BOSQUEJO
I. GAYO UN INDIVIDUO FIEL (III Juan 1-8)
A. SU IDENTIDAD
B. SU CARÁCTER
II. DIÓTREFES, UN INDIVIDUO INFIEL (Vss. 9-10)
A. EGOCÉNTRICO E INTOLERANTE
B. ERA UN HOMBRE DE MALA CONDUCTA
III. DEMETRIO, UN HOMBRE RESPETABLE (Vs. 11-12).
A. ERA UN CRISTIANO APRECIADO POR LA
GENTE (v. 12)
B. LA VERDAD MISMA DABA TESTIMONIO
C. LA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA TAMBIÉN DABA
BUEN TESTIMONIO DE DEMETRIO (vs. 12c)
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“La persona piadosa desea salud física, estabilidad emocional y que
la prosperidad llegue a la vida de los demás. Las personas bendecidas
de esa forma procuran recibir y apoyar a quienes sirven a Dios” (Biblia,
El Diario Plenitud).
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INTRODUCCIÓN
Esta tercera carta del apóstol Juan centra su atención
al redentor de 3 personajes, pero fue dirigida especialmente a Gayo, (v.
1). En el Nuevo Testamento se mencionan cuatro personas con el mismo
nombre romano.
1. Gayo, el compañero de Pablo y nativo de Macedonia,
quien fue atacado en una revuelta en Éfeso (Hechos 19:29).
2. Gayo, un corintio que se convirtió y bautizó
bajo el ministerio de Pablo (I Corintios 1:14).
3. Gayo, un hombre de Derbe que acompañó
a Pablo en su último viaje a Jerusalén (Hechos 20:4).
4. Gayo, el cristiano ejemplar, miembro de una de las iglesias
que estaban bajo la supervisión de Juan y a quien se dirige esta carta.
Veamos lo que nos enseña Dios a nosotros hoy a través de esta
carta.
I. GAYO UN INDIVIDUO FIEL (III Juan 1-8)
A. SU IDENTIDAD
No se puede determinar con exactitud su identidad.
Como vimos en la introducción, hay varios personajes cristianos con
el mismo nombre, y uno de ellos puede ser el mismo al que se refiere Juan,
pero esto no es seguro.
B. SU CARÁCTER
1. Por su carácter se hace acreedor del aprecio
y cariño de Juan (vs. 1-2). Juan le llama el amado, palabra
que repite cuatro veces en su mensaje a Gayo (vs. 1,2,5,11). Estas
son palabras que expresan apoyo e interés por los demás cristianos.
¿Necesitamos nosotros tener a alguien que nos apoye? Juan también
ora por su bienestar físico. El Sabía que Jesús
nunca se olvida que el hombre también tiene necesidades físicas.
Cristo puede proveer tanto para las necesidades espirituales como también
para suplir las necesidades diarias que el cuerpo físico necesita.
2. Era un cristiano consecuente, que andaba en la verdad
(vs. 3-4), y el apóstol se regocija por esta razón. Aprendamos
a expresar nuestro aprecio y estímulo, no sólo nuestras críticas
y censuras cuando alguien falla.
3. Era un cristiano hospitalario (vs. 5-6). El corazón
y el hogar de Gayo estaban abiertos para compartir con los que expandían
las buenas noticias del Reino de Dios. Su consagración completa
se puede ver porque tiene su bolsa y las puertas de su hogar abiertos para
ayudar a los misioneros del Evangelio, misioneros que no gozaban de las ventajas
que ahora gozamos en el siglo XX. ¿Podemos aplicar los vs. 5-8
en nuestro medio? ¿Podemos practicar la hospitalidad en estos
tiempos?
“En los inicios de la iglesia, los profetas, evangelistas y maestros que
viajaban («los hermanos») eran ayudados en el camino por personas
como Gayo, que les daba alojamiento y comida. La hospitalidad es un arte
perdido en muchas iglesias hoy día. Haríamos muy bien
en invitar a más personas a nuestra mesa: miembros de la iglesia,
jóvenes, ministros itinerantes, necesitados, visitantes. Esa
es una manera activa y muy apreciada de mostrar su amor. Es más, probablemente
es mucho más importante hoy. Por culpa de nuestra sociedad individualista
y egocéntrica hay mucha gente solitaria que se pregunta si habrá
alguien que se interese por saber si están vivos o muertos.
Si encuentra una persona sola, ¡muéstrele que usted se interesa
por ella!” (Biblia, el Diario Vivir).
II. DIÓTREFES, UN INDIVIDUO INFIEL (Vss. 9-10)
A diferencia de Gayo, a este miembro de la iglesia llamado
Diótrefes se le identifica como una persona totalmente infiel.
A. EGOCÉNTRICO E INTOLERANTE
Le gustaba tener el primer lugar entre los hermanos (v.
9). Este hombre estaba más interesado en su posición
que en expandir la obra de Dios.
B. ERA UN HOMBRE DE MALA CONDUCTA
1. Resistía la autoridad eclesiástica, apostólica.
Piense cuántos problemas hay cuando alguien no respeta la autoridad
en la Iglesia. Como puede verse en el versículo 9, Juan escribía,
pero Diótrefes ignoraba estas cartas.
2. Habló falsa y maliciosamente contra Juan.
Sin duda se burlaba de la autoridad del apóstol y trataba de desprestigiarlo
para que perdiera autoridad en la Iglesia.
3. No recibía a los evangelistas que iban visitando
las iglesias con las recomendaciones del apóstol.
4. Expulsaba de la iglesia a los que desobedecían
su autoridad. No sólo les prohibía ser hospitalarios
con los predicadores, sino que expulsaba a todo aquel que lo desobedecía.
Este hombre era ambicioso. En realidad no era cristiano, y Juan quiere
confrontarlo personalmente.
PREGUNTA
¿Cuántos, así como Diótrefes, hay hoy en la Iglesia?
III. DEMETRIO, UN HOMBRE RESPETABLE (Vs. 11-12).
En contraste con Diótrefes, Demetrio era un cristiano modelo de excelente
reputación (v. 12).
A. ERA UN CRISTIANO APRECIADO POR LA GENTE (v. 12)
Este hombre gozaba del aprecio de la demás gente,
porque vivía y practicaba las verdades que profesaba.
B. LA VERDAD MISMA DABA TESTIMONIO
Cuando somos confrontados por la Palabra de Dios, ¿podemos
resistir a sus juicios? No es lo que pensamos, ni lo que dicen otros,
es lo que nos dice la Palabra de Dios a nosotros mismos.
C. LA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA TAMBIÉN DABA
BUEN TESTIMONIO DE DEMETRIO (vs. 12c)
“Y también nosotros damos testimonio...”.
¿Qué dirán las gentes de nuestro comportamiento como
cristianos? ¿Cómo nos conocen los líderes de la
iglesia? A la luz de la Palabra de Dios, ¿cómo se considera
usted? Somos nosotros los que elegimos nuestro modo de vida como cristianos.
Lo que elegimos ser, determina lo que somos; y lo que somos, determina nuestro
carácter; y de nuestro carácter dependerá nuestro destino
eterno.
En el saludo final de los versículos 13-14, Juan
se despide con un mensaje de paz. No importa la situación que
nos toque vivir, en Cristo tenemos paz. Es posible que mientras estudien
esta lección, haya situaciones en su iglesia que le estén haciendo
perder la calma y la tranquilidad. Un Diótrefes en la iglesia puede
causar grandes problemas, pero la paz de Dios puede controlar su vida, a
pesar de las circunstancias.
APLICACIÓN
La Iglesia está compuesta
por personas de toda clase social, edad, preparación, madurez cristiana,
visitantes aún no creyentes, caídos, etc. Es un grupo muy heterogéneo.
Además, la Iglesia es una institución abierta, porque queremos
que llegue la mayor cantidad de gentes posible, porque todos son llamados
a la salvación. Por ello tenemos paciencia hasta que cada uno tenga
la oportunidad de decidir, de madurar, de obedecer, lo cual a veces no se
logra en todos.
Por tanto, en toda iglesia hay personas
como Gayo, como Demetrio y como Diótrefes. Lo que nos toca a los que
nos consideramos maduros, es tener paciencia para con los demás, serles
de ejemplo y de ayuda para que alcancen el verdadero conocimiento de Cristo
y fructifiquen también.
Unos buenos consejos son los que
nos da el Señor a través de Pablo en I Tes. 5:14-15: “También
os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis
a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que
seáis pacientes para con todos. Mirad que ninguno pague a otro mal
por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos”.
Y en II Tes. 3:13-15 dice: “Y vosotros, hermanos, no os canséis de
hacer bien. Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta,
a ese señaladlo, y no os juntéis con él, para que se
avergüence. Pero no lo tengáis por enemigo, sino amonestadlo
como a hermano”.
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PREGUNTA PARA CONSIDERAR
¿Con cuáles de estas tres personas: Gayo, Demetrio y Diótrefes
se compara usted, según la medida de la fe para juzgarse a sí
mismo? (La respuesta désele a usted mismo en privado y pídale
humildemente a Dios que lo guarde o que lo corrija, según sea el caso).
CONCLUSIÓN
Quiera el Señor en Su infinita sabiduría
ayudarnos para que, al finalizar esta lección, hayamos comprendido
cuán importante es un carácter verdaderamente cristiano para
ser de ayuda y bendición en la obra del Señor.
Consagremos toda nuestra vida al Señor, nuestra
bolsa y nuestros bienes. Mantengamos ardiendo la llama del amor de
Cristo entre el pueblo de Dios, y seremos prosperados en nuestras relaciones
personales en la Iglesia. Tratemos, en un carácter verdaderamente
cristiano, de ayudar a que la obra de Dios siga adelante.