INTRODUCCIÓN
En la primera lección vimos que Juan atacó
indirectamente la herejía gnóstica, la cual negaba la realidad
de la encarnación. Esta enseñanza falsa afirmaba que
Jesús no se había hecho hombre; que nunca tuvo un cuerpo humano;
y que Él sólo aparentó haber sido humano, haber sufrido
y muerto en la cruz.
En esta lección, veremos que Juan trató
con las falsas enseñanzas de los gnósticos acerca del pecado.
Los gnósticos enseñaban que la materia era mala. El efecto
de esas enseñanzas tomó dos caminos diferentes. Primero,
ya que se suponía que el cuerpo era malo, algunos gnósticos
se sometían a disciplinas muy rígidas; se apartaban de la sociedad
y vivían una vida ascética. Otros tomaron el camino del
libertinaje y permitieron que las pasiones bajas de la carne dominaran sus
vidas. Creían que lo que hacían con sus cuerpos, sin
importar cuán deshonroso fuera, no afectaba la pureza del espíritu.
Para contrarrestar esas herejías tan dañinas, Juan expresa
las verdades reveladas en el Nuevo Testamento.
I. “DIOS ES LUZ” (I Juan 1:5-7)
¿Qué quiere decir que Dios es luz?
Que no hay tinieblas, engaño, motivos falsos, ni maldad en Él.
Y que si somos hijos de Dios tenemos que ser como Él. Esta es
la gran verdad que niega la herejía del gnosticismo. Dios es
luz, y sus hijos deben ser como Él. Luz es símbolo de
pureza, de amor y de verdad.
A. LA LUZ SIRVE PARA REVELAR
Sin luz no hay visión. La luz revela lo oculto,
da calor, hace crecer y da energía. El apóstol, al decir
que Dios es luz, nos enseña que Dios es:
1. Gloria y esplendor (Isaías 9:2.
2. Dios un guía seguro (Salmo 27:1. “Jehová
es mi luz y mi salvación, de quién temeré”. Él
señala el camino a seguir. Decir que Dios es luz es decir que
Dios ofrece Su guía a los pasos del hombre en el peregrinaje de la
vida.
3. Dios es puro y santo, y no hay ningún mal en
Él.
4. Nos habla de que en la presencia de Su santidad se revelan
nuestras imperfecciones.
B. ¿QUÉ QUIERE DECIR QUE NO HAY TINIEBLAS
EN ÉL?
Las tinieblas representan todo lo que es pecado y malo. Ninguna de
estas cosas existe en Dios:
1. En Cristo no hay muerte. Las tinieblas tipifican
la vida sin Cristo y sin esperanza. El apóstol Pablo dice que
una vez fuimos tinieblas, pero que ahora somos luz en el Señor (Efesios
5:8). Los que siguen a Cristo no andan en tinieblas, sino que tendrán
la luz de la vida (Juan 8:12). En el Nuevo Testamento las tinieblas
significan la vida sin Cristo, la vida sin Dios. De hecho una vida
sin Dios, es una vida muerta.
2. En Cristo no hay ignorancia. Las tinieblas representan
la ignorancia en la vida una persona separada de Jesucristo. Por eso
Jesús invitó a seguirle, pues el hombre que anda en tinieblas
no sabe hacia dónde va (Juan 12:35). Andar en tinieblas es caminar
en ignorancia y extraviado del propósito de Dios.
3. En Cristo no hay pecado. Las tinieblas también
simbolizan la vida de pecado. El apóstol Pablo exhorta a los
hombres a que abandonen las obras de las tinieblas (Romanos 13:12).
Cristo vino a la tierra para eliminar el pecado de nuestra vida.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
1. ¿Cómo fomentar más la unidad entre
creyentes?
2. ¿Cuál es el peligro de ser ignorantes
de la Palabra de Dios?
C. LA IMPORTANCIA DE ANDAR EN LA LUZ (I Juan 1:6)
Hemos visto que las palabras luz y tinieblas representan
dos maneras distintas de vivir. Por eso es inconsecuente decir que
tenemos comunión con Dios, si andamos en tinieblas.
3. No se puede tener comunión con Dios y al mismo
tiempo estar viviendo en pecado. No se puede obedecer y pecar al mismo
tiempo. El ser humano tiene que decidir entre obedecer totalmente a
Dios, o seguir viviendo en su pecado, practicando todo tipo de maldad.
La Palabra de Dios nos manda: “Santo seréis, porque santo soy yo Jehová
vuestro Dios” (Levítico 19:2; 20:7,26).
4. El verdadero sentido de la vida cristiana es libertad
del pecado, como se afirma en I Juan 1:7: “Y la sangre de Jesucristo su Hijos
nos limpia de todo pecado”. Por la sangre de Jesucristo obtenemos perdón
y limpieza de nuestras maldades (Efesios 1:7; Apocalipsis 1:5). ¡Qué
nuestro modelo de vida sea el Dios que nos presenta la Biblia!
PARA DISCUTIR
¿En qué sentido se debilita la iglesia cuando hay enemistades
entre sus miembros?
II. LO QUE TODO HOMBRE TIENE QUE RECONOCER (I Juan 1:8-10)
A. TODOS LOS HOMBRES SON PECADORES (Romanos 3:23)
Somos pecadores por naturaleza, la naturaleza que heredamos de Adán
y de Eva. “Si decimos que no tenemos pecado (singular) nos engañamos
a nosotros mismos”. En los días de Juan los gnósticos
negaban el pecado innato o la fuente del pecado, y estaban mintiendo.
B. TODOS TENEMOS QUE CONFESAR NUESTROS PECADOS PARA QUE
DIOS NOS PERDONE Y NOS LIMPIE (I Juan 1:9)
Aun después de la salvación los cristianos son capaces de pecar,
pero Dios ya proveyó el medio para nuestra limpieza, la sangre de
Jesucristo, y el método de la confesión del pecado. Recordemos
la Palabra de Dios que dice: “El que encubre sus pecados no prosperará;
más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”
(Proverbios 28:13).
No podemos evadir nuestra responsabilidad negando el pecado en nuestra vida,
o haciéndonos tan santos que ya no tenemos la tendencia de pecar.
El remedio no es ignorar el mal, sino reconocerlo y presentarnos delante
de Dios para que Él nos limpie de toda iniquidad.
III. LO QUE TODO CRISTIANO TIENE QUE COMPRENDER (I Juan
2:1-6).
El apóstol Juan, a pesar de su avanzada edad, usaba
expresiones de ternura. Esto se deduce por sus expresiones: “hijitos
míos”. Estas palabras estaban dirigidas a sus hijos en la fe.
Su preocupación al escribir es hacerles saber que:
A. QUE NO DEBEN PECAR
Es cierto que el pecado es universal y que ningún
ser humano está libre de pecado, pero los que conocen a Dios deben
vivir la clase de vida que Jesús vivió (I Juan 2:6).
B. QUE JESUCRISTO ES NUESTRO ABOGADO
Si a pesar de nuestra determinación de no pecar,
lo hacemos por causa de la fragilidad humana, tenemos un abogado. Jesús
como nuestro abogado puede defendernos porque Él pagó por nuestros
pecados en la cruz del calvario.
C. QUE ES NUESTRA PROPICIACIÓN (I Juan 2:2)
Jesús se ofreció en sacrificio, en expiación
por nuestras culpas. Esto significa que Jesús satisfizo la ira de
Dios, borró nuestros pecados, y además, estableció nuestra
comunión con Dios. El amor que motivó Su sacrificio hizo
posible no sólo el perdón de nuestros pecados, sino el perdón
de todos los pecados del mundo, (Efesios 1:7; Colosenses 2:13-15).
D. QUE DEBEMOS ANDAR COMO ÉL ANDUVO (I Juan 2:3-6)
¿Qué quiere decir que debemos andar como
Él anduvo? Que debemos andar en la luz de Su santidad, rechazando
el pecado; debemos obedecer a Su Palabra. Porque el que dice que lo
conoce y no guarda Sus mandamientos es mentiroso.
APLICACIÓN
Los cristianos debemos evitar caer
en los extremos del ascetismo (imposición sobre la vida de excesivas
restricciones y sacrificios) y del libertinaje (una vida desenfrenada y sin
reglas), las cuales son ambas dañinas y no conforme al ideal de la
Biblia. El mejor ejemplo de balance para una vida cristiana equilibrada de
acuerdo con la Palabra de Dios, es la vida de Jesucristo en este mundo durante
unos treinta y tres años.
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PREGUNTA PARA DISCUTIR
1. ¿Qué iglesias o sectas de hoy muestran
los extremos del ascetismo o de una vida sin restricciones que son prueba
de la influencia del gnosticismo?
2. ¿Cómo podemos andar como Cristo anduvo?
CONCLUSIÓN
II Corintios 5:17 afirma enfáticamente que en Cristo
somos nuevas criaturas, que las cosas viejas pasaron y que todas son hechas
nuevas. Por eso, dejemos que el Espíritu Santo nos guíe
y controle nuestras vidas. Si esto hacemos, podremos brillar como luminares
en medio de las tinieblas de este mundo.