Habían transcurrido muchísimos años,
desde cuando Dios hizo la promesa a Abraham de bendecir a todas las familias
de la tierra por medio de su simiente, y muchos años más desde
cuando se pronunció la primera promesa registrada en la Biblia en
Génesis 3:15. Pero se llegó el día del cumplimiento.
La promesa fue repetida también a David, agregando que el Salvador
del mundo saldría de su descendencia, y sería Rey para siempre.
Cuando estudiamos cuidadosamente todos los eventos de la primera venida de
Jesús, comparados con las muchas profecías al respecto, no
queda ni la menor duda de que Jesús es el Hijo de Dios, el Salvador
del mundo; y mucha mayor certeza sentimos al experimentarlo en nuestras propias
vidas.
I. JESUCRISTO, HIJO DE DAVID (Mateo 1:1)
La promesa del Mesías había sido dada con toda claridad y con
detalles suficientes; y aun por nombre se mencionó en varias ocasiones
que nacería del linaje de David. En Jeremías 23:5-6 leemos:
“He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré
a David renuevo justo, y reinará como rey, el cual será dichoso,
y hará juicio y justicia en la tierra. En Sus días será
salvo Judá, e Israel habitará confiado; y éste será
su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra
“. La gente también reconocía y entendía claramente
que el Cristo tendría que venir de la familia de David. En una
discusión, los opositores de Jesús dijeron: “¿No dice
la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde
era David, ha de venir el Cristo?” (Juan 7:42). Precisamente por eso,
el evangelista Mateo se propuso demostrar por medio de las genealogías
conocidas, que Jesús es el Cristo prometido. Es así como
comienza por afirmar la relación genealógica desde Abraham
hasta David, y desde David hasta José, el esposo de María,
y llegar a Jesús. También en Lucas 3:23-38, se traza
Su descendencia de David. Al tiempo de Su entrada triunfal en Jerusalén,
todo el pueblo gritaba: “¡Hosanna al Hijo de David!” (Mateo 21:9).
Lo mismo dos ciegos que pedían sanidad, clamaron: “¡Señor,
Hijo de David, ten misericordia de nosotros!”
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
1. ¿Por qué razón era necesario comprobar
que Jesús era del linaje de David?
2. ¿Cuál fue la promesa específica
que Dios le hizo a David?
II. JESUCRISTO, HIJO DE UNA VIRGEN (Mateo 1:18-20)
El nacimiento virginal de Jesús es un tema esencial el cual es actualmente
rechazado por muchos, por supuesto, entre aquellas personas que no tienen
su fe en el Señor. Lo triste es que también muchos llamados
teólogos cristianos, pero que son liberales, niegan el nacimiento
virginal de Jesús. Pero Cristo no podía comprar nuestra
salvación de otra manera. Tenía que nacer sin pecado.
La razón es que un pecador no puede salvar a otro pecador. Era
necesario que Cristo fuera libre de la naturaleza pecaminosa, y eso sólo
era posible si no era engendrado por voluntad de varón, sino por obra
del Espíritu Santo. Entonces, lo que María hizo fue albergar
a Jesús dentro de sí, dentro de su vientre.
María estaba comprometida para contraer matrimonio con José,
pero, antes de efectuar la boda, éste supo que ella estaba por tener
un hijo. Esto era una sorpresa, porque José aún no se
había juntado con ella. Según la ley de Moisés,
si una joven estaba comprometida para matrimonio, y fornicaba con otro hombre,
debería ser sacada de la casa de su padre y apedreada por todos los
hombres de la ciudad, hasta que muriera (lea Deuteronomio 22:20-21).
Eso era precisamente lo que José podía haber hecho, porque
al parecer, eso había sucedido. Pero José la amaba, y
no quería traer ese mal sobre ella. Por eso, pensó mejor
abandonarla secretamente, y no difamarla. Pero María no había
fornicado, sino que el Espíritu Santo había hecho la obra en
ella, y cuando Dios se lo reveló a José en sueños, éste
reconoció que era el plan de Dios, aunque tal vez aún no comprendiera
que se trataba del Salvador del mundo.
Cuando mencionamos el nacimiento virginal de Jesús después
de haber sido engendrado por el Espíritu Santo, no debemos confundirlo
con lo que la Iglesia Católica llama: “la inmaculada Concepción
de María”. Con esta doctrina falsa los católicos se refieren
a María, al enseñar que ella también nació de
una virgen y fue engendrada por el Espíritu Santo, al igual que Jesús.
Pero la Biblia no apoya esa falsedad que fue inventada e introducida por
uno de los papas del siglo pasado. Si María también hubiera
sido engendrada por el Espíritu Santo, Jesús no podría
ser llamado Hijo del Hombre. Sólo podemos afirmar lo que las
Escrituras nos dicen, que Jesús nació de una virgen.
III. JESUCRISTO EL SALVADOR (Mateo 1:21)
Entre las palabras del ángel a José, encontramos una de las
más grandes promesas que, según parece, José no comprendió
muy bien. Su nombre sería llamado Jesús, porque Él
salvaría a Su pueblo de sus pecados. El nombre “Jesús”
en sí significa “Salvador”. Se había llegado el tiempo
de la salvación de Israel, y no sólo de Israel, sino también
de nosotros los gentiles. Lamentablemente, los judíos como nación
no recibieron a su Salvador, excepto unos pocos.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
1. ¿Por qué era indispensable que Jesús
naciera de una virgen y fuera engendrado por el Espíritu Santo?
¿Por qué es que los modernistas hacen grandes esfuerzos por
oscurecer los hechos reales del nacimiento virginal de Jesús?
2. ¿Qué significa para usted que Jesús
es el Salvador del mundo?
IV. JESUCRISTO, DIOS CON NOSOTROS (Mateo 1:22-25)
Era necesario que Jesús naciera de una virgen para que Dios se encarnara
sin contaminación humana. Su nombre “Emanuel”, o sea, “Dios
con nosotros “, encierra un gran concepto. Dios quería un medio
eficaz para redimir a los hombres. Ellos eran incapaces de salvarse
a sí mismos, y estaban totalmente separados de Dios. Sólo
Dios podía hacer la obra de redención por Su omnipotencia.
Aunque Dios es infinito amor, Él no podía simplemente perdonar
los pecados de los hombres sin que se castigara a alguien con una justa retribución
por las culpas de la humanidad, porque Su santidad y justicia, perfectas
también, debían ser satisfechas y no podían dejar impune
el pecado. Pero si un hombre perfecto y sin pecado pagaba por los pecados
del mundo, entonces sí podría satisfacerse la justicia de Dios.
Es así, como Dios mismo se hizo hombre, encarnándose y revelándose
en Jesucristo, siendo Dios eterno y hombre perfecto a la vez. Jesucristo,
el Hijo del Hombre, era la persona ideal para ofrecerse en sacrificio, en
expiación, y obrar una redención perfecta. Jesucristo
es la revelación de Dios a los hombres, y también el que obró
nuestra salvación.
Pasado este sueño de revelación divina, José despertó.
Él estuvo presto a obedecer y recibió confiadamente a María
como su esposa. Pero no se juntó maritalmente con ella hasta
que nació su primogénito Hijo, Jesús. (vs. 25).
Esto también era necesario para no distorsionar los planes de Dios,
de que Jesús debía nacer de una virgen. Nacido Jesús,
José se juntó con ella, y tuvieron varios hijos.
PREGUNTAS PARA DISCUTIR
1. ¿Cómo es posible que Jesús sea
Dios eterno y hombre perfecto a la vez? ¿Por qué esto
era necesario para efectuar la redención humana?
2. ¿Por qué estuvo listo José a obedecer
al ángel y tomar a María como su esposa? ¿Habría
usted estado listo a obedecerle?
3. ¿Cuántos hermanos en la carne tuvo Jesús?
¿Cómo se llamaban algunos de ellos según Mateo 12:46;
13:55; Marcos 3:32 y Lucas 8:20?
PARA MEDITAR
1. “En esto consiste el amor; no en que nosotros hayamos
amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió
a su Hijo en propiciación por nosotros” (I Juan 4:10).
2. “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que
siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).