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SALMOS MESIÁNICOS
TAREA:
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Estudiar Salmos 22, 45
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Estudiar esta lección y completar todos los puntos en el “Manual
de Trabajo”, lección 9, páginas 31-34.
Los “Salmos Mesiánicos” son salmos que se refieren
al Mesías o sea Cristo. En un sentido muy real, son salmos
proféticos porque profetizan de varios aspectos del Mesías.
Hay salmos que se refieren al Mesías como el Rey eterno, otros que
hablan de sus sufrimientos y de muchos otros aspectos de la vida de Jesucristo.
En esta lección vamos a estudiar solamente dos de los “Salmos Mesiánicos”
que presentan cada uno un aspecto diferente del Mesías.
SALMO 22
Cuando se trata de la profecía, siempre entramos
a un punto de controversia entre los que creen en la inspiración
divina de las Escrituras (los conservadores) y los que no creen en ella
(los liberales). La razón es muy sencilla. No se necesita
ser inspirado para apuntar los hechos históricos, pero sí,
solamente por la inspiración divina se puede escribir de lo que
ha de suceder en el futuro. Así que, cuando venimos a un salmo
tal como el salmo 22 que está repleto de profecía, los liberales
procuran decir que este salmo se refiere al mismo salmista David, y que
él estaba escribiendo de sus experiencias personales. En esta
forma desechan la inspiración divina del Salmo 22.
Para refutar el argumento de los liberales, uno sólo
tiene que comparar este salmo con lo que sabemos de la vida de David.
Claramente se ve que no hablaba de sí mismo, porque nunca fueron
horadados sus manos y sus pies (v. 16), nunca le quitaron sus vestidos
ni echaron suertes sobre su ropa (v. 18), ni sufrió muchas otras
cosas más que se pueden mencionar.
La única explicación válida
para la profecía de este salmo es que David, lleno del Espíritu
Santo, fue inspirado a escribir de la persona de Jesucristo y a describir
sus sufrimientos. La similitud entre este salmo y los eventos de la Pasión
de Jesucristo es muy notable. También hallamos varias referencias
a ese salmo en el Nuevo Testamento. (Véanse Mateo 27:35,46;
Marcos 15:34; Juan 19:24; Hebreos 2:12).
El Salmo 22 se compone de dos partes, el lamento
y oración de uno que está sufriendo, y un cántico
de alabanza después de ser librado.
El bosquejo de este salmo es:
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Los Sufrimientos del Mesías, v. 1-21.
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Su lamento, v. 1, 2.
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La Santidad del padre, v. 3-5.
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La humanidad del Hijo, v. 6-8.
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La Encarnación, v. 9, 10.
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La Crucifixión, v. 12-18.
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Una Oración, v.19-21.
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El Triunfo del Mesías, v. 22-31.
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La Proclamación, v. 22-26.
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La Coronación, v. 27-31.
SALMO 45
El tono general de este salmo es muy distinto al
del Salmo 22. Este salmo es uno de los salmos de los coreítas,
y está en forma de un cántico nupcial para las bodas de un
rey. Es el cántico para las bodas del Hijo del Rey, y su esposa
la Iglesia.
Es seguro que el escritor está describiendo
una escena que pasa por delante de los ojos de su mente (siendo inspirado
por el Espíritu Santo), en la cual él ve primeramente al
Rey tomando su esposa en Las Bodas del Cordero, y después estableciendo
su dominio sobre todo el mundo y reinado en glorioso esplendor.
El bosquejo de este Salmo es:
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Introducción, v. 1.
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La Novia describe a su Esposo, v. 2-9.
-
Su hermosura, v. 2, 3.
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Su gloria, v. 4, 5.
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Su majestad, v. 6, 7.
-
Su palacio, v. 8, 9.
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El Esposo describe a su Novia, v. 10-15.
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Su hermosura, v. 10-12.
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Su gloria, v. 13-15.
-
Conclusión, v. 16-17.
En este salmo aún la introducción tiene
un tono exuberante, “Rebosa mi corazón”. Sigue una descripción
de Cristo por la Novia, su Iglesia, en la cual ella describe la hermosura,
gloria, y majestad de su esposo. Ella ve por primera vez a los “palacios
de marfil”, y queda maravillada.
Entonces Cristo responde, hablando de su esposa,
la Iglesia, y de la hermosura y gloria de ella. Todo está
listo, y ella será “llevada al rey”, para morar en el “palacio del
rey”.
El Salmo 45 termina con una conclusión donde
se hace énfasis en la perpetuidad eterna del reino del Mesías.
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