1. LA IMPORTANCIA DE SER MIEMBRO ACTIVO DE LA IGLESIA
La voluntad de Dios es que seamos miembros activos de la Iglesia visible, ya que de esa manera podemos servir mejor al Señor. Además, al ser miembros activos, nos ejercitamos más espiritualmente a través de nuestro involucramiento en todas las actividades que corresponde a un miembro activo. De hecho, podemos contribuir mejor en el crecimiento de la iglesia, tanto numéricamente como también espiritualmente. La membresía activa no es para ganarnos la salvación, sino que es una demostración pública de que somos salvos, y como tal, queremos acercarnos más a Dios.
2. PÉRDIDA DE LA MEMBRESÍA ACTIVA (SUSPENSIÓN Y DISCIPLINA)
La iglesia tiene la autoridad para suspender a uno de sus miembros cuando éste ha faltado a las normas cristianas. De acuerdo con Mateo 18:15-17, se tiene que hablar con el infractor. Si él reconoce y se arrepiente prometiendo apartarse de su error, se le suspende de su membresía por un tiempo prudencial. A este tiempo se le llama “disciplina”. Esto es para que él dé testimonio que está mejorando la parte en que ha fallado. Si no reconoce, ni acepta corrección habiéndosele comprobado su falta, queda suspendido en forma indefinida hasta que reconozca y se arrepienta verdaderamente.
También una persona puede perder su membresía si ha faltado a seis sesiones de la Junta Mensual, consecutivamente.
Se recomienda a cada junta mensual que para depurar la lista de miembros activos de los pasivos, se haga lo siguiente: