VIDA DESCUIDADA (Amós
6:1)
Vss. 1. Israel se creía a sí
mismo la principal de todas las naciones. Pero seguramente Amós
estaba hablando con ironía al referirse de esa manera. De
todos modos, ellos estaban despreocupados, viviendo en extremada lujuria
y sin base suficiente para merecer tal condición privilegiada.
Estaban tan ocupados en sus placeres diarios que no se daban cuenta del
peligro al cual se acercaban. En vez de arrepentirse y volverse a
Dios, mejor se habían echado a dormir en su falsa seguridad carnal.
Dios les recordó lo sucedido con otras grandes ciudades, cómo
después de su grandeza habían caído por haber despreciado
el conocimiento de Dios. El favor de Dios descansa siempre sobre
aquellos que andan rectamente, y no sobre aquellos que se vanaglorian del
supuesto favoritismo que piensan tener de Dios. Israel se había
alejado de todo pensamiento de castigo, pero sus hechos lo habían
acercado el juicio. También en nuestros días las iglesias
deben cuidarse de no descansar en lo espiritual que fueron sus antepasados,
sino convertir en actuales aquellas experiencias antiguas.
IV. ACCIÓN DE LA JUSTICIA SOBRE UNA VIDA INTEMPERANTE (Amós
6:4-6)
Vss. 4-6. Podemos notar bien la lista de los
excesos cometidos por esta gente que estaban guiándola hacia un
desastre moral y espiritual. Su holgazanería los hacía malgastar
mucho tiempo embriagándose y dedicándose al vicio en general.
Su prosperidad les había hecho no darse ni cuenta de su necesidad
espiritual. Los marcos de madera en sus camas los habían tapizado
de marfil, algunos de los cuales han sido ya encontrados al escarbar en
las ruinas de la ciudad de Samaria antigua. Reposaban en sus camas
al lado de las mesas del banquete, lo cual era otra señal del lujo,
y se comían a los corderos más tiernos, los cuales eran ofrecidos
en el templo de los ídolos también. Los vasos corrientes
los consideraron muy pequeños para sus bebidas alcohólicas,
y por eso, usaban grandes tazones, seguramente los que correspondían
al templo, que en otro tiempo habían sido sagrados.
Tenían la costumbre de ungirse con aceite
de oliva (Miqueas 6:15), pero ellos más bien usaban el aceite especial
y aromático que se empleaba para el servicio sagrado en el templo.
El propósito de la música debía ser llevarle alegría
al alma y elevarles en toda bendición, pero ellos la estaban usando
para fomentar y realizar sus borracheras. No debemos olvidar que
los más corrompidos eran los líderes del pueblo; habían
olvidado completamente las necesidades varias de la nación por estar
ocupados en sus banquetes. ¿Podría Amós acusarnos
de cosas semejantes a nosotros en nuestros días? Después
de leer Amós 6:4-6, muy bien podemos hacer una lista de todas nuestras
relaciones: entre los miembros de la iglesia y sus varios deberes y responsabilidades,
entre los ciudadanos de un mismo país, entre los miembros de un
mismo círculo familiar, entre nuestra conducta el día domingo
en la Escuela Dominical y los demás días y entre lo que profesamos
y nuestra vida diaria en cada aspecto. ¿Somos culpables de
vidas pecaminosas y estar escondiéndolas o disimulando nuestros
hechos? Piense por un momento en todos los principios cristianos
que su iglesia tiene establecidos y vea si usted está viviendo de
acuerdo con cada uno de ellos. ¿Los ha adaptado a su propia
manera de pensar para tranquilizar su conciencia? Nuestras conciencias
pueden ser enseñadas a no reaccionar ante la práctica de
hechos pecaminosos, pero eso no nos hace menos sino más responsables
delante de Dios. ¿Cuál es nuestra posición con
relación al cultivo, producción y venta del tabaco, bebidas
alcohólicas u otras drogas dañinas? No podemos quitarnos
la responsabilidad de éstas ni muchas otras cosas si las practicamos.
Dios tiene el derecho de demandar rectitud y justicia de nosotros en cada
área de nuestras vidas.
V. PROFECÍA DE JUICIO SOBRE UNA VIDA DE IRRECTITUD (Amós
6:7-8)
Vss. 7-8. Aquellos líderes que se habían
creído ser los principales, ahora sí irían a la cabeza,
siendo verdaderos líderes hacia la cautividad. Su desenfreno
tenía que terminar, y eso sucedió en el año 721 a.
C., cuando Israel fue llevado cautivo por Asiria. El Señor
aborrecía las riquezas de Israel, su orgullo y exaltación.
Las observancias religiosas externas no eran de ningún valor, porque
no estaban acompañadas de su sincera lealtad a Dios. ¿Por
qué es que en la actualidad también la adoración religiosa
se ha convertido en nada más que un formulismo y muy escasa sinceridad?
¿Por qué fue llevado en cautiverio Israel? ¿Por
la ira de Dios o por causa de su propio pecado? ¿Será
malo tener dinero, sentir placer, escuchar música o tener algunas
comodidades materiales? No, pero, ¿qué diríamos
de una persona que tiene suficiente dinero para malgastar en las vanidades
de este mundo y no tiene para comparar un Nuevo Testamento que le pide
alguna persona sedienta del Evangelio? Cristo debe llenar el principal
lugar en nuestras vidas.
PARA REFLEXIONAR
-
Toda ponzoña daña a nuestros cuerpos y, por lo mismo, todos
evitaremos contaminarnos con ella. Pero, ¿qué diremos
de la terrible ponzoña del pecado?
-
En los últimos 18 años el porcentaje de alcohólicos
ha aumentado considerablemente, y también es trágica el porcentaje
de alcohólicos que han ingresado a los hospitales mentales.
-
Una de las causas más grandes del hambre y la desnudez son el lujo
y el descontrol. Cristo nos llama a comer el Pan de Vida y a revestirnos
de justicia, después de lo cual nuestro lujo y descontrol se convertirán
en abundancia.
ILUSTRACIÓN
MATA EL CUERPO Y EL ALMA
Un rey nativo de una provincia africana escribió
estas palabras en carta dirigida al gobernador Inglés: “Luchar contra
las bebidas es pelear contra los demonios, no contra los hombres.
Yo les temo a las bebidas de los hombres blancos mucho más que a
las lanzas de nuestros enemigos, pues éstas matan el cuerpo, y ya
no pueden hacer más: pero las bebidas llenan de demonios a los hombres,
destruyen tanto el cuerpo como el alma para siempre. Yo le ruego
a su alteza nunca abrir aun una puerta a la bebida.
(regresar al índice)