LECCIÓN 6  (regresar al índice)

SALMOS DE MEDITACIÓN

TAREA:

  1. Estudiar los Salmos 1, 15, 23.
  2. Estudiar esta lección y completar todos los puntos en el “Manual de Trabajo”, lección 6, páginas 20 al 23.
    Los “Salmos de Meditación” son salmos en los cuales el salmista medita en los caminos de Dios, o en alguna fase de la verdad divina.  En estos salmos hallamos doctrinas referentes a la salvación, la pureza, la vida diaria con el Señor, la vida futura, y la eternidad.

    Vamos a considerar tres salmos muy conocidos que son “Salmos de Meditación”.  En estos tres salmos hallaremos varias verdades divinas.

SALMO 1
 
    Es de interés notar que el primer salmo no tiene título.  Los títulos son tan comunes en el primer libro de salmos (sólo hay cuatro sin título), que cuando un salmo no tiene título nos llama la atención.  La primera cosa que se sabe es que David no lo escribió, porque 37 de los 41 salmos en el primer libro llevan el título “Salmo de David”, y suponemos que el que compiló el libro reconoció que este salmo no era de David.  Así que, no sabemos quién escribió este salmo.
    El Salmo 1 sirve como una introducción al Salterio.  Muchos lo han llamado “El Prefacio del Espíritu Santo”. Es un compendio lacónico sobre el tema principal de la Biblia —que Dios ha provisto la salvación, y que los que aceptan la salvación de Dios son justos, y que los que rechazan son pecadores y sufrirán perdición eterna.

    Este salmo se divide en dos secciones, y podemos hacer un bosquejo sencillo:

  1. El Justo, v. 1-3.
    1. Su carácter. V. 1, 2.
    2. Su recompensa  v. 3.
  2. El Pecador, v. 4-6.
    1. Su carácter, v. 4.
    2. Su recompensa, v. 5, 6.
SALMO 15

    En este salmo, el salmista David se dedica a meditar en el hombre justo.  Piensa, ¿Quién es el justo?  Y con esta pregunta en mente, da la contestación en breves palabras.

    No sabemos en qué período de la vida de David fue escrito este Salmo, pero se supone que era después de establecerse el tabernáculo sobre el monte Moriah (véase 1°. Crónicas 21:28, 29; 2°. Crónicas 3:1).

    El bosquejo de este salmo es interesante:

  1. Una Pregunta Importante. V. 1.
  2. Una Respuesta Clara. V. 2-5a.
    1. Primera Estrofa. V. 2, 3
      1. Positivamente. V. 2
      2. Negativamente. V.3.
    2. Segunda Estrofa. V. 4, 5a
      1. Positivamente. V. 4
      2. Negativamente. V. 5a.
      3. Una Conclusión Segura. V. 5b.
    En el primer versículo se hace la pregunta; los cuatro versículos que restan dan la respuesta.  La respuesta está dividida en dos estrofas, con dos versículos en cada estrofa.  El primer versículo de cada estrofa presenta el carácter del justo positivamente, y el segundo negativamente.  El resultado es que se presentan cinco distitintivos positivos, y cinco rasgos negativos del hombre justo.

SALMO 23

    Ahora llegamos al salmo más conocido y amado de todos los salmos.  Este salmo es un idilio de gran belleza que describe la paz y los deleites que habitan con aquél cuya confianza está totalmente depositada en Dios.
 
    Es muy posible que el salmista era ya anciano al escribir este salmo, y que reflexionando en los días pasados, recuerda los muchos incidentes en su vida juvenil cuando cuidaba las ovejas de su padre.  Al meditar en esto, reconoce que Jehová es su pastor, y que Él le ha pastoreado durante muchos años.  Entonces toma su pluma y escribe:

    Podemos dividir este salmo en tres partes:
  1. Las Provisiones del Pastor. V. 1-3
    1. Alimento
    2. Descanso
    3. Consuelo
    4. Dirección
  2. La Protección del Pastor. V. 4, 5
    1. De la muerte
    2. De los angustiadores
  3. Las Promesas del Pastor. V. 6
    1. Seguridad en esta vida.
    2. Una morada eterna.
    Al estudiar estos salmos de meditación, descubrimos la importancia de meditar sobre las cosas que son de valor eterno.  Hay muchas verdades que nunca descubriremos si no nos callamos delante del Señor y meditamos en su Palabra.
 

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