Nosotros afirmamos y creemos en Dios, el único sabio, omnipotente y eterno, creador de todas las cosas del cielo y la tierra y preservador de todo lo que ha hecho; quien es Dios por sobre todo, bendito por siempre, de quien es todo el honor y la gloria, dominio alabanza y gracia, ahora y siempre.
Y afirmamos y creemos en Jesucristo, su amado hijo, en quien El es complacido; quien fue concebido por el Espíritu Santo y nacido de la Virgen María; de El tenemos la redención a través de su sangre, e incluso el perdón de los pecados; El es la imagen expresa del Dios invisible, primogénito de toda criatura, por el cual fueron creadas todas las cosas, del cielo y la tierra, visible e invisible, ya sean tronos, o dominios, o principados, o poderes, todo fue creado por El.
Afirmamos y creemos en que El se sacrificó por el pecado, El que no tenía pecado, al que nunca se le encontró pecado en su boca; y quien fuera crucificado por nosotros en carne, quien fuera enterrado y quien se levantó al tercer día por el poder de su padre y por nuestra causa; y creemos que ascendió a los cielos y que está sentado a la derecha de Dios. (al principio)
Este Jesús fue la base para los santos profetas y apóstoles; y creemos que no hay otra base más que esa, Jesucristo; creemos que El probó la muerte de cada hombre y derramó su sangre en todos los hombres y por nuestros pecados y no sólo por nosotros, sino también por los pecados del mundo entero; Juan el Bautista lo testificó diciendo "Bendito el cordero de Dios que quita el pecado del mundo." Juan 1:29
Creemos que El sólo es nuestro redentor y el capitán de nuestra salvación, (quien nos salva del pecado, así como del infierno, y destruye al maligno y a su trabajo), es la semilla de la mujer y golpea a la serpiente en su cabeza para gracia de Jesucristo, el alfa y omega, el principio y el fin.
El es (como lo dicen las Sagradas Escrituras) nuestra sabiduría, justificación, y redención, y no hay salvación en ningún otro, ya que no hay otro nombre bajo el cielo que haya sido dado a los hombres como su salvador.
El es por sí solo el pastor y el obispo de nuestras almas; El es nuestro profeta, quien Moises por mucho tiempo testificó diciendo: "El Señor tu Dios les hará surgir un profeta como yo de entre sus hermanos. Escuchen todo lo que El les va a decir y todo el que no escuche a ese profeta será eliminado del pueblo" Hechos 3:22:23. (Y es El el que ha venido para darnos entendimiento y hacernos saber que es verdad." El gobierna nuestros corazones a través de la ley de amor y de vida y nos hace libres de la ley del pecado y la muerte). (al principio)
Ya que no tenemos vida sino a través de El; El es el espíritu vivificador, el segundo Adán, el Señor de los cielos, por quien limpió la sangre de nuestras conciencias roceadas de muerte, para servir a un Dios vivo.
El es nuestro Mediador, El es el que hace la paz entre el Dios ofendido y nosotros, El es el juramento de Dios, el nuevo compromiso de luz, vida, gracia y paz; es el autor y el que termina nuestra fe.
Hoy ese Señor Jesucristo, el hombre de los cielos, el Emanuel, Dios con nosotros, nosotros afirmamos y creemos en El. El es a quien los sumos pontífices se revelaron y dijeron que estaba blasfemando, a quien los sacerdotes y autoridades judías se confabularon en su contra y le dieron muerte; el mismo a quien Judas lo traicionó por treinta monedas de plata que los sacerdotes le dieron como recompensa por su traición; también le dieron mucho dinero a los soldados para que hicieran pública una mentira;que sus discípulos robaron en la noche mientras dormían.
Y después de su muerte, la historia de los Hechos de los Apóstoles muestra como los jefes de los sacerdotes y los mayores persiguieron a los discípulos de Jesús por predicar a Cristo y su resurrección. Este, como lo decimos, es el Señor Jesucristo, a quien proclamamos nuestra vida y salvación. (al principio)
Con relación a las Sagradas Escrituras, creemos que éstas fueron dadas por el Espíritu Santo de Dios, a través de los hombres santos de Dios, quienes (como lo declaran las mismas escrituras en II Pedro 1:21) hablaron movidos por el Espíritu Santo", creemos que deben ser leídos, creídos y cumplidos (el que los cumple es Cristo); y son útiles para enseñar, rebatir, corregir, guiar en el bien. La Escritura hace perfecto al hombre de Dios y lo deja preparado para cualquier trabajo". II Timoteo 3:16,17; y se hacen sabios "la salvación a través de la fe la cual está en Jesucristo." (Llamamos a la Sagradas Escrituras, como Cristo y sus Apóstoles las llaman--La Palabra de Dios).
Declaramos que estimamos el deber que nos incumbe al rezar, y para enseñar e instruir y amonestar a aquellos que pertenecen a nuestras familias. Hoy, los negros y los indios forman gran parte de las familias de esta isla para quienes se necesitará un censo por parte de El, quien viene a juzgar al vivo y al muerto, en el gran día del juicio, cuando cada uno será juzgado por sus actos en el cuerpo ya sea que haya sido bueno o malo; en ese día, de la resurrección del bueno como del malo, del justo como del injusto. "Cuanto el Señor Jesús sea revelado de los cielos, con sus ángeles, en fuego vivo, tomando venganza de aquellos que no conocen a Dios, y no obedecen ningún evangelio del Señor Jesucristo, quienes serán castigados con la destrucción eterna de la presencia del Señor y de la gloria de su poder; cuando El venga para ser glorificado en sus santos y admirado en todos los que creen en ese día" II Tesalonicenses 11:7-10. Ver también II Pedro 3:3.
Confesamos sinceramente el divino honor y adoración al Hijo de Dios; y que es El la fe verdadera que ponemos al orar, y el nombre del Señor Jesucristo a quien llamamos (como lo hacían los primeros cristianos) porque existe una gloriosa unidad del Padre y del Hijo porque debemos aceptar que al orar y alabar a Dios no podemos recibir respuesta o bendición de Dios sino a través de su hijo. (al principio)
--De la Declaración de Doctrina Cristiana dada por la iglesia en 1671.