INTRODUCCIÓN
En esta lección será importante notar el
énfasis que el apóstol pone en lo que uno cree. Para
él es importante lo que uno cree. Hay personas que dicen que
toda religión es buena sabiéndola llevar. ¿Qué
nos dice realmente la Palabra de Dios?
I. HAY DOS CLASES DE ESPÍRITUS (I Juan 4:1)
Muchos cristianos primitivos estaban siendo engañados por profetas
falsos. Estos profetas falsos eran hombres que pretendían hablar
por inspiración divina. Ante esto, el apóstol exhorta
a probar los espíritus (examinarlos) si son de Dios o no.
A. EL ESPÍRITU DE FALSEDAD
El diablo tiene sus emisarios, Cristo nos previno acerca de esto (Mateo 24:24).
Por esto es importante que conozcamos las doctrinas fundamentales de la Biblia.
Es importante también que, como miembros de una denominación,
conozcamos qué creemos nosotros en cuanto a nuestro Señor Jesucristo
y Su muerte en la cruz.
Será muy importante que tomemos en cuenta estas palabras para considerar
a aquellos grupos que dicen tener las manifestaciones del Espíritu
en sus cultos, pero que nos dejan mucho que pensar. Nosotros tenemos
el Espíritu, nos dice I Juan 3:24; 4:13. Este Espíritu
nos puede dar la sabiduría para que identifiquemos a los espíritus
si son de Dios o no.
B. EL ESPÍRITU DE VERDAD (Juan 14:16-17)
El Espíritu Santo es el Guía y Maestro que nos enseña
todo en cuanto al Hijo de Dios y Sus enseñanzas (Juan 14:26).
El apóstol Pablo dice que es Él quien nos da dones o habilidades
especiales para que podamos probar los espíritus (I Corintios 12:10).
Este don de discernimiento nos protege de los falsos profetas, como los gnósticos,
quienes en los tiempos de Juan y aun en nuestros días, pueden contaminar
y destruir la vitalidad de la iglesia.
1. En el versículo 1, el apóstol presupone
que cada cristiano posee la habilidad de distinguir entre el bien y el mal,
entre lo auténtico y lo falso. Esta habilidad la podemos obtener,
o aumentar, estudiando y conociendo más profundamente la Palabra de
Dios. Debemos pedir que Dios llene nuestros corazones de Su Santo Espíritu,
y al mismo tiempo dejando que Él nos guíe a través de
Su Palabra.
2. Este don o habilidad es importante ante la proliferación
de las diversas ideologías religiosas de hoy. Ideologías,
como por ejemplo: el espiritismo, las brujerías, los Testigos de Jehová,
el mormonismo, las “iglesias” derivadas del neognosticismo, etc. Hermanos
no creamos a todo espíritu. El hecho de que lleven una Biblia,
o que sus discursos estén llenos de textos bíblicos, o que
hablen acerca de Dios o de Jesucristo, no es garantía de que sea una
doctrina sana o verdaderamente bíblica.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
1. ¿Cómo podemos identificar a los predicadores
falsos en la actualidad?
2. ¿Qué es lo que identifica a un predicador
falso?
3. ¿Cuál son las bases doctrinales de la
Iglesia Evangélica “Amigos”?
II. CÓMO IDENTIFICAR LOS ESPÍRITUS (I Juan
4:2-3)
“En esto conoced...; Todo espíritu que no confiesa
que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios”.
A. ¿QUÉ CREEN EN CUANTO A CRISTO?
Según el apóstol Juan, es importante saber qué creen
en cuanto a la encarnación de Jesús (vs. 2). Desde este
punto de argumentación se nos quiere demostrar que la confesión
de Jesucristo como el Hijo de Dios encarnado es una muestra de que el Espíritu
de Dios está obrando a través de un hombre. Esta es una
demostración contra el espíritu del anticristo, que no sólo
se opone a este testimonio, sino que difunde la mentira y niega la humanidad
de Cristo Jesús, o sea, su encarnación.
¿Por qué es tan importante la doctrina de la encarnación
de Jesús? (No estamos hablando de la reencarnación, o
enseñanza falsa de los espiritistas, del hinduísmo y de los
gnósticos modernos, que sostienen que al morir el cuerpo, el alma
ocupa otro cuerpo que nace, pasando por sucesivas vidas hasta pagar por todos
sus pecados). Hebreos 9:27 niega enfáticamente la reencarnación:
“Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una
sola vez, y después de esto el juicio”.
La doctrina de la encarnación de Cristo es básica para el cristianismo,
el cual se funda en el hecho de que el “Verbo se hizo carne y habitó
entre nosotros (Juan 1:14)”. Jesús se hizo hombre para morir
por la humanidad en expiación por nuestros pecados, el gran hecho
histórico con el que Dios completó la redención.
Dio se hizo hombre. Negar esta verdad es negar lo que Dios hizo y lo
que está haciendo por la salvación de los hombres.
(Al recordar y conmemorar la anunciación de Gabriel a la virgen María,
sobre el nacimiento milagroso de Jesús, y también la Navidad,
que fue celebrada por los coros celestiales, por los pastores de Belén
y magos del Oriente, estamos enfatizando aún más la encarnación
de Jesús. Por ello el gnosticismo ha estado borrando de las
iglesias la práctica de celebrar la Navidad, que ha servido por siglos
para leer las porciones bíblicas de la entrada del Dios eterno en
este mundo como humano) [Nota del redactor].
B. “TODO ESPÍRITU QUE NO CONFIESA QUE JESUCRISTO
HA VENIDO EN CARNE, NO ES DE DIOS”
Todo el que niega la humanidad verdadera de Jesús es anticristo, tanto
como los que niegan su deidad. Como hemos visto en las lecciones anteriores,
probablemente Juan estaba oponiéndose a las enseñanzas de los
gnósticos docéticos, que enseñaban que Cristo sólo
pareció tener un cuerpo humano. Su cuerpo era algo así
como la apariencia de un fantasma. Esta enseñanza minaba el
valor expiatorio de la muerte de Jesucristo, porque si Él nunca tuvo
un real cuerpo humano, de carne y hueso, Jesucristo el Hijo de Dios no murió
en realidad. Esta enseñanza gnóstica es una mentira del
diablo.
C. EL ESPÍRITU DEL ANTICRISTO (I Juan 4:3b)
La mayoría de comentaristas concuerdan que las Escrituras diferencian
el último Anticristo de los previos anticristos y del espíritu
del anticristo. En I Juan 2:18, como aquí Juan nos habla de
aquellos que no son el Anticristo, pero hacen causa común con él,
emulando su espíritu malvado, negando las verdades fundamentales del
Evangelio. Por eso se les llaman anticristos, porque negaban la realidad
de la encarnación.
III. ¿CÓMO OBTENER LA VICTORIA FRENTE AL
ESPÍRITU DEL ERROR? (I Juan 4:4-6)
Juan nos presenta dos fuerzas antagónicas espirituales que luchan
por nuestras almas. El poder de Cristo, quien murió por nuestros
pecados (I Juan 4:4) y el poder del presente mundo maligno (I Juan 4:5).
Aquí se da por sentado que el cristiano puede vencer al espíritu
del mal, del anticristo. ¿Cómo? “Porque mayor es
el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (I Juan
4:4). ¿Quién está en nosotros? En el capítulo
3:24, Juan nos dice que Dios nos ha dado de Su Espíritu. El
Espíritu Santo morando en nuestros corazones puede capacitarnos para
triunfar sobre las fuerzas o poderes demoníacos. Hechos 13:6-12
es un gran ejemplo de cómo un hombre lleno del Espíritu de
Dios puede triunfar sobre los poderes del infierno. Por eso la Biblia
nos asegura que mayor es el que está con nosotros, que el que está
en el mundo.
¿De lado de quién estamos nosotros? (v. 6). Los seres
humanos, dice el apóstol, o estamos de lado de la verdad o de lado
del error. No hay término medio. Somos de Dios o no somos
de Dios. Y si somos de Dios, oímos las enseñanzas de
los apóstoles, el testimonio de los que vieron, oyeron y palparon
al Cristo, el Hijo de Dios. Si somos de Dios vamos a creer en el único
medio que Dios ha provisto para nuestra salvación (I Timoteo 2:5;
Hechos 4:12).
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
1. ¿Por qué es tan importante la doctrina
de la encarnación de Jesús?
2. ¿Por qué es importante que estemos siempre
al lado de Dios?
PARA REFLEXIONAR
1. Los que defienden la sana doctrina, muchas veces son
acusados de fanáticos y cuadrados; sin embrago, son la fuerza que
Dios utiliza para frenar a los falsos predicadores.
2. Cada día tenemos que escudriñar las Escrituras
y dejarnos guiar por el Espíritu Santo.
3. Los poderes malignos no tienen dominio sobre ningún
hijo de Dios.
4. Los cristianos siempre debemos estar velando en oración.
5. Dios no se hace al lado de ninguno. Somos nosotros
los que tenemos que estar al lado de Él. Dios siempre nos llama
a que le sigamos ejerciendo nuestra voluntad, pero Él no nos obliga.
APLICACIÓN
El Espíritu Santo mueve nuestro
corazón con cierta inquietud o intranquilidad cuando oímos
en la radio, vemos en la televisión, leemos un libro, escuchamos una
predicación o canto que contiene enseñanzas que no están
de acuerdo con la Palabra de Dios. Recordemos que Jesús dijo en Juan
14:26: “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará
en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará
todo lo que yo os he dicho”.
Al sentir tal inquietud, debemos
estudiar más a fondo las Escrituras y libros sobre doctrinas falsas
para sistematizar nuestros conocimientos y poder enseñar debidamente
a otros.
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PREGUNTAS PARA CONSIDERAR
1. ¿Sabe usted que es la enseñanza gnóstica
del Pensamiento Positivo?
2. ¿Ha oído acerca del Evangelio de la Salud
y la Prosperidad?
CONCLUSIÓN
Pidamos que Dios nos llene de Su Espíritu a fin de que estemos capacitados
para enfrentar el error; para enfrentar aquellos que pretenden hablar por
inspiración divina. También tenemos que estar llenos
del Espíritu Santo para enfrentar a aquellos que pretenden ser los
portadores exclusivos de la verdad, cuando en realidad niegan con sus hechos
las verdades fundamentales del Evangelio. Éstos ponen como fundamento
de su salvación lo que su Iglesia o grupo religioso hace, no lo que
Cristo ya ha hecho por nosotros.