¿Está dispuesto a servir a la Iglesia, aceptando con gusto y responsabilidad el trabajo que le soliciten? (Efesios 6:7; Colosenses 3:17,23).
El servicio del Señor es muy grande porque es la expresión de nuestra gratitud a Él por tantas cosas buenas que ha hecho a nuestro favor. El apóstol Pablo, escribiendo a los Efesios, indicó cómo debe ser el servicio. Sus palabras fueron: “Sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres”. El servicio debe ir acompañado de nuestro amor puro y sincero, porque de otra manera el servicio que prestamos no tendrá ningún valor. Además, debe ser voluntario y no por fuerza u obligación; que puedan ver en nosotros el gozo cuando estamos sirviendo, porque lo hacemos para el Señor quien merece todo.
En Colosenses 3:17, dice: "Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él". El Servicio que nosotros prestamos por pequeño que parezca ante los ojos humanos, es grande ante los ojos del Señor. Es por eso que el apóstol Pablo aconseja que todo lo que hacemos ya sea con nuestro trabajo o con nuestras palabras, deben estar dedicados a Él.
Que podamos ver el valor, la importancia y la necesidad que siempre se presenta en el servicio. Nuestro máximo ejemplo en el servicio, lo encontramos en nuestro divino Maestro: "El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos" (Marcos 10:45). En cuanto a su valor, veremos cuatro cosas:
La obra del Señor siempre demanda obreros consagrados a su labor. Usted como miembro de la iglesia debe estar listo a servir en cualquier necesidad que se presente. Juan 4:35 dice: "¿No decís vosotros: "aún faltan cuatro meses para la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. ¿Quiénes irán? Los que oigan el llamado y estén listos a responder "Heme aquí, envíame a mí".
Hay tres cosas indispensables para el servicio:
De acuerdo con la lección estudiada, nos damos cuenta que Dios hace un llamado al servicio. En la iglesia hay mucho trabajo que realizar. Se necesitan personas consagradas que estén listas a servir. Algo que nos anima es saber que servimos al Rey de reyes y Señor de señores. Cristo con mucho amor se dio por nosotros para salvarnos de toda iniquidad y purificarnos para que fuéramos un pueblo propio, celoso de buenas obras.
CUESTIONARIO
1) En sus propias palabras, escriba un comentario acerca de Colosenses 3:17.