PASAJE PARA ESTUDIO: I Tesalonicenses 5:12-28.
LECTURA DEVOCIONAL: I Juan 2:7-17.
TEXTO PARA MEMORIZAR: I Tesalonicenses 5:15.
PROPÓSITO
Encontrar las lecciones que Pablo da a los tesalonicenses en las exhortaciones varias que les hace en esta parte del capítulo 5. Después de dejar la parte escatológica de la lección anterior, él da lecciones prácticas para la vida cristiana.
INTRODUCCIÓN
2. En la tercera lección vimos que Pablo envió a Timoteo para recoger un informe detallado de lo que pasaba en la iglesia y, en efecto, cuando vino Timoteo trajo un informe halagador de cómo encontró la iglesia de Tesalónica. Sin embargo, había una pequeña manchita: Algunos andaban desordenadamente. Por ello el apóstol tiene que escribirles, diciéndoles que para entrar al orden necesitan sujetarse a la autoridad de la iglesia de Tesalónica, y reconocer a los hermanos que se habían nombrado para el efecto.
3. Había creyentes muy trabajadores que, motivados por el amor cristiano, mostraban interés por los hermanos, y, en este afán, hacían toda clase de trabajo a favor de la iglesia de Tesalónica. Era un trabajo que llegaba hasta el agotamiento, y no sólo lo hacían cuando había oportunidad, sino era una tarea diaria, como lo vimos en la primera lección. Por la forma del verbo que usa Pablo en el griego (kopós) se trata de un trabajo con tarea, en vez de “érgon” que es trabajo más suave.
4. Estaban también los que dirigían la obra de Dios, los que presidían, los cuales estaban llamados a cuidar el rebaño del Señor. Ser líder en la Iglesia del Señor implica grave responsabilidad delante de Él y de los hombres, a la vez que es un privilegio servirlo a Él y a su grey.
5. Había otros más: Los que amonestaban, o sea, los que ponían en alerta a un hermano en cuanto a algún peligro en su vida. Pero el que amonesta no va a contar a contar un secreto a terceras personas en forma de chisme. Amonestar es poner en la mente de alguien las cosas que constituyen un peligro para ella.
Los amonestadores son todos los hermanos que están alertas en la Iglesia para prevenir a los hermanos de cosas que son nocivas a la causa de Cristo, para evitarles caer en mal testimonio y así vituperar a Cristo.
6. Estos ancianos fueron nombrados desde que comenzó la iglesia, según lo encontramos en Hechos 14:23.
7. La razón para estimar a estos hermanos líderes de la obra de Dios, no era tanto por el puesto que desempeñaban como líderes, sino porque era la obra de Dios la que estaba en sus manos, y porque sus vidas eran santas y dedicadas al servicio de Dios. Esto es lo que constituye el verdadero espíritu del amor cristiano.
2. Otro ingrediente de la vida DEVOCIONAL es la oración. Pablo dice que hay que orar continuamente. Esta oración nada tiene que ver con la posición del cuerpo, o con el volumen de la voz, sino con la actitud del corazón, porque podemos estar en cualquier lugar y posición con nuestro ser dirigido hacia Dios.
3. Pablo dice que los tesalonicenses debían ser agradecidos en todo, porque esto es lo que constituye la verdadera adoración, porque el alma debe estar satisfecha con las bendiciones de Dios. En vez de quejarnos por lo poco que hemos recibido de Dios, hay que darle gracias por sus bendiciones para nosotros a toda hora.
4. Pablo exhorta a los hermanos de Tesalónica que no apaguen al Espíritu Santo. Debemos darle lugar para que Él trabaje en nosotros, porque siempre pensamos que un determinado mensaje está muy bien para otra persona, pero también debemos aplicarlo a nosotros mismos.
Otra forma de apagar al Espíritu es no obedecer sus indicaciones, y decidir para hacer nuestra propia voluntad.
5. “Menospreciar la profecía” es no dar atención a los mensajes y las enseñanzas de la Palabra de Dios, o no estudiarla con el deseo de aprender. Dijimos en la introducción de esta lección, que se debe estudiar la Biblia en forma sistemática, lo cual quiere decir, estudiarla insistentemente y en una manera ordenada.
6. “Examinarlo todo”. La predicación de la Palabra de Dios en todos los tiempo ha adolecido de errores, y lo que los tesalonicenses tenían que hacer era poner a prueba lo que oían de otros predicadores, porque Pablo estaba seguro de que Dios lo había examinado a él y lo había hallado capaz para confiarle el Evangelio (I Tesalonicenses 2:4).
7. “Retener lo bueno”. Recordemos que esta es la primera de las epístolas de Pablo, y que aquellas primeras iglesias dependían en gran parte de la revelación oral; por ello era necesario que desde el principio entendieran por el Espíritu qué era lo bueno. Todo tenía que ser examinado a la luz del Espíritu Santo y guardarlo fielmente.
8. Por último, Pablo hace un llamado de nuevo a buscar la santidad de Dios; ésta la van a conseguir por apartarse de toda especie de mal. El que santifica es Dios, quien coloca en nosotros su paz.
La santificación es completa, es integral. La razón de Pablo para escribir de esta manera a los tesalonicenses era porque en el mundo griego no tenían aprecio por el cuerpo. Decían que era la prisión del alma, y los tesalonicenses mismos tenían dudas en cuanto a los hermanos que habían muerto antes de la segunda venida de Cristo, lo cual pero Pablo ya les explicó en 4:13-18. Les dice que Dios tiene interés tanto en el alma como en el cuerpo.
A Pablo le interesaba que los hermanos de Tesalónica supieran que Dios es fiel para guardarnos y, que si nos llama, también nos va a sostener fieles. Esta es la sexta vez que Pablo, en esta carta, se refiere a la segunda venida de Cristo.
9. El apóstol se despide de ellos en esta primera carta con dos recomendaciones: Les pide que oren por él, lo cual demuestra cuán humano era él. Les recomienda, también, que lean su carta a todos los hermanos de la iglesia.
Los líderes reconocidos por Dios deben ser estimados por la congregación por cuanto son siervos de Dios.
Los líderes, a su vez, deben pastorear a los hermanos, dando atención a tres grupos: A los desordenados, a los desanimados y a los débiles.
Luego sigue Pablo exhortándolos hacia la vida
devocional, instándolos a que cultiven el gozo, la oración,
la acción de gracias, y el no apagar al Espíritu Santo.
Les insta, también, a no menospreciar la profecía, a examinarlo
todo, a retener lo bueno, y los llama a la santidad que capacita para cumplir
lo anterior.