LECCIÓN 6  (regresar al índice)

EL AMOR DEMOSTRADO EN LA PRÁCTICA

PASAJE PARA ESTUDIO: I Juan 3:11-24.
LECTURA DEVOCIONAL: Romanos 12:9-21.
TEXTO PARA MEMORIZAR: I Juan 3:18.


PROPÓSITO

    Demostrar que el amor es algo más que palabras bonitas, es acción, es afecto puesto en práctica. Tomar la determinación de demostrar con hechos lo que decimos con nuestros labios.

BOSQUEJO

I.    ¿CÓMO PODEMOS COMPROBAR QUE TENEMOS AMOR?
A.    CUANDO NUESTRO CORAZÓN ESTÁ LIBRE DE ODIO Y ENVIDIA (I Juan 3:11-18)
B.    CUANDO ESTAMOS LISTOS A SACRIFICAR NUESTRA VIDA POR LOS DEMÁS (I Juan 3:16)
II.    LA BASE DE NUESTRA SEGURIDAD (I Juan 3:19-24)
A.    LA PRÁCTICA DEL AMOR
B.    NUESTRA FE EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO (I Juan 3:24)
C.    EL TESTIMONIO DEL ESPÍRITU (v. 24)


INTRODUCCIÓN

    El pasaje de estudio para hoy compara la senda de Cristo y el amor, con la senda de Caín y el odio.  A la luz de este contraste, vemos que en esta vida todos los seres humanos formamos fila detrás de uno de estos dos personajes de la historia.  Estudiemos la porción y consideremos, a la luz de la Palabra de Dios,  tras el ejemplo de quién vamos nosotros.


I.    ¿CÓMO PODEMOS COMPROBAR QUE TENEMOS AMOR?

A.    CUANDO NUESTRO CORAZÓN ESTÁ LIBRE DE ODIO Y ENVIDIA (I Juan 3:11-18)

En I Juan 3:10, en la lección anterior, el apóstol Juan demostró la prueba de la rectitud.  Luego, en el versículo 11, pasa a demostrar la prueba del amor, el amor fraternal: “Que nos amemos unos a otros”.  Este es un mandamiento que reveló desde el principio del Evangelio nuestro Señor Jesucristo; mandamiento que Sus seguidores quieren cumplir.

1.    El amor es un deber que tenemos desde el momento mismo de ingresar a la familia de Dios.  La vida cristiana puede resumirse con esta palabra: “amor”.

2.    El amor es la evidencia de que hemos pasado de muerte a vida, y que somos seguidores de Cristo.  De hecho, la falta de amor demuestra que todavía no existe esa nueva vida.  No necesitamos más que mirar el rostro de un hombre que ama y de uno que odia.  En su rostro mismo se mostrará la gloria o la negrura de su corazón.

Los versículos 12-13 presentan las consecuencias desastrosas del odio.  No es difícil entender que la causa de que Caín matara a su hermano fue un desacuerdo religioso.  Su corazón se llenó de envidia y odio al ver a su hermano recibir bendiciones que él no pudo recibir.  La envidia es una de las actitudes muy peligrosas de las que debemos tener mucho cuidado, porque es una de las formas más sutiles, más común y más mortíferas del odio.  El odio puede destruir más que la vida física.  Puede destruir la reputación y el carácter de una persona.  La mejor prueba de nuestro amor es no guardar odio a nuestros hermanos.

En el versículo 13, Juan nos dice que no debe extrañarnos que el mundo nos aborrezca.  El odio es tan natural y universal, que el amor es prueba de nuestra nueva vida en Cristo.  El cristiano no debe ser como Caín, que mató a su hermano.  Actuar como Caín es actuar con odio.  El odio es del diablo.

PARA DISCUTIR

¿Qué esfuerzo debemos hacer para amar a quienes nos odian?


B.    CUANDO ESTAMOS LISTOS A SACRIFICAR NUESTRA VIDA POR LOS DEMÁS (I Juan 3:16)

El ejemplo es Cristo.  Él puso su vida por nosotros.  Miremos a Jesús y aprendamos de Él.  En su muerte en la cruz por todos los hombres Él ha manifestado todo Su amor.  ¡Imitémoslo!  El apóstol Pablo dice: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús...” (Filipenses 2:5-18).

1.    ¿Cómo podemos seguir el ejemplo de amor de nuestro Señor (vs. 17)?  Cuando compartimos lo que tenemos con el prójimo –creyente o no creyente- que tiene necesidad es seguir el ejemplo de Jesús.  Negarnos a compartir es poner de manifiesto que el amor de Dios, que hubo en Cristo, no está en nosotros.

2.    En el versículo 18, nos enseña que las palabras de amor son inadecuadas si no van acompañadas por hechos concretos de amor.  En Santiago 2:14-18, también se nos dice que la fe sin obras es muerta.

Ya hemos visto que uno de los deberes de la vida cristiana es el amor, y que éste se demuestra por medio de hechos.  Amar significa vivir en la luz; odiar es muestra de que las tinieblas no han pasado.

Algo más aún, “Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida...”.  Sin duda el apóstol está pensando en las palabras de Jesús en el Sermón del Monte (Mateo 5:21-22).  Jesús dice que la Ley prohíbe el homicidio, pero que en Su interpretación más profunda de ésta, aun la ira, el odio, el rencor y el desprecio son pecados igualmente graves como el matar.

Aprovechemos, pues, todas las oportunidades que se nos presenten día a día para mostrar amor, y el amor de Cristo a las personas que lo necesiten.

PARA DISCUTIR

¿Qué oportunidades tenemos hoy para mostrar nuestro amor cristiano?


II.    LA BASE DE NUESTRA SEGURIDAD (I Juan 3:19-24)

“Y en esto conocemos que somos de la verdad... (vs. 19)”.  El apóstol nos lleva de nuevo a su tema favorito: el privilegio de tener la seguridad de que somos salvos.  Los versículos en consideración nos ayudarán a tener esta certeza.

A.    LA PRÁCTICA DEL AMOR

La primera base de nuestra seguridad la encontramos en las palabras del versículo 19: “Y en esto”, refiriéndose a la práctica del amor, como lo expresó Juan en el versículo 18.  ¿Se puede tener la seguridad de que somos salvos si no hay amor a los demás según los versículos 18-20?

El creyente debe tener su confianza, sobre todo, en la Palabra de Dios, no en sus sentimientos que pueden perjudicar la vida espiritual (vs. 20).  No tenemos que llevar toda la vida un sentimiento de culpa por no satisfacer todas las necesidades de los demás si estamos haciendo todo lo que debemos y podemos hacer.

Es probable que nuestro corazón se sienta intranquilo porque no hemos obedecido a Dios; porque no estamos cumpliendo Su mandamiento: el mandamiento del amor (Juan 13:34).  Debemos amarnos unos a otros con ese mismo amor desinteresado, abnegado, perdonador con que Jesucristo nos amó.

B.    NUESTRA FE EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO (I Juan 3:24)

El nombre aquí significa Su naturaleza y carácter, Su persona,  no solamente el nombre como palabra con la cual se llama a una persona.  El salmista escribe: “Nuestro socorro está en el nombre de Jehová” (Salmo 124:8).  Evidentemente esto no significa que nuestro socorro reside en el hecho de que Dios se llame Jehová; significa, más bien, que nuestro socorro reside en el amor, la misericordia, el poder, la compasión que se nos han revelado en la naturaleza y carácter de Dios.  Creer en el nombre del Hijo de Dios, significa creer en la naturaleza y carácter de Jesucristo, que Él es el Hijo de Dios.  Además, significa creer que Él es nuestro Salvador y Señor.

C.    EL TESTIMONIO DEL ESPÍRITU (v. 24)

Según los versículos anteriores, hay dos relaciones importantes para el testimonio del Espíritu: a) nuestra relación con Dios por fe en el nombre de Su Hijo Jesucristo.  b) nuestra relación con los demás: “Y nos amemos unos a otros”.  San Pablo escribió a los romanos: “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios” (Romanos 8:16).

PARA DISCUTIR

1.    ¿Cómo sabemos si somos salvos o no?

2.    ¿En qué manera el Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu de que somos salvos?

3.    ¿Cómo puede un cristiano demostrar que es salvo?

APLICACIÓN

          Una buena doctrina es esencial como fundamento de la fe, pero si no va más allá que el conocimiento teológico y si no se expresa en servicio desinteresado y abnegado a favor de la obra de Dios y del prójimo, es como un árbol frondoso sin fruto. En realidad, una buena doctrina, para estar completa debe incluir las enseñanzas de los deberes del cristiano hacia Dios, hacia sí mismo y hacia los demás.

PREGUNTA PARA CONSIDERAR

¿En qué forma lo ha movido a usted el estudio de la Biblia, de la doctrina, de la historia de su iglesia de su organización y prácticas, a tener una vida de servicio al prójimo?


CONCLUSIÓN

    Se nos ha dicho que no hay otra manera de medir nuestro amor a Dios, sino a través de la obediencia a Sus mandamientos.  La obediencia, en este caso, al mandamiento del amor los unos para con los otros, comprobará nuestro amor a Dios.

    ¿Estamos practicando este mandamiento en nuestra vida cristiana?  Según este pasaje, ¿Es posible tener nueva vida si hay odio hacia nuestro hermano en el corazón?  Vea el versículo 14.  Según el versículo 15, ¿qué dice que es todo aquel que aborrece a su hermano?

    Propongámonos ahora, con la ayuda de Dios y la guianza de Su Espíritu, a amarnos unos a otros.  Si está a nuestro alcance hacer algo para demostrar el amor con hechos, no olvidemos que eso se nos pide que hagamos.

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