LECCIÓN No. 6 (regresar
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DIOS HABLA EN OSEAS POR MEDIO DE TRAGEDIA
PARA ESTUDIO: Oseas 1 a 3 y 8:1-3.
LECTURA DEVOCIONAL: Salmo 46.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Oseas 2:19-20.
PROPÓSITO
Comprender las dimensiones ilimitadas del amor perdonador de Dios para
todo pueblo o individuo que se arrepienta, comprender el plan de salvación,
su costo, sus condiciones y sus beneficios.
OCASIÓN
El nombre “Oseas” significa “salvación”,
y él era nativo probablemente del norte de Israel. La época
de su ministerio se da muy clara en Oseas 1:1, y su ministerio duró
por lo menos treinta años, o más, principalmente antes de
la muerte de Jeroboam II, y terminó como en el año 720 a.
C. Se mencionan cuatro reyes de Judá; y de Israel sólo
uno: Jeroboam II, quien reinó por 41 años. Oseas era
profeta para Israel, pero muchas veces también mencionaba a Judá,
cuyo juicio no vendría sino hasta algunos años más
tarde, porque estaba creciendo en su rebelión contra Dios, y también
llegaría a sufrir la misma clase de castigo como Israel. A
Oseas se le ha llamado muchas veces el “Jeremías del Reino del Norte”.
La edad de otro de Jeroboam II se fue pasando muy rápidamente, y
una nube oscura se aproximaba, pues, a su muerte, hubo una sucesión
de seis reyes, rápidamente uno tras el oro, cuatro de los cuales
fueron asesinados. Es por eso que a Oseas se le llama el “profeta
del corazón quebrantado”, pues su vida hogareña trágica
era un símbolo de lo quebrantado que estaba el corazón de
Dios a causa de la nación adúltera de Israel.
DESARROLLO DE LA LECCIÓN
El amor de Dios para la descarriada Israel se muestra
en una forma trágica pero hermosa a la vez. Se revela su actitud
ante el pecado y la rectitud de los caminos de Dios: cómo Dios trata
con el pecado y con el pecador arrepentido. Los caminos de Dios son
siempre rectos y permanecen iguales. El mensaje del libro de Oseas
se resume en tres palabras: pecado, juicio y amor. La lección
que Dios quería enseñar a Israel fue experimentada en la
vida misma de Oseas con su esposa infiel, Gomer. Sus experiencias
hogareñas demostraron la fidelidad del amor de Dios para Israel
y la actitud infiel y malagradecida de ésta para con Dios.
Mediante el rechazo que hizo Gomer de la lealtad y amor de su esposo, Oseas
pudo darse cuenta de que no hay verdadero amor fuera del dolor, y no hay
dolor real sin amor. Es decir, en el rechazo y el dolor se prueba
el amor. Este libro es un monólogo largo, interrumpido sólo
por suspiros. No existe ningún recuento de amor humano tal
como el de Oseas. Ojalá notemos que no había nada bueno
en Gomer que pudiera atraer el amor de Oseas, ni tampoco lo había
en Israel para que Dios le invitara a volverse; era algo dentro de Dios
mismo. Dios había sentido que valdría la pena redimir
a Israel.
I. INFIDELIDAD DE ISRAEL DESCUBIERTA (Oseas 1:1-3)
Vss. 1-3. Debemos tomar la historia tal como
es. Fue Dios quien le mandó a Oseas allegarse a Gomer para
que fuera su esposa. A ella se le menciona como “una mujer fornicaria”
porque Dios conocía sus inclinaciones y probabilidades de adulterio;
aunque la Biblia no nos dice que ella estuviera en pecado cuando Oseas
se casó con ella. Es aun probable que su vida temprana en
casa haya sido feliz, pero el hogar llegó a ser para ella algo sin
sabor a causa de la piedad y devoción que reinaban en su esposo.
El mundo la atraía, hasta que se fue detrás de otros amantes,
quienes finalmente la vendieron como esclava. Se había sumergido
en las profundidades de la iniquidad y el vicio. De esta manera Oseas debía
ver la lección que estaba por suceder en la nación adúltera
de Israel, pues era infiel al Dios verdadero y se había ido tras
dioses ajenos, a pesar de haber sido llamada para ser una nación
escogida. Oseas aprendió bien la lección de su tragedia
personal, pero además de esto, miró el corazón de
Dios y se dio cuenta de la tragedia del pueblo para quien Dios había
hecho tanto. La condición de Israel es también figura
exacta de la condición actual de las iglesias, que han abandonado
su”primer amor” del evangelio puro de Cristo por irse tras las costumbres
y cosas vanas de este mundo.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
-
Compare el escogimiento de Gomer por Oseas con el de Judas por Dios.
-
¿Puede ver alguna evidencia del andar con Dios de este profeta,
que tan rápidamente obedeció el mandato de Dios?
-
Compare la condición de Israel con la indiferencia en nuestros días
hacía una vida de santidad y pureza. ¿Podremos llamarle
a esto también adulterio?
II. DESCRIPCIÓN DE LA FIDELIDAD DE DIOS (Oseas 1:4-9)
Vss. 4-9. En aquellos días se acostumbraba
dar nombres a las personas en conmemoración de algo, fuera cualidad
o evento. Gomer significaba “completa en maldad”. Tres hijos
les nacieron, dos varones y una hembra, y sus nombres simbolizaban indignación
contra el pecado y los justos juicios de Dios. La nación estaba
a punto de empezar su ruina. Al nacer el primer hijo le llamaron
Jezreel, que quiere decir: “Dios siembra”. Pronto vendría
la siega y los malos reyes anteriores (Jehú y Jeorboam II) serían
juzgados. Después nació una hija, y le fue dado el
nombre de Lo-ruhama, que quiere decir: “Sin misericordia”. Los asirios
tomaron a Israel en el año 722 a. C., y la puerta de misericordia
le fue cerrada finalmente. Al tener el tercer hijo le dieron por
nombre Loammi, que quiere decir: “No pueblo mío”. Israel se
había separado tan completamente de Dios que ya no más podría
llamarse “pueblo de Dios”. Poco a poco fue predicho el juicio, y
la luz que se les había dado una vez estaba totalmente apagada.
No les esperaba otra cosa más que desolación a causa de su
adulterio espiritual. Sólo encontramos una partecita brillante
en esta porción, y es en el versículo 7. El reino del
sur, Judá, a pesar de que también era culpable de infidelidad,
no se había sumergido hasta los niveles de Israel; habían
tenido avivamientos, buenos reyes, Dios los había librado poderosamente
de la invasión de naciones enemigas. En Oseas 4:15 el profeta
le ruega a Judá no unirse a Israel en su idolatría o adulterio
espiritual. ¿Qué es adulterio? Consiste en buscar
satisfacción en relaciones ilícitas. Israel llegó
a ser una ramera porque vendió su pureza y relación con Dios
por buscar pagos y ganancias del mundo. Judá estaba también
caminado hacia el mismo rumbo. ¿Cómo podría
librar Dios a Judá? No mediante poderes militares, sino por
su misericordia, gracia y amor. ¿Es usted o su iglesia también
culpable de este adulterio espiritual por haberse alejado de los principios
de Cristo adoptando los del mundo?
PREGUNTAS
-
Lea Oseas 1:10-11 acerca del tiempo cuando Israel y Judá serían
reunidos nuevamente. Determine si esto se realizaría por méritos
personales o por la misericordia de Dios.
-
Después de leer II Reyes 17:1-18 describa los últimos días
de Israel y las razones para su caída.
-
¿Cómo podemos comparar la condición de Israel de esos
días con la de la iglesia visible en nuestros días?
¿Hay algo que podemos hacer para afrontar esta condición
desesperante?
III. DECLARACIÓN DEL AMOR REDENTOR DIVINO (Oseas 3:1-3)
Vss. 1-2. Gomer abiertamente había
sido infiel a sus votos matrimoniales, llegó a ser atrapada por
los ritos sensuales de su idolatría y buscó a otros amantes,
quienes fueron infieles. En el capítulo dos se mezclan los
pecados de ella con el amor de un esposo fiel que aún la amaba.
La profecía del regreso de Israel, en cap. 2:23, debe entenderse
más ampliamente en el mandamiento que el Señor le dio a Oseas
de volver aquella mujer para amarla, aunque era adúltera.
El amor de Oseas para con esta mujer infiel es una ilustración del
amor de Jehová hacia los hijos de Israel quienes siguen a dioses
ajenos. Los pecados de Gomer habían herido el corazón
de Oseas, así como los de Israel a Dios. Entonces él
la trajo nuevamente para sí, y ella pudo ver cuál es el verdadero
amor; la compró como esclava por un precio equivalente al que Judas
dio por Jesús, lo cual representaba el precio que Cristo pagó
por nuestra redención en el calvario.
En Gomer se terminó toda su vida de inmoralidad.
Así también en Israel al ir a su cautividad fue totalmente
curada de su idolatría, o sea, su adulterio espiritual, hasta el
día de hoy. Después de eso, Gomer se quedó viviendo
una vida quieta, tal como Israel también ha permanecido por muchos
años inactiva. Ahora que está en buena medida reunida
en nación, en el verdadero sentido de la Palabra, está sin
rey. Pero muy pronto verá a su Padre Celestial, Esposo y Rey.
Así como el Señor le ama tanto, un día no muy lejano,
Israel también lo proclamará como su Redentor, Salvador y
Rey Eterno. El gran amor de Dios se muestra bien claro en el capítulo
2 y en la figura de redención que encontramos en el capítulo
3. Dios no ha olvidado su pacto y cumplirá su propósito
inicial para Israel en todo el mundo. No importa cuán separada
e indiferente esté la iglesia visible para con Cristo. Él
siempre la ama y le ofrece misericordia si arrepentida le busca.
¿No aprovecharemos nosotros esta gran oportunidad?
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
-
¿Qué clase de adoración tienen los judíos actualmente
en sus sinagogas y otros lugares de servicio? Si todavía no
han aceptado a Jesús como su Salvador, ¿cómo pueden
tener esperanza de ganar el favor de Dios?
-
Lea Zacarías 12:10 y compare con Apocalipsis 1:7. ¿Cuándo
va a reconocer la nación de Israel a Cristo como su Mesías?
-
¿Cómo podemos ayudar a un israelita para que conozca a Cristo
ahora?
-
¿Cómo nos dañamos a nosotros mismos si nos alejamos
de Dios?
-
¿En qué sentido hace sufrir a Cristo el pecado?
REFLEXIÓN
-
Nosotros jamás quebrantamos las leyes del universo, sino que nos
quebrantamos a nosotros mismos sobre ellas.
-
En nuestra ayuda para otros, no es suficiente saber que Dios es amor; debemos
amar tal como él nos ama.
-
Cuatro cosas que no debemos olvidar en esta lección de Oseas, son:
-
Dios sufre cuando los suyos le son infieles.
-
Dios no puede tolerar el pecado.
-
Dios aún ama al pecador.
-
Dios busca al pecador para rescatarle.
--G. Campbell Morgan.
ILUSTRACIÓN
“VE Y AMA”
Una señorita estaba en planes de salir hacia
Nueva Guinea para ser misionera; estaba platicando con el pastor de su
iglesia con relación a sus planes.
--Juanita –le dijo él– me alegro, mucho de que ames
a esa gente hacia quien vas; ámales suficientemente como para morir
por ellos.
--¡Ah, pero yo no les amo tanto como para eso! –respondió
ella rápidamente. Me temo que lo único que les tengo
es miedo, después de haber estudiado acerca de sus hábitos
salvajes y vidas supersticiosas. Yo no les he amado aún, pero
el Señor a quien sirvo me dijo: “Ve y ámales”.
Cuando ella retornó a su hogar para su primer
período de vacaciones, llegó a su pastor y le dijo:
--¿Se recuerda lo que yo le dije a usted antes de
irme para Nueva Guinea? Le dije que yo no amaba a aquellas personas,
pero que amaba al Señor. Ahora yo les amo a ellos porque amo
a Cristo. No quería ni venirme de vacaciones, porque mi corazón
rebosa de amor.
Tantas personas que vagan en el mundo sin Dios y
sin esperanza. El Señor le dice a usted ahora: “Ve y ámales”.
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